USA 2000: Disparidades, pobreza y la "nueva prosperidad"
Obrero Revolucionario #1038, 16 de enero, 2000
"Hoy Estados Unidos domina el mundo. Estratégicamente es la única superpotencia. Tiene la economía más pujante. Su idioma, cultura popular (jeans, hamburguesas y películas) y democracia de mercado libre ganan nuevos conversos todos los días".
"The Millennium" (El milenio), una sección especial
del New York Times, 1º de enero de 2000*****
"Me robaron todo y lo tiraron al basurero. Me quitaron todos los documentos. Tengo SIDA y tuve que meterme al basurero a buscar mis cosas. No pido ayuda a nadie. Limpio el suelo de una bodega para ganarme la vida, pero de todos modos me tratan como si fuera basura".
Tyrone Saunders, de 35 años, que vive en la calle en San Francisco,
después de que la policía le quitó sus pertenencias*****
En el umbral del nuevo siglo, Estados Unidos es el país más rico y poderoso del mundo. Su economía es mayor y más vigorosa que la de las demás potencias imperialistas de Europa y Japón. Su bolsa de valores sigue en ascenso. La tasa de desempleo está al nivel más bajo de la historia.
Los politiqueros, empresarios y sus portavoces se jactan de la "nueva prosperidad" y la ponen como modelo para el resto del mundo. Dicen que el boom económico es una marea que "levanta a todos los barcos", o sea, que todo el mundo se beneficia.
Pero uno de los elementos más notables de esta "nueva prosperidad" es la enorme disparidad entre el puñado de superricos y la gran cantidad de pobres. La desigualdad siempre ha sido una característica de este país, pero con las nuevas tecnologías que alimentaron el boom de los años 90, la brecha ha aumentado enormemente.
En Estados Unidos una de cada ocho personas (o sea, unos 35 millones) vive por debajo del nivel oficial de pobreza (un ingreso anual de $13.003 para una familia de tres y de $8316 para un individuo). Dos de cada cinco de ellas sufre extrema pobreza, o sea, tiene un ingreso de menos de la mitad del nivel oficial de pobreza. Más de uno de cada 10 niños vive en extrema pobreza.
La situación es especialmente grave para los dos millones de familias (unos seis millones de personas) de madres solteras. De 1995 a 1997, el ingreso promedio de este grupo disminuyó en un 7%. El ingreso del 10% más pobre de esas familias disminuyó casi el 15%.
En el otro polo de la sociedad se encuentra una extrema concentración de riqueza: el 1% de los hogares más adinerados controla más riqueza que el 95%. El .5% controla el 42% de la riqueza financiera del país.
Bill Gates, de la compañía Microsoft, es un buen ejemplo de esta superconcentración de riquezas. En 1999 Gates tenía una fortuna personal de $85 billones, o sea, el equivalente del producto nacional bruto anual de todos los países centroamericanos (Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Honduras, Belice y Panamá), más República Dominicana, Haití, Jamaica y Bolivia.
Cada día oímos noticias de inversionistas que se enriquecen en la bolsa de valores, y es verdad que hoy más gente tiene acciones, directa e indirectamente. Pero eso también ha ensanchado la brecha entre ricos y pobres. Casi el 90% de las ganancias de la bolsa de valores en la década pasada lo recibió el 10% de los hogares más ricos.
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En el país más rico del planeta, millones de personas no tienen vivienda adecuada ni comida suficiente.
En una noche típica de febrero de 1996, 470.000 personas durmieron en refugios. Eso es apenas la cuarta parte de los destechados en ese año. Más de cuatro millones de niños y muchos millones de adultos no tienen suficiente comida. Unos 35 millones de personas experimentan hambre en mayor o menor grado.
Las solicitudes de comida de emergencia aumentaron 18% en 1999 (el mayor aumento en siete años) y las de refugios de emergencia aumentaron 12%. Como consecuencia de los recortes en servicios gubernamentales, casi un cuarto de los que solicitaron comida o vivienda de emergencia no las recibió.
Hay destechados que llevan muchos años en la calle o tienen graves problemas de salud, pero una cantidad significativa tiene trabajo y no gana lo suficiente para vivir. En 1998, un cuarto de los trabajadores de Estados Unidos ganaba menos de $8 por hora. Mucha gente acabará en la calle si no trabaja un solo mes. Por los alquileres exorbitantes y los recortes de subsidios para vivienda, 5,3 millones de familias viven en apartamentos inadecuados o demasiado caros para su ingreso.
Los voceros del sistema dicen que la "reforma" del welfare ha sido un gran "éxito". La cantidad de personas que reciben welfare bajó y la tasa de empleo de los pobres ha aumentado. Pero en realidad mucha gente pasó del welfare a la categoría de trabajadores pobres. Típicamente, los que antes recibían welfare ganan de $8000 a $10.000 al año: un ingreso por debajo del nivel de pobreza para una familia.
La pobreza está íntimamente ligada a la opresión nacional y la supremacía blanca. El índice de pobreza de los negros es 26%, o sea, más del triple que el de los blancos; el de los latinos es 25%. La familia mediana negra tiene bienes por un valor de $7400 (cuentas bancarias, patrimonio, etc.), o sea, apenas el 12% de una familia mediana blanca. ("Mediano" quiere decir que la mitad de los hogares tienen más y la mitad menos.) La familia mediana latina tiene bienes por un valor de $5000.
¿Y la enorme clase media de este país? Las estadísticas de ingresos indican que gana más y que todo está bien. Pero otro secreto del boom económico es que gran parte del aumento de ingresos de la clase media se debe a un enorme aumento de horas de trabajo: en comparación con 1979, un promedio de ocho semanas más al año. El New York Times informó: "Lo que explica el aumento... no es el trabajo de los hombres sino el de las mujeres, que trabajan más para aumentar el ingreso familiar a pesar de que el salario por hora está estancado desde hace 25 años (cuando se toma en cuenta la inflación)".
Así que en el año 2000 en Estados Unidos, los ricos siguen enriqueciéndose, los pobres se hunden más en la pobreza y la clase media trabaja a lo loco para mantenerse a flote.
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La estructura de poder no puede resolver estos problemas. En vez, ofrece más crueldad, más castigos, más policías y más cárceles.
Por todo el país se está siguiendo el ejemplo del alcalde "Adolfo" Giuliani de Nueva York y sus desalmados ataques contra los destechados. En Sacramento, California, la asociación de empresarios ha contratado a guardias que llaman a la policía cuando encuentran a destechados durmiendo en la calle o pidiendo limosna. En Atlanta, pueden arrestar a una persona que le pide dinero dos veces a un transeúnte. En San Francisco, multaron a más de 20.000 personas en 1999 por delitos menores, como entrada ilegal, dormir en un parque o tener una bebida alcohólica destapada. A los que distribuyen comida a los pobres los arrestan por "no tener permiso".
Más y más gente termina en la cárcel. En febrero de 2000, cuando Clinton dará su último informe presidencial, habrá dos millones de presos, o sea, 70% más que hace 10 años. Los negros son más del 50%.
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Como ha dicho Bob Avakian, Presidente del PCR: "HOY EXISTE UN OBSTACULO: MIENTRAS ESTE EN MANOS DE LA CLASE CAPITALISTA Y SIGA CONTROLANDO EL DESTINO DE LA HUMANIDAD, NO ES POSIBLE USAR LA GRAN TECNOLOGIA Y CONOCIMIENTO EN BENEFICIO DE TODA LA HUMANIDAD. AL CONTRARIO, NOS SOMETERA A LA GRAN MAYORIA A MAS AGONIA Y OPRESION. Eso es un problema para nosotros, y también para ellos, pues pone en claro que ESTA CLASE DE EXPLOTADORES CAPITALISTAS NO PUEDE GOBERNAR LA SOCIEDAD EN ARAS DE LOS INTERESES DEL PUEBLO".
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