En cuanto a la pena de muerte
"Filadelfia es igual al estado de Misisipí en 1954"
Obrero Revolucionario #1050, 16 de abril, 2000
"Hoy Filadelfia es igual al estado de Misisipí en 1954"*, dijo Caroline Roberto, presidenta de la Asociación de Abogados de Derecho Penal de Pensilvania, en una audiencia sobre la pena de muerte.
Esas palabras fuertes dan lugar a pensar que la licenciada exageraba para producir el impacto deseado. Todo lo contrario: los hechos demuestran que en un país donde la pena de muerte concentra el racismo y la opresión de clase, Pensilvania, particularmente Filadelfia, presenta un cuadro gravísimo.
En primer lugar, Pensilvania es el cuarto estado del país en cuanto a condenados a muerte; solo Texas, California y Florida tienen más. Además, un altísimo porcentaje (el 63%) son negros, mucho más que en los tres estados mencionados, y si bien se debe en parte al hecho de que en dichos estados han sentenciado a muchos latinos a muerte, eso no borra una realidad contundente: de los cuatro estados, Pensilvania tiene el menor porcentaje de blancos en el pabellón de la muerte.
¿Y los estados del Sur? Se supondría que son mucho más racistas que Pensilvania. Pues, no. Pensilvania tiene un mayor porcentaje de negros en el pabellón de la muerte que Alabama, Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte e inclusive Misisipí (y el porcentaje de la población negra de Pensilvania es menor). En todo el país solo un estado (Louisiana) supera a Pensilvania en el porcentaje de negros en el pabellón de la muerte.
Si analizamos un poco más, vemos que el 56% de los condenados a muerte de Pensilvania (129 presos) son de Filadelfia, una ciudad que cuenta con apenas el 12.5% de la población del estado. Para dar un ejemplo, el condado de Allegheny (donde queda Pittsburgh, una ciudad de una población aproximadamente igual a de Filadelfia) solo tiene nueve condenados a muerte.
¿Quiénes son los condenados a muerte de Filadelfia? El 90% no pueden pagar un abogado. Y, ¡prácticamente el 90% son minorías!
¡El 90%! Imaginemos que diez personas esperan la horca. ¡Nueve son negros! Sin embargo, el fiscal general Ronald Eisenberg tiene las agallas de afirmar que "para la fiscalía no influye en lo más mínimo el color de la piel". ¡Claro que no!
Es cierto que en Filadelfia no se iza la bandera de la esclavitud, que tiene un alcalde negro y emplea la inyección letal (y no la horca), pero en lo que concierna al racismo del sistema judicial, la ciudad de Filadelfia del año 2000 de veras es igual al estado de Misisipí en 1954.
Fuentes de información: el Philadelphia Inquirer, la página web de la Coalición Nacional contra la Pena de Muerte y el Centro de Información sobre la Pena de Muerte.
* Estado del Sur tristemente célebre por el racismo y el linchamiento de negros; 1954 antecede el movimiento de derechos civiles de los negros en el Sur.
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