Orfeo
Obrero Revolucionario #1156, 23 de Junio, 2002, posted at http://rwor.org
El Grupo de 8, o G8, compuesto por los países más ricos y poderosos, celebrará su reunión anual los días 26 y 27 de junio en la provincia de Alberta, Canadá, y miles de personas participarán en protestas contra estos explotadores y opresores y todo lo que representan.
Este año, la reunión se da cuando Estados Unidos libra su "guerra sin fin" por todo el mundo. El 1§ de junio el presidente Bush declaró en la academia militar West Point que desatará una guerra contra cualquier país que considere una "amenaza". En las últimas semanas, en Estados Unidos han impuesto medidas para fortalecer los poderes del gobierno y restringir los derechos del pueblo.
El gobierno nos quiere hacer creer que esta ofensiva de represión es necesaria para frenar la "amenaza terrorista", cuando en realidad es para extender la explotación capitalista y la destrucción del ambiente, que hunden en la pobreza a billones de personas por todo el mundo. La reunión es para que, entre ladrones, los ocho se pongan de acuerdo sobre lo que les toca.
Por eso es muy padre que se estén organizando protestas contra la reunión, y que valientes luchadores de Canadá, Estados Unidos y otros países van a proclamar en las calles que otro mundo es posible. Será otro punto nodal de la lucha por el futuro rumbo de la humanidad.
La agenda para la reunión de los G8
Los ocho países que forman el G8 son: Estados Unidos, Canadá, Japón, Inglaterra, Alemania, Francia, Italia y Rusia. Estos países, que en conjunto representan el 14% de la población del mundo, controlan el 68% de la economía mundial. Además, la brecha entre ricos y pobres en los países del G8 está creciendo.
Estados Unidos domina el G8, así como las más importantes instituciones financieras que manejan la economía del tercer mundo: el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio (OMC). El G8 también representa las potencias militares más poderosas del mundo. Estados Unidos tiene la mayor cantidad de armas nucleares, misiles crucero y otras "armas de destrucción masiva".
La agenda del G8 cubre "la guerra contra el terrorismo", la "recuperación económica", y la "Nueva Asociación para el Desarrollo Africano" (NEPAD en inglés). El G8 considera que NEPAD estimulará el desarrollo económico en África con inversiones de países capitalistas. Pero Dennis Brutus, de Jubilee Sudáfrica, señala que la esencia de NEPAD es que "África prometa que obedecerá y cumplirá todo lo que exija el Occidente, especialmente con respecto a inversiones. África será un esclavo para satisfacer las demandas del Occidente". En particular, parece que hay mucho interés en explotar el petróleo. El gobierno de Estados Unidos ha dicho que espera que en el año 2015 la cantidad de petróleo que importe de África sea el 25%; hoy es el 15%.
Protestas en Calgary y Ottawa
La reunión se celebrará en un pueblo de vacaciones en las montañas que se llama Kananaskis, a 145 kilómetros al este de Calgary, la ciudad más cercana. El primer ministro, Jean Chretien, hizo el anuncio del sitio de la reunión el año pasado tras masivas protestas en Quebec contra la Cumbre de las Américas y en Génova, Italia, contra el G8. Miles de personas protestaron en ambas ciudades, a pesar de la cantidad de fuerzas represivas, que en Italia mataron al activista Carlo Giuliani.
El movimiento contra la globalización capitalista tiene grandes planes contra la reunión del G8. Desde hace meses se vienen preparando, especialmente en Calgary, donde se realizarán talleres, reuniones y se impulsarán otros medios para desenmascarar al G8 en el corazón de Canadá.
En Canadá se está dando oposición al gobierno por servir de lacayo del imperialismo yanqui en la "guerra contra el terrorismo". A esto se acumulan las protestas contra recortes en la educación y servicios médicos, contra la privatización de los servicios públicos, la destrucción del ambiente, y creciente pobreza y racismo. Para muchos, estas luchas están ligadas a la lucha contra la globalización capitalista.
La declaración de Alberta dice: "Repudiamos el sistema deshumanizador y antidemocrático perpetuado por instituciones como el G8. Rechazamos la idea de que la gente, el ambiente y la cultura solo sirven como mercancías, útiles solo para la explotación y la ganancia. Para eliminar el poder opresor de las estructuras autoritarias, apoyamos acciones audaces y creativas que respeten el ambiente y no causen daño a los seres humanos".
En Calgary habrá marchas por las comunidades, una cumbre del pueblo, centros de convergencia, festivales de resistencia, giras en bicicletas, vigilias y ayunos. Entre los manifestantes estarán representantes de sindicatos, activistas en pro de la justicia global, ambientalistas, religiosos, anarquistas y revolucionarios.
El Colectivo Anticapitalista de Calgary y Edmonton Anticapitalista convocan a una convergencia anticapitalista del 21 al 28 de junio en Calgary, una fiesta en oposición a una fiesta de los delegados del G8 y un día de acciones colectivas el 26 de junio.
También hay planes para protestas en Ottawa, la capital de Canadá, en solidaridad con las protestas en Alberta, contra la globalización capitalista, la guerra y la represión interna. Algunos de los grupos que organizaron las protestas Quebec están participando en esta campaña, que llaman "¡Tomémonos la capital!". Habrá bloqueo del tráfico en las carreteras a Ottawa, marchas en el centro, giras de pelotones de ciclistas de Critical Mass, una protesta con la consigna "¡Nadie es ilegal, Marcha de 1,000 Banderas de Resistencia!" y una protesta frente a la embajada estadounidense.
La convocatoria a la protesta contra la embajada yanqui dice: "Con Estados Unidos a la cabeza, el G8 ha persistido en profundizar la pobreza, la injusticia y la opresión del pueblo por medio de guerra económica, política y militar. En Afganistán, Filipinas, Irak, Colombia, Nepal y Palestina, Estados Unidos y sus gobiernos títeres están a la ofensiva con la `guerra contra el terror', aunque su principal, si no único, blanco es el pueblo". La marcha también se opone a la nuevas leyes "contra el terrorismo" de Canadá que atacan a inmigrantes, refugiados, oprimidos y los derechos democráticos básicos.
Las autoridades canadienses, indudablemente en estrecha colaboración con las estadounidenses, han montado un colosal operativo de seguridad con misiles tierra-aire, sistemas antitanques, aviones de caza F-18, helicópteros, censores de suelo y aire, miles de agentes de la Policía Real Montada, la policía municipal y 5,000 soldados. Los soldados y la policía militarizada patrullarán un perímetro de seguridad de 12 kilómetros y regiones cercanas.
Las autoridades han hecho todo lo posible por asustar a los manifestantes para que no viajen a la reunión. El Calgary Herald citó al general de brigada Senton: "Esto es en serio... tenemos armas letales y las usaremos si nos vemos en peligro".
Las autoridades, con el pretexto del "terrorismo", están reprimiendo a los organizadores de las protestas. La prensa de Calgary está llena de artículos sobre el peligro de que los terroristas hagan estallar armas químicas, biológicas o "bombas sucias". Según este periódico: "El general de brigada Senton dice que es posible que los terroristas aprovechen protestas `pacíficas' para colarse en Kananaskis... en vista de la amenaza Senton dijo que le preocupa que sus soldados confundan a manifestantes con terroristas en el ambiente boscoso y oscuro de Kananaskis".
A los activistas les prohibieron establecer un campamento de solidaridad cerca de Kananaskis, al cual esperaban que asistieran unas 15,000 personas. Les negaron tanto el uso de parques provinciales como municipales, con el pretexto de que serían una violación de los reglamentos. Sin embargo, los organizadores de las protestas siguen buscando espacios cerca de Calgary para poner campamentos.
La frontera con Estados Unidos será fuertemente vigilada. Según un vocero de la Policía Montada, los que intenten cruzar con "instrumentos de desobediencia pública", como máscaras de gas y pasamontañas, "serán interrogados y no se les permitirá entrar". Agregó: "No necesitamos dar razones para prohibir la entrada a nuestro país".
A pesar de la represión, los ánimos de los manifestantes en Alberta y Ottawa están que arden. Las protestas contra el G8 se dan en un momento crucial para extender la lucha contra la guerra de este sistema, la globalización capitalista y la represión.
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