Obrero Revolucionario #1118, 16 de septiembre, 2001, en rwor.org
Recibimos este artículo de una de las escuadras que están recorriendo el país para estimular una discusión revolucionaria de costa a costa y de frontera a frontera sobre el Borrador del Programa del PCR,EU. Este artículo es de la escuadra que viajó a Minneapolis-St. Paul, Minnesota (llamadas las Ciudades Gemelas), para participar en la protesta del 25 de agosto contra el KKK.
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Nuestra escuadra participó en la protesta "Can the Klan" (Al carajo el klan), CTK, en el capitolio de St. Paul.
Al ver desde lejos los brillantes rascacielos del centro, Minneapolis nos pareció una ciudad limpia, acomodada y blanca. Pero después vimos que no es muy diferente de las otras ciudades grandes de este país: el porcentaje de afroamericanos es bajo, pero casi todo asesinato policial en los últimos 10 años ha sido de un negro; la cantidad de gente sin techo es el doble de hace una década y el alquiler es el doble de hace tres años; están tumbando muchas viviendas públicas y de pobres. Por otra parte, están llegando muchos pobres de Wisconsin porque en septiembre les suspenderán la asistencia pública. Todo eso está afectando a los blancos pobres, y golpeando muy duro a los afroamericanos, amerindios, latinos, somalíes, vietnamitas, chinos hmong y demás grupos minoritarios.
Con 3000 manifestantes, la protesta contra el KKK fue la más grande aquí en muchos años y ahogó al puñado de klanistas y nazis reunidos en las escalinatas del capitolio. Unos 50 efectivos de la policía estatal los protegían, con camisas cafés que le hacían juego al uniforme de los nazis. En el techo del capitolio había francotiradores, y por los costados esperaban policías y una unidad de motín.
Muchos sectores de la comunidad fueron a la manifestación: grupos de protesta, anarquistas, activistas comunitarios, músicos punk, chavos negros, iglesias, Teamsters latinos y nacionalistas negros. Para muchos fue su primera protesta. Un blanco de 20 años nos dijo: "Vivo a una milla de aquí y oí al klan, así que no podía quedarme en casa y vine". Muchos dijeron que decidieron ir porque la prensa y los politiqueros aconsejaron no ir a la protesta.
Cuando los klanistas salieron por la puerta del capitolio, los manifestantes empezaron a sacudir las barricadas de metal de la policía, y se pusieron a corear, a tocar tambores, a golpear trastes y ollas, y a tirarles huevos, pan viejo y fruta podrida. Luego quemaron un muñeco de un klanista y expulsaron a un puñado de reaccionarios de la multitud; a uno lo lanzaron por encima de la barricada y se escudó entre los policías. La gente se puso a corear: "Se visten de azul en el día y de blanco en la noche" y "La chota y el klan son uña y mugre".
La batalla para llevar a cabo la protesta suscitó importantes interrogantes. Los miembros de la escuadra tuvimos serias conversaciones sobre la sección del borrador de acabar la supremacía blanca. Hablamos sobre por qué en este siglo todavía existen el KKK y los nazis. En mayo, el KKK de Mercer, Wisconsin, el Movimiento Nacionalsocialista de St. Paul y la Nación Aria de California dieron a conocer un plan de reclutamiento en los cinco estados más "blancos", entre los cuales figura Minnesota. Decidieron iniciar su campaña aquí, a pesar de que hay un movimiento contra la supremacía blanca y que este es un estado liberal en comparación con Idaho.
Los activistas nos dijeron que en cuanto se supo del plan, "la gente empezó a llamarnos, a preguntar qué íbamos a hacer para pararlo. Un par de radicales somos del Sur, y aunque era la primera vez en mucho tiempo que el klan se asomaba en Minnesota, sabíamos lo que teníamos que hacer". Así empezó "Al carajo el klan" y agrupó organizaciones como Comunidades Unidas contra la Brutalidad Policial (afiliada a la Coalición 22 de Octubre contra la Brutalidad Policial), anarquistas punks, organizadores comunitarios, activistas pro welfare y muchos más. La víspera de la protesta hubo un concierto rock/hip-hop organizado por el grupo juvenil Ofensiva Radical contra el Racismo (ROAR). Los chavos radicales le dieron pilas a la protesta con su osadía ante el klan.
Otra lección de la protesta fue que quedó claro que la mano del sistema capitalista mueve al KKK. En cuanto se formó CTK, lo atacó el gobierno por medio del Departamento de Justicia, la policía estatal (encargada de la seguridad del capitolio), politiqueros y periodistas. Al klan le dieron el permiso para la manifestación hace meses, y al CTK menos de una semana antes.
Un organizador sindical latino explicó por qué fue a la protesta: "Para mí es una cuestión moral. Si es malo para la humanidad, tengo que ir a protestar. Es una manera de unir a la comunidad... El klan representa a los del poder. Nosotros, el pueblo, pedimos permiso para una manifestación. Se lo dieron al klan pero no a nosotros. Eso me hace ver que las autoridades y el klan andan de la mano".
Las autoridades estatales le advirtieron al CTK que sería "responsable" de toda violencia, y pidieron una garantía y los nombres de las personas que colocaban afiches para la protesta. Intentaron prohibir que el CTK usara micrófonos y altoparlantes o cualquier cosa que hiciera ruido, y querían que la protesta empezara una hora después de irse el KKK.
El vocero de la policía estatal dijo que estaba "más preocupado por violencia de parte del CTK que del klan". El alcalde de St. Paul dijo que la protesta del CTK serviría para darle publicidad al KKK y que podría "poner en peligro a los policías".
Durante las negociaciones para obtener el permiso, el Departamento de Justicia le informó al abogado del CTK que dependencias locales, estatales y federales y reaccionarios estaban vigilando a la dirección del CTK. Por esa amenaza, no muy velada, los activistas tuvieron que tomar precauciones, como no viajar solos ni hablar por teléfono, y proteger a la familia. El CTK recibió frecuentes amenazas por teléfono.
Los politiqueros, los reaccionarios de la prensa y muchos liberales que no deberían haber caído en la trampa procuraron persuadir a la gente de que no fuera a la protesta contra el klan y atacaron al CTK por organizarla. Un activista explicó lo que pasó: "Unas dos semanas antes de la protesta la prensa empezó a presionar en serio; decía que no fueran a la protesta, que era mejor ignorar al klan. El alcalde organizó un programa al aire libre con helado y todo, y varias organizaciones comunitarias liberales organizaron una manifestación de 'paz' la víspera en que urgieron no ir a la protesta".
Un líder del CTK recalcó que durante la lucha para obtener el permiso el CTK se mantuvo firme para conseguir "la mayor y más diversa concurrencia a la protesta, para que el klan viera que es la comunidad entera la que no los quiere aquí". Los activistas discutieron cómo mantener la unidad del CTK ante los ataques. "Discutimos sobre las dificultades, así como la necesidad, de que la protesta fuera amplia y contundente", desencadenando a la juventud y reforzando el polo anticapitalista de la protesta, sin desligarnos o romper la unidad con la clase media".
No es extraño que la prensa casi ni mencionó la protesta. Un señor negro que llevó a más de 100 personas de su iglesia describió el reportaje televisado: "Decían que no se podía oír al KKK por los manifestantes, ˇy van y transmiten los discursos del klan! Para mí fue increíble oír por primera vez en la TV de Minneapolis la palabra nigger. La prensa tiene la obligación de informar sobre la protesta, pero en cambio nos ofendió y no dijo casi nada sobre nuestra protesta".
Minneapolis ha tenido un aumento de ataques racistas. El 19 de agosto un blanco se acercó a cuatro adolescents negros, le roció a uno líquido inflamabe y le prendió fuego. El chavo está hospitalizado. La policía dice que no es un delito de odio porque el tipo no soltó insultos racistas. Justo después de la manifestación, el 25 de agosto, dos klanistas ˇtumbaron de la bicicleta a un niño de cuatro años y lo golpearon! Solo uno ha sido arrestado. El 26 de agosto, encontraron los cadáveres de dos hombres en el río Misisipí, y hasta hoy no quieren decir de qué raza son.
Es importante que los reaccionarios tropezaron con una fuerte resistencia aquí. La cooperación de esos tres grupos fascistas en esta ciudad es algo nuevo. Una vocera del CTK señaló: "En el pasado estos grupos por lo general no trabajaban juntos. De hecho competían por miembros y se peleban entre sí. El hecho de que estén trabajando juntos muestra que de veras quieren establecerse aquí. Eso debe hacernos ver que nosotros también tenemos que tomar en serio nuestro trabajo y trabajar duro para pararlos".
Después de la protesta, los activistas están debatiendo cómo avanzar y desarrollar la resistencia popular contra todos estos ataques: la presencia de los reaccionarios, la brutalidad policial, la guerra contra los pobres, así como la lucha para conseguir la libertad de Mumia.
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