Obrero Revolucionario #1161, 4 de agosto, 2002, posted at http://rwor.org
El 9 de junio, el San Francisco Chronicle publicó un importante artículo basado en información obtenida a través de la Ley de Libertad de Información sobre la represión del movimiento estudiantil en la Universidad de California en Berkeley en la época de los 60. Señala que "en grandes operativos de contrainteligencia el FBI espió a miles de estudiantes y profesores que entablaban un debate legítimo sobre la política nacional".
El periodista Seth Rosenfeld libró una lucha de 17 años en los tribunales para que el FBI le entregara los documentos que necesitaba para el artículo. Primero le dieron hojas llenas de tachones. Pero Rosenfeld insistió y finalmente el asunto llegó hasta el Noveno Tribunal de Circuito de Apelaciones: el FBI tuvo que abrir los archivos y soltar 200,000 páginas sobre actividades en UC Berkeley desde los años 40 hasta los 70. (Todavía no ha entregado algunos documentos).
Tras el 11 de septiembre, el secretario de Justicia, John Ashcroft, anunció nuevas medidas que hacen mucho más difícil, si no imposible, obtener documentos por dicha ley si el gobierno dice que se perjudicaría la seguridad nacional.
El artículo del Chronicle relata que el FBI conspiró con el jefe de la CIA y un regente influyente para hostigar a profesores y estudiantes que participaron en protestas; manipular la opinión pública a través de campañas de contrainteligencia; destruir la carrera del presidente de la universidad, Clark Kerr; y apoyar la campaña electoral de Ronald Reagan.
La amenaza soviética
Tras la II Guerra Mundial, Estados Unidos quería aprovechar su posición de primera potencia imperialista para construir un imperio global de explotación y saqueo, y la Unión Soviética (en ese entonces un país socialista*) era un estorbo. A la clase dominante le preocupaba el apoyo que la URSS tenía en el país y se puso a aplastar los movimientos políticos radicales y revolucionarios. Amplió los poderes del FBI y apuntó contra el "peligro comunista" en las universidades. Altos asesores del jefe del FBI, J. Edgar Hoover, escribieron que los comunistas se estaban infiltrando las escuelas y universidades para "inculcar insidiosamente en los niños la línea del partido comunista".
El Comité Burns (un subcomité del tristemente célebre HUAC, el Comité sobre Actividades Antiamericanas del senador Joseph McCarthy) celebró audiencias en California. En 1951, sacó un informe sensacionalista y afirmó que UC Berkeley "a sabiendas o no... ha instigado y ayudado a la conspiración internacional comunista".
En 1949, los regentes de la universidad de California ordenaron que todo el personal firmara un juramento de lealtad especial (además del que firmaba todo empleado del gobierno) para constatar que no militaba en ningún grupo a favor del comunismo o de la revolución violenta. Más de 150 profesores no quisieron firmarlo y la universidad despidió a 31 de ellos. (Posteriormente, demandaron a la universidad y fueron reinstituidos).
Complots contra Clark Kerr
En 1958, nombraron a Clark Kerr presidente de la Universidad de California. Un liberal de la clase dominante, Kerr tenía seis años como rector de UC Berkeley, donde firmó el juramento de lealtad y votó a favor de excluir del profesorado a militantes del Partido Comunista por "tendenciosos". Sin embargo, defendió a los profesores que no quisieron firmar el juramento de lealtad y pisó los callos del Comité Burns, que quería aprobar la contratación de todo el personal de la universidad.
A las dos semanas de que Kerr asumiera el puesto de presidente, Richard Auerbach (el agente a cargo de la oficina del FBI de San Francisco) envió a Hoover un memorando descrito como "nefasto" por el San Francisco Chronicle : "En el mundo de la educación el doctor Kerr siempre ha proyectado la imagen de un `liberal' que no apoya los juramentos de lealtad... y a quien incomodan las investigaciones a individuos realizadas por las dependencias del gobierno por razones de seguridad... Mínimamente es un personaje muy polémico en el sistema de educación superior californiano".
Auerbach le informó a Hoover de un plan secreto para sacar a Kerr: una reunión del Comité Burns convocada por Richard Combs, el asesor principal del comité, propuso "elaborar un historial bien documentado y convincente para comprobar que Kerr es un radical peligroso, y hacerlo llegar a la gente más indicada, como regentes receptivos". Combs afirmó que Kerr "solapa a liberales y izquierdistas" y que "a lo mejor es un comunista secreto".
El ensayo
"En una sociedad democrática, ¿cuáles son los peligros que implica la existencia de una organización policial nacional, como el FBI, que trabaja en secreto y no responde a las críticas de la población?".
En 1959, el examen de ingreso a la Universidad de California tenía esa pregunta. Cuando el FBI se enteró, Hoover inició una campaña secreta para empañar la imagen de la universidad y presionarla a quitar la pregunta. Se valió de sus contactos en la Legión Americana y la arquidiócesis de Los Ángeles para desatar una avalancha de cartas airadas, y pidió la ayuda de los medios, como los dueños del San Francisco Examiner y el San Francisco Chronicle .
En febrero de 1960, los regentes quitaron la pregunta, "lamentaron" haberla incluido y afirmaron su "enorme respeto" al FBI.
Hoover mandó al FBI a encontrar la persona que escribió la pregunta, y la investigación se enfocó en el profesor de inglés de UCLA Everett Jones.
El rector de UCLA, Vern Knudson, recibió una carta anónima que cuestionaba la lealtad de Jones. La carta, que también llegó a tres periódicos angelinos, afirmaba que Jones era "partidario fanático del comunismo" y concluía: "Es increíble que la UCLA o cualquier institución de educación superior permita que un individuo de la laya de Everett Jones tenga un puesto que le facilite envenenar la mente de la juventud americana".
Resulta que Jones no escribió la pregunta. En los años 50, dijo que jamás fue militante del Partido Comunista y firmó el juramento de lealtad.
Listas secretas
Hoover ordenó buscar en los archivos del FBI información que comprometiera a los profesores y administradores de la Universidad de California (unas 6,000 personas). El 2 de marzo de 1960, recibió un informe de 60 páginas según el cual:
72 profesores, estudiantes y empleados figuraban en el "índice de seguridad" del FBI, una lista secreta de gente potencialmente peligrosa a la seguridad nacional en una crisis a quienes el FBI detendría indefinidamente sin orden judicial. En 1954, el índice tenía26,174 nombres ;
141 profesores cometieron "faltas", tales como "escribir una obra de teatro que glorificó el ejército de China comunista";
54 profesores o sus parientes tenían subscripciones o donaron a publicaciones "subversivas";
40 profesores protestaron contra el juramento de lealtad; 27 tenían parientes que eran ex militantes o donaron al Partido Comunista;
22 demostraron "conducta que indica instabilidad mental, como romances ilícitos, homosexualidad, perversión sexual y tomar excesivamente".
Protesta en el Palacio Municipal
El 13 de mayo de 1960, centenares de estudiantes, muchos de ellos de UC Berkeley, se dieron cita en el Palacio Municipal de San Francisco para protestar contra las audiencias anticomunistas de HUAC. Cuando les prohibieron pasar, hicieron un plantón en las escalinatas y la policía los atacó con mangueras de alta presión.
Arrestaron a 64 personas, entre ellas 31 estudiantes de Berkeley, pero lejos de desanimar al movimiento, el incidente sirvió de toque de clarín y al día siguiente 5,000 personas acudieron a otra protesta contra HUAC.
Seth Rosenfeld escribió en el artículo del Chronicle : "El incidente auguró el fin de HUAC y la llegada estrepitosa de una nueva generación de estudiantes, los primeros brotes del movimiento de la juventud que ya en ese momento parecía centrarse en Berkeley".
El jefe del FBI de San Francisco, Richard Auerbach, comentó a Hoover: "Ayer... fuimos testigos de una prueba de fuerza del comunismo en San Francisco como no hemos visto desde la infame huelga de 1934. Lo más significativo, e indudablemente de mayor interés suyo, es que muchos de los alborotadores eran estudiantes de UC Berkeley. Desde que Clark Kerr asumió la presidencia, la situación en todas las escuelas de la universidad ha deteriorado a tal punto que la llamada libertad académica se ha convertido en libertinaje. El ataque al FBI en el examen de ingreso es simplemente un ejemplo de la degeneración moral y la falta de patriotismo en esa gran universidad que pronto tendrá 50,000 alumnos".
El Movimiento de Libertadde Expresión
El 1§ de octubre de 1964, miles de estudiantes hicieron un plantón en la plaza Sproul de UC Berkeley; rodearon por 32 horas a una patrulla que arrestó a Jack Weinberg, un ex alumno quien solicitaba donaciones para el movimiento de derechos civiles. Finalmente, la universidad cedió y soltaron a Weinberg. Eso fue el inicio del famoso Movimiento de Libertad de Expresión (FSM).
Antes de la protesta, las autoridades prohibieron toda actividad política en la escuela. Sin embargo, muchos estudiantes acababan de regresar del Proyecto Verano en Mississippi, donde lucharon contra las leyes que discriminaban a los negros e inscribieron a negros para votar a pesar de los ataques del Ku Klux Klan y la policía. Estaban puestos para luchar y desafiar a la autoridad.
Como respuesta a la protesta en UC Berkeley, Hoover mandó a los agentes de todo el país a investigar la influencia del Partido Comunista u otros grupos subversivos en el FSM y a averiguar si la protesta violó leyes federales contra disturbios civiles.
La investigación se amplió y abarcó a los parientes de los líderes del FSM, los profesores que apoyaron el movimiento, un periodista de la cadena CBS que lo cubrió e incluso una compañía que sacó un disco de canciones navideñas sobre el FSM.
Además, Hoover inició una campaña de contrainteligencia para manipular la opinión pública. El FBI de San Francisco filtró información al San Francisco Examiner sobre la participación y los arrestos de los estudiantes de UC Berkeley en las manifestaciones de derechos civiles, y el periódico sacó una serie que pintaba al FSM como un complot "marxista" para trastornar las universidades del país.
Clark Kerr y el rector de UC Berkeley no accedieron a los reclamos del FSM; lo reprimieron y arrestaron a centenares de estudiantes. Por eso empezaron a verse botones que decían: "F reedom Under Clark Kerr" (Libertad bajo Clark Kerr; FUCK = chinga).
Sin embargo, Hoover y otras fuerzas burguesas opinaban que Kerr no tenía suficiente mano dura.
Bloquean el ascenso de Kerr
En diciembre de 1964, el presidente Lyndon Johnson invitó a Kerr a la Casa Blanca y le ofreció un puesto en el gabinete (secretario de Salud, Educación y Bienestar).
Antes de nombrarlo, le pidió al FBI hacer una investigación rutinaria, y Hoover aprovechó para darle en la torre a Kerr: el informe tenía muchas acusaciones serias y no mencionaba que el FBI había investigado todas y cada una y encontrado que no tenían bases.
Por ejemplo, en 1953 Louis Hicks dijo que Richard Combs (el asesor del Comité Burns) comentó que Kerr era "pro comunista", pero en una entrevista posterior Hicks negó haberlo dicho.
Por otra parte, Combs señaló que Kerr tenía vínculos con Sam Kagel, un destacado árbitro laboral quien supuestamente era pro comunista, pero el FBI no encontró ninguna prueba de tales vínculos y la acusación contra Kagel no tenía fundamentos.
Encima, Hoover mandó una carta a la Casa Blanca aludiendo a otras conexiones entre Kerr y comunistas, a sabiendas de que no eran ciertas.
Johnson retiró la oferta a Kerr.
"Acción correctora"
El 28 de enero de 1965, el director de la CIA, John McCone, se reunió con Hoover para tratar el tema de "acción correctora" en UC Berkeley. Era un asunto delicado porque la Ley de Seguridad Nacional de 1947, que estableció la CIA, le prohíbe participar en espionaje interno. McCone dijo que estaba consternado porque Kerr y el gobernador de California, Pat Brown, "han cedido en todo a esos chavillos alborotadores". Idearon un plan para resolver la situación con la ayuda del regente derechista Edwin Pauley, un petrolero multimillionario, dueño del equipo de fútbol americano L.A. Rams y director de la aerolínea Western.
McCone le dijo a Hoover que Pauley estaba "muy molesto por la situación en Berkeley" y "le interesa recibir información sobre cualquier profesor o estudiante comunista o con afiliaciones comunistas". Hoover le habló al jefe del FBI en Los Ángeles, Wesley Grapp, para que se reuniera con Pauley y le diera memorandos anónimos sobre 19 estudiantes y profesores que "causaban problemas en Berkeley".
Grapp se reunió periódicamente con Pauley, quien estaba resuelto a sacar a Kerr, que según él era "comunista o partidario de los comunistas". Pauley le dijo a Grapp que tres "regentes ultraliberales se oponen". Entonces el FBI le proporcionó información sobre ellos para la campaña contra Kerr.
A lo largo de 1965 las protestas cobraron fuerza en Berkeley. El Comité Día de Vietnam (VDC) organizó las más grandes manifestaciones antibélicas en todo el país. Los estudiantes bloquearon los trenes que transportaban tropas a la base del ejército en Oakland, y protestaron contra la universidad y Kerr por apoyar la guerra. Sin embargo, el gobierno consideró que Kerr era muy blando con ellos. Pauley le dijo al FBI que un grupo de egresados de la universidad tomó cartas en el asunto y reclutó a atletas para "darles una paliza a los manifestantes" y a un peluquero para "cortarles las greñas".
La campaña electoralde Reagan
En 1966, Ronald Reagan se postuló para gobernador de California, su primer cargo político, y prometió "limpiar" Berkeley. Aprovechó la cobertura tendenciosa de las protestas estudiantiles por la prensa reaccionaria (creada en gran parte por el FBI) para manipular la opinión pública.
"Hay un vacío de liderazgo, un vacío de moralidad y decencia en Sacramento. Y no hay mejor ejemplo que lo que ha ocurrido... en la UC Berkeley, donde un puñado de hippies, radicales y mugrosos defensores de la libertad de expresión empañan... esa gran institución", dijo Reagan, y pidió el despido de los responsables de "la degradación de la Universidad de California".
Durante la campaña electoral, Reagan celebró una reunión en la casa del diputado estatal Don Mulford, "un contacto especial del FBI", con él y tres funcionarios del gobierno y administradores de la universidad que también tenían estrechos vínculos con el FBI. Lo pusieron al tanto de "los esfuerzos de los comunistas para influenciar a los estudiantes" de Berkeley y señalaron que era "vital" para el futuro de la universidad sacar a Kerr.
Hoover estaba muy contento con la victoria de Reagan y decidido a aprovecharla para "limpiar" Berkeley. En un memorando escribió: "Nos presenta [al FBI] una oportunidad para dar pasos positivos y frenar la creciente actividad de los elementos subversivos en las escuelas. Los alborotadores de las demás escuelas siguen la pauta de Berkeley. Si podemos frenar la actividad ahí, tendrá un efecto de dominó que aplastará actividades en todas las escuelas del país. Es claro que Reagan está dispuesto a tomar las medidas indicadas para apaciguar el descontento en UC Berkeley".
Reagan le pidió al FBI información confidencial sobre Kerr y otros regentes, y Hoover cumplió, aunque dijo públicamente que no disponía de información pertinente.
A principios de 1967, los regentes despidieron a Kerr con un voto de 14 a 8.
El FBI empezó a informar a Reagan sobre las protestas estudiantiles y a investigar a los candidatos para plazas en la universidad. Las protestas contra la guerra de Vietnam y la conscripción militar aumentaron en UC Berkeley y todas las universidades del país.
En mayo de 1969, estallaron protestas en Berkeley a raíz de los planes de construir dormitorios en un lote baldío conocido como el Parque del Pueblo.
Reagan instituyó ley marcial en la ciudad de Berkeley y despachó helicópteros con gas lacrimógeno y la policía antimotín. Mataron a un señor, hirieron a varios y arrestaron a centenares de personas.
Dos meses después, un asesor jurídico de Reagan se reunió con el subdirector del FBI para informarle: "El gobernador está comprometido a aplastar los elementos que están trastornando las escuelas de California" y "los atacará" de varias maneras: "los hostigará a cada rato por cualquier pretexto", por ejemplo, "si tienen una librería, los acusará de violar el código municipal de construcción e incendios" y "[reportará] al gobierno federal y estatal cualquier violación de impuestos [de los disidentes]".
Por último, dijo, Reagan "desatará una campaña de guerra psicológica" y "consultará con funcionarios del Departamento de Defensa hoy mismo sobre cómo hacerla".
El FBI estuvo de acuerdo y le dio más información a Reagan.
Lecciones para hoy
El 30 de mayo, el secretario de Justicia, John Ashcroft, amplió la autoridad del FBI. Lo reestructurarán siguiendo la pauta de la CIA y 2,600 agentes se dedicarán a la "inteligencia interna".
Desarrollarán enormes bases de datos centralizadas, vigilarán la Internet y el correo electrónico, infiltrarán reuniones políticas y religiosas, y adquirirán nueva tecnología para filtrar las enormes cantidades de información de las redes de informantes y la intervención del correo electrónico y los teléfonos.
Asimismo, Ashcroft anunció un cambio muy importante en las leyes sobre el espionaje federal. En los años 70, por las denuncias de las fechorías del FBI (como las que hemos visto en la Universidad de California), el gobierno federal limitó al FBI: solo podía espiar o infiltrar a un grupo si tenía pruebas de que violaba la ley, es decir, que estaba planeando o cometiendo crímenes . Ahora se permitirá espiar sin una "sospecha razonable" de actividad criminal ni autorización de la oficina central.
Como esta crónica de UC Berkeley ilustra, el FBI no recopila información simplemente para llenar archivos. Lo hace para desatar represión política.
Debemos aprender las lecciones de la historia. Cualquiera que crea que el espionaje oficial protege al pueblo debe examinar lo que ocurrió en la época de los 60. Y cualquiera que crea que el gobierno jamás lo tildará de "malvado", debe fijarse en lo que le pasó a Clark Kerr.
Y más que todo, debemos hacer algo hoy para frenar el crecimiento de la maquinaria oficial de represión, hostigamiento y espionaje político.
El artículo del Chronicle y otros materiales, como algunos documentos del FBI, están disponibles en la página web del Chronicle: www.sfgate.com/campus
* Después de la muerte de José Stalin en 1953, Nikita Jruschov y otras fuerzas capitalistas del Partido Comunista dieron un golpe y restauraron el capitalismo en la Unión Soviética.
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