George W. Bush:
Hijo de la clase dominante

Obrero Revolucionario #1065, 6 de agosto, 2000

Se presentó al comienzo de la campaña presidencial como si ya tuviera la nominación de su partido, con una sonrisa presuntuosa que hace pensar en los ricos universitarios consentidos.

Pero George W. Bush no llegó a ese show solo; lo acompañaban 70 millones de dólares (tanto dinero que rechazó fondos federales para la campaña) y el endoso de los republicanos de peso.

Ahora, un año más tarde, Bush es el candidato republicano a la presidencia, a pocos pasos de la Casa Blanca.

Todo mundo sabe que no ha llegado tan lejos por sus propios méritos. De hecho, ha tenido pocos logros personales. Fue ejecutivo de una compañía petrolera que casi quiebra y dueño de un equipo profesional de béisbol. En sus biografías, un buen trozo de su vida se describe como "los años perdidos", o sea, años en que no hizo más que parrandear. Hace unos años fue elegido gobernador de Texas y su principal distinción ha sido mandar ejecutar a 135 personas.

Hoy George W. Bush es un político burgués sin mayor experiencia ni brillo. Por eso obliga a preguntar: "¿Por qué lo escogieron? ¿Quién piensa que será un buen dirigente del imperio yanqui? ¿De dónde sale su apoyo?"

Las respuestas ponen de relieve mucho sobre este hombre y sobre el sistema, cómo escoge a sus dirigentes y a quiénes sirven.

De tal palo tal astilla

En cierto sentido está claro cómo George W. Bush llegó a la cima del poder: sobre los hombros de su padre, George Herbert Walker Bush. George W. es el hijo del infame director de la CIA que luego fue presidente, y nieto de un senador por el estado de Connecticut. De tal palo tal astilla. Es George Junior, "el arbusto", retoño de su padre (lo llaman así porque en inglés "bush" quiere decir arbusto).

El que quiera conocer la realidad de la "acción afirmativa" en Estados Unidos debe examinar la vida de Bush. En toda etapa de su vida se ven los privilegios que da tener firmes conexiones con la clase dominante. Es un buen ejemplo de la acción afirmativa que practican desde siempre los ricos y poderosos.

Estudió en Phillips Academy, una escuela de la clase alta en Andover, Massachusetts, y luego en la Universidad Yale y en la Facultad de Administración de Empresas de Harvard.

Al salir de la universidad en los años 60, era partidario de la guerra de Vietnam. Pero como buen hijo de papi congresista, entró en la división aérea de la Guardia Nacional de Texas; así que en vez de luchar en Vietnam solo tenía que participar en las maniobras de la Guardia Nacional los fines de semana.

Todo mundo sabía que alistarse en la Guardia Nacional era una manera de evitar el combate. Tuvo que "circunnavegar" una lista de cien mil solicitantes y 150 pilotos. Y no fue el único que entró por conexiones: en su unidad también estaban el hijo de Lloyd Bentsen (senador estatal y candidato demócrata a la vicepresidencia), el hijo de John Connally (gobernador demócrata de Texas y aspirante a la nominación presidencial del Partido Republicano) y unos futbolistas negros de los Cowboys de Dallas.

En la tradición cien por cien estadounidense de "los ricos declaran la guerra y los pobres van al combate", George W. aplaudió la invasión imperialista de Vietnam de lejos, parrandeando en Houston.

Hombre de negocios

En cierto momento, los hijos ambiciosos de la clase dominante definen su propio territorio. Lawrence Rockefeller fue a gobernar Arkansas y Jay Rockefeller a gobernar Virginia del Oeste. Como su padre, George W. decidió empezar carrera en la ciudad de Midland, en el centro de los campos petroleros del oeste de Texas.

Para ganar elecciones en Texas, ayuda ser millonario y petrolero. Así que George W. estableció varias compañías petroleras (en papel), como Zapata Oil, Arbusto Oil (sí, su nombre en español) y Bush Exploration. A los 31 años de edad, se postuló para congresista de Midland.

En esa campaña se le vio una destreza muy importante: persuadió a poderosos capitalistas de que apoyar al hijo de George Bush Sr. les beneficiaría mucho. Solicitó contribuciones de amigos de familia en Nueva York y Connecticut, y de compañeros de clase de Harvard. A pesar de que no tenía más que ofrecer que una sonrisa presuntuosa y su nombre, recibió millones de dólares de prominentes capitalistas, como los ejecutivos de Prudential-Bache Securities y Celanese.

Pero a pesar del dinero perdió la elección de 1978. Además, Zapata Oil casi no encontró petróleo y sus inversionistas perdieron 2 millones de dólares.

Pero George W. salió bien del traspie, gracias al apoyo de poderosas fuerzas de la clase dominante vinculadas a los Bush. Con sus compañías a punto de quebrar, de repente recibió el apoyo de un "ángel": Philip Uzielli, inversionista, ejecutivo de una compañía panameña y socio del brazo derecho de George Bush padre, James Baker. Uzielli compró el 10% de Arbusto Oil por 1 millón de dólares (a pesar de que toda la compañía solo valía 400.000 dólares).

En 1986, en medio de los preparativos de George Bush padre para la campaña presidencial, a Arbusto Oil lo compró una compañía que la revista Time tildó de "una de las más misteriosas y excéntricas que ha buscado petróleo": Harken Energy. El presidente de Harken era Alan Quasha, conocido como "financista para el Partido Republicano". George W. siguió como director y principal accionista.

Un director de Harken, E. Stuart Watson, dijo: "No pagamos un buen precio por el petróleo, pero teníamos a George y George fue muy útil.... Parece que George conocía a todos los que valía la pena conocer".

"Fue muy útil". Harken no encontró petróleo pero sí firmó un contrato. Bahrain, un emirato del golfo Pérsico, pasó por encima una oferta de la corporación transnacional Amoco y le concedió una licencia de 35 años para buscar petróleo a Harken, una pequeña compañía poco conocida, que nunca antes había perforado en el mar, carecía de recursos adecuados y cuyo director (George W.) era un fracaso en el campo petrolero.

Las acciones de Harken se pusieron por las nubes y, unos pocos meses antes de que el presidente Bush desatara la guerra del Golfo, George W. vendió casi todas sus acciones. Los planes de exploración de Harken fracasaron y los inversionistas perdieron la mayor parte de su dinero. Pero George W. se forró los bolsillos, probablemente porque sabía de antemano de la guerra, y Bahrain fue la principal base militar estadounidense en la región, con fuertes vínculos a los Bush.

George W. se hizo multimillonario, pero de ninguna manera "por sus propios esfuerzos". Nació con todos los privilegios de los hijos de la clase alta.

El modelo Reagan

Pero todavía queda por verse cómo llegó a la cima del Partido Republicano y a un paso de la Casa Blanca.

Ha dicho sin pelos en la lengua que no le gusta asistir a reuniones, hablar con asesores ni leer sobre temas políticos. Está tan poco familiarizado con los asuntos exteriores que a los periodistas les gusta hacerle "exámenes" para ver si conoce el nombre y el líder de cierto país.

Para contrarrestar eso, se anunció que le estaban dando clases sobre política exterior hombres de peso de la administración de George Bush padre, como Colin Powell (el general que dirigió la guerra del Golfo), Henry Kissinger (ex secretario de Estado), Brent Scowcroft (ex jefe de la CIA), George Schultz (ex secretario de Estado) y, por supuesto, el propio George Bush padre. Eso sin duda tranquilizó a las figuras de la clase dominante que lo apoyan, e incluso podría ser su atractivo.

En esta campaña, el programa político de los partidos Republicano y Demócrata es casi igual. El gobierno de Clinton/Gore ha recortado el welfare, aumentado la policía, promovido la pena de muerte, atacado otros países y apoyado toda clase de acuerdos de "libre comercio" imperialistas. Bush no puede hacer mucho más que prometer seguir el mismo camino.

Pero por otro lado, importantes sectores de la clase dominante han dicho que Clinton violó los principios establecidos de responsabilidad a las estructuras y normas de la clase dominante. Creen que las riñas de los últimos años y la polarización "partidaria" del mundo político se deben a la ausencia de una "fuerza patricia" de la clase dominante capaz de "elevarse por encima de las disputas sectarias y partidistas" y formar un "centro de coherencia".

El 15 de octubre de 1998, el periódico USA Today publicó un comentario titulado "La falta de sabios deja un vacío en el país" que expresó esa preocupación. Criticó al gobierno de Clinton, pero también atacó la dirección y el clima de la estructura de poder.

Para algunas fuerzas de la clase dominante, George W. Bush ofrece una solución a esos problemas. Es un político astuto de Texas, totalmente leal a su clase, dispuesto a escuchar a los "sabios" del sistema. George W. no tiene opiniones personales intensas; está dispuesto a ser presidente por comité.

No es la primera vez que la clase dominante escoge a alguien de ese corte. Lo hizo con Ronald Reagan: el bobo Reagan fue el centro nervioso de un "equipo" de expertos de la clase dominante que tomaba las decisiones.

George W. tiene su propio "equipo" listo a desempeñar el papel, y su familia tiene lazos por todo el mundo, especialmente con las clases dominantes de Latinoamérica. Es el Presidente Bush II.

Remembranzas del papá Bush

Varios sectores de la clase dominante recuerdan el gobierno de George Bush padre con cariño. Esto en sí desenmascara la naturaleza de clase del sistema político de este país.

Cuando los pueblos del mundo piensan en George Bush, recuerdan una época de operaciones clandestinas, despiadados ataques contra las masas, brutalidad e invasiones.

George Bush padre dirigió la guerra sucia para derrocar al gobierno sandinista de Nicaragua a comienzos de los años 80, y se cree que desempeñó un papel importante en el envío de cocaína a los ghettos urbanos de Estados Unidos para financiar la guerra de la contra nicaragüense. Fue una figura prominente en los preparativos (y amenazas) para librar una guerra nuclear contra la Unión Soviética en los años 80, y en el envío de asesores y Boinas Verdes yanquis a Perú para combatir la revolución maoísta.

Dirigió el salvaje ataque de Estados Unidos y la ONU contra Irak para apretar el control del petróleo del golfo Pérsico y de los países que dependen de él. Su equipo desempeñó un papel central en las maniobras que llevaron a la disolución de Yugoslavia y a los años de guerra reaccionaria en los Balcanes.

Sobre todo, fue el principal arquitecto de los planes del Nuevo Orden Mundial: el plan del imperialismo estadounidense para dominar el globo tras el derrumbe de la URSS.

Para los pueblos del mundo, George Bush representa las barbaridades del imperialismo. Los asesores "de confianza" de Bush durante esa época (como Colin Powell, el almirante Scowcroft, George Schultz y Dick Cheney) son criminales de guerra, enemigos de los pueblos del mundo y representantes de la clase capitalista/imperialista yanqui.

Entra Dick Cheney

"Es un testimonio muy significativo que haya escogido a un hombre tan fuerte, que me sienta bien con la excelencia a mi lado".

George W. Bush, 26 de julio

"El Sr. Cheney es un político muy respetado con largos años de experiencia...".

New York Times, 28 de julio

"Es el babysitter de George Bush Jr.".

Maureen Dowd sobre Cheney, New York Times, 26 de julio

El 25 de julio, George W. escogió a Dick Cheney como candidato a la vicepresidencia. Tradicionalmente, esa decisión se considera como la primera "prueba" de la capacidad para tomar decisiones de un candidato presidencial.

Cheney era congresista por Wyoming cuando Bush padre lo nombró secretario de Defensa. Fue una figura clave en la guerra del Golfo y la invasión de Panamá, e importante arquitecto del Nuevo Orden Mundial de Bush.

Los comentaristas alabaron casi unánimemente la decisión y dijeron que era una muestra de sabiduría de George W.

El New York Times comentó que Cheney ofrece "pocas claras ventajas políticas" para la campaña. Esto quiere decir que Cheney no ganará votos, pero por otro lado, es una selección muy política porque consolida el apoyo a Bush en el seno de la clase dominante, lo que en realidad es mucho más importante en el proceso de escoger un nuevo presidente que los votos.

Otra meta de la selección de Cheney fue apaciguar los temores de la clase dominante de que George W. no tenga la madurez ni confiabilidad para tomar las decisiones del imperio. El papel de Cheney se parece al de George Bush padre cuando se postuló para vicepresidente al lado de Ronald Reagan.

La historia de Cheney y la política de Bush

"Por supuesto pensé en su trayectoria. Es un hombre muy conservador, como yo".

George W. Bush, 26 de julio,
en defensa de los votos de Cheney

El breve historial político de George W. significa que hasta la fecha no está asociado con una gran cantidad de crímenes políticos. Se ha declarado un "conservador compasivo", y ha cambiado sus posiciones cuando lo dicta la campaña.

Pero ahora, con la selección de Cheney, Bush se ha asociado con un largo historial político. Cheney participó en tres administraciones (de Richard Nixon, Gerald Ford y Bush) y es conocido por su punto de vista ultrarreacionario.

Votó contra Head Start (un programa para ayudar a los niños pobres), contra el derecho de la mujer al aborto y contra imponer sanciones al gobierno de apartheid de Sudáfrica. Incluso votó contra una resolución para pedir la libertad de Nelson Mandela (que ya había pasado muchos años en la cárcel por luchar contra el apartheid). Como secretario de Defensa, dejó una huella sangrienta de Panamá al golfo Pérsico.

Sus tres ataques cardíacos son la única prueba de que tiene corazón.

Cuando el gobierno libró la guerra contra "el welfare para los pobres", la vida de Cheney era un buen ejemplo del "welfare para los ricos".

Tras sus años en el Pentágono, Cheney pasó a ser ejecutivo de Halliburton, un fabricante mediano de maquinaria petrolera. Aprovechó sus conexiones con la industria petrolera y los gobiernos reaccionarios del Oriente Medio, y de la noche a la mañana Halliburton llegó a ser una enorme corporación con ventas anuales de 15 billones de dólares en más de 120 países. Cheney se embolsilló unos 43 millones de dólares en cinco años.

Para los pueblos del mundo, tal hombre es un monstruo y un enemigo. Pero para la clase dominante, es un representante respetado y experimentado, así como un "caballero".

Hasta el New York Times (órgano del ala liberal de la clase dominante) lo describió como "un político muy respetado con largos años de experiencia..." (28 de julio). Eso demuestra que a pesar de las muchas disputas que hay dentro de la clase dominante, a fin de cuentas es una clase con intereses comunes opuestos a los de los pueblos del mundo.

Con Cheney a su lado, George W. se ofrece como el máximo representante político de la clase dominante estadounidense. Es una versión renovada del antiguo equipo de su papá, según el modelo del equipo de Reagan. Y es precisamente a causa de los crímenes del equipo de Bush que a George W. y Cheney los consideran merecedores de la dirección del imperio.

Así, con esos criterios, es como un sistema criminal mide y escoge a sus representantes.

Más adelante examinaremos y desenmascararemos el programa político y la naturaleza de clase de la campaña presidencial de los demócratas, y de otro "hijo afortunado" de la clase dominante, Al Gore.


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