El reto del 1° Mayo, 2002

Obrero Revolucionario #1149, 1 de Mayo, 2002, posted at http://rwor.org

El 1° de Mayo, el Día Internacional del Trabajador, nos llama a un futuro diferente y brillante, y a asumir los retos del presente.

¿Con quiénes echamos nuestra suerte? ¿Con cuál futuro?

¿Con los pueblos del mundo, con su resistencia y lucha, y sobre todo con los que luchan por un mundo completamente nuevo que beneficie a las masas? ¿O con un gobierno y un sistema que se nutre del sufrimiento del pueblo de este país y del mundo entero, y que hoy está en una campaña bélica para reforzar y multiplicar ese sufrimiento?

Los revolucionarios de este país y todos los que amamos la justicia tenemos una responsabilidad especial, y se nos presenta una gran prueba, porque vivimos en las entrañas de la bestia: una potencia con un arsenal multibillonario que se ha embarcado en la misión de reconfigurar el orden mundial.

¿Qué clase de "orden" busca la clase dominante?

Comenzó con el flojo pretexto de buscar "justicia" por los ataques del 11 de septiembre y con falsas promesas de paz y seguridad, pero con cada día que pasa es más claro que se trata de una ofensiva para imponer la dominación yanqui del mundo entero: maniobras para controlar los estratégicos yacimientos petroleros y de gas del Medio Oriente y Asia Central, intervenciones armadas, y respaldo a gobiernos corruptos y asesinos.

Dicen que hay que defender "nuestro modo de vida". ¿Qué es eso? ¿Acaso es "la libertad y democracia" que Bush cita como motivo de sus acciones? Eso lo desmienten la vida de los jóvenes --criminalizados por la pinta y simplemente por ser jóvenes-- y el temor cotidiano de padres negros y latinos, que conocen muy bien lo que le puede pasar a su hijo o hija cuando la policía los para. Lo desmienten las elecciones presidenciales robadas. Por todo el planeta, el movimiento contra la globalización ha brindado una lección importante a millones de personas: ese "modo de vida" se basa en la explotación, y en una destrucción de la Tierra y sus recursos que perjudicará a muchas generaciones.

¿Cómo defienden ese "orden"?

Los imperialistas yanquis fanfarronean como policías del mundo: "Estamos en guerra porque lo único que `esa gentuza' entiende es la fuerza". Sacan la mano de hierro, lanzan guerras y desatan represión en Afganistán y Palestina, y aclaran que apenas es el comienzo.

En el "frente interno", como les gusta llamarlo, donde fascistas como Ashcroft están a cargo, han echado a la cárcel -sin acusación alguna- a miles de árabes, musulmanes y gente del sur de Asia, lo cual atiza el miedo y la incertidumbre para millones de inmigrantes que se rompen el lomo para ganarse la vida a lo largo y ancho del país. Han anulado los principios jurídicos que por muchos años pregonaron, palabras que, aunque siempre huecas, supuestamente garantizaban ciertas libertades civiles y según las cuales a un acusado se le considera "inocente hasta que se demuestre lo contrario". Ahora pregonan abiertamente la lógica de un estado policial en guerra y erigen su estructura.

Para maquillar y disfrazar lo que están haciendo, le ofrecen a la ciudadanía "un trato con el diablo": una promesa falsa de seguridad a cambio de nuevos atropellos contra "otros" aquí y en otros países.

En fin, buscan pulverizar, o aterrorizar, al mundo para que se ponga de rodillas, y ordenan a los "buenos ciudadanos" que no se opongan.

Otro camino, otro futuro

Es evidente que los imperialistas yanquis tienen grandes ambiciones. Pero no necesariamente tendrán la última palabra. Tienen gran poderío, pero están agitando un hervidero de contradicciones, y están prendiendo más y más lucha y resistencia en todo el mundo.

El pueblo palestino no hinca la rodilla. Se ha alzado una y otra vez contra la máquina militar israelí, que tiene aprobación y billones de dólares de armamento de alta tecnología de Estados Unidos.

En todo el planeta, los pueblos luchan contra la opresión. El 1° de Mayo los saludamos, sobre todo a "los que nada tienen", y les decimos que son nuestros hermanos y hermanas. Hablamos distintos idiomas y tenemos la piel de muchos tonos bellos y variados... pero tenemos una profunda conexión y una experiencia común de explotación y opresión a manos de un sistema mundial encabezado por Estados Unidos.

Hay muchas formas de resistencia y muchas fuerzas buscan dirigirlas, y algunas desviarlas. Para el futuro de la humanidad son de crucial importancia las luchas, y especialmente las guerras populares, dirigidas por organizaciones y partidos marxista-leninista-maoístas, cuya concepción del mundo científica y revolucionaria plantea acabar con todos los sistemas de esclavitud y construir sociedades auténticamente liberadoras para las masas -las mujeres y los hombres- de todas las nacionalidades.

Tomemos partido con ellos, y con la resistencia y lucha revolucionaria del pueblo. Y sobre todo hoy en Estados Unidos debemos -en las palabras del presidente del Partido Comunista Revolucionario, Bob Avakian- construir un movimiento contra la campaña bélica de "nuestro" gobierno, un movimiento tan recio y pujante que no sea posible ocultarlo de las masas del mundo: "Imaginemos cómo atizará la lucha y el potencial para una nueva configuración de fuerzas en que la gente común del mundo entero luche por una causa común contra los opresores y gandallas del mundo, sobre todo la clase dominante de Estados Unidos...".

El histórico movimiento contra la guerra de Vietnam, el movimiento actual contra la globalización, y la rebelión de las masas de Los Ángeles hace diez años son las semillas y los brotes de la lucha de hoy.

Nuestro partido une su voz a muchas voces, especialmente de la nueva generación, que dicen: "Otro mundo es posible". Al debate y lucha popular, brindamos nuestra estrategia para la revolución, para tumbar y transformar el sistema. Y con el nuevo Borrador del Programa de nuestro partido, les decimos a todos los que odian la injusticia: "¿Están buscando un plan para cambiar el mundo? Aquí está". Brindamos nuestro plan y visión de una nueva sociedad liberadora, que acabe con la explotación y opresión, que no se alimente de las masas del mundo ni las aterrorice sino todo lo contrario: las desencadene y las impulse a transformarse a sí mismas y al mundo.

Se nos plantea una situación difícil y una dura brega para voltearles la tortilla. ¡Pero entremos a la lucha! ¡E imaginemos el gran regocijo cuando finalmente barramos al sistema capitalista imperialista que tanta injusticia ha causado, y que a nuestro regocijo se sumará el de literalmente billones y billones de masas del mundo entero! Nuevamente este 1° de Mayo, con la mira en esa futura celebración mundial, reafirmemos nuestra firme decisión de triunfar.

Partido Comunista Revolucionario, EU
1° de Mayo, 2002


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