Turquía: Terremoto y disparidades
Obrero Revolucionario #1021, 5 de septiembre, 1999
Un terremoto muy fuerte sacudió el norte de Turquía, con epicentro en Izmit, cerca de Estambul (la principal ciudad del país). Durante varias horas, se sintieron los remezones.
El terremoto puso al descubierto la mano criminal de los capitalistas. Para amasar sus grandes fortunas, construyeron multifamiliares chafos encima de una de las fallas sísmicas más activas del planeta. Ahora el pueblo pagó con sangre y dolor. Por toda la región, unos edificios no sufrieron daños mientras que los de al lado se derrumbaron debido a mala construcción, y miles de personas quedaron enterradas en prisiones de cemento.
Las autoridades criticaron a las compañías de construcción, pero todo el mundo sabe que esas mismas autoridades están metidas hasta los tuétanos en esos negocios sucios: son unos mafiosos que reciben mordidas y se forran los bolsillos sin importarles un comino el bienestar del pueblo.
Estados Unidos se fanfarronea (como siempre) de que "mandó equipo y maquinaria salvavidas a toda prisa" a la región; así oculta las verdaderas relaciones entre los dos países. ¿Por qué es Turquía un "país subdesarrollado"? ¿Por qué no tenía la maquinaria necesaria para rescatar víctimas en las cruciales primeras horas del desastre? Porque el imperialismo lo ha hundido en la miseria y porque sus fieles lacayos-el ejército y el gobierno kemalista-han reprimido brutalmente al pueblo.
Por años, los yanquis y sus aliados de la OTAN han mandado aviones caza, tanques y armas a Turquía. Con esa "ayuda", se fortaleció la dominación extranjera del país y se lleva a cabo la sangrienta represión del pueblo curdo en el sudeste de Turquía. De hecho, ese suministro de equipo "a toda prisa" es clave para fortalecer el capitalismo y la opresión.
La tierra tiembla; es un hecho de la naturaleza. Vivimos en un universo de grandes trastornos y convulsiones. Pero ese "desastre natural" dejó al descubierto que un brutal sistema social-el capitalismo, la sociedad de clases y el sistema imperialista mundial-es la causa de gran sufrimiento innecesario.
Incluso desde lejos, se destacan el tremendo sacrificio y heroísmo de las masas. Extendemos nuestra solidaridad a las compañeras y los compañeros de Turquía, que han perdido a miles de seres queridos y que están rehaciendo la vida en medio de los escombros. Asimismo, juramos nuestro firme apoyo a la lucha revolucionaria de los pueblos de Turquía contra sus opresores y contra el imperialismo, el enemigo de los pueblos del mundo.
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