Obrero Revolucionario #1161, 4 de agosto, 2002, posted at http://rwor.org
El gobierno está dando rápidos pasos para usar las fuerzas armadas en operativos en territorio estadounidense. En abril, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, anunció que el Pentágono crearía, por primera vez, un centro de mando para Estados Unidos y el resto de Norteamérica.
El Pentágono ya tiene nueve "comandos unificados" por todo el mundo que desempeñan un papel central en la defensa del imperialismo. Por ejemplo, el Comando Central acaba de dirigir la guerra contra Afganistán. El Comando Sur prepara y dirige las guerras de contrainsurgencia y los golpes de estado en Latinoamérica. Estados Unidos, Canadá y México y las costas de esos tres países serán el campo de batalla del nuevo Comando Norte, con sede en Colorado. Dirigirá las fuerzas del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea, la Infantería de Marina y el Servicio de Guardacostas.
El plan de "seguridad de la patria" que anunció la Casa Blanca el 16 de junio da tres ejemplos del papel que desempeñarán: patrullar el espacio aéreo y las costas marítimas; responder a "ataques" (lo que podría significar una amplia gama de actividades); y participar en operaciones "limitadas" como proteger los Juegos Olímpicos.
Eso representa un cambio histórico y peligroso en el papel de las fuerzas armadas. Durante más de 100 años, la ley Posse Comitatus de 1878 ha prohibido que las fuerzas armadas operen dentro de las fronteras nacionales y que arresten, registren o participen en otras acciones policiales. Tales restricciones se consideran una importante barrera a la influencia militar en la política nacional y a la posibilidad de un golpe militar.
Como muchos cambios que ocurrieron tras el 11 de septiembre, el Comando Norte se estableció por orden ejecutiva. No lo debatió ni el Congreso ni el público, y no necesitó aprobación congresional. Pero después de anunciarlo, Bush pidió al Congreso que anulara la ley Posse Comitatus para darle al Pentágono más poderes.
Tom Ridge, el jefe de "seguridad de la patria", dijo: "No cabe duda de que, si vamos a despachar a las fuerzas armadas, tenemos que reconsiderar la ley Posse Comitatus". El comandante del Comando Norte también pidió que se anulara esa ley.
La Casa Blanca ya ha empezado a utilizar el aparato de represión para meter a la cárcel a ciudadanos estadounidenses sin juicio y sin acusación. A José Padilla lo arrestaron en Chicago y está preso desde la primavera. La administración anunció que tiene el derecho de arrestar a "combatientes enemigos" en territorio nacional, incluso si son ciudadanos, y meterlos en penales militares sin presentar acusaciones o pruebas y sin juicio.
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