Obrero Revolucionario #1011, 20 de junio, 1999
Recibimos la siguiente hoja de información del Comité de Apoyo a la Revolución en el Perú (CARP):
Una Guerra Popular revolucionaria, dirigida por el Partido Comunista del Perú (PCP, frecuentemente llamado Sendero Luminoso), está luchando contra esta situación de miseria. Esta Guerra Popular prolongada empezó en 1980 bajo la dirección del PCP. Se ha desarrollado principalmente en el campo y ha organizado bases de apoyo revolucionarias gobernadas por los campesinos, obreros y sus aliados de la clase media. Su meta es conquistar el poder nacional y construir una sociedad nueva que sirva a toda la población del Perú, no solo a la élite rica y a los capitalistas extranjeros (especialmente Estados Unidos) que hoy dominan al Perú.
La mayoría de los peruanos son campesinos indígenas que han vivido de la tierra por generaciones. Pero el sistema de explotación les ha arrebatado la tierra, desde los conquistadores españoles hace cinco siglos hasta los explotadores extranjeros de hoy, con Estados Unidos, a la cabeza.
El Perú mide el triple de California y tiene vastas tierras agrícolas y una abundancia de minerales, como oro, cobre, plata, cinc, plomo, gas natural y petróleo. La pesca rinde más de un millón de toneladas de pescado anualmente. Sin embargo, el pueblo pasa hambre.
Aunque muchos campesinos han emigrado a las ciudades en busca de trabajo, un tercio de la población (ocho millones de hombres, mujeres y niños) vive en el campo, principalmente en las montañas andinas y en los valles ribereños de los Andes orientales. Muchas familias, incluso las que son dueñas de unas pocas tierras, tienen que trabajar en haciendas o buscar trabajos eventuales en minería, transporte y otros servicios.
El programa de la revolución es apoderarse de todas las tierras de los grandes terratenientes y capitalistas extranjeros para distribuirlas entre los campesinos con el lema de "La tierra para quien la trabaja".
La discriminación cultural contra los campesinos indígenas es una característica clave de su opresión. La élite desprecia la ropa y los idiomas indígenas tradicionales, y los ve como indicios de ignorancia y atraso. Con ese prejuicio de la época colonial española se justifica la cruel explotación y opresión de los campesinos hoy.
En el Perú la mujer sufre un trato particularmente duro y cruel. Las tradiciones feudales españolas de dominación machista y patriarcal siguen siendo un elemento esencial de las relaciones sociales, especialmente en el campo.
En las bases de apoyo revolucionarias del campo peruano, las mujeres viven libres de violación y violencia personal por primera vez en siglos, y están en la vanguardia de la dirección y los combates de la Guerra Popular.
El gobierno de Fujimori y sus reformas económicas responden a los intereses y necesidades de los capitalistas yanquis y de un puñado de grandes capitalistas peruanos. Un ex funcionario del Banco Mundial admite: "Esta es una economía buena para el 5% de los peruanos, regular para el 20%, y un desastre para los demás[10]. Una de las primeras medidas de la presidencia de Fujimori fue instituir un brutal programa de recortes sociales dictados por el Fondo Monetario Internacional; esas severas medidas de austeridad hoy se conocen como el "Fujishock". El precio de los alimentos subió 300% en un solo mes.
La industria del Perú--el procesamiento de alimentos y pescado, la refinación de metales y petróleo, y la manufactura de textiles y ropa--es una industria subdesarrollada y ofrece pocos trabajos. La mayoría de los productos se exportan a países más ricos como Estados Unidos, dejando a millones con hambre y sin empleo. El gobierno ha calculado que el costo mínimo de la vida es $320 al mes, pero 55% de los trabajadores urbanos ganan sólo de $85 a $170 al mes[13]. A los mineros los contratan por unos pocos meses y les pagan solo de $5 a 9 al día. Esta explotación redunda en enormes ganancias para la industria minera ($2.6 billones en 1997)[14]. La mina de oro de Yanacocha (principalmente de Estados Unidos) obtuvo $230 millones de ganancias en un año, pero ninguno de los poblados que rodean el complejo tiene agua, alcantarillado, teléfono ni electricidad[15]. La refinería de Southern Peru Copper (de Estados Unidos) en Ilo le causó grandes problemas respiratorios a los obreros y los vecinos, y arruinó la agricultura y pesca, porque soltaba al aire 2000 toneladas de dióxido sulfúrico diariamente (15 veces más de lo que se permite en Estados Unidos)[16]. Anualmente, se exporta más de un millón de toneladas de pescado (como fertilizante, comida para gatos, etc.), pero los obreros no pueden alimentar a sus niños. Una joven describe las horribles condiciones de trabajo: "Siempre tenemos frío porque trabajamos con los pies metidos en agua y desperdicios de pescado... empapados de pies a cabeza... con las manos llenas de llagas de las espinas del pescado.... Hace mucho tiempo que prometieron darnos guantes y botas, pero nunca cumplieron".
Esta clase de superexplotación es vital en la dominación de Estados Unidos. Es por eso que el Partido Comunista del Perú ha declarado que "barrer la dominación imperialista, primariamente yanqui", es un objetivo central de la revolución.
A medida que se agudiza la crisis, a más y más gente le resulta imposible subsistir en el campo y tiene que irse a los pueblos y ciudades en busca de trabajo. Lima, la ciudad capital, y los pueblos jóvenes que la rodean ahora albergan cerca de un tercio de los 24 millones de habitantes del Perú. Al llegar encuentran más crisis: ni trabajo ni servicios.
Para parapetar el sistema responsable de esta terrible situación y para frenar el avance de la Guerra Popular, el presidente Fujimori tomó poderes dictatoriales en 1992 respaldado por los militares y la policía. Ha desatado represión brutal, tortura y violación sistemática de los detenidos, tribunales arbitrarios y otras medidas Made in U.S.A. contra la resistencia popular.
Ante todo esto, el Partido Comunista del Perú escribe en un documento de 1998:
"El sueño [del gobierno] fue y todavía es aniquilar la Guerra Popular, pero a pesar de dificultades y reveses la Guerra Popular se mantiene y avanza desbaratando campañas militares y operaciones antisubversivas.... La Guerra Popular es el camino del pueblo a la emancipación y la conquista de una sociedad nueva...".
Fuentes: 1. New York Times, 29/7/97 2. Informe de UNICEF de 1998, estadísticas de 1996 3. NYT, 27/4/97 4. LatinAmerica Press, 13/11/98 5. Informe de UNICEF de 1998, 1997 fig. 6. Financial Times, 7/3/96 7. NACLA Report on the Americas, julio/agosto de 1996 8. Los Angeles Times, 11/4/93 9. NYT, 15/2/98 10. Chicago Tribune, 9/7/98 11. Informe sobre Derechos Humanos en el Perú 12. LatinAmerica Press, 24/7/97 13. Latin American Weekly Report, 12/7/98 14. LatinAmerica Press, 29/1/98 15. Covert Action Quarterly, primavera de 1997 16. NYT, 12/12/95 17. Reuters, 23/12/96 18. NYT, 10/6/97 19. Informe sobre Derechos Humanos en el Perú.
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