Obrero Revolucionario #1137, 3 de febrero, 2002, en rwor.org
El Obrero Revolucionario toma partido con los valientes luchadores que se han reunido en Nueva York a protestar contra el Foro Económico Mundial, la globalización capitalista y los crímenes de este sistema. Son portadores de las esperanzas y sueños de gente de todo el mundo que sufre las muchas injusticias que comete el sistema imperialista mundial. También luchan contra la represión fascista del gobierno estadounidense, que desenvuelve una guerra sin límites que está causando más sufrimiento y más injusticia en el mundo entero.
En el hotel Waldorf-Astoria se reúnen representantes de las mayores corporaciones y de los países más poderosos para ver cómo chuparle más la sangre a los pueblos del mundo. Están protegidos por la policía, que dice que aplicará medidas "militares" para mantener el orden.
La decisión de reunirse en Nueva York este año fue una descarada provocación. El gobierno quiere aprovechar la reunión del FEM para callar al movimiento contra la globalización capitalista con la histeria "antiterrorista". Quiere aprovecharla para crear opinión pública contra cualquier protesta que ataque al monstruo de guerra, represión y la explotación capitalista. Miles que luchan por un mundo mejor han respondido a ese desafío.
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Las protestas contra el Foro Económico Mundial se dan en un momento decisivo. El imperialismo yanqui ha declarado una guerra sin fin contra cualquiera que considere enemigo, y dice que no tiene que dar pruebas ni argumentos lógicos por lo que hace. Un enemigo puede ser cualquiera que no se someta. Está a la ofensiva, aplicando fuerza bruta para reconfigurar el mundo a su imagen y semejanza. El futuro del pueblo está en juego.
Ya ha matado a miles de personas en Afganistán con muerte desde los cielos. Millones más de ese país pobre podrían morir de hambre. Secuestró a prisioneros de guerra y los llevó a la base de Guantánamo, drogados y encapuchados. Ha despachado cientos de soldados a Filipinas; y dice que recién empieza, que seguirán Somalia, Yemen, Indonesia, Irak y otros países.
Aquí han detenido a cientos de árabes y otros musulmanes, y muchos más serán interrogados. Están montando tribunales militares. Están haciendo trizas los derechos del pueblo y atacando directamente el disentimiento político.
La guerra de Estados Unidos no busca justicia por las víctimas del 11 de septiembre. ¿Cómo va a darles justicia matar a inocentes y pobres de otro país? ¿Cómo puede Estados Unidos, responsable de atrocidades y represión, decir que está luchando por "la libertad y la civilización"?
Lo que busca la guerra es defender y extender el poderío de Estados Unidos: dominar Asia central, el Medio Oriente y todo el globo. Busca controlar las yugulares del petróleo, las arterias de la economía mundial, para imponer un nuevo orden mundial con los yanquis de emperadores, dispuestos a aniquilar al que se les cruce en el camino.
Es una guerra provocada por el mismo sistema que venimos combatiendo en Seattle, Quebec y Génova... y ahora Nueva York; el mismo sistema criminal capitaneado por el imperialismo yanqui.
¿Quién le impone a los mexicanos y sudamericanos el TLC/NAFTA y el TLCA? ¿Quién se beneficia cuando la Organización Mundial de Comercio elimina las protecciones laborales, del ambiente y de la salud? ¿De quién son las multinacionales que destruyen las tierras de los ogoni en Nigeria y de los u'wa en Colombia? ¿Quién quiere poner oleoductos en Asia central para chupar el petróleo? ¿Quién maneja al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial y al Foro Económico Mundial? El imperialismo, un sistema económico y político encabezado por Estados Unidos.
Estados Unidos defiende su sistema por todos los medios, incluso guerras devastadoras, como las guerras contra Irak y Afganistán, para extender su imperio, apoderarse del petróleo y otros recursos, aplastar movimientos populares, derrotar rivales, y neutralizar amenazas de imperialistas y potencias menores.
Cada vez más la gente del mundo se da cuenta de que no tenemos futuro si este sistema domina el planeta. Muchos se están dando cuenta de que algo anda mal en este mundo en el que Estados Unidos, el 5% de la población mundial, usa de 35 a 40% de los recursos mundiales; en el que dos billones de personas ganan $2 al día, mientras que un puñado de personas tiene más dinero que países enteros; en el que lanzan proyectiles cruceros, bombas guiadas y aviones B52 contra la población más pobre del planeta, cuando lo que necesita es comida, medicinas, albergue y control de su destino.
Desde el 11 de septiembre, millones se preguntan: ¿Por qué todo el mundo nos odia? ¿Son McWorld y Jihad las únicas alternativas? La nueva generación está lidiando con urgentes asuntos de la guerra imperialista, la represión y la injusticia.
El movimiento contra la globalización capitalista ha condenado los crímenes del capitalismo; es muy importante que esta lucha se desarrolle, crezca y sea parte de un pujante movimiento de resistencia contra la guerra y la intervención que Estados Unidos está lanzando con el pretexto de "parar el terrorismo".
Los que vivimos aquí tenemos que tomar partido con los pueblos del mundo. Tenemos que dar un mensaje claro e inconfundible de que no tenemos nada que ver con estas guerras injustas ni con el salvajismo del gobierno y las fuerzas armadas.
Con un poderoso movimiento podremos estrechar lazos con los pueblos del mundo, y proclamar que hay una diferencia fundamental entre el gobierno y la gran mayoría de la población. También ayudará a los movimientos en otros países que luchan por liberar a sus países del yugo imperialista y construir sociedades sin pobreza, violencia injusta, odios étnicos y opresión de la mujer.
Hay muchísimo en juego. ¿Qué clase de mundo tendremos? ¿Cómo será el mundo del futuro? ¿Habrá más y peores crímenes del capital, con más gente muriéndose de hambre y doblegada en maquiladoras, con un ambiente más contaminado, en el que desaparecerán más inmigrantes y el disentimiento será eliminado, en el que Estados Unidos pueda invadir al país que quiera dejando una estela de muertos inocentes en el camino?
O será un mundo sin estos horrores: un mundo nuevo, en el que la gente común y corriente trabaje por el bien de la humanidad y el planeta. Lo que se haga hoy puede determinar el futuro. Estas protestas contra el Fondo Económico Mundial son parte de la lucha por un futuro liberado.
La nueva "guerra sin fin" de Estados Unidos es un desafío directo para el movimiento contra la globalización capitalista. Saludamos a los manifestantes de Nueva York que luchan firmes. Además, exhortamos a todos a que se unan en un nuevo y pujante movimiento para parar la campaña militar de Estados Unidos e impulsar la lucha.
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