UCB reprime a Estudiantes por la Justicia en Palestina

Alan Goodman

Obrero Revolucionario #1152, 26 de Mayo, 2002, posted at http://rwor.org

En la Universidad de California en Berkeley (UCB) pretenden prohibir la organización Estudiantes por la Justicia en Palestina (SJP), y se ha prendido una batalla. Este es importante frente del creciente apoyo para el pueblo palestino y de la lucha por defender el derecho al disentimiento en medio del clima represivo que impera tras el 11 de septiembre.

A SJP la sancionaron por un plantón el 9 de abril de centenares de estudiantes en la rectoría para pedir que la universidad retire su apoyo e inversiones de Israel. La policía los arrastró del edificio y arrestó a docenas. A SJP le prohibieron poner mesas de información o convocar mítines.

Berkeley es la cuna del célebre "Movimiento de Libertad de Expresión", que movilizó a miles de estudiantes y desembocó en la década de rebelión de los 60. Aquí, prohibir a una organización estudiantil recuerda el gobierno de apartheid de Sudáfrica y los racistas que atacaron al movimiento de derechos civiles en el Sur de Estados Unidos.

La rectoría dijo en una carta: "Como trastornaron las clases... no se trataba de la libertad de expresión sino de violar la misión de la universidad"; y afirmó que el castigo a SJP era "simbólico".

SJP replicó: "La sanción, aunque sea simbólica, nos amordaza y suspende nuestras libertades civiles: de expresión, de reunión y de divulgar información. La amenaza de expulsar a nuestros militantes es una amenaza velada a todos los luchadores sociales de la escuela".

¿Cómo trastornaron las clases? Un estudiante describió la jornada de protesta del 9 de abril:

"Hicimos una exposición de arte de niños palestinos para que los compañeros vieran sus dibujos y sus ideas. Teníamos un gran pliego con los nombres de las aldeas destruidas en 1948, cuando fundaron Israel, que se extendía desde la plaza hasta la calle. Despojaron a toda esa gente de sus tierras. Y los estudiantes que pasaban, decían: `¡Chin! ¿Qué onda con esa enorme lista de nombres?'. El pliego era gigantesco e impactó muchísimo; los israelíes despojaron a toda esa gente en un solo año para fundar Israel, ¡sin hablar de los atropellos del medio siglo transcurrido desde entonces! Unos tenían carteles que decían: `Celebramos 54 años de limpieza étnica', pues los sionistas estaban de fiesta en las escalinatas con música, comida y baile, mientras en Israel cometen masacres como la de Jenin y detienen a estudiantes y demás. Nos pusimos kefiyas (prenda ropa tradicional palestina), y con las manos atadas y los ojos vendados, andábamos por la plaza con una bolsa de ropa. Los que pasaban preguntaban: `¿Quiénes son?'. Representábamos a los palestinos, a quienes las Fuerzas de Defensa Israelíes les ordenaron agarrar un poco de ropa antes de destruirles la casa y detenerlos".

Cuando la protesta entró a la rectoría arrestaron a 79 estudiantes, amenazaron con expulsarlos y sancionaron a SJP.

En respuesta a la acusación de que "trastornaron el proceso académico", Noura, una vocera de SJP, dijo: "Quizás ocasionamos algunos inconvenientes para los que asistían a clases, pero en realidad mejoramos la calidad de la educación porque divulgamos información que la prensa bloquea. No es cierto que trastornamos la educación; por el contrario, la fomentamos. ¿Y dónde se hace eso si no en las universidades? ¿No es por eso que estamos aquí?".

Agregó: "Además, condenamos el encubrimiento de la masacre de Jenin y los crímenes del ejército israelí, y el papel indispensable que Estados Unidos juega desde 1954. Así que si les preocupa la educación, ¿por qué prohíben la información? Y para colmo, ¿por qué prohíben una organización ? Se trata de un proyecto represivo que no tiene cabida en una institución académica".

Otro estudiante señaló que es muy hipócrita que la universidad diga que apoya la libertad de expresión pero no permite trastornos: "¿Cómo ganamos el derecho a la libertad de expresión? ¡Precisamente por medio de la desobediencia civil!".

Una militante de la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria (BJCR) contó una experiencia muy interesante: "Una compañera del dormitorio que asiste a una de las clases supuestamente afectadas me dijo que cuando los manifestantes coreaban consignas afuera el profesor preguntó: `¿Quiénes están a favor de continuar con la clase?' y apenas dos de 500 estudiantes alzaron la mano. Era una clase de ciencias y el profesor comentó que es común que los científicos se adentren en física o lo que sea y no se den cuenta de lo que pasa a su alrededor, así que los animó a salir de la clase, hablar con los manifestantes y conocer sus puntos de vista".

La compañera de la BJCR continuó: "Se enteraron de que en este momento el ejército israelí está cometiendo genocidio contra un pueblo al otro lado del mundo, y que nuestro gobierno y nuestra universidad lo financian. ¿Trastornamos el proceso académico? Al contrario, lo estimulamos. Si la universidad hiciera lo que debe, si informara a los estudiantes sobre lo que pasa en el mundo, no tendríamos que hacer esto. Pero no lo hace: tapa la verdad. No da información sobre lo que está pasando, y nos toca a nosotros hacerlo".

Luchar por el derecho al disentimiento tras el 11 de septiembre

SJP no se ha rajado. Sigue poniendo mesas de información y organizando protestas en pleno desacato a las autoridades. Ha pedido que otras organizaciones estudiantiles pongan letreros en sus mesas de información que dicen: "Todos somos estudiantes por la justicia en Palestina" como desobediencia civil y resistencia.

Platiqué con muchos estudiantes y luchadores sociales sobre la lucha para defender a SJP en este clima represivo, donde el presidente dice: "O están con nosotros o están en contra", el secretario de Justicia dice que el disentimiento ayuda al terrorismo, el vocero del presidente advierte: "Cuiden lo que dicen", y han detenido, interrogado y deportado a miles de árabes, musulmanes y gente del sur de Asia sin acusación alguna.

Acompañé a un mitin de apoyo a SJP a una estudiante de cuarto año que conocí cuando entró a Libros Revolución de Berkeley para comprar una kefiya y platicamos de los peligros para los que disienten hoy. Dijo: "No quiero ponerme muy filosófica ni nada pero, ¿acaso el peligro no es mayor si no protestamos? Como me dijeron una vez: `El que calla, otorga'. Cuando alzamos la voz, al menos hay debate, pero si nos callamos, nadie conoce nuestro punto de vista".

Un orador del mitin de apoyo a SJP dijo: "Los ataques a Estudiantes por la Justicia en Palestina son parte de una tendencia hacia la criminalización de la lucha política en la universidad. Por eso, decimos con orgullo y osadía: `¡Todos somos Estudiantes por la Justicia en Palestina!'".

Muchos compañeros mayores, que participaron en el Movimiento de Libertad de Expresión de los 60, se han unido a la lucha actual.

Richard Becker, del Comité Internacional de Acción, les dijo a los estudiantes: "Si lo logran [prohibir a SJP] en esta universidad, símbolo de la libertad de expresión y de un futuro progresista, peligran las libertades de todos los universitarios del país. Hay que decirles: `¡Ya basta! ¡Apoyemos a Estudiantes por la Justicia en Palestina!'".

Los estudiantes de Berkeley han recibido centenares de declaraciones de solidaridad de todo el mundo. La luchadora social de larga trayectoria Yuri Kochiyama les escribió: "Los estudiantes tienen el ánimo y la firmeza necesarios para defender el derecho a la libertad de expresión, así como la soberanía de países que luchan contra la tiranía, opresión y dominación. ¡Viva la resistencia de los intrépidos estudiantes! ¡Viva la intifada y Palestina independiente! ¡Viva la lucha por la justicia!".

Crece el apoyo para la lucha del pueblo palestino

En SJP participan estudiantes del Medio Oriente o que tienen familiares allá. Uno me contó: "Viajé a Israel y viví todo eso en carne propia. Me trataron peor que a los negros de Estados Unidos en los 60. Su actitud hacia los palestinos es totalmente inhumana. Israel y Estados Unidos están cometiendo genocidio y lo están callando". A varios que tienen familiares que viven bajo la mano de hierro en el Medio Oriente les pregunté qué les dirían a los que luchan aquí en medio de la represión. Respondieron: "Que se eduquen y que no cejen en su lucha".

SJP también tiene estudiantes judíos que se han solidarizado con el pueblo palestino de Cisjordania y Gaza. Una judía que milita con una organización pro derechos de los homosexuales le contestó directamente a un grupo de sionistas con un cartel que decía que Israel "es el único país del Medio Oriente que tolera a los homosexuales"; dijo: "Acabo de regresar de Palestina, donde vi el terror que los F16, M16 y tanques Made in USA imponen cotidianamente a la población de refugiados. Vi los grandes boquetes que abrieron en los muros de las casas, y aunque soy judía de Estados Unidos, [los palestinos] me convidaron a su última ración de café".

Un estudiante de postgrado de otra escuela de la Universidad de California me dijo que el 9 de abril se encontraba en la biblioteca de UCB investigando para la tesis (sobre el genocidio de los indígenas del norte de California). Dejó el trabajo y se unió a la manifestación, y lo arrestaron. Dijo: "Me puse a pensar en la conexión entre esta institución y lo que ocurría ese día en Jenin" y eso lo hizo cuestionar: "¿Cuál es el peor terrorismo en el mundo de hoy? ¿Los suicidios con bombas o los helicópteros Apache que bombardean campos de refugiados densamente poblados? ¿O los aviones de la Fuerza Aérea yanqui que arrojan bombas de dispersión a las aldeas de Afganistán? Todo eso es terrorismo, pero lo peor son las armas nucleares y, ¿dónde las elaboran? En laboratorios de la Universidad de California. ¡Y tienen las agallas de tildarnos de violentos!".

Al unirse a la protesta frente a rectoría, dijo: "Es como quien dijera a los estudiantes palestinos y a los que tienen seres queridos en Cisjordania, que sufren los horrores de la ofensiva militar: 'No nos hablen de su dolor. No nos importan sus penas. ¡Váyanse al carajo! ¡Fuera de la universidad!'. Y eso no lo permitiremos. Queremos oír las voces de nuestras hermanas y hermanos, y creemos que todos los compañeros deben oírlas".

Le dije a Noura, la vocera de SJP, que me parece importante que el pueblo de este país manifieste que no está de acuerdo con los crímenes de Estados Unidos e Israel. Le pregunté qué le diría a la gente de todo el mundo que se pregunta si Bush habla en nombre de todos nosotros.

Respondió: "Le diría a los pueblos del mundo que no, que nosotros somos América y esta es nuestra voz. Depende de la información que le llegue a uno". Habló de las manifestaciones de 100,000 personas en la capital y en San Francisco el 20 de abril: "¿Acaso los medios les dieron la cobertura que se merecían? ¡Para nada! No las sacaron en primera plana. No dijeron: 'Los estadounidenses dejaron conocer hoy que están en contra de la guerra y del terror de Israel'.

"Ningún movimiento, ningún alzamiento surge desde arriba. Los movimientos populares surgen de las bases, aquí como en todo el mundo. La única forma de pararlos es con la represión, como intentan hacer ahora, pero no nos vamos a dejar".


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