La persecución política de Jamil Al-Amin

Obrero Revolucionario #1118, 16 de septiembre, 2001, en rwor.org

En marzo de 2000 en un condado rural de Alabama, agentes de la policía y del FBI arrestaron a Jamil Abdullah Al-Amin, sacerdote musulmán y conocido activista político de la época de los 60, después de cazarlo por todo el país. Lo acusan de balear a dos sheriffs de Atlanta, Georgia (uno de los cuales murió más tarde). Está preso en Atlanta y el juicio se inicia en estos días. Es probable que las autoridades pidan la pena de muerte; han anunciado que lo juzgará un jurado secreto (por primera vez en la historia del estado de Georgia).

Hay razones de sobra para desconfiar de las afirmaciones y acusaciones oficiales en el caso de Al-Amin. Las actividades de la policía son sumamente sospechosas y su versión es muy dudosa. Tras su arresto, Al-Amin afirmó: "Es una conspiración gubernamental".

El movimiento de apoyo para Jamil Al-Amin está cobrando fuerza. Varios abogados han acudido a su defensa y se celebró un concierto de "Hip Hop for Consciousness" para recaudar fondos en el Centro de Acción Laboral de la Comunidad de Watts en Los Ángeles el 12 de mayo, con la participación de Mos Def, Dilated Peoples, Jurassic 5, Mystic y otros grupos. Se ha convocado una manifestación nacional el 15 de septiembre en Atlanta.

El gobierno lo fichó desde joven

El gobierno tenía a Al-Amin en las miras desde joven. En la época de los 60, cuando se llamaba H. Rap Brown, era un líder muy militante de la lucha de liberación negra, partidario de la autodefensa armada y defensor de las rebeliones urbanas. El FBI le cayó encima con el programa de contrainteligencia COINTELPRO. El Congreso promulgó la tristemente célebre "Enmienda Rap Brown" para impedir que él y otros activistas radicales movilizaran resistencia al sistema. Pasó tres años en la cárcel por su militancia.

En la cárcel, abrazó la religión musulmana y se distanció de la política revolucionaria, pero de todos modos el gobierno lo ha seguido hostigando y atacando. (El lector encontrará más información en el artículo "Jamil Abdullah Al-Amin está en las garras del sistema" en el OR No. 1049 o en la internet: rwor.org).

El periódico Atlanta Journal-Constitution informó que durante cinco años de la década pasada, el FBI, ATF (Buró de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego) y la policía de Atlanta llevaron a cabo una investigación de Al-Amin y sus colegas; el FBI envió informantes a sueldo a infiltrar su mezquita. En 1995, en medio de esa campaña de investigación y hostigamiento, un enorme operativo de agentes de la unidad antiterrorista del FBI de Atlanta y del ATF lo arrestó dizque por balear a un hombre en el pie. Después el hombre herido anunció que la policía lo presionó a acusar a Al-Amin. Al-Amin no se ha arrepentido de sus actividades revolucionarias de la época de los 60 y ha seguido luchando por justicia para el pueblo, especialmente para los negros.

Nuevo ataque a Al-Amin

El 31 de mayo de 1999, Amin manejaba en el condado de Cobb, Georgia, conocido por su abierto racismo. La policía lo paró y le dijo que el carro (comprado unos meses antes) era robado. Cuando sacó la billetera, el agente vio una placa ceremonial que le dieron en White Hall, Alabama, por realizar actividades en la comunidad, y lo acusó de manejar sin prueba de seguro, recibir bienes robados y hacerse pasar por policía: todo completamente ridículo.

Desde entonces, los ataques contra Al-Amin han escalado. El 16 de marzo, según las autoridades, dos sheriffs fueron a su casa en West End Park para entregarle un comparendo y les abrieron fuego; en el tiroteo los dos resultaron heridos. Uno murió más tarde. La policía anunció que le dieron un balazo a Al-Amin en el estómago y que dejó un rastro de sangre. La policía se puso a buscarlo por todo el país.

La policía empleó tácticas fascistas en West End Park; dijo que creía que a Al-Amin lo amparaban vecinos, lo que reconoce el respeto y apoyo que tiene en Atlanta. Sellaron el barrio y cien agentes con perros policías fueron de casa en casa con helicópteros sobrevolando.

El 20 de marzo, las autoridades capturaron a Al-Amin; lo cazaron con perros policías, de la misma manera que cazaban a los esclavos fugitivos, pero no estaba herido... y no podía haber dejado el rastro de sangre. De repente, dejaron de hablar de esa "prueba".

Hay otras cosas muy dudosas; por ejemplo, el sheriff que sobrevivió afirmó que a él y su compañero les disparó un hombre bajo y de ojos grises. Al-Amin mide dos metros y tiene ojos castaños.

Además, la policía ha destruido una prueba clave. Según su versión, la patrulla tenía muchas perforaciones de bala, pero resulta que no las podía haber hecho Al-Amin desde la posición donde (según esa misma versión) se encontraba durante el tiroteo. Ahora resulta que "se extraviaron" la rueda y el tapacubos. En una audiencia preliminar del 16 de agosto, un detective dijo que el departamento del sheriff necesitaba el vehículo, así que lo repararon y lo regresaron al servicio.

En esa audiencia, los abogados defensores querían averiguar si Al-Amin y su mezquita eran el blanco de investigaciones oficiales y de informantes a sueldo en el momento del incidente del 16 de marzo. Cuando les preguntaron a los agentes del ATF y FBI sobre el particular, el abogado del departamento de Justicia federal (no el fiscal) protestó y los agentes dijeron que no tenían información ni podían comentar sobre el asunto. Bilal Sunni-Ali, el enlace nacional del Comité Internacional de Apoyo al Imán Jamil Abdullah Al-Amin, señaló que eso demuestra que el gobierno federal está metido hasta las cachas.

En una audiencia preliminar de junio salió a la luz que el ATF sí investigaba a Al-Amin en marzo de 2000, pero que la información es secreta. Esa investigación es parte de una campaña de hostigamiento y vigilancia de décadas. Uno de los abogados defensores, Tarif Salim (Michael Warren), señaló ante el tribunal que el FBI tiene un expediente de 44.000 páginas sobre Al-Amin.

Las autoridades han anunciado que lo juzgará un jurado secreto; ocultarán la identidad de los jurados, incluso de los abogados. Será la primera vez en la historia de Georgia que se reserven los datos de los jurados. El abogado de la defensa Jack Martin comentó sobre esa medida indignante: "El problema con un jurado secreto es que inevitablemente... los jurados sentirán que el acusado es tan peligroso que es necesario que los protejan". De igual modo, dice Martin, la medida inculca miedo de la comunidad musulmana.

Los abogados de la defensa han protestado contra el silencio impuesto a Al-Amin, quien tiene prohibido dar entrevistas, afirmar su inocencia o describir sus opiniones y creencias. Además, en la cárcel no le permiten ejercer ciertas prácticas de la religión musulmana. El 18 de marzo, un ayudante de la cárcel le dijo a un preso, que es partidario de Al-Amin: "Mató a uno de los nuestros y por eso lo vamos a matar".

En el mitin frente al juzgado el 16 de agosto, Bilal Sunni-Ali habló de los años de hostigamiento oficial a Al-Amin y dijo que el gobierno "tiene una conspiración contra toda forma de protesta, toda lucha por la justicia".

El proceso de escoger al jurado empieza el 12 de septiembre en el palacio de justicia del condado de Fulton en Atlanta.

Se puede contactar al Comité Internacional de Apoyo al Imán Jamil Abdullah Al-Amin, 547 West End Place SW, Atlanta, GA 30310 (teléfono: 770-215-2152) para mayor información.


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