El sueño de una Palestina libre

Luchar para hacerlo realidad

Obrero Revolucionario #1070, 17 de septiembre, 2000

El 16 de septiembre se realiza en la capital una marcha por una causa profundamente justa: el regreso de los refugiados palestinos a su patria, arrebatada por la fundación del estado de Israel y por las guerras de agresión que ha librado con el apoyo de los imperialistas. También se conmemora la masacre de los campos de refugiados Sabra y Chatila (1982), perpetrada contra miles de palestinos y libaneses por tropas reaccionarias a órdenes de Israel.

Desde hace mucho tiempo, el imperialismo yanqui y su perro de ataque sionista han tratado de extinguir las llamas de la lucha palestina por medio de guerras, masacres y represión, o por medio de palabras azucaradas de "paz" y "acuerdos". Sin embargo, el sueño de Palestina liberada arde en el corazón de millones de palestinos y la resistencia palestina no deja en paz a los opresores.

La pregunta que se plantea es: ¿cómo hacer realidad el sueño de Palestina liberada?

La "paz" de los opresores...
y el camino a la liberación

La respuesta del imperialismo yanqui, los sionistas y la dirección palestina de Yasser Arafat es que el actual "proceso de paz" lleva a una "solución justa" que reconcilia los intereses de todos: los palestinos, los sionistas, Estados Unidos y otras potencias. Por lo tanto, dicen, los palestinos deben ser "realistas" y resignarse a vivir a la sombra del fuerte supermilitarizado que se llama Israel.

¿Cómo puede ser "realista" decir que las legítimas aspiraciones nacionales del pueblo palestino se reconciliarán con los intereses de los imperialistas y los sionistas... si el estado sionista de Israel es el policía yanqui en el Oriente Medio, y si su existencia se basa en el desplazamiento y opresión de los palestinos?

Cuando los imperialistas y los sionistas hablan de "paz" se refieren a la "paz" de los opresores. El acuerdo que han propuesto es una humillante rendición que legitima la posición dominante de Israel en la región, y lo premia por décadas de agresión, ocupación y arrogancia.

Puede que el acuerdo ofrezca ciertas concesiones, como el control de partes de Jerusalén, Cisjordania y Gaza por un "estado" palestino. Sin embargo, la creación imperialista de tal "estado" busca contener la lucha del pueblo palestino. Además, traicionará a los millones de refugiados que perdieron tierra y casa en las guerras de agresión de Israel.

Puede que el acuerdo abra la puerta a "ayuda" económica de las potencias imperialistas. Sin embargo, el objetivo de tal ayuda será apuntalar a la Autoridad Palestina como el policía de los palestinos y, además, crear "zonas de exportación" para la economía capitalista global donde explotar a los trabajadores palestinos, como las maquiladoras de México o del sudeste asiático.

¿Qué libertad puede tener el pueblo palestino si lo rodea un estado opresor armado hasta los dientes por el imperialismo yanqui... y a los palestinos los desarman? ¿Qué independencia puede tener la nación palestina si Israel controla la vida económica, por ejemplo el agua, tan crucial en la región para la agricultura, la industria y la vida diaria?

Estados Unidos, Israel y Arafat están negociando los detalles del "acuerdo final". Cuando Arafat firme ese acuerdo, traicionará vergonzosamente la causa palestina, pero eso no será nada nuevo. Dicha traición empezó hace mucho tiempo, ya antes del Acuerdo de Oslo (1993) que inició el actual "proceso de paz" y de que Arafat reconociera al estado de Israel (1988). Como se ha visto en otras partes del mundo, la traición de Arafat demuestra que la burguesía de una nación oprimida no puede dirigir una lucha profunda y sistemática por la liberación.

Poco después de la firma del Acuerdo de Oslo, el Comité del Movimiento Revolucionario Internacionalista escribió: "La gran fuerza de la lucha palestina, y el apoyo que se ha ganado de revolucionarios y progresistas del mundo entero, se debe al hecho de que el pueblo palestino ha sido una brigada de choque en la lucha internacional contra el imperialismo y la reacción. Hoy, les piden a los palestinos que le den la espalda a su heroico pasado, mientras que Arafat patrulla las calles y les pide a los imperialistas y sionistas que le regalen un plato de sopa.... Esa dirección se basa en los intereses de una minoría de explotadores, y su naturaleza de clase la atrae como imán hacia la capitulación y la traición".

Algunos piensan que el problema es que el gobierno estadounidense es muy "amigo" de Israel y que debería ser un "intermediario honesto" en las negociaciones. Creen que el favoritismo oficial hacia Israel se debe al "lobby judío" y que esto se puede cambiar con información y presión. Eso es falso y peligroso.

Estados Unidos no es "neutral" en el Oriente Medio. Dirige las negociaciones de Israel y Arafat porque eso beneficia a sus intereses imperialistas, y esos intereses se oponen fundamentalmente a los del pueblo palestino y árabe. Crear un "estado" palestino es parte de los planes estadounidenses para ahogar la justa lucha del pueblo palestino y proteger a Israel a fin de reforzar su control y dominación de la región.

Los imperialistas jamás le dan voluntariamente libertad a los oprimidos. Por eso la única forma de alcanzar la libertad es por medio de la fuerza: la lucha armada revolucionaria de las masas. La subyugación de la nación palestina clama por una guerra popular para derrocar al estado colono de Israel y establecer un estado democrático secular en todo el territorio de Palestina.

El camino a la liberación es tortuoso y difícil, y una lucha seria por la liberación palestina debe desarrollar la estrategia y las tácticas militares apropiadas para luchar con las fuerzas armadas israelíes y derrotarlas. Ese es el único camino realista a la verdadera liberación de Palestina.

En la actualidad se están librando tales guerras populares maoístas en diferentes partes del mundo. En Perú, el Partido Comunista del Perú ha desarrollado y sostenido una guerra popular durante más de 20 añosÊaÊpesarÊdeÊlosÊcanallasÊataquesÊdelÊgobiernoÊpro-yanqui. En Nepal, el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) dirige una guerra popular de campesinos y oprimidos que se ha extendido por buena parte del país en tres años y medio.

Opresión y resistencia

El "acuerdo final" que firmen Estados Unidos, Israel y Arafat no pondrá fin a la opresión ni a las injusticias que han prendido tormentas de lucha en Palestina. Como dijo el gran revolucionario Mao Tsetung, "donde hay opresión, hay resistencia".

La declaración de 1993 del Movimiento Revolucionario Internacionalista, citada arriba, concluye: "Es urgente que los revolucionarios palestinos construyan un auténtico partido de vanguardia marxista-leninista-maoísta. Solo tal partido puede aguantar ideológica, política y organizativamente las amenazas y trampas de los imperialistas y reaccionarios; solo tal partido puede ubicar correctamente la lucha del pueblo palestino en la cadena mundial que une a los proletarios y oprimidos del mundo entero; solo tal partido puede dirigir la larga y dura lucha por una auténtica liberación nacional como parte de la revolución proletaria mundial.

"Los capituladores dicen que el camino maoísta ‘no es realista’; pero... lo que no es realista es que el pueblo palestino reciba justicia de manos de los imperialistas y sionistas. Dicen que estamos a favor de la guerra y contra la paz, pero nosotros sabemos que la región jamás conocerá la paz mientras los imperialistas y sus criminales de Israel sigan maltratando al pueblo. Dicen que ha llegado la hora de construir, pero nosotros sabemos, tal como nos enseñó Mao, que no hay construcción sin destrucción. Solo se puede construir una brillante Palestina roja, del proletariado y de las masas, sobre las ruinas del imperialismo y del sionismo".


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