Obrero Revolucionario #1099, 22 de abril, 2001, en rwor.org
En la ciudad de Quebec, Canadá, han puesto cercas de tres metros y están preparando el mayor despliegue policial en la historia del país. A un lado de las barricadas están las fuerzas del viejo orden: jefes de gobierno se reunirán a puerta cerrada, resguardados por legiones de policías; hablarán de aumentar el "libre comercio" capitalista con el Area de Libre Comercio de las Américas (FTAA/ALCA).
Al otro lado, una amplia gama de gente irá a oponerse a los crímenes de esos buitres: la dominación del planeta por un puñado de países que destruyen incontables vidas con el traslado de producción de un país a otro, la devastación del ambiente, y la creciente brecha entre ricos y pobres.
Los jefes de gobierno de todos los países del hemisferio occidental (salvo Cuba) se reunirán en la ciudad de Quebec del 20 al 22 de abril. Los defensores del ALCA quieren engatusarnos con cuentos de libertad: "libre comercio, libre mercado, etc.", pero en realidad el ALCA solo dará libertad a los imperialistas y capitalistas que saquean el planeta.
Facilita nuevas inversiones y una más intensa explotación de la mano de obra por los imperialistas estadounidenses y canadienses (sin estorbos como protecciones laborales, de salud, etc.). Es parte de la estrategia yanqui de transformar su "patio trasero" en un mercado integrado bajo su dominio y al servicio de sus intereses. Las transnacionales sueñan con convertir el continente americano en una enorme maquiladora. (El artículo de esta página tiene un análisis más a fondo del ALCA).
Aunque el ALCA causará profundos cambios para millones, los funcionarios del gobierno, las corporaciones y las instituciones financieras han rehuido el debate, celebrando negociaciones a puerta cerrada. Sin embargo, los luchadores sociales han destapado mucha información sobre el ALCA, y el movimiento de resistencia cobra fuerza; por su parte, las autoridades preparan medidas de represión muy gruesas contra las protestas.
A la par con la mayor globalización de la miseria capitalista y la explotación imperialista, se ha visto la globalización de la resistencia popular. La Batalla de Seattle de 1999 contra los buitres de la Organización Mundial de Comercio (OMC) impactó a muchos jóvenes y otros sectores que sueñan con un mundo mejor. Desde entonces las instituciones internacionales del capital, tales como la OMC, el Banco Mundial, el FMI y el Foro Económico Mundial, no han podido celebrar reuniones en ninguna parte sin una oposición resuelta, lo cual es muy bueno para los oprimidos del mundo. Cuando los manifestantes se le plantaron a la Organización Mundial de Comercio en Seattle, millones de personas del mundo entero se alegraron; fue un acontecimiento inesperado que comprobó que inclusive en las entrañas de la bestia imperialista tienen aliados y camaradas que se oponen a los crímenes del capitalismo global.
A Quebec acudirán estudiantes, ambientalistas, sindicalistas, anarquistas, activistas contra el SIDA, comunistas revolucionarios, etc., de Canadá, Estados Unidos y otros países; muchos de ellos participaron en las batallas de Seattle, Windsor, Washington, D.C., y Praga. Asimismo, están programadas protestas en la frontera Canadá/Estados Unidos y México/Estados Unidos, y en muchas ciudades de Estados Unidos y Sudamérica.
Los luchadores contra la globalización tienen distintos puntos de vista acerca de cómo derrotar las fuerzas de las corporaciones y gobiernos del imperialismo mundial, y construir un nuevo mundo. Esa cuestión es de suma importancia y habrá que analizarla y debatirla muy a fondo. Los maoístas consideramos que para barrer a los que dominan el planeta se necesitará una lucha monumental y cabal, en una palabra, se necesitará la revolución.
Los señores del capital cantan victoria y dicen que su sistema es "lo máximo", pero por todo el planeta, la gente no tiene futuro y odia al orden establecido. Nuestra única esperanza es arrebatarles el mundo. Nuestro futuro es hacer la revolución--la revolución proletaria--en todos los países y así dar los primeros pasos históricos hacia una sociedad global liberada, donde las masas trabajen en común por el bien común de todos.
Saludamos a los valiosos luchadores de la ciudad de Quebec y otras partes que luchan contra el ALCA, resueltos a escribir con su lucha un nuevo futuro.
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