La lógica de las aves de rapiñaLos motivos imperialistas de la guerra de EU contra YugoslaviaObrero Revolucionario #1009, 6 de junio, 1999
Las bombas de Estados Unidos y la OTAN están destruyendo la infraestructura de Yugoslavia, un país pobre de 10 millones de habitantes. La guerra ha desplazado a centenares de miles de Kosovo. En Estados Unidos, la clase dominante movilizó toda la maquinaria periodística y de debate oficial para crear opinión pública a favor del ataque militar, así como de futuras agresiones en la región y en otras partes. Dicen que el bombardeo impedirá un genocidio y los horrores de una guerra regional. Pero ocultan los horrores que implicaría una victoria estadounidense en esta guerra y el alto precio del control yanqui en esa parte del mundo. Para entender lo que está en juego en esta guerra y por qué hay que oponerse a ella, es necesario examinar de cerca los intereses de clase de los imperialistas yanquis y de los demás participantes de esta guerra, así como los intereses de clase del proletariado y todos los que quieren justicia. Primero, la clase dominante yanqui tiene importantes planes geoestratégicos en mente para el siglo entrante. Quiere acabar totalmente con la influencia de Rusia en las repúblicas musulmanas que eran parte de la Unión Soviética y captarlas firmemente (con sus recursos petroleros). Para hacerlo, necesita que Turquía desempeñe un papel importante en Asia Central y que no caiga en crisis militares desestabilizadoras con sus vecinos, Grecia y Bulgaria. Washington está resuelto a no aflojar la vena yugular de la economía mundial, el petróleo, para controlar a los países productores, a las potencias imperialistas rivales y a los otros países consumidores. Es un plan para seguir dominando y explotando a billones de personas. Segundo, Estados Unidos necesita reestructurar y reafirmar la OTAN, la alianza militar por medio de la cual el gobierno estadounidense y sus aliados imperialistas realizan maniobras estratégicas, juntos pero a fin de cuentas bajo el control de Washington. En particular, Estados Unidos está resuelto a que el imperialismo alemán siga siendo principalmente un aliado, en vez de que actúe independientemente como un rival global. Por ello, Estados Unidos tiene que hacer que la OTAN ataque en los Balcanes, una región europea donde no tiene intereses directos (pero otros imperialistas sí los tienen, como Alemania y Rusia). Tercero, la estructura de alianzas y alineamientos que Washington quiere imponer en grandes partes del mundo requiere estabilidad en los Balcanes, lo que de ninguna manera es lo mismo que la justicia o la liberación de los pueblos de la región. Estados Unidos tiene planes para Europa oriental, el Oriente Medio y Asia Central, y todas esas regiones están vinculadas a los Balcanes. La desintegración de Yugoslavia y la formación de pequeños estados beligerantes conlleva mucho peligro para Estados Unidos porque podría empujar a varios países cercanos, como Grecia y Turquía, a un conflicto militar. Esto a su vez podría arruinar los planes para Turquía y alejar a Grecia de la OTAN (lo que sería la primera victoria para el imperialismo ruso desde hace una década). La Casa Blanca ya ha mencionado la posibilidad de incluir a tropas rusas y ucranias en la fuerza de ocupación para Kosovo. Esto le daría a los imperialistas rusos un papel en el futuro de los Balcanes (con la dirección de Estados Unidos), con el fin de disminuir las hostilidades interimperialistas y facilitar el plan de incorporar las partes más valiosas de la ex URSS y el ex bloque soviético en el orden mundial dominado por Estados Unidos. Cuarto, Washington necesita reafirmar su posición de superpotencia mundial dominante con un despliegue de resolución y de armas de destrucción masiva. El principal explotador del mundo siente la necesidad de portarse como el "policía del mundo". El imperialismo yanqui ha unido a varias potencias de Europa occidental y del sur para atacar a un país del tamaño de Cuba o Guatemala. Esta no es una guerra contra el "socialismo" en Yugoslavia, porque no hay socialismo en Yugoslavia. No es una guerra contra "la resistencia de los yugoslavos a la privatización", porque el camino de la penetración capitalista, el financiamiento del FMI y la alianza con el imperialismo se estableció firmemente en Yugoslavia en los años 50, 60 y 70 bajo el mando de Josef Tito. Yugoslavia es un país capitalista, y la idea de que el brutal chovinismo serbio de Milosevic (y el maltrato de los albano-kosovares) tiene algo que ver con el socialismo es una asquerosa mentira. El mismo Milosevic era banquero y tiene fuertes vínculos con los capitalistas financieros del Occidente; lleva muchos años trabajando con sus corporaciones y bancos. En Yugoslavia, una clase dominante menor (la serbia) resolvió defender sus propios intereses en oposición a los de Estados Unidos. Este ha seguido la sangrienta lógica gangsteril del capitalismo: "Si un pequeño país nos puede desafiar, ¿cuál será el próximo?". Quinto, con el pretexto de la "estabilidad y la paz", Estados Unidos quiere imponer sus planes a los gobiernos y pueblos de los Balcanes. La esencia del plan de EU/OTAN para Kosovo es que Yugoslavia (y Serbia) siga dominando y que el gobierno de Milosevic acepte el derecho de la OTAN de decidir las formas de dominación. Estados Unidos ha propuesto desarmar a los kosovares y ocupar Kosovo con una fuerza de intervención de la OTAN. Esto quiere decir que los kosovares tendrían muy poco control sobre su futuro y su seguridad, y se encontrarían ante una nueva fuerza de ocupación fuertemente armada y sumamente brutal. A la clase dominante de Estados Unidos (y de sus aliados imperialistas de la OTAN) no le importa un comino el bienestar y la seguridad de los kosovares; lo que le preocupa es que el conflicto vaya a desestabilizar a otros gobiernos de la región, especialmente el de Macedonia. Estados Unidos apoyó los ataques que lanzó el gobierno yugoslavo en Kosovo en 1998 y tildó de "terroristas" a las milicias que luchaban por la independencia de Kosovo. Washington no quiere conquistar u ocupar a los Balcanes. Hasta la fecha ha estado dispuesto a operar por medio de un gobierno serbio/yugoslavo sumiso. Y si imponer una nueva estabilidad regional (que la OTAN llamará "paz") requiere sacrificar a los albano-kosovares, los imperialistas yanquis lo harán sin pensarlo dos veces, de la misma manera que sacrificaron a los musulmanes bosnios en el Acuerdo de Dayton para "estabilizar" a Bosnia. Tampoco les molesta bombardear y arrasar a Yugoslavia para ponerlo de "ejemplo" ante el mundo. Pero no todos están sacando la misma lección de este "ejemplo". Millones de personas están conociendo de cerca al imperialismo yanqui y llamándolo por su nombre. Es importante que los pueblos se concienticen; hay que desmentir la propaganda bélica de los yanquis, arrancar su disfraz de "humanitarios", y señalar sus motivos y metas sangrientas. Asimismo, hay que redoblar la resistencia contra la agresión de la OTAN. Los motivos yanquis en los Balcanes se pueden resumir con las palabras de un cuento: "para comerte mejor". Estados Unidos y la OTAN atacaron la Federación Yugoslava para imponer sus propios intereses. Ahora Estados Unidos quiere imponer su propia resolución al conflicto para explotar y tiranizar mejor a pueblos y naciones de grandes sectores del planeta. Esta agresión va en contra de los intereses de los pueblos del mundo y una victoria yanqui en esta guerra injusta sería negativa para ellos. ¡EU/OTAN, FUERA DE TODAS PARTES, AHORA Y PARA SIEMPRE!Este artículo se puede encontrar en español e inglés en La Neta
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