Obrero Revolucionario #1014, 18 de julio, 1999
El fin de semana feriado del 4 de julio (aniversario de la independencia), Benjamin Smith, un racista blanco, balaceó a negros, judíos y asiáticos en una racha de ataques en dos estados centrales que duró tres días. Empezó el viernes 2 de julio, cuando hirió a bala a seis judíos que salían de una sinagoga en el norte de Chicago. Luego manejó a Skokie, un suburbio cercano donde viven muchos judíos, y abrió fuego contra una familia negra que caminaba cerca de su casa. Mató a Ricky Byrdsong, de 43 años, ex entrenador del equipo de baloncesto de la Universidad Northwestern. Después manejó a Northbrook, otro suburbio, donde le disparó a una pareja asiática pero erró el tiro.
Luego pasó por una serie de pueblos al sur de Chicago camino a Urbana, Illinois, y Bloomington, Indiana, donde estudió y donde sus compañeros de universidad rechazaron sus ideas racistas. Una y otra vez buscó a negros y asiáticos y les disparó. En Springfield, abrió fuego contra dos negros pero otra vez erró. En Decatur, hirió a bala al Rdo. Stephen Anderson, un negro.
En Urbana, le disparó a un grupo de estudiantes asiáticos frente a una residencia estudiantil e hirió de gravedad a Steven Kuo. El 4 de julio, abrió fuego contra una iglesia coreana en Bloomington y mató a Won Joon Yoon, un estudiante de posgrado de la Universidad de Indiana. La policía lo rodeó en Salem, Illinois, y dice que se suicidó para que no lo capturaran.
Smith era miembro de la Iglesia Mundial del Creador (COTC, por sus siglas en inglés), una iglesia derechista que promueve la filosofía supremacista blanca de RAHOWA (las siglas en inglés significan Guerra Santa Racial). Hace un año, la COTC exhortó a mudarse a Illinois para crear una base racista blanca en la zona agrícola del centro del estado. Ahí fue donde Smith llevó a cabo su racha de homicidios para "purgar" a Estados Unidos.
Los oprimidos de Estados Unidos decimos ¡Basta ya! a estos asesinos racistas. No se pueden tolerar sus sueños de terror y supremacía blanca. Tenemos que desenmascarar ante el mundo entero sus acciones, planes y conexiones con el sistema, y oponerles militante resistencia.
Su derrota y destrucción será una parte importante de la lucha revolucionaria para deshacernos de este sistema capitalista y de la supremacía blanca que lo caracteriza de pe a pa.
El Programa del Partido Comunista Revolucionario describe lo que va a pasar cuando la revolución triunfe en Estados Unidos: "Todos aquellos que empleen la bandera del chovinismo para organizar cualquier clase de movimiento reaccionario y racista y ataques contra las nacionalidades minoritarias serán despiadadamente aplastados. El Ku Klux Klan, los nazis y gente de esa calaña serán totalmente aniquilados y se lidiará fuertemente con sus miembros, comenzando con sus líderes, quienes recibirán el máximo castigo".
Las acciones de Benjamin Smith son especialmente intolerables porque no son producto de una sola mente enferma. Su afán de glorificar la supremacía blanca la comparten poderosas fuerzas de la clase dominante.
Los escritos de Smith y la COTC, que salieron en los medios y la internet la semana pasada, suenan igualito a las mentiras racistas y contra los inmigrantes que sueltan los altos niveles de la clase dominante.
El sistema pinta a toda una generación de jóvenes, especialmente negros y latinos, como criminales peligrosos. Politiqueros de peso dicen que la acción afirmativa es una injusticia contra los blancos, y que la discriminación sistemática contra los negros y demás nacionalidades oprimidas no existe.
El sistema ha fomentado entre los sectores reaccionarios una mentalidad de "nos van a aplastar" los inmigrantes y sus idiomas. Hablan en términos bélicos de los barrios de los oprimidos--"la guerra contra la droga", "la guerra contra las pandillas", etc.--y crean pretextos para la represión de los chavos negros y latinos.
El sistema tiene una "política de crueldad" contra los pobres, los negros, los latinos y los inmigrantes. En este clima político, tanto policías como reaccionarios de la calaña de Smith creen que está bien atacar a los oprimidos... es más, que deben hacerlo.
Los atropellos de Smith se suman a una larga lista de ataques reaccionarios recientes: atentados contra clínicas y médicos que practican abortos; la quema de iglesias negras en el Sur; ataques contra sinagogas por rapados racistas; la tortura y matanza de Matthew Shepard en Colorado por ser gay; y el despiadado linchamiento de James Byrd Jr. en Jasper, Texas.
En junio, dos jóvenes racistas abrieron fuego en una preparatoria de Littleton, Colorado, el día del nacimiento de Adolfo Hitler. Ahora, Smith escoge el 4 de julio, el festival de patriotismo estadounidense, para lanzar su Guerra Santa Racial.
Pero estos racistas extraoficiales tienen mil y un lazos con los guaruras oficiales del sistema:
Primero, comparten una ideología racista común. El "perfil racial" que utiliza la policía contra las nacionalidades oprimidas y el método de escoger víctimas de Benjamin Smith tienen mucho en común.
Hace unas pocas semanas, la policía de Chicago llevó a cabo su propia racha de asesinatos racistas, matando a dos jóvenes negros por infracciones de tránsito la misma noche. La muerte de Ricky Byrdsong a manos de Benjamin Smith le dolió mucho al estudiantado y profesorado de la Universidad Northwestern, que ya estaba llorando la muerte de Bobby Russ, universitario y miembro del equipo de fútbol, a manos de la policía.
Está bien documentado que grupos fascistas como la COTC han tenido fuertes vínculos con la policía y el gobierno. De hecho, muchos de sus miembros son policías. Smith estudiaba "justicia criminal". Por otra parte, el FBI y otras dependencias policiales controlan y dirigen secretamente al KKK y grupos parecidos, como por ejemplo cuando los azuzaron para atacar el movimiento de derechos civiles y de liberación negra en los años 60.
Todavía no han salido informes de lazos específicos entre Smith, la COTC y la policía en Estados Unidos, pero hay pruebas de que la COTC ha tenido vínculos con la policía secreta de Sudáfrica. Dos ex miembros de una unidad clandestina de la policía sudafricana informaron que utilizaron el capítulo sudafricano de la iglesia como campo de reclutamiento en la década pasada. Tiras metidos en la COTC organizaron ataques de racistas blancos en la brutal "guerra sucia" contra los enemigos del apartheid.
Por otro lado, las autoridades están manipulando la indignación popular ante los atropellos de Smith para imponer más poderes policiales.
Desde que Smith lanzó sus ataques, el gobierno y los medios han pedido más medidas represivas, nuevas investigaciones policiales de grupos "extremistas", más leyes para restringir movimientos políticos radicales, desarmar a la gente común y corriente, y censura de la internet.
Arrestaron al vendedor de armas que supuestamente le vendió las pistolas a Smith y han propuesto investigar la venta de armas para averiguar si "otros extremistas" las han comprado (¡para restringir la compra de armas de acuerdo a puntos de vista políticos!).
Además, han propuesto echarle la culpa a los líderes de grupos políticos por las acciones de sus miembros y meterlos al bote. Hasta urgen volver a formar una unidad especial de la policía de Chicago para espiar a grupos políticos (o sea, otro "Escuadrón Rojo").
El fiscal del condado Cook, Richard Devine, anunció que pedirá sentencias más largas para los que tienen armas de fuego ilegalmente, y la prensa ha comentado que esa medida no afectará tanto a los racistas blancos como a los chavos negros y latinos.
En realidad, cualquier nueva ley represiva y demás medidas fascistas no se utilizarán contra racistas como Smith y la COTC. Pero sí serán otra arma en el arsenal de la policía para atacar a las masas y al movimiento revolucionario.
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