Ataque navideño a WBAI
Conservadores se apoderan de emisora Pacifica de Nueva York
Obrero Revolucionario #1086, 14 de enero, 2001, en rwor.org
En la ciudad de Nueva York, para escuchar noticias y comentarios que no tocan los medios masivos de comunicación, hay que sintonizar WBAI. Ahí informan sobre las protestas contra las convenciones republicana y demócrata, las últimas noticias de la batalla para impedir la ejecución de Mumia Abu-Jamal, las luchas contra la brutalidad policial, la globalización, las guerras yanquis en Irak y los Balcanes, y mucho más. WBAI es parte de la red Pacifica y transmite por todo el país el programa galardonado "Democracy Now!" (¡Democracia ahora¡), que realizan Amy Goodman y Juan González.
El 22 de diciembre, la junta directiva de Pacifica lanzó un ataque sorpresa contra esa importante voz alternativa: se apoderó de la emisora, cambió las cerraduras, despidió a la gerente y a dos reporteros, y prohibió la entrada a todo el personal que criticara esas medidas.
La Fundación Pacifica es dueña de WBAI y tiene emisoras en Los Angeles, Berkeley, Washington, D.C., y Houston. La red Pacifica, fundada hace 50 años, fue la primera red de emisoras financiada por contribuciones de los radioescuchas y no por anuncios de grandes corporaciones o instituciones particulares. Pero a finales de la década pasada, la dirección de Pacifica cayó en manos de conservadores que querían eliminar todo programa radical o progresista. Se apoderaron de la emisora KPFA de Berkeley, lo cual suscitó protestas de los trabajadores y de miles de radioescuchas. (Véase el OR No. 1016, "Ataque contra la emisora KPFA".)
El 28 de noviembre, Bessie Wash (directora de la Fundación Pacifica) se reunió con Valerie Van Isler (la gerente de WBAI) para realizar una evaluación (supuestamente) rutinaria, pero le avisó que si no se trasladaba a la emisora de Washington, D.C., la iban a despedir. Como Van Isler no quiso renunciar a su puesto en WBAI, donde ha trabajado por 20 años (10 años como gerente), se le informó que no tendría empleo después del 31 de diciembre.
Aunque muchos trabajadores de WBAI no querían a Van Isler como gerente, tampoco querían que la junta nacional la corriera con un ultimátum. Vieron el despido como señal de que la junta nacional estaba gestando un "ataque directo a WBAI"; corrió la voz para organizar un equipo de seguridad para el 1º de enero e impedir que la sacaran. Se convocó una reunión comunitaria para debatir cómo frenar a la junta nacional, al igual que un foro en el aire para el 23 de diciembre.
La dirección de Pacifica se adelantó y atacó el 22 de diciembre. Puso guardias de seguridad frente a la emisora y cambió las cerraduras. Al día siguiente, entregó cartas de despido a Bernard White y a Sharan Harper, director y productora del programa "Wake Up Call", quienes se opusieron al despido de Van Isler; a los dos les dijo que los arrestarían si regresaban a la emisora.
La junta nacional nombró como gerente interino de WBAI a Utrice Leid, anfitrión del programa "Talk Back". Asimismo, elaboró una lista de personas que podían entrar y prohibió la entrada a los demás; quedaron excluidos Leslie Cagan (miembro de la dirección nacional), Amy Goodman y otros. Se leyó en el aire una declaración sobre los despidos de White, Harper y Van Isler, con advertencias de que se castigaría a quien los ayudara o les permitiera entrar en el edificio.
Eileen Sutton, de Reporteros del Noticiero WBAI/Pacifica contra la Censura, dijo: "Por varios años, muchos productores de la emisora han tenido fuertes discrepancias con la gerente de WBAI, pero lo de ahora es mucho más serio y amenaza mucho más a WBAI que un simple problema interno de personalidades. Todo indica que Pacifica está aprovechando las desaveniencias internas para acaparar el poder y posiblemente eliminar las voces fuertes de la emisora y su base política progresista".
Los motivos del ataque
El ataque a WBAI busca transformar la programación que ofrece Pacifica. Según la junta nacional, el público de Pacifica es "insignificante" y debe ser más "diverso". Así que quieren mediatizar la programación; hasta piensan vender unas bandas de frecuencia (y ganar de 150 a 200 millones de dólares).
Para evitar que los radioescuchas se den cuenta de esos planes, la junta nacional prohibió debatir los problemas internos en el aire. A los que no acataron la orden, los despidió y los arrestó. Con guardias armados, prohibió entrar a trabajadores de KPFA en Berkeley. Hizo callar a reporteros. Amenazó con despedir a Amy Goodman si no aceptaba la censura, y cuando un productor de Houston participó en una protesta a favor de Goodman y "Democracy Now!", lo despidió al día siguiente.
Los ataques a Amy Goodman ilustran la descarada censura que quiere imponer Pacifica.
"Democracy Now!" es el programa más popular de Pacifica. Millones de personas sintonizaron su reportaje especial de las protestas contra las convenciones republicana y demócrata en vivo por docenas de emisoras de todo el país. El programa aumentó la cantidad de radioescuchas como nunca. Sin embargo, como unos miembros de la junta nacional de Pacifica tienen vínculos con el Partido Demócrata, no les gustó la crítica que Goodman hizo de su partido. En Los Angeles, les retiraron a los reporteros de "Democracy Now!" su identificación oficial de corresponsal.
El 16 de octubre, Goodman asistió a una reunión con la gerencia nacional de Pacifica, supuestamente para abordar las diferencias. La gerencia de Pacifica le ordenó: dar una lista de temas antes de hacer cualquier programa; solicitar la aprobación de la junta nacional antes de aceptar una invitación a hablar en público; y dejar de emplear a trabajadores voluntarios. La gerencia afirmó que los radioescuchas "no quieren oír, antes del desayuno, sórdidos detalles de casos de brutalidad policial", y que Goodman pone demasiado énfasis en la situación en Timor Oriental, la brutalidad policial, Mumia Abu-Jamal y Lori Berenson.
Defendiéndose, Goodman entabló una demanda contra la gerencia de Pacifica por hostigamiento, censura y violaciones del contrato laboral. En una nota a la junta nacional, escribió: "`Democracy Now!î es un programa penetrante y popular que, siguiendo la tradición de Pacifica, no teme tomar postura sobre temas controvertidos. No solo quieren callar la crítica que hacemos a demócratas y a republicanos por igual; quieren silenciar la voz que damos al creciente movimientoõlos que luchan contra los talleres de hambre, la brutalidad policial, la expansión de las prisiones y la globalizaciónõque desafía el statu quo de una manera fundamental.... No somos la Radio Pública Nacional. No estamos al servicio del gobierno ni de las corporaciones. Somos Democracy Now!: The Exception to the Rulers (¡Democracia ahora!: La excepción a la regla del gobierno)".
El día de las elecciones, el presidente Clinton llamó al programa de Goodman para instar a votar por los demócratas. Goodman le preguntó: "¿Qué diría Ud. a los que piensan que los dos partidos están al servicio de las corporaciones... [y] que el voto no hace nada?" Asimismo, le preguntó sobre clemencia para Leonard Peltier; un moratorio en la pena de muerte; el bombardeo yanqui de Vieques; la muerte de 5000 niños iraquíes cada mes, debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos; y el apoyo yanqui a la ocupación ilegal de tierras palestinas por los israelíes. Más tarde, Goodman dijo que recibió una llamada "muy amenazadora" de la Casa Blanca. Se informa que la Casa Blanca llamó también a miembros de la junta nacional de Pacifica para quejarse de Goodman.
Resistencia
Hay mucho coraje y lucha contra los planes de la junta nacional y el ataque contra WBAI. Más de 1100 personas asistieron a una reunión pública el 27 de diciembre en Nueva York para debatir estrategias ante el ataque. A diario, centenares protestan frente a la emisora.
En una carta a la junta nacional a raíz del despido de Van Isler, la revista Ms. escribió que el ataque fue parte de "un plan general para despolitizar y silenciar a WBAI". Agregó: "Por un año y medio, la dirección de Pacifica se ha metido más y más en las decisiones sobre programación, ha impuesto censura y ha tomado represalias contra los trabajadores, ha negado representación a los radioescuchas y a las juntas comunitarias e impuesto en la red decisiones regresivas".
Sharan Harper, en una entrevista telefónica con Ken Nash de WBAI, dijo: "Un motivo para despedirme a mí y a Bernard fue intimidar a los demás trabajadores. El personal tiene miedo; temen perder su tiempo en el aire, sus programas, la oportunidad de abordar temas importantes.... Se trata de libertad, de derechos humanos y justicia social. Se trata de los pobres, los sin techo, los que no tienen voz.... Aquí e internacionalmente hay luchas que necesitan esta emisora; necesitan comunicar sus logros por un medio que las grandes corporaciones no controlan. La verdad tiene que oírse. Tenemos que ser fuertes, resueltos y defenderla".
Para más información, llamen a WBAI: 1-800-825-0055 ó 1-718-707-7189. Para protestar contra el ataque, llamen a la directora de Pacifica, Bessie Wash: 1-888-770-4944, extensión 348; para enviarle correo electrónico, escriban a FALCON1591@AOL.com. Pueden encontrar las últimas noticias de esta lucha en www.savepacifica.net.
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