Mumia Abu-Jamal:
Se avecina una batalla crucial

Equipo defensor entablará solicitud de habeas corpus

Obrero Revolucionario #1026, 17 de octubre, 1999

La lucha por la libertad de Mumia Abu-Jamal está entrando en una nueva fase decisiva. Su equipo defensor está a punto de entablar una apelación (llamada orden de habeas corpus) ante el tribunal distrital federal de Filadelfia. El habeas corpus solicita que los tribunales federales vean el caso porque a Mumia lo juzgaron y sentenciaron injustamente los tribunales estatales. Detallará docenas de violaciones constitucionales y comprobará que se cometió una profunda injusticia cuando condenaron y sentenciaron a muerte a este revolucionario negro.

Esta apelación es un momento decisivo en la batalla judicial. Solicita que un juez federal ordene una audiencia que le dará a la defensa la última oportunidad posible para presentar importantes pruebas y testimonio de testigos oculares que rechazaron los tribunales estatales. (Con las nuevas reglas sobre la pena capital, los tribunales federales superiores pueden examinar las actas de los juicios estatales pero no pueden recibir nuevas pruebas.)

El juez distrital federal que recibe la petición de habeas corpus no tiene que programar una audiencia. Puede leer las actas del juicio y decidir sin oír nuevas pruebas. De hecho, la Ley de la Pena de Muerte Efectiva de 1996 disuade a los tribunales federales de examinar y anular sentencias de muerte estatales. Por eso es sumamente importante movilizar un amplio y clamoroso apoyo a la demanda de justicia para Mumia durante el proceso de apelación en el tribunal distrital federal.

Hay muchísimo en juego en esta fase y lo que hagamos a favor de un nuevo juicio influenciará el desenlace de la batalla.

La Suprema Corte y la orden de certiorari

La batalla en los tribunales federales empezó con una petición de certiorari ante la Suprema Corte federal. Solicitaba que la corte viera el caso de Mumia antes de que pasara por todo el proceso usual de apelaciones federales. A veces la Suprema Corte acepta esas peticiones si plantean cuestiones jurídicas importantes.

La petición de certiorari de Mumia planteó su derecho a un juicio imparcial, garantizado por la Sexta Enmienda de la Constitución. Ese derecho lo violó el juez Albert Sabo (del tribunal de Pensilvania) cuando no le permitió a Mumia ser su propio abogado defensor, cuando destituyó a un jurado en ausencia de Mumia, y cuando mandó echar a Mumia del juzgado y no le permitió seguir el juicio por otros medios.

El 4 de octubre, la Suprema Corte decidió no ver la petición de certiorari. Esto no significa que haya dictaminado contra Mumia, pero fue algo altamente político.

Los grandes medios de comunicación (como la agencia noticiera Associated Press, el canal CNN y el New York Times) le dieron mucha publicidad a esa decisión. Eso es una señal del impacto que ha tenido el movimiento en defensa de Mumia. El 24 de abril, más de 35.000 personas participaron en protestas en Filadelfia y San Francisco. En septiembre, "Mumia 911: Día Nacional de Arte para Parar la Ejecución" movilizó a artistas en lo que se ha caracterizado como lo "más chido" que ha visto el mundo artístico desde los días de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica en la década pasada. Miles de personas en Estados Unidos y por todo el mundo participaron en la "Semana de Conciencia sobre Mumia" y, por su energía y creatividad, centenares de miles más se enteraron del caso y de la lucha.

La decisión de la Suprema Corte arrojó luz sobre la injusticia del sistema judicial. También rechazó siete peticiones de certiorari de presos condenados a muerte en Pensilvania. Como dijo Mumia: "La Suprema Corte solo ve un porcentaje minúsculo de los casos, más o menos 75 de los 7000 que recibe en una sesión.... Incluso el observador más blando debe admitir que cuando rechaza la gran mayoría de los casos importantes que recibe, deja sin resolver muchas graves injusticias".

En realidad, los magistrados no leen los documentos en la mayoría de los casos; los leen sus asistentes y por lo tanto desempeñan un papel importante para seleccionar los casos que verá la corte. Casi todos los asistentes son hombres blancos. La NAACP (Asociación Nacional para el Fomento de la Gente de Color) documentó que de los 462 asistentes de la Suprema Corte, nueve (o sea, menos del 2%) son negros, cinco (1.1%) son latinos, 18 (4.5%) son asiáticos y 105 (25%) son mujeres. Es decir, un equipo donde no hay igualdad toma decisiones de vida o muerte.

Alerta ante orden de ejecución

Como consecuencia de la decisión de la Suprema Corte, el gobernador de Pensilvania, Tom Ridge, puede firmar una orden de ejecución. El 6 de octubre, Ridge firmó órdenes de ejecución de tres de los presos cuya petición de certiorari rechazó la corte.

Al cierre de esta edición, Mumia no ha recibido órdenes de ejecución, pero se han convocado manifestaciones de emergencia si eso sucede (véase el recuadro).

Si Ridge firma tal orden, los abogados de Mumia entablarán la petición de habeas corpus inmediatamente y solicitarán que el tribunal distrital federal bloquee la orden. Creen que el tribunal distrital lo hará y que no hay peligro inminente. Pero incluso si el gobernador no firma una orden de ejecución, la defensa entablará la petición de habeas corpus este mes.

Si el juez distrital federal programa una audiencia, el estado de Pensilvania apelará al tribunal de apelaciones. Si el juez rechaza la petición de Mumia, el equipo defensor apelará. Así que se celebrarán por lo menos dos rounds ante los tribunales federales en el año por venir. Pero el proceso es mucho más rápido en los tribunales federales que en los estatales, así que en esta nueva fase tenemos que responder con más urgencia y resolución para salvar la vida de Mumia.

Poderosas fuerzas de la estructura de poder han dejado en claro que quieren ejecutar a Mumia. Para parar en seco sus planes, tenemos que dejar muy en claro que lo pagarán caro.

Como dijo Carl Dix, vocero nacional del PCR: "Si no redoblamos nuestros esfuerzos para impedir que maten a Mumia, perderemos a un ser muy querido y una potente voz contra la injusticia. Piensen en lo grave que eso sería, cómo afectaría a toda la gente que ha sentido esperanzas con sus palabras y su ejemplo de lucha sin cuartel. Piensen en la juventud, la nueva generación de luchadores, muchos de los cuales le han entrado a la lucha por inspiración de Mumia. Tenemos que arreciar la lucha para impedir que maten a Mumia".


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