Obrero Revolucionario #1144, 24 de marzo, 2002, posted at http://rwor.org
El conflicto en Palestina ardió a comienzos de marzo con la mayor ofensiva militar israelí desde la invasión del Líbano de 1982. Por toda Cisjordania y Gaza, centenares de tanques y miles de soldados invadieron pueblos y campos de refugiados palestinos, y aviones caza F-16 y helicópteros artillados los atacaron desde los cielos.
Cada paso que dieron esas fuerzas de ocupación fue otra injusticia más.
Uno de los principales blancos fue el campo de refugiados Jebaliya en Gaza, uno de los lugares más atestados del mundo: 100.000 personas viven en más o menos un kilómetro cuadrado. Los tanques y helicópteros israelíes abrieron fuego; mataron a 18 palestinos e hirieron a 75. Con un bebé en los brazos, Laila Ayoub, de 38 años, dijo: "Huimos pero de todos modos los helicópteros nos atacaron".
Mientras que los soldados israelíes se desmandaban por los territorios palestinos, un vocero del primer ministro, Ariel Sharon, anunció que Israel estaba ejerciendo "moderación" porque "no hemos desatado todo nuestro poderío aéreo contra los campos de refugiados".
En pueblos y campos, los soldados llevaron a cabo registros de casa en casa tumbando las paredes de una casa para pasar a la siguiente. Es una táctica cobarde, porque así no tienen que salir a la calle, donde les pueden abrir fuego los militantes palestinos.
En el campo de refugiados Tulkarm en Cisjordania, los israelíes mandaron que todos los hombres fueran a la escuela para interrogarlos. Raed Awwad, un sastre discapacitado de 30 años, señaló la brecha que abrieron en la pared de su casa cuando entraron a la fuerza. Dijo: "Vinieron el sábado al mediodía y me arrastraron a la calle. Les expliqué que no puedo caminar, que tengo la pierna paralizada. Pero me dijeron que tendría que ir de todos modos. Me arrastré con las manos y las rodillas, pero no pude".
Invadieron el campo de refugiados Deheishe de Cisjordania en medio de la noche. Hussein Subh, de 40 años, describió lo que pasó: "Poco después de la medianoche llegaron los helicópteros y dispararon para asustarnos. Luego llegaron los tanques desde todas las direcciones y vimos los soldados en medio del campo. Se apoderaron de algunos edificios y a las 6 de la mañana anunciaron por altoparlante que todos los hombres de 16 a 45 años de edad tendrían que ir a la cantera". El ejército advirtió: "Si se entregan pacíficamente, podrán regresar sanos y salvos. Si no, podrán resultar lastimados".
En la cantera, les vendaron los ojos a los 600 hombres de Deheishe y los esposaron. Luego los soldados les escribieron números en los brazos y en la frente. El ejército dijo que es una manera rutinaria de identificarlos, pero el paralelo con los números de identificación que los nazis alemanes tatuaban en los brazos de los prisioneros de los campos de concentración era escalofriante.
Incluso un legislador israelí, que estuvo en los campos nazis, criticó lo que hicieron en Deheishe: "Es totalmente insoportable. Eso es lo que nos hicieron a nosotros en Auschwitz".
Oficialmente el gobierno israelí dijo que la meta de la ofensiva era capturar "terroristas". Pero en las horas iniciales Sharon explicó la lógica asesina del ataque: "Si no les damos duro a los palestinos, no regresarán a las negociaciones. La meta es aumentar sus bajas. Tras unos golpes podremos charlar".
¨Qué dicen esas acciones acerca de la naturaleza del estado colono israelí? Que la expulsión de los palestinos y la ocupación de sus tierras es fundamentalmente injusta, y que la lucha del pueblo palestino contra esa cruel y despiadada ocupación es justa.
La inquebrantableresistencia palestina
La nueva ofensiva destacó una vez más la enorme superioridad en armas de fuego de Israel. Israel recibe billones de dólares al año de Estados Unidos, así que sus fuerzas armadas tienen las armas de alta tecnología más avanzadas y mortíferas del mundo e incluso armas nucleares.
Pero en las últimas semanas los palestinos han empezado a contestar con tácticas de guerra de guerrillas. Los bombas suicidas continúan en Israel, pero en Cisjordania y Gaza ha habido más ataques contra los soldados israelíes y los colonos, que son básicamente paramilitares armados que trabajan de la mano con el ejército.
El 14 de febrero, una mina antitanque destruyó un tanque israelí Maerkava 3 en el norte de Gaza; murieron tres soldados. Fue la primera vez que los palestinos destruyeron un tanque israelí y eso le dio duro al ejército, que alardeaba de que el Maerkava es uno de los tanques mejor protegidos del mundo. Siguieron otros ataques contra tanques.
Otra acción armada que asustó al alto mando israelí fue un ataque de un francotirador contra un retén de Cisjordania que mató a siete soldados e hirió a tres colonos. Esos retenes son uno de los rasgos más odiados de la ocupación, porque ahí someten a los palestinos a registros e interrogatorios humillantes nada más para ir al hospital o a visitar familiares. Los soldados murieron a manos de un solo palestino con un antiguo rifle reparado con clavos.
En las actuales batallas las bajas palestinas siguen siendo mucho más altas que las israelíes, pero la brecha se ha reducido. Al comienzo de la intifada (levantamiento) en septiembre de 2000, murieron 10 palestinos por cada israelí; ahora mueren tres palestinos por cada israelí.
Estas acciones armadas las organizan varias fuerzas, como fundamentalistas islámicos y elementos de la burguesía nacional, que creen que las armas son una manera de presionar a Israel y al padrino yanqui a ofrecerles algo más en las negociaciones. Pero de todos modos demuestran el inquebrantable espíritu de resistencia de los palestinos ante un enemigo mucho mejor armado. La brutal ofensiva israelí no ha conseguido quebrantar a los palestinos ni parar su lucha.
Adham Daoud, un combatiente palestino herido en Jabaliya el 12 de marzo, describió cómo pelearon con los tanques israelíes con rifles: "Hirieron a cuatro personas a mi lado. Agarré un Kalishnikov y abrí fuego contra un tanque. Me escondí detrás de un muro con otros cuatro combatientes, pero cuando corrí a un hoyo para volver a disparar, me lastimaron. El tanque estaba a unos 20 metros".
La valentía de estos luchadores demuestra que una auténtica estrategia revolucionaria para combatir y derrotar a las fuerzas de ocupación sionistas tendría gran potencial de movilizar a los palestinos y ganaría amplio apoyo.
Como dice una declaración reciente del Buró de Información del Movimiento Revolucionario Internacionalista: "La revolución palestina jamás ha padecido una falta de valor. No falta valor sino líderes quienes comprendan y crean que es posible organizar a las masas palestinas en una fuerza de vanguardia capaz de enfrentar y derrotar al aparato militar sionista respaldado por el imperialismo en el campo de batalla, y seguir haciéndolo. Los maoístas siempre han tomado partido con el indoblegable pueblo palestino en la lucha por derrotar, con las armas en las manos, la ocupación sionista y construir una Palestina roja sobre las cenizas del Estado colono, un Estado democrático laico en que toda la población palestina tenga los mismos derechos y ejerza el verdadero poder". (La declaración se puede encontrar en el No. 1142 del OR o en la Internet en: rwor.org).
Las acciones guerrilleras y las bajas en los actuales combates han abierto brechas y estimulado contradicciones en la sociedad israelí. Docenas de miles de israelíes se tomaron las calles en Tel Aviv a favor de medidas militares más agresivas. Pero también está cobrando fuerza el movimiento de reservistas que han anunciado públicamente que no lucharán en Cisjordania o Gaza.
Esos soldados y sus partidarios no se oponen al estado sionista, pero sí condenan la ocupación militar de Cisjordania y Gaza. Su declaración demuestra que la lógica de un estado de colonos lleva a sus fuerzas armadas a brutalizar a todo un pueblo. Un reservista escribió: "Nos mandan a hacer cosas que no se deben hacer: balear a civiles, bloquear paso a las ambulancias, destruir casas cuando no se sabe si hay alguien adentro". Otro dijo: "Lo que hace Israel es un crimen de guerra".
Otra vez la falsa promesade paz
Con el nuevo repunte de lucha, el gobierno de George Bush inició una "ofensiva a favor de la paz" y "criticó" las acciones de Israel. Bush envió al general Anthony Zinni al Medio Oriente para dirigir las charlas entre Sharon y la Autoridad Palestina de Yasser Arafat. Se informa que el secretario de Estado, Colin Powell, le ordenó a Sharon retirar las fuerzas armadas de las zonas que supuestamente están bajo el control de la Autoridad Palestina. Bush dijo que "alentó" una resolución en las Naciones Unidas sobre la creación de "dos estados, Israel y Palestina... que coexistan lado a lado con fronteras seguras y reconocidas", y se está considerando el "plan de paz" propuesto por el rey saudita.
Con la llegada de Zinni el 15 de marzo, Israel empezó a retirar sus fuerzas de las zonas palestinas, en particular de Ramallah, el principal centro político palestino de Cisjordania. Solo se retiraron a las colinas cercanas y a sus bases, desde donde pueden volver a atacar en unos pocos minutos.
Este es el viejo juego mortal de Estados Unidos e Israel. Primero Israel se desboca contra los palestinos. Luego viene Estados Unidos como la "voz de la moderación", critica los "excesos" de Israel pero sigue apoyándolo.
En febrero Sharon visitó a Bush y, al regresar, inmediatamente lanzó una ofensiva militar en Gaza. El silencio de Washington demostró que recibió aprobación de Bush. Mientras Zinni se preparaba para ir a la región, Sharon lanzó la mayor ofensiva con el fin de "darle duro" a los palestinos antes de las charlas.
Ahora Washington le pide a Israel que "se refrene". Pero esa es una maniobra hipócrita relacionada con la visita del vicepresidente Dick Cheney a los gobiernos de la región en busca de apoyo para una nueva guerra contra Irak. Quiere preparar el terreno para que esos gobiernos reaccionarios, nerviosos por su propia estabilidad, entren a la guerra de Washington.
Esas maniobras no tienen absolutamente nada que ver con los intereses del pueblo palestino. A los imperialistas yanquis solo los motivan los intereses de su propio imperio global y su deseo de apretar las clavijas de la dominación.
Estados Unidos dice que quiere "paz" en el Medio Oriente, pero el camino de la "paz" imperialista siempre es un callejón sin salida para los palestinos. Nunca se pueden creer las hipócritas declaraciones de Washington: le dieron el sello de aprobación a la ofensiva de Sharon y luego la "criticaron" y hablaron de un estado palestino. ¨Cabe duda de que los imperialistas siempre hacen lo que les beneficia?
A pesar de todo el poderío de las fuerzas de ocupación sionistas, el pueblo palestino sigue su justa lucha. En ese espíritu inquebrantable radica la esperanza de una Palestina liberada.
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