La vida de Mumia está en juego
C. Clark Kissinger
Obrero Revolucionario #1088, 28 de enero, 2001, en rwor.org
Meter a la cárcel al periodista revolucionario C. Clark Kissinger por dar un discurso político es un peligroso precedente.
Clark es colaborador del Obrero Revolucionario, miembro fundador de ¡Rehusar & Resistir! y organizador del movimiento para parar la ejecución de Mumia Abu-Jamal. Lo metieron a la cárcel el 6 de diciembre pasado por "violar la libertad condicional" a que lo sentenciaron a raíz de una manifestación de apoyo a Mumia frente a la Campana de la libertad en Filadelfia en julio de 1999. El 1º de agosto del año pasado, Clark dio un discurso en Filadelfia durante las protestas contra la Convención Nacional del Partido Republicano. Por eso, lo acusaron de violar la prohibición de salir de Nueva York sin permiso. Pero la verdadera razón quedó clara: ¡el fiscal dijo que al discurso de Clark "no lo amparaba la ley" y lo citó como prueba de que hay que castigarlo para que no participe en otras protestas y para que otros no hagan lo mismo! Lo sentenciaron a 90 días de cárcel.
Esta semana un tribunal rechazó la apelación de su sentencia.
Desde la cárcel, Clark sigue escribiendo y defendiendo a Mumia. A continuación publicamos una declaración grabada para las manifestaciones contra la toma de posesión de Bush.
Les habla Clark Kissinger desde el centro de detención federal de Brooklyn.
Hoy, el imperio malvado corona a su nuevo presidente. Seleccionado por la Suprema Corte por un voto de 5 a 4, de dos contrincantes mediocres y muy parecidos, la principal distinción de George W. Bush son las cuantiosas ejecuciones que ha ordenado. Se deleita en ser verdugo.
El estado de Texas ha ejecutado a 239 personas desde que se reinstituyó la pena de muerte en Estados Unidos, o sea, más que cualquier otra jurisdicción del mundo occidental. George Bush ha firmado 152 órdenes de ejecución desde que entró a la gobernación en 1995, o sea, ha ordenado una ejecución en promedio cada 15 días. Una de sus primeras medidas como gobernador fue negarle clemencia a Mario Márquez, un retardado mental. Luego mandó que la legislatura estatal acelerara las apelaciones de los condenados a muerte y rechazara los proyectos de ley que proponían parar la ejecución de los retardados.
Quizás su crimen más monstruoso fue la ejecución de Shaka Sankofa, un joven negro patentemente inocente. La justicia de la causa de Sankofa no bastó para frenar la maquinaria de injusticia del gobierno de Bush. La moral de la causa de Sankofa no vale un comino para los que miden su moral en ganancia y poder. Esa ejecución demostró a millones de personas lo que tendremos que hacer para ganar.
Ahora la vida de Mumia Abu-Jamal está en peligro, y lo que pase afectará el clima político y jurídico de este país por muchos años. Si les inquieta la farsa de juicio de Mumia, pues necesitamos que se oiga su voz.
Si se sienten asqueados por la supremacía blanca que impregna toda la maquinaria de muerte judicial, pues es hora de decir: "Hasta aquí y no más".
Si lo principal que les preocupa es la pena de muerte, pues este es el caso decisivo.
Si están convencidos de que Mumia es inocente, pues no dejen que proceda este aborto de la justicia.
Si les preocupa la supresión del disentimiento, pues ayuden a que se oiga la voz de Mumia.
Necesitamos a todos para construir este movimiento, aunque no todos estaremos de acuerdo en todo ni participaremos de la misma manera. Juntos aprovecharemos toda infamia para desenmascarar a los verdugos y llevar la verdad sobre Mumia a un público mayor. Juntos tenemos que presentar a los que detentan el poder la perspectiva de que la situación se les va a salir de las manos y presentará un peligro inaceptable.
Tenemos que presentarles la perspectiva de que prepas y universidades por todo el país se cierren por paros.
Tenemos que presentarles la perspectiva de que gente de conciencia se encadene a la Casa Blanca.
Tenemos que presentarles la perspectiva de que en todos los sectores de esta sociedad haya debates y controversias.
Tenemos que presentarles la perspectiva de que millones de personas se lancen a la calle.
Tenemos que presentarles la perspectiva de que maestros, artistas y escritores de peso pierdan fe en este sistema y comuniquen su descontento.
Tenemos que presentarles la perspectiva de otro Los Angeles y otro Seattle.
Y tenemos que hacer que Estados Unidos sea el paria de la comunidad internacional, un símbolo del racismo y el asesinato judicial.
En breve, tenemos que presentarles la perspectiva de pagar un precio político intolerable en toda esfera de la sociedad. Ante eso, y solo ante eso, se verán obligados a abandonar el plan de ejecutar a Mumia.
¡Y todos tenemos que presentarnos en Filadelfia el primer día de la audiencia de Mumia ante los tribunales federales!
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