Obrero Revolucionario #1137, 3 de febrero, 2002, en rwor.org
"Puedo afirmar con toda franqueza que nunca he sentido tanto optimismo por la compañía, nuestro modelo comercial, nuestras perspectivas y, lo más importante de todo, nuestro increíble pool de talento".
Kenneth Lay, presidente de Enron,
15 de agosto de 2001
"Enron, que llegó a ser una de las compañías energéticas dominantes del mundo al cambiar el modo de comprar y vender gas natural y electricidad, se declaró en bancarrota ayer... la mayor quiebra de una corporación en la historia americana...".
New York Times,
3 de diciembre de 2001
Hace seis meses, la corporación Enron estaba en su apogeo. En menos de diez años pasó de ser un gasoducto relativamente pequeño a ser una de las mayores corporaciones de energía del mundo. Ocupaba el séptimo lugar en la lista Fortune 500 (las mayores 500 empresas de Estados Unidos) y era una de las 100 corporaciones mundiales de mayores ventas. Tenía una variedad de negocios por todo el mundo: compraventa de energía, equipo de infraestructura de internet, sistemas de agua, etc. El proyecto de electricidad Dahbol, en las afueras de Bombay, era la mayor inversión extranjera en India. Enron manejaba transacciones por más de 1 trillón* de dólares y sus ventas del año 2000 rebasaron los 100 billones** de dólares. En Wall Street, Enron era un éxito capitalista admirado: un modelo para operar en el mundo capitalista global más voraz, rápido y competitivo de hoy.
Sin embargo, Enron se fue a pique a una velocidad asombrosa y cuando se declaró en quiebra a fines del año pasado batió un récord: era la mayor corporación estadounidense que caía en bancarrota.
EnronOnline dejó de funcionar y el valor en bolsa de la empresa cayó de más de $80 billones a $220 millones. Perdió su poderosa operación de gas y energía, y otros capitalistas rondan como tiburones a ver qué pueden comprar por una bicoca. Las acciones se desplomaron de $90 a 68 centavos.
A diario se divulgan los métodos de Enron: evasión de impuestos, compra y venta de acciones con información interna, contabilidad fraudulenta, sociedades secretas, destrucción de documentos y llamadas frenéticas a amigos en el gobierno. Tenía fuertes lazos financieros con los dos partidos oficiales y fue el mayor contribuyente a la campaña presidencial de George W. Bush.
La prensa burguesa se ha concentrado en los engaños de Enron a otros capitalistas, pero la gente común y corriente está sufriendo un fuerte golpe.
Enron ya despidió a 5000 de 20.000 empleados y apenas les dio una cesantía de $4500. Muchos de los empleados, así como muchos pequeños inversionistas, tenían acciones de Enron y perdieron los ahorros de toda una vida de trabajo y el dinero de la jubilación. Sin duda alguna, miles que trabajaban para Enron y sus subsidiarias en otros países han quedado en la calle.
A los financistas y los bancos de todo el mundo los sacudió la velocidad y la magnitud del colapso de Enron, y hablan de un posible "efecto de dominó". Docenas de bancos le prestaron dinero, y muchos más tenían acciones en consignación o inversiones en los negocios de Enron. J.P. Morgan Chase y Citigroup le prestaron $900 millones y $800 millones, respectivamente; otros bancos le extendieron préstamos por más de $2,3 billones. Los bancos de India le prestaron $1,4 billones para el proyecto Dahbol. Si acaso, recibirán unos pocos centavos por cada dólar. La emisora BBC de Londres comentó: "El colapso le podría costar $8 billones a cuatro instituciones financieras japonesas que tenían bonos de Enron".
La Comisión de Valores y Bolsas, el Congreso y el Departamento de Justicia están investigando las operaciones de la compañía, y se espera una racha de demandas. La Casa Blanca dice que no tiene nada que ver y se está distanciando de Enron. El hedor de un escándalo político y de riñas intestinas de la clase dominante está en el aire.
Pero la avaricia, el fraude y los malos manejos de Enron son solo un lado de la moneda. El otro lado, el lado oculto, es que eso es típico, que todas las transnacionales hacen lo mismo. Por eso, el escándalo de Enron muestra mucho sobre el sistema capitalista global.
Lo que hacía Enron --explotación global de trabajadores y recursos, rápida expansión a nuevos mercados, competencia mortal, especulación masiva y "contabilidad creativa"-- ˇlo hacen en mayor o menor grado todas las compañías Fortune 500! Esta quiebra ilustra la fragilidad y la volatilidad de la economía global, y muestra la velocidad con que puede irse a pique una corporación, incluso si se ve muy robusta.
Para arriba con la desreglamentación y la privatización
Enron empezó en 1985 con la fusión de dos gasoductos. En esa época, se suspendió la reglamentación de los servicios de gas y energía, y Enron entró al negocio de comprar gas natural y electricidad a los productores, y venderlos más caro. Enron prometía a los compradores suministro a un precio garantizado. El New York Times escribió que Enron era un "fondo gigantesco de energía que apostaba con los precios de la energía".
Casi todas las compraventas de Enron se hacían por computadora o por teléfono en la sede de Houston, o por EnronOnline. La mayoría de los vendedores de Enron jamás se acercaron a un pozo de gas, un cable de transmisión o un conductor de fibra óptica.
EnronOnline prácticamente era un mercado financiero en sí, donde los compradores y los vendedores podían realizar toda clase de transacciones. Se ha dicho que "controlaba un cuarto de las ventas mayoristas de energía de los servicios de luz y gas, los productores independientes y otros negocios del ramo en Estados Unidos". Un artículo reciente de la revista Texas Monthly señaló: "Enron no era un corredor de bolsa, sino un banquero. Vendía directamente el gas y asumía los riesgos. Así ganaba en las transacciones, como lo hace un banquero inversionista". Los economistas burgueses alababan a Enron por estar a la vanguardia de la "nueva economía": una compañía con una enorme "presencia cibernética" así como bienes concretos.
Enron aprovechó la ola de desreglamentación y privatización que los imperialistas estimularon en Estados Unidos y en el mundo a partir de los años 80 con la meta de combatir la "estanflación" (combinación de estancamiento e inflación) que acogotaba la economía mundial. El objetivo de la desreglamentación era que el gran capital pudiera abaratar costos, competir con más eficacia en el mercado mundial y mejorar el rendimiento.1 Pero como señaló nuestro artículo "Apuntes sobre economía política": "Esta ola de privatización y desregulación agrava las contradicciones inherentes al capitalismo".
Enron iba a la vanguardia de ese mundo voraz en que todo se "mercantiliza" y en que lo único que cuenta es la ganancia.
Expansión anárquica, especulación y fraude:
Sellos de Enron y del imperialismo global hoy
Todavía no se ha hecho un análisis completo del colapso de Enron, en parte porque tapó las operaciones de sus subsidiarias. Las intrincadas transacciones secretas de Enron confunden hasta a los expertos.
Pero ya se ven varios factores salientes, que también se ven en las operaciones de los principales grupos financieros globales en el ambiente económico de hoy.
Comencemos con la rápida expansión y especulación. El éxito de Enron en la compraventa de energía, al lado de la necesidad de reinvertir y de fortalecer su posición en el mercado, llevó a los ejecutivos a expandir el campo de actividades a una variedad de productos y servicios fuera de los energéticos. El año pasado Enron vendió casi 2000 clases de contratos de energía y otros productos, como agua, banda ancha y nuevos instrumentos financieros (como fondos de protección en caso de mal tiempo).
Básicamente, Enron estaba haciendo grandes apuestas sobre las tendencias de precios y demanda de energía, y sobre una amplia gama de productos e instrumentos financieros. Si sus predicciones daban resultado, las ganancias eran enormes. Pero si se equivocaba, la salud económica de la compañía sufría... y sufrió mucho, como se vería. Además, los riesgos se multiplicaban con cada nuevo mercado en que entraba.
Enron buscaba establecerse en muchos campos en todo el mundo, como centrales de energía, agua, transmisión de datos a alta velocidad e internet. Esas inversiones absorbieron millones de capital, pero no dieron muchos réditos debido en parte a la disminución de la economía mundial, la racha de quiebras de ciberempresas y la resultante sobrecapacidad de telecomunicaciones. Newsweek (21 de enero) informó que "Enron perdió unos $2 billones en capacidad de telecomunicaciones, $2 billones en inversiones de agua, $2 billones en una compañía de electricidad brasilera y $1 billón en una polémica central eléctrica en India". El New York Times (13 de enero) informó que $10 billones de inversiones de Enron eran "improductivos".
En California, Enron y otros productores de energía estafaron a los consumidores y sacaron enormes ganancias en los años 2000 y 2001. Aprovechando la desreglamentación, acapararon el mercado de energía y después crearon una escasez artificial que hizo subir los precios... y sus ganancias. Los ingresos de Enron se cuadriplicaron del primer trimestre del 2000 al primer trimestre del 2001: de $12 billones a $48,4 billones.
Pero a la larga, esa maniobra monopolista le costó caro a Enron pues llevó a otras fuerzas de la clase dominante a reimponer controles a los precios de gas y electricidad en junio de 2001. El grupo Public Citizen sostiene que "Enron se quedó con contratos por valor de billones que adquirió cuando pensaba que podría venderlos a cualquier precio".
Crimen en las suites: Información interna, evasión de impuestos y fraude
Las cuestionables inversiones y la posición económica de Enron se disimularon creando compañías artificiales y maquillando los libros de contabilidad.
Enron creó una compleja red de más de 2800 subsidiarias, 881 de ellas en paraísos fiscales del exterior. Muchas eran sociedades de ejecutivos de Enron.2
Las sociedades siguen envueltas en un velo de misterio, pero parece que cumplían varios propósitos. Para empezar, permitían que los altos ejecutivos ganaran millones haciendo negocios con información confidencial interna del mercado y de las transacciones de Enron. Se informa que Andrew Fastow, el jefe de finanzas que renunció en agosto cuando empezaba la debacle, ganó más de $30 millones de tales sociedades.
Las sociedades también servían para evadir el pago de impuestos. El New York Times (17 de enero) señaló que gracias a sus subsidiarias Enron no pagó impuestos en los últimos cuatro años (cuando estaba en la cima) ˇy en cambio recibió $382 millones de reembolso de impuestos!
Otra función de las sociedades era ocultar la deuda. Como esas transacciones no se reportaban en el balance general, ocultaban el monto de la deuda y por lo tanto inflaban las ganancias reportadas y el precio de las acciones.
En el otoño, otros grandes capitalistas se alarmaron por las operaciones de Enron y la compañía tuvo que reportar en el balance general los negocios de las sociedades. Eso redujo el valor activo en $1 billón y dio como resultado una pérdida de $618 millones en el tercer trimestre. Enron admitió que casi $600 millones de ganancias reportadas en los últimos cinco años eran pura exageración.
Cuando se supo eso, otros inversionistas y prestamistas perdieron confianza en la corporación, y empezó una espiral descendente de investigaciones, divulgaciones y colapso.
Arthur Andersen, la firma que llevaba la contabilidad de Enron y que supervisaba sus dudosas transacciones (probablemente ilegales), se puso a destruir documentos cuando se supo que la Comisión de Valores y Bolsas iba a investigar los negocios de Enron. Ahora le esperan grandes pérdidas y problemas.
Enron: Transnacional típica
Los comentaristas burgueses hablan de Enron como si fuera una compañía "pirata", muy distante de las prácticas "sólidas" y "éticas" de la mayoría de las corporaciones capitalistas. Puede que los problemas de Enron sean peores y sus operaciones más arriesgadas que los de otras corporaciones, pero no se deben a mala gerencia, secreto o fraude. En realidad, Enron era una compañía típica de estos tiempos de capitalismo global "cada vez más rápido".
Las grandes corporaciones transnacionales (como las compañías Fortune 500) son aves de rapiña globales. Operan una amplia gama de negocios por todo el planeta: de producción y comercio a maquinaciones financieras, como préstamos, compraventa de moneda, inversiones de salvaguarda, etc., con el objetivo de proteger y aumentar las ganancias, poder y posición estratégica de los capitalistas que controlan esas firmas; todas las ganancias arrancan de la explotación del trabajo asalariado en el mundo entero; todas esas corporaciones tienen conectes y chanchullos con políticos y gente de alto nivel del gobierno.
Veamos por ejemplo a General Electric, otra corporación de Fortune 500. Comenzó con equipo eléctrico, pero ahora es uno de los 15 principales proveedores del Pentágono, es dueña de la cadena NBC y de muchas otras, tiene grandes negocios en los mercados internacionales de moneda y es una de las principales compañías de préstamos al consumidor.
Enron invirtió y especuló en cientos de mercados y productos, pero eso es típico. Prácticamente todas las grandes corporaciones (y países) realizan esa clase de transacciones; es más, dependen de ellas. Cada día transfieren enormes sumas de dinero de una punta a otra del planeta, en un dos por tres, siguiendo el camino de las ganancias. Raymond Lotta explica en "La globalización imperialista y la lucha por otro futuro":
"Es la época del `capitalismo cada vez más rápido'; el capital tiene que responder rápidamente a las oportunidades de sacar ganancias. Grandes cantidades de capital de corto plazo salen de un país a otro buscando ganancias rápidas; entran y salen del mercado financiero y de la bolsa de los países del tercer mundo. El gran crecimiento del sector financiero y de movimientos de capital especulativo está estrechamente relacionado con la disminución de la formación de capital de largo plazo en los países imperialistas".
Las transferencias de dinero basadas en especulación sobre las tendencias de los mercados financieros, de productos y de dinero son muchísimo mayores que las transferencias basadas en la compraventa o la inversión en la actividad productiva. Nuestra ponencia "Apuntes sobre economía política" señala:
"Una gran proporción de los flujos de capital del mundo es de corto plazo y especulativa; en 1971, el 90% de las transacciones de divisas correspondió al comercio e inversión, y solo el 10% a la especulación; hoy, la situación es al revés: de 85% a 90% de las transacciones de divisas corresponde a la especulación. Al parecer, este fenómeno se relaciona a la globalización de los mercados financieros y al descenso de inversiones de capital de largo plazo".
Se oye decir que el error de Enron fue que se desvió de la energía y se metió en demasiados campos. Enron hizo eso, pero no es el único. Veamos, por ejemplo, la racha de inversiones actuales en telecomunicaciones. żLa razón? Cuando aparecen nuevas tecnologías y se abren nuevos mercados, si una corporación no invierte agresivamente pierde oportunidades de sacar ganancias, queda atrás y a la larga los competidores la aplastan.
żY los engaños, mentiras y fraudes de Enron? Eso también es perfectamente normal, de una forma u otra, en todas las multinacionales.
Todas las corporaciones hacen maniobras para abaratar los costos, aumentar las ganancias, aderezar los balances y engordar las acciones. Esto no es solo por dar una buena apariencia: el alza de las acciones es crucial para atraer inversionistas y capital, para reforzar la posición económica y el poder global de una empresa y, de paso, para aumentar las ganancias de los ejecutivos pues compran y venden acciones en el momento oportuno.
Lenin lo llamó "equilibrio de los balances". Escribió: "La técnica moderna de elaboración de los balances no solo les da posibilidad de ocultar al accionista medio la operación arriesgada, sino que incluso permite a los individuos principalmente interesados descargarse de la responsabilidad por medio de la venta oportuna de las acciones en el caso de que fracase el experimento, mientras que el negociante particular responde con su piel de todo lo que hace...".
El New York Times (14 de enero) y el Wall Street Journal (15 de enero) informan que muchas firmas aplican "contabilidad creativa" para inflar los precios de las acciones; gigantes capitalistas como Lucent, Sunbeam, Waste Management, Xerox, Rite Aid y Cendent han tenido escándalos recientes por el estilo de Enron.
Actualmente hay unos $800 billones depositados en bancos extranjeros no regulados en las islas Caimán, que usan Enron y otras corporaciones. Es el doble de los depósitos de los bancos de Nueva York y el 20% de los depósitos de todo el país. (Public Citizen) El gobierno, y especialmente Bush, han luchado a brazo partido para evitar la reglamentación de esos paraísos fiscales.
Por otro lado, el New York Times (17 de enero) señaló que "Enron no es la única compañía que no paga impuestos". Un estudio sobre la mitad de las corporaciones Fortune 500 encontró que 24 no pagaron impuestos en 1998. Del mismo modo, el Wall Street Journal (15 de enero) informó que una de las estrategias de evasión de impuestos de Enron --"que permite a una compañía hacer un préstamo de una subsidiaria y declarar la transacción como una deuda que genera deducciones del interés a la hora de pagar impuestos, y como patrimonio para los accionistas-- se ha vuelto muy popular en el mercado: Goldman Sachs Group Inc. fue el pionero del producto... Otras firmas pronto ofrecieron productos similares".
Puede que las maquinaciones de estos grandes grupos financieros sean muy móviles, flexibles y alejadas de la producción en sí, pero de fondo arrancan de la producción y la explotación global del trabajo humano. Como dijera Lenin hace casi cien años en el libro Imperialismo: Fase superior del capitalismo: "En la base de estas maquinaciones y de estos chanchullos se halla la socializacion de la producción; pero el inmenso progreso logrado por la humanidad, que ha llegado a dicha socialización, beneficia... a los especuladores".
Todo esto es afectado por el funcionamiento anárquico del capitalismo y ocurre en una economía global de lento crecimiento, competencia mortal entre países y monopolios rivales, y gran volatilidad financiera.
1 Antes de la desreglamentación, la mayoría de los servicios de electricidad y gas operaban con reglamentación gubernamental, que definía las tarifas al consumidor y garantizaba a las compañías una "ganancia justa".
2 Por lo general las "sociedades" son de individuos y las corporaciones son de accionistas. Los informes de las corporaciones son más controlados que los de las sociedades.
* Un trillón son cien mil millones.
** Un billón son mil millones.
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