Obrero Revolucionario #1147, 21 de abril, 2002, posted at http://rwor.org
Por todo el mundo están quemando banderas de Estados Unidos e Israel. Parece que las afirmaciones de Washington de que es una "fuerza desinteresada pro paz" en el Medio Oriente no convencen a mucha gente.
Mientras el ejército israelí sigue devastando a Cisjordania, la Casa Blanca dice que quiere que Israel se retire. Pero todo el mundo vio la operación Tortuga del secretario de Estado Colin Powell, quien tardó una semana en llegar a la región y le dio tiempo a Israel para aplastar una docena de ciudades.
Estados Unidos dice que quiere "llevar paz" y que está muy frustrado. ¨Pero quién cree que, como superpotencia, no podría obligar a Israel a retirarse, si quisiera?
De hecho, justo en medio de la actual ofensiva, el Pentágono entregó el primero de 24 nuevos helicópteros artillados Black Hawk a las fuerzas armadas israelíes.
Hace pensar en el hombre cuyo perro muerde cada vez que le dice: "Siéntate".
Bush grita "siéntate" y Sharon sigue mordiendo. Eso le permite a Washington distanciarse un poco de las masacres en Cisjordania.
¨No ha dicho Estados Unidos que las masacres son "autodefensa justificada"? ¨No le echa la culpa a Yasser Arafat y los palestinos por el conflicto? Powell sonríe en la reunión con Sharon, pero aplaza la reunión con Arafat. Ari Fleischer, vocero de Bush, anuncia: "El presidente cree que Ariel Sharon es un hombre de paz". Añade que Arafat "no ha hecho lo suficiente" para parar la pelea. Pero, ¨no es Sharon quien ha enviado el ejército a enterrar a los combatientes palestinos en fosas comunes en Jenin, y Arafat quien está preso y rodeado de israelíes?
Toda esa cháchara de "paz" tapa una realidad básica de Palestina: Israel no podría existir ni un solo día sin las armas y el dinero de Washington.
Esa alianza militar y política, que tanto Israel como Estados Unidos llaman la "relación especial", existe porque Israel es un agente armado de Estados Unidos en una región de enorme importancia estratégica y en todo el mundo.
El secreto del poderío israelí
"Tenemos que extender los límites de las preocupaciones estratégicas y de seguridad de Israel en la década de 1980 a Turquía, Irán, Pakistán, el golfo Pérsico y África, y en particular a los países del norte y el centro de África".
Ariel Sharon, diciembre de 1981
¨Cómo fue que Israel desarrolló una economía moderna, "hizo florecer el desierto", mantiene un nivel de vida europeo y tiene las fuerzas armadas número cuatro del mundo, cuando es un país pequeño, en medio del tercer mundo y rodeado de países árabes? La respuesta es: gracias al imperialismo. La potencia más poderosa del mundo, el imperialismo yanqui, apuntala, financia, arma y protege a Israel.
La cantidad de ayuda que Israel ha recibido de Estados Unidos es tan enorme que empuja artificalmente toda la economía al nivel de un país imperialista. La meta es crear un país estable políticamente que siga atrayendo a inmigrantes judíos de Europa y Estados Unidos.
Unos creen que Estados Unidos ha caído en una trampa: que apoyando a Israel sacrifica sus propios intereses, supuestamente por la influencia de un poderoso grupo de judíos en Estados Unidos. Pero ese punto de vista pone la realidad patas arriba y huele a antisemitismo. Israel recibe el apoyo de la clase dominante de Estados Unidos porque todo lo que hace está a su servicio.
A Estados Unidos lo gobierna una astuta clase de gángsteres con amplia experiencia en el mundo: los capitalistas monopolistas y sus representantes políticos. No mantienen alianzas que les cuestan billones de dólares durante décadas si no favorecen sus intereses globales.
Israel es como el Fuerte Apache del ejército estadounidense: un puesto de avanzada en el "territorio indio" en las últimas décadas del siglo 19 que recibía provisiones, carne de cañón y todo el apoyo del gobierno.
Estados Unidos lleva muchos años apuntalando los gobiernos de los países árabes leales. Pero esos gobiernos reaccionarios son inestables. Son camarillas corruptas amenazadas por una población pobre y oprimida.
En tal situación, para el imperialismo yanqui es útil tener un estado de colonos completamente leal con un enorme ejército en medio del mundo árabe. Como dicen sin parar los voceros del gobierno israelí: "Israel es el único aliado de confianza de Estados Unidos en la región".
En el Medio Oriente, Israel ha atacado los movimientos radicales opuestos a los intereses occidentales. Ha desempeñado un papel central para "neutralizar" a Egipto y mantener un gobierno pro Estados Unidos en ese país árabe crucial. Ha dado armas a muchas fuerzas reaccionarias al servicio de Washington, como los militares de Turquía y los derechistas del Líbano. Sus aviones caza destruyeron una planta nuclear en Irak, y sus propias armas nucleares amenazan toda la región.
Los agentes y vendedores de armas israelíes también ayudan a Estados Unidos en el resto del mundo. Eso es de especial importancia en las situaciones en que Washington quiere mantener limpias las manos.
Israel ha apuntalado a los reaccionarios más odiados de África, como el gobierno de apartheid de Sudáfrica y el dictador Mobutu de Zaire. Hizo lo mismo en los años 80 en las operaciones de Irán-contra: forjó alianzas con elementos pro Estados Unidos de Irán y dio armas a la contra nicaragense. Ha entrenado escuadrones de la muerte y fuerzas de contrainsurgencia por todo el mundo, como por ejemplo en El Salvador y en Guatemala.
Todo eso es de suma importancia para el imperialismo yanqui y es la base de la "relación especial". A cambio, Israel recibe todo lo necesario para ser una potencia regional.
Para los pueblos del Medio Oriente, la consecuencia es más dominación imperialista y más guerras salvajes de Israel contra los palestinos y los países vecinos.
Apartheid desde Oslo
Nos dicen que "enemistades religiosas irracionales" han producido "un ciclo de violencia sin razón" que requiere la intervención de Washington para "separar" a los dos lados. Es una mentira de pe a pa.
En el Medio Oriente hay una guerra sin parar porque se ha construido un estado colono agresivo, armado hasta los dientes, en tierras robadas, justo en medio del mundo árabe.
Para establecerse, Israel se robó tierras palestinas y para sobrevivir tiene que seguir reprimiendo a los desterrados. Para Israel, la "seguridad" requiere atacar a los palestinos dondequiera que se reúnan o se movilicen, e impedir que libren su justa lucha de liberación.
Desde hace décadas, Washington ha hecho todo lo posible para aplastar la lucha de los palestinos. El "proceso de paz de Oslo" o la misión de Powell son una prolongación de eesa meta.
La prensa le echa la culpa por el fracaso de las negociaciones de Oslo de 2000 a Arafat y los palestinos. Pero no dice nada sobre la esencia del plan de Oslo: un "miniestado" con medio autogobierno en cinco cantones desarmados rodeados por los tanques israelíes. Y la condición clave que le quieren imponer a Arafat es que asuma la responsabilidad de reprimir toda resistencia palestina en el futuro.
El proceso de Oslo busca legitimar un sistema de apartheid para Palestina. Ahora, al lado de los brutales ataques israelíes, Washington desempeña el papel de "negociador" que le ordena a la Autoridad Palestina que "pare la violencia" firmando un documento de rendición y convirtiéndose en carceleros de su propio pueblo.
Se ha sugerido que Estados Unidos (o la alianza de la OTAN) envíe observadores para "separar los dos lados e imponer un alto el fuego". Hasta se ha dicho que eso ayudará al pueblo palestino. Pero los que dicen eso deben volver a estudiar lo que pasó en el oeste de Estados Unidos. Una y otra vez, los colonos invadieron las tierras de los indígenas, y estallaron combates. Una y otra vez, el ejército llegó con el pretexto de "separar los dos lados e imponer la paz". Una y otra vez, esa paz permitió a los colonos robarse más tierras indígenas.
Para decirlo suavemente: es totalmente ridículo pensar que se puede alcanzar justicia (o siquiera un momento de paz) reemplazando al ejército israelí con el ejército yanqui; y es una posición en pro del colonialismo y contra la liberación nacional.
En la actualidad
Estados Unidos nunca ha hecho nada para parar la brutalidad contra los palestinos, y no lo hará ahora. El ataque de Sharon en Cisjordania concuerda perfectamente con el espíritu de la "guerra contra el terror" de Bush. La Casa Blanca aplaude el ataque, critica a Arafat y envía más armas a Israel.
Pero la situación complica los planes de guerra de Washington.
Estados Unidos se está movilizando para lanzar una nueva guerra contra Irak. Eso ha dicho sin pelos en la lengua. Dice que se está aprovisionando con bombas inteligentes y que el verano será un buen momento para atacar. Se reúne con los gobiernos árabes para forjar una coalición bélica.
Pero los aliados sionistas están llevando a cabo una brutal guerra contra una población árabe, que no pueden esconder gritando "terroristas" ni echándole la culpa a Arafat.
Por su parte, el pueblo palestino está oponiendo resistencia al perro de ataque israelí. No acepta la expansión de los asentamientos israelíes ni la humillación de un sistema de apartheid. Se ha ganado simpatía y apoyo por todo el mundo, especialmente de las masas árabes que odian el orden imperante.
Estados Unidos no quiere refrenar a Israel, su íntimo aliado y pistolero. No quiere mancharse las manos de sangre de los palestinos en medio de los preparativos para atacar a Irak. Tampoco quiere una oleada de resistencia árabe ni que caigan gobiernos reaccionarios árabes cuando suelte bombas en Bagdad.
Lo que quiere Washington es la libertad de reestructurar el mundo a su gusto. Quiere prohibir toda resistencia y oposición.
Lo que tiene es un pueblo que lucha por sus derechos, y que está ganando apoyo y provocando resistencia por todo el planeta.
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