Raymond Lotta
Obrero Revolucionario #1169, 6 de Octubre, 2002, posted at http://rwor.org
El 19 de septiembre, el New York Times publicó una contundente Declaración de Conciencia. El desplegado de una página, que anuncia una nueva ola de oposición a la "guerra sin fin" librada por Estados Unidos y a las draconianas medidas de represión que ha instituido, empieza en tono firme, audaz y desafiante: "El presidente Bush ha declarado: `O están con nosotros o están en contra'. Nosotros respondemos: ¡No en nuestro nombre!".
¿Cuál es la importancia histórica de esta Declaración de Conciencia? Es la primera rotunda condena de la política de guerra y represión lanzada por la administración Bush tras el 11 de septiembre pasado y el primer llamamiento a la acción de eminentes personajes y voces de conciencia que se manifiestan al unísono.
La Declaración plantea: 1) una conclusión : la guerra y represión desatada contra el mundo es injusta, ilegítima e inmoral; 2) una responsabilidad : oponernos sobre todo a las injusticias cometidas en nuestro nombre; no quedarnos callados, de brazos cruzados; y 3) un compromiso : oponernos a la máquina de guerra y represión, y mover cielo y tierra para pararla. Se propone ser una guía política y moral para millones de personas.
Su fuerza se debe, además del contenido, a la diversidad y talla moral e intelectual de los signatarios: destacados intelectuales, escritores, artistas, cineastas, actores, músicos, académicos y religiosos. El periódico Guardian de Londres señala: "Es la declaración de oposición al gobierno más amplia que ha salido desde el 11 de septiembre", y menciona que entre los firmantes están los músicos Laurie Anderson y Mos Def; los actores Ossie Davis y Ed Asner; los escritores Alice Walker, Russell Banks, Barbara Kingsolver y Grace Paley; los dramaturgos Eve Ensler y Tony Kushner, además de Martin Luther King III, Gloria Steinem, Noam Chomsky, Edward Said y el rabino Michael Lerner. También firman los cineastas Robert Altman y Oliver Stone, y el joven caricaturista creador de Boondocks Aaron McGruder. Reúne voces de la generación de los 60 y la nueva generación... de Hollywood, del mundo académico, músicos.
"Diles lo que significa para nosotros"
Ante los desenfrenados preparativos de guerra contra Irak y otros crímenes que trama Estados Unidos, la Declaración no podría ser más oportuna. No cabe la menor duda: es hora de actuar, de elevar el nivel de la resistencia, como se propone este 6 de octubre. La Declaración de Conciencia motivará al nuevo movimiento con su orientación y osadía, y provocará mayor cuestionamiento: se divulgará en los medios de comunicación, suscitará opiniones encontradas, y servirá de guía y toque de clarín.
A los pocos días de la publicación en el New York Times , más de 80,000 personas visitaron el sitio de la Declaración en la internet, y actualmente más de 15,000 personas la han firmado. El proyecto ha recibido generosas donaciones y los organizadores están inundados de correspondencia.
Una carta describe el impacto de la Declaración: "Esta mañana cuando desayunábamos, leí el desplegado a mi hija de 17 años y de repente se me llenaron los ojos de lágrimas y me empaparon las mejillas. Sus comentarios oportunos y elocuentes me conmovieron inesperadamente, pues dan voz a sentimientos que he querido expresar por un año. Me hicieron sentir profundamente vindicada, y me brindaron el valor y las palabras para expresar mis opiniones. Adjunto un cheque por la cantidad de $1,000. Seguiré de cerca sus actividades. Cuenten con mi apoyo".
Y como esa, hay muchas más. Los organizadores recibieron un e-mail desde el estado de Georgia: "Queremos sacar la Declaración en el periódico de aquí. Por favor, háganos saber quiénes de Georgia firman para destacarlos". Desde Wisconsin: "Entré en una tienda y vi que un cliente mandaba enmarcar la Declaración". Y cuando mencioné a unos compañeros jóvenes que estaba en Nueva York para reunirme con unos firmantes, una chava dijo: "Por favor, diles lo mucho que la Declaración significa para nosotros; la llevamos a estudiantes y profesores para que conozcan nuestros puntos de vista y sepan lo que deben hacer. Diles lo que significa para nosotros".
Es evidente el potencial de esta Declaración para minar el mito de consenso y el ambiente de intimidación que el gobierno crea para aplastar la inconformidad.
La Declaración de Conciencia ha generado mucho interés y apoyo en todo el mundo. Se ha publicado en Inglaterra, en varias publicaciones del Medio Oriente (traducida al árabe) y en el prestigioso diario mexicano La Jornada .
Precedentes históricos
Nos recuerda otras declaraciones de resistencia.
En 1960, en el auge de la guerra de liberación nacional de Argelia contra Francia, Jean Paul Sartre y otros destacados escritores, filósofos, cineastas y científicos franceses sacaron el "Manifiesto de los 121" contra la injusta guerra colonial e instaron a apoyar a los jóvenes que no querían prestar servicio militar. El Manifiesto sacudió la sociedad francesa y prendió un gran debate que fortaleció la oposición a la guerra.
En 1967 durante la guerra de Vietnam, un grupo de intelectuales publicó "Un Llamamiento a Oponerse a la Autoridad Ilegítima", que señalaba que la guerra era inmoral e ilegal y que teníamos el deber de oponernos. Se solidarizaron con los jóvenes que se oponían al servicio militar y movilizaron apoyo para ellos en todas las esferas de la sociedad. Con el tiempo, muchos intelectuales progresistas se adhirieron al Llamamiento e influyó mucho en el creciente movimiento estudiantil de entonces (en el cual yo participaba).
Hoy, como en aquellos tiempos, nos encontramos ante una encrucijada: dejarnos llevar por la política del gobierno u oponernos y hacer causa común con los pueblos del mundo. Al igual que las declaraciones anteriores, la Declaración de Conciencia es un acto de valor que insta a actuar con valor .
La conciencia se manifiesta
¿Qué significa que personajes destacados, conocidos por la rectitud, la autoridad moral y la creatividad artística, manifiesten verdades inquietantes e insten a oponerse a profundas injusticias? ¿Qué significa que lo hagan no como individuos sino colectivamente y a pesar de gran costo personal: posible daño a la carrera, o ser objeto de repudio o represión? Quiere decir que la conciencia del país se manifiesta, que nos están dando el ejemplo, que nos instan a pensar críticamente y a actuar con resolución.
Su profunda convicción y gran decisión infunde pavor a las autoridades y las desacredita. Nos hace ver con mayor claridad lo justo y lo injusto, y lo que debemos hacer, y abre un espacio para el cuestionamiento, el disentimiento y la resistencia.
Todo eso me hace pensar en los escritos de Edward Said, uno de los primeros signatarios de la Declaración de Conciencia y un destacado erudito que ha estudiado el deber social del intelectual. En un ensayo, señala: "Ninguno puede alzar la voz a toda hora contra todos los males, pero considero que tenemos el deber especial de cuestionar a las autoridades de nuestra propia sociedad, las cuales deben responder a la ciudadanía, sobre todo cuando ejercen el poder para lanzar una guerra totalmente desigual e inmoral, o una campaña calculada de represión y crueldad colectiva".
Es muy alentador para los explotados y oprimidos de este país y del mundo entero que poetas y artistas, intelectuales y luchadores sociales tomen una posición tan justa y firme. Comprueba que no están solos, que la conciencia se manifiesta incluso en "las entrañas de la bestia" y que todo es posible.
La Declaración nos plantea a todos un gran reto: ¡a parar la ofensiva de guerra y represión!
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