Obrero Revolucionario #1159, 21 de julio, 2002, posted at http://rwor.org
"Docenas de miles de soldados invadirán Irak desde Kuwait. Centenares de aviones despegarán de Turquía, Qatar y otros seis países para bombardear miles de blancos: pistas de aterrizaje, carreteras y centros de comunicaciones de fibra óptica. Agentes de la CIA y de operaciones especiales destruirán depósitos de armas, laboratorios y fábricas que producen armas de destrucción masiva y misiles para lanzarlas".
New York Times, 5 de julio de 2002
Esta no es una escena de la última novela de espionaje de Tom Clancy, sino un nuevo plan del Pentágono para una guerra contra Irak. Lo fraguó CentCom, o sea, el Comando Central de las fuerzas armadas, que dirigiría tal guerra.
El plan se filtró hace poco al New York Times.Comprende ataques terrestres, aéreos y marítimos --con 250,000 efectivos-- desde el norte, el sur y el oeste, en coordinación con operativos de la CIA en Irak y de varios grupos iraquíes. La meta es tumbar al gobierno de Saddam Hussein e instalar otro más leal a Washington.
En la guerra del Golfo de 1991, la coalición de Estados Unidos mató de 100,000 a 200,000 iraquíes. Muchos más podrían morir en una nueva guerra.
El plan demuestra lo resueltos que están los imperialistas yanquis a atacar Irak. El hecho de que consideren la publicación del plan en la prensa como algo rutinario también es diciente: se atribuyen el derecho de atacar cualquier país en el momento que quieran.
No se oye oposición. Los demócratas del Congreso quieren tumbar a Hussein, y unos senadores pidieron audiencias para ver la mejor manera de hacerlo. Un republicano dijo que programar audiencias congresionales "es una buena manera de preparar la opinión pública para una guerra". Los medios de comunicación solo hablan de cuándo y cómo atacar.
Preparativos militares
Desde el 11 de septiembre, la clase dominante ha debatido cómo aprovechar la situación para fortalecer los intereses globales del imperio yanqui. Gran parte del debate se ha enfocado en la importancia estratégica de Irak y en cómo tumbar a Hussein.
Por lo general el debate se realiza entre bastidores. La administración de Bush ha dicho que está comprometida a tumbar a Hussein, pero que no tiene un plan específico ni fecha. Bush reiteró esa posición en mayo en Alemania, pero resulta que en ese momento CentCom ya tenía listo el plan.
Han considerado varias opciones: un golpe de estado de la CIA; una campaña parecida a la de Afganistán, o sea, una combinación de ataques aéreos con ataques limitados de las Fuerzas Especiales y las fuerzas opositoras iraquíes; una invasión de gran envergadura; o combinaciones de esas tres estrategias.
Según el New York Times,ahora parece que han optado por invadir: "La mayoría de los oficiales militares y funcionarios del gobierno cree que un golpe de estado en Irak fracasaría, y que una guerra librada con sustitutos iraquíes no sería suficiente para sacar a Hussein".
Por eso, Washington se ha estado preparando para la guerra en varios frentes. El 16 de junio, el Washington Post informó que hace varios meses Bush "ordenó a la CIA lanzar un operativo secreto de gran escala para tumbar a Saddam Hussein, y le dio permiso para usar fuerza letal para capturarlo". La orden manda que la CIA dé a las fuerzas de la oposición iraquíes fondos, armas y agentes; aumente la capacidad de recolectar información; y trace un plan para despachar agentes de la CIA y de las Fuerzas Especiales a cazar a Hussein. Un funcionario del gobierno le dijo al Post que esos planes no son un sustituto para la guerra sino "parte de los preparativos para un ataque militar".
Desde la guerra del Golfo, Washington ha estado construyendo y fortaleciendo una amplia red de bases militares por toda la región. Tiene unos 20,000 soldados en Qatar, Omán, Bahrain y Kuwait, y 5,000 en Arabia Saudita.
El New York Times informó: "Miles de infantes de Marina, de la Primera Fuerza Expedicionaria de Camp Pendleton, California, realizan ejercicios en preparación para un ataque en el golfo Pérsico", y "la Fuerza Aérea está acumulando misiles, municiones y piezas de repuesto (como motores de aviones), en depósitos de Estados Unidos y el Medio Oriente".
Además, Washington aumentó enormemente la ayuda militar a Jordania, donde tiene bases desde las cuales puede lanzar ataques aéreos y de comandos contra Irak. El Times comentó que una mayor intervención en Jordania "colocaría fuerzas estadounidenses entre Irak e Israel", pero agregó que "todavía no han consultado con el gobierno jordano sobre el uso de esas bases".
Como en la guerra de 1991, Turquía sería una principal escala del ataque. La prensa turca informó que unos siete mil soldados yanquis llegaron en junio y que otros 30,000 llegarán pronto.
Altos funcionarios de la administración han recorrido los países de la región en busca de apoyo para la guerra. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, fue a Kuwait, Bahrain y Qatar en junio. El Departamento de Estado y la CIA se reúnen frecuentemente con los grupos opositores en el exilio. En abril, la CIA trajo dirigentes de los grupos curdos del norte de Irak a reuniones secretas. Unos 70 ex oficiales del ejército iraquí se reunieron en Londres a comienzos de julio. Además, Washington apoya los brutales ataques israelíes contra Cisjordania y Gaza porque quiere extinguir el levantamiento palestino antes de iniciar una guerra contra Irak.
El Times informó: "Una vez que lleguen a un consenso, trazar el plan y escoger fechas para los ataques aéreos y terrestres son los últimos pasos que tiene que dar Bush". Dijo que no se espera un ataque hasta comienzos de 2003 "para crear las condiciones militares, económicas y diplomáticas adecuadas". Pero todo eso es tema de conjetura y podría cambiar conforme a las contradicciones mundiales.
Preparan pretextos
Los imperialistas yanquis también se están preparando para librar una guerra propagandística. En la rueda de prensa del 8 de julio, Bush dijo: "El mundo será más seguro y más pacífico si hay un cambio de gobierno" en Irak. Washington dice que el gobierno iraquí es un gran peligro para el mundo porque tiene o está preparando "armas de destrucción masiva". Pero varios funcionarios de la ONU que inspeccionaron las armas iraquíes han dicho que el país está en gran medida desarmado, y hasta el Pentágono admitió que las fuerzas armadas iraquíes hoy son un tercio de lo que eran en 1990.
En realidad, Estados Unidos tiene el mayor arsenal de "armas de destrucción masiva" y amenaza con él a los pueblos del mundo. Hace poco cambió de doctrina militar y se permitió ser el primero en lanzar un ataque nuclear. Estados Unidos tiene tropas por todo el planeta y en este momento está bombardeando a Afganistán, librando campañas de contrainsurgencia en Filipinas y apoyando los asesinos ataques israelíes contra los palestinos.
Washington dice que Irak tiene que permitir que vuelvan a inspeccionar sus armas, o sea, que los agentes de espionaje recorran el país a gusto. Si el gobierno iraquí no acepta, Washington declarará que hay una "crisis de inspecciones", lo que será el pretexto para lanzar la guerra. (Otros funcionarios del gobierno dicen que se debe lanzar la guerra ya y que ni siquiera se necesitan pretextos). Hace poco Irak y la ONU suspendieron las charlas sobre las inspecciones, y el Departamento de Estado declaró que por eso "Irak amenaza la seguridad de las naciones de la región".
El gobierno iraquí dice que antes de aceptar más inspecciones, necesita saber específicamente lo que tiene que hacer para satisfacer las resoluciones de la ONU y conseguir que se levanten las sanciones económicas. Washington dice que Irak no obedece (y que por eso hay que continuar las sanciones), pero no ha dicho con precisión qué tiene que hacer el gobierno iraquí.
En mayo, la ONU volvió a extender las sanciones bajo presión estadounidense. Esas sanciones causan gran sufrimiento al pueblo iraquí. En 1999, UNICEF (la entidad de la ONU encargada del bienestar de los niños) informó que en Irak uno de cada siete niños muere antes de cumplir los cinco años. Cinco mil niños más mueren cada mes hoy que en 1991 debido a la guerra y las sanciones. UNICEF también informó que el 22% de los niños de Irak están severamente desnutridos.
El plan general imperialista
Desde el 11 de septiembre, los imperialistas yanquis se han puesto a fortalecer su dominio global agresivamente. Lanzar una nueva guerra contra Irak es un elemento central de las nuevas relaciones mundiales que quieren.
El Wall Street Journal del 14 de junio informó que a los pocos días del 11 de septiembre, los máximos asesores de Bush "debatieron si lanzar un ataque contra Irak" a pesar de que "no había ninguna prueba de que el gobierno de Saddam Hussein estaba vinculado a los ataques terroristas". Para Washington, el desafío de Irak socava la hegemonía estadounidense en el Medio Oriente y su posición como única e indiscutible superpotencia mundial.
Espera que tumbar al gobierno iraquí e instalar uno más leal permita reforzar el control del petróleo del golfo Pérsico, y de todos los países que dependen de él. Está resuelto a demostrar a posibles rivales que tiene la capacidad y la voluntad para aplastar a cualquiera que le ponga obstáculos o que no coopere. Aplastar a Irak sería una forma de decir "aquí mando yo".
El New York Times informó que muchos altos funcionarios del gobierno creen que "un nuevo gobierno iraquí podría ser un aliado del Occidente, reducir la necesidad de tener bases militares en Arabia Saudita, fortalecer el flanco oriental de Israel y abrir una brecha entre Irán y Siria". Además, lanzar una guerra contra Irak sería una primera prueba de la nueva "doctrina Bush" de lanzar "ataques preventivos" contra todos los "enemigos".
Ni el plan de atacar Irak ni la "doctrina Bush" tienen que ver con "proteger el mundo" o "salvar la vida de los estadounidenses"; son puro gangsterismo imperialista global.
En 1991, en vísperas de la "Operación Tormenta del Desierto" (la primera guerra contra Irak) el presidente George Bush (padre) dijo: "No tenemos ninguna disputa con el pueblo iraquí; al contrario, somos amigo de ellos". Desde aquella fecha un millón de iraquíes han muerto a raíz de las bombas y sanciones yanquis.
Cuando lancen una nueva guerra, volverán a decir que quieren ayudar al pueblo. Pero lo cierto es que le causarán enorme destrucción, sufrimiento y muerte.
Los pueblos de todo el mundo, especialmente aquí en las entrañas de esta bestia imperialista, tenemos que oponer resistencia de todo corazón a esta cruel e injusta guerra.
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