Justicia para Abner Louima

De la rama de Nueva York del PCR,EU

Obrero Revolucionario #1008, 30 de mayo, 1999

Declaración de la rama de Nueva York del Partido Comunista Revolucionario:

Justicia para Abner Louima

Hace dos años, en una madrugada de agosto, algo horrible le pasó al haitiano Abner Louima. La pesadilla empezó cuando la policía llegó a un club; había una pelea en frente y, de inmediato, unos agentes le cayeron encima a Abner Louima, lo golpearon y lo llevaron a la delegación 70. Se detuvieron dos veces en el camino para darle una paliza. El agente Justin Volpe fue especialmente cruel; pensaba, equivocadamente, que Louima lo había agredido frente al club. Según Louima, le dijo: "Pinche nigger, voy a enseñarte a respetar a los agentes". Una vez en la delegación, los agentes lo llevaron a un baño y lo sujetaron mientras Volpe lo violaba con un palo. Así, esposado y gravemente herido, lo echaron a una celda. Dijo Louima: "Volpe me dijo que si alguna vez contaba lo que me había pasado, me mataría a mí y a toda mi familia". Sin embargo, a pesar de esa amenaza muy concreta, Louima decidió contar lo que le había pasado.

Cuando la noticia se destapó, estalló la ira popular; Nueva York estaba que ardía, y la clase dominante la intentaba contener. Hasta el alcalde Rudolph Giuliani, gran defensor de la brutalidad policial, tuvo que fingir indignación. A la vez, él y la estructura de poder le echaban la culpa por ese "incidente aislado" a "un puñado de manzanas podridas". Establecieron comisiones de investigación, anunciaron reformas y arrestaron a unos agentes, todo con el fin de controlar la peligrosa situación que amenazaba salirse de las manos. Ante la indignación popular, el gobierno tomó medidas para recuperar el imagen del sistema: están enjuiciando a cinco agentes y han acusado a dos más por tapar el crimen.

En la corte se ve nítidamente los dos lados. Por un lado está Abner Louima, encarando a sus torturadores con valentía y denunciando el vejamen que cometieron. En el otro están los agentes cobardes y sus abogados, virulentos y afanosos de no pagar por lo que hicieron. El abogado de Volpe es un tipo totalmente desalmado, que repite la mentira de que las heridas de Louima no fueron culpa de los agentes, sino ¡el resultado de relaciones sexuales violentas!

Pero lo que le pasó a Abner Louima y lo que eso dice sobre el trato "rutinario" que la policía les da a los negros y a otros oprimidos no se tapa tan fácilmente, sobre todo porque el juicio se desenvuelve en un ambiente cargado por el gran estallido de protesta popular contra el asesinato de Amadou Diallo, muerto por la policía en una ráfaga de 41 balas. Las autoridades se preocupan de que se prenda un gran incendio de lucha si no hay justicia en el caso de Abner Louima o en respuesta a las tantas injusticias que el sistema comete a diario. Aunque sea capaz de las peores infamias, el sistema tiembla ante la posibilidad de un levantamiento popular.

Tienen que preguntarse todos los que están horrorizados por lo que le pasó a Abner Louima y lo que le sigue pasando en el tribunal hoy: ¿Por qué ocurren esas cosas? El caso de Abner Louima es extremo, pero es una expresión extrema de la naturaleza de este sistema capitalista que aplasta y hace añicos la vida de millones de seres humanos en su terrible afán de exprimirles ganancias. En las "líneas de frente" de esta batalla está la policía, protegiendo la propiedad privada y las relaciones sociales capitalistas, cometiendo esas atrocidades como la peor manifestación del sistema. Para acabar con dichas atrocidades y ponerle punto final al sinnúmero de vejámenes que comete, será necesario hacer una revolución. Por eso debemos convertir cada ataque en una oportunidad de preparar al pueblo para la revolución.

Necesitamos justicia para Abner Louima. Solo la lucha popular ha obligado al sistema a ceder tantito: unos de las docenas de agentes que estuvieron en la delegación esa noche han sido acusados de delitos graves. Solo el pueblo puede conseguir la justicia cabal.

La tortura de Abner Louima, al igual que la paliza a Rodney King, son ejemplos muy candentes de cómo la policía de Estados Unidos trata al pueblo. Es importante que el mundo sepa que no lo permitiremos. Es urgente apoyar a Abner Louima y a Patrick Antoine (víctima de la brutalidad policial esa misma noche), movilizar a nuestras comunidades, nuestros compañeros de escuelas y a toda la sociedad, para que se entienda: no descansaremos hasta que condenen a esos chotas y los metan al bote.

A través de la lucha por justicia para Abner Louima, tenemos que ir preparándonos para acabar con este sistema de una vez por todas. Ante la valentía de Abner Louima, ante la cobardía y vileza de los perros que lo atacaron y de sus defensores, la rama de Nueva York del PCR reafirma el compromiso de nuestro partido: "El PCR está preparado y resuelto a luchar hombro a hombro con el pueblo contra este sistema, y a buscar los medios para hacerlo de una manera colectiva, sin venderse ni rendirse, venga lo que venga, ya sean balas o migajas. Estamos listos y dispuestos a asumir la responsabilidad de forjar la claridad, la organización, la unidad y la capacidad combativa revolucionarias del pueblo, y de llevar la lucha hasta sus últimas consecuencias".

El hecho de que Amadou Diallo, Tyisha Miller, Kenneth Banks, Yvette Kessler, William Whitfield y un sinnúmero más han muerto a manos de la policía DESPUES DEL ATAQUE a Abner Louima demuestra lo fundamental que es el problema. El sistema seguirá cometiendo horrores sin fin; solo la resistencia popular más consciente y resuelta puede acabar con todo eso.

¡JUSTICIA PARA ABNER LOUIMA!
¡CONDENA Y CARCEL PARA LOS POLICIAS!
¡LA REVOLUCION ES LA SOLUCION!

Rama de Nueva York del Partido Comunista Revolucionario

Este artículo se puede encontrar en español e inglés en La Neta del Obrero Revolucionario en:
rwor.org
Cartas: Box 3486, Merchandise Mart, Chicago, IL 60654
Teléfono: 773-227-4066 Fax: 773-227-4497
(Por ahora el OR/RW Online no se comunica por correo electrónico.)