Obrero Revolucionario #1154, 9 de Junio, 2002, posted at http://rwor.org
"Hoy anuncio un extenso cambio de las normas investigativas del departamento, para que no se prive al FBI de todos los medios legales y autorizados posibles para investigar e impedir acciones terroristas, en el marco de la Constitución".
John Ashcroft, secretario de Justicia, 30 de mayo
Con esas palabras, John Ashcroft, el secretario de Justicia, le dio al FBI nuevos poderes para espiar a la población. Van a destinar grandes recursos al FBI para que se convierta en "la CIA interna".
Destinarán fondos, capacitación y por lo menos 2,600 agentes a labores de espionaje en el país. Trasladarán 500 agentes de investigaciones penales (de droga y de delitos financieros) al contraterrorismo, y contratarán 900 agentes más, especialmente que sepan otros idiomas. Centenares de agentes revisarán la información que llega a Washington, D.C., de redes de informantes, e intervención de teléfonos y correos electrónicos.
Las nuevas normas crearán enormes bancos de datos centralizados y una nueva maquinaria para revisar la enorme cantidad de información que recibe el FBI. Permitirán espiar la Internet y el correo electrónico, y enviar agentes a reuniones políticas y religiosas.
Lo más importante es un gran cambio en cuándo se le permitirá al FBI espiar legalmente. En el pasado, solo se le permitía espiar o infiltrar a un grupo si tenía pruebas de que un miembro violaba una ley, o sea, que se cometía un delito específico.
Ahora los agentes del FBI pueden iniciar un operativo sin ninguna prueba de delitos y sin permiso de Washington.
Las "reformas" de Ashcroft someterán a muchos grupos a espionaje oficial, especialmente grupos musulmanes y radicales. Les quitarán a millones de personas el derecho a la confidencialidad, creando una gran red de soplones gubernamentales y de bancos de archivos centralizados sobre las actividades y puntos de vista de los ciudadanos. Serán como un balde de agua fría para la vida política del país (esa es su intención), especialmente de los inmigrantes y radicales.
Todos esos cambios entraron en vigor sin audiencias ni votos congresionales. La Casa Blanca los autorizó directamente.
La pesadilla de la "CIA interna"
Consideren esto: Un grupo de 25 agentes de la CIA va a reestructurar el cuartel generañ del FBI en Washington y otros agentes de la CIA se destinarán a las oficinas del FBI por todo el país. Además, la CIA adiestrará a los altos funcionarios del FBI.
A la misma CIA le han dado autoridad de espiar en el territorio estadounidense y billones de dólares para hacerlo. Ahora no tiene que restringir las investigaciones a grupos extranjeros como Al Qaeda. Puede leer el testimonio secreto de un gran jurado de acusación sin pedir permiso a un juez, y obtener información sobre instituciones y corporaciones en allanamientos aprobados por los tribunales. El Congreso está considerando un proyecto de ley para permitirle a la CIA leer el correo electrónico en el país sin orden judicial.
Consideren esto: La CIA ha asesinado y torturado a gente por todo el mundo. La última vez que dirigió un programa de espionaje en el país (la Operación Caos de los años 60) reunió "expedientes de personalidad" sobre 7,000 individuos y más de mil grupos políticos.
La misma CIA desempeñó un papel importante en la creación de Al Qaeda : financió, reunió y le dio armas, entrenamiento y asesoría a grupos islámicos fundamentalistas de todo el mundo para luchar en Afganistán contra la Unión Soviética.
La CIA también ha organizado golpes de estado fascistas, y entrenado a los escuadrones de la muerte derechistas de muchos países para asesinar activistas y sembrar terror. Está al servicio de los capitalistas que explotan a la población y los recursos naturales de centenares de países.
Pregunta: ¿Cómo puede una "CIA interna" beneficiar al pueblo de este país? ¿Cómo será la vida si estas nuevas redes de espionaje entran en vigor cabalmente y cuáles serán los retos para los que luchan por el cambio y la liberación?
En cuanto a los partidarios de la "CIA interna", ¿al servicio de qué clase están?
No se preocupe, está seguro
"Nuestra meta es honrar la Constitución y respetar las libertades que tanto queremos. La iniciativa que el secretario de Justicia presentará hoy protegerá nuestra Constitución. Eso lo tienen que entender todos los ciudadanos".
Presidente George W. Bush
"Estos son los grandes retos que se nos plantean. Además, tendremos que lidiar con una situación en que no permitirán el disentimiento al grado ni de la misma manera que antes. La nueva situación será muy compleja políticamente y tendrá una represión draconiana de corte fascista en una sociedad más y más militarizada, una escalada de represión que incluso ahora tiene aspectos fascistas muy concretos, tales como suspender o socavar los principios democrático-burgueses que tanto pregonan... En Estados Unidos, la clase dominante... ha sacado la mano de hierro: es evidente que está dando pasos para socavar la estructura democrático-burguesa en que se han proclamado esos derechos. Pero, no se preocupen, dicen, porque `somos muy respetuosos de las garantías constitucionales y nos preocuparemos por defenderlas'. Traducción: ¡`Nos preocuparemos por defender las garantías constitucionales que estamos pisoteando y eliminando'! Se valen de ciertas `frases mágicas', tales como `pero estamos en guerra', para refutar toda crítica y negar toda objeción a la militarización de la sociedad y las medidas de corte fascista. También quieren que dejemos de pensar al oír la palabra `terrorista'".
Bob Avakian, presidente del PCR, "Los grandes retos de la nueva situación", 17 de marzo (se puede obtener en rwor.org)
"Revocar veredictos justos va en contra de la voluntad del pueblo".
Mao Tsetung
Hace poco estalló un escándalo cuando se supo que Bush vio antes del 11 de septiembre informes de los servicios de inteligencia sobre un posible ataque en Estados Unidos, y que tenía en su escritorio el 9 de septiembre un plan detallado para la guerra de Afganistán.
La Casa Blanca está aprovechando ese escándalo para aumentar los poderes policiales.El director del FBI, Robert Mueller, dijo que sus agentes "posiblemente" hubieran podido prevenir los sucesos del 11 de septiembre si hubieran tenido más autoridad para espiar y más dinero para analizar informes.
Al público le inyectaron más ansiedad. Uno tras otro los máximos funcionarios del gobierno anunciaron que eran inevitables nuevos atentados en Estados Unidos. En Nueva York, cerraron túneles y bloquearon carreteras. El anuncio de Ashcroft coincidió con la salida de la nueva película "The Sum of All Fears" (Pánico nuclear), sobre un ataque terrorista con una bomba nuclear durante el campeonato de fútbol norteamericano (Superbowl).
Dicen que el "público" pide las medidas que anunció Ashcroft. Es un caso de "cuando queramos que tengan una opinión, se la daremos".
Consideren esto:Margaret Ratner, del Centro pro Derechos Constitucionales, dijo: "La historia indica que el FBI no va a parar con la recopilación pasiva de datos. Tememos que regresaremos a los días de Cointelpro".
El FBI nació de las Redadas Palmer de los años 1920, que arrestaron y deportaron a miles de inmigrantes comunistas. Durante muchas décadas, el FBI atacó de mil formas los movimientos de oposición y los grupos progresistas y revolucionarios. Esos ataques llegaron a su apogeo en los años 60 con la operación Cointelpro, que asesinó a activistas, robó oficinas, infiltró grupos, envió cartas falsas y llevó a cabo campañas de desinformación contra los movimientos revolucionarios.
Ahora las "reformas" de Ashcroft anulan completa y específicamente las restricciones impuestas al FBI cuando Cointelpro se desenmascaró hace 25 años. El aumento de poderes policiales no es una respuesta al 11 de septiembre, sino algo que el FBI busca desde hace mucho.
Desde el 11 de septiembre, el gobierno se ha atribuido el derecho de perseguir a cualquier persona que tilde de "terrorista" por todo el mundo, sin tener que dar (o siquiera tener) pruebas de que hizo algo ilegal. Ahora se da el mismo "cheque en blanco" en territorio estadounidense.
Consideren esto: El hombre encargado de la nueva Oficina de Inteligencia del FBI, Dale Watson, es el vicedirector ejecutivo de Contraterrorismo y Contrainteligencia.
En febrero, dio testimonio ante el Senado sobre "La amenaza terrorista que confronta Estados Unidos". Primero habló de grupos en el extranjero, y luego de grupos en el país que a su juicio hay que vigilar: grupos "que tienen una doctrina socialista revolucionaria y que consideran que su misión es proteger al pueblo de las `consecuencias deshumanizantes' del capitalismo y el imperialismo". Dijo que tales grupos "tienen la meta de realizar cambios en Estados Unidos por medio de la revolución en vez del proceso político establecido". Mencionó específicamente el movimiento independentista de Puerto Rico, los anarquistas, "grupos socialistas extremistas" y fuerzas del movimiento contra la globalización, como Retomar las Calles y Carnaval contra el Capitalismo.
Pregunta: Ahora John Ashcroft dice: "No vamos a permitir que el FBI cometa los abusos de poder de hace décadas". ¿Por qué creerle?
Consideren esto: Ashcroft es la encarnación de la frase "fascista cristiano". Ha dicho que los generales de la Confederación Sureña son héroes, cree que es pecado bailar, le pone burkhas a las estatuas desnudas en su edificio y sueña con penalizar completamente el aborto.
Pregunta: ¿Qué podría ser más escalofriante que dejar que Ashcroft, Bush y la clase que representan forjen una nueva policía política y redefinan la vida política de millones de personas?
Espionaje federal y "causa probable"
"Las nuevas normas destruirán una protección central ante el espionaje gubernamental: que las agencias policiales tengan alguna prueba (o por lo menos una sospecha) de que se ha cometido un delito antes de investigar a un individuo".
Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU)
"Estas nuevas normas le dicen al pueblo estadounidense que ahora no hay que cometer un delito para que toque a la puerta el FBI. Uno puede estar haciendo algo totalmente legal, como rezar o platicar en un chat room de la Internet, y lo pueden espiar".
Laura Murphy, directora de la oficina nacional de la ACLU
En el pasado, los agentes federales no podían (oficialmente) espiar a un individuo o grupo sin "causa probable", o sea, sin razón para creer que había cometido un delito específico o que lo iba a cometer. Para saltarse esa norma, le dieron a los departamentos de policía la responsabilidad de observar eventos políticos públicos.
Ahora los agentes federales pueden espiar incluso cuando no hay ninguna prueba de delito. Además, el FBI puede reunir información de un sinnúmero de informantes que asistirán a reuniones políticas y religiosas legales.
Los agentes de cada oficina pueden llevar a cabo operaciones de espionaje seis meses sin pedir permiso de Washington.
Ashcroft dijo que impondrán límites a los bases de datos que mantiene el FBI. Pero es todo lo contrario: los cambios que anunció aumentarán en gran medida la capacidad del FBI para mantener archivos. Un ejemplo: ahora podrá contratar compañías que recopilan información política y personal sistemáticamente de la Internet. Podrá utilizar los expedientes que producen esas compañías, que no tienen las mismas reglas.
Ciertas formas de espionaje todavía requieren órdenes judiciales y una "causa probable", como husmear casas particulares, correos electrónicos y computadoras. Pero ahora no se necesita una orden para infiltrar mezquitas, iglesias progresistas, reuniones populares, fiestas, chat rooms, listas de correo electrónico y muchas otras formas de actividad política.
Los agentes federales recopilan listas de las personas que leen ciertos libros en las bibliotecas o los compran en la Internet, y de los que visitan ciertos websites, incluso si la actividad es totalmente legal y los individuos no tienen nada que ver con actividades ilegales.
Los sindicados de secuestrar los aviones el 11 de septiembre no visitaban chat rooms, no tenían websites, no asistían a mítines políticos, no sacaban libros de la biblioteca sobre ideas radicales ni (que sepamos) criticaban públicamente al gobierno. Pero de todos modos, Ashcroft está implantando un plan para aumentar el espionaje federal de sectores enteros de la población (especialmente los movimientos de cambio social) con el pretexto de que podrían tener "terroristas".
Nuevas alabanzas para el "profiling"
Pregunta: Si la sospecha de estar cometiendo un delito no es la base de una operación de espionaje, ¿cuál es?
Consideren esto: Desde el comienzo del escándalo en Washington, el "memorando de Phoenix", del agente del FBI Ken Williams, ha recibido muchas alabanzas. El hecho de que el memorando (de julio de 2001) desapareció en la burocracia y de que no tomaron en cuenta sus recomendaciones es un buen ejemplo de lo que tiene que cambiar, dicen.
Pero hay que recordar:
El memorando pedía una investigación de estudiantes musulmanes en Estados Unidos nada más por una "corazonada". Williams decía que habló con unos estudiantes árabes y se enteró de que tenían ideas "antiamericanas". Williams decidió que eso merecía una investigación en universidades por todo el país.
Era un plan que singularizaba a los "sospechosos" por nacionalidad o etnicidad, y por su punto de vista político (muy ofensivo a los ojos de ese superpatriota y ex líder de equipos SWAT).
Ninguna de las personas que Williams espiaba tiene conexiones al 11 de septiembre ni a ningún otro delito.
Pero ahora la estructura de poder dice que la lección del 11 de septiembre es que ese memorando ha debido recibir atención en los más altos niveles. Dicen que pasaron por alto las recomendaciones porque los directores del FBI no querían dar la impresión de singularizar a los árabes (o sea, de que practicaban "racial profiling").
Ahora quieren que nos traguemos el cuento de que por la "seguridad" hay que permitir que la policía espíe por la nacionalidad, por las creencias políticas o religiosas o por "corazonadas". Esto es un ejemplo perfecto de "revocar veredictos justos". Es ridículo decir que la policía abandonó el "racial profiling", o que la preocupación por el "racial profiling" llevó al 11 de septiembre. Pero ahora reclaman que no se critique a la policía porque tales críticas llevarán a más ataques.
Pregunta: Si logran abrazar públicamente el "racial profiling", ¿cuántos miles de jóvenes van a arrestar y humillar nada más por su pinta? ¿Cuántos choferes negros y latinos van a parar? ¿Cuánta más injusticia aplicarán a los árabes y musulmanes?
Pregunta: Decir que "la policía se ve restringida por normas anticuadas", ¿no es lo mismo que decir que "tenemos que abandonar las normas previas sobre confidencialidad, derechos personales y derechos políticos"?
Pregunta: ¿Cómo se llama una sociedad que desata represión por todo el país a causa de declaraciones antigubernamentales? Estado policial, ni más ni menos.
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