Obrero Revolucionario #1171, 20 de Octubre, 2002, posted at http://rwor.org
Los revolucionarios del PCR saludamos a los valientes luchadores del 22 de octubre, el 7§ Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación. Esta es una fecha destacada en la lucha contra la brutalidad policial. Los hechos del 11 de septiembre de 2002 le plantean grandes desafíos al avance del movimiento. Como dijo el vocero nacional del PCR, Carl Dix, en la reunión nacional de la Coalición 22 de Octubre de julio pasado, este 22 de octubre podría ser el más difícil, pero por eso mismo de gran importancia.
Es muy difícil porque viene tras el aniversario del 11 de septiembre del 2001, cuando el gobierno le está declarando la guerra al mundo entero y dice que necesita reprimir todo disentimiento por la "seguridad nacional", y cuando la prensa grande está en plena orgía patriótica. Nos dicen que los policías son héroes y que no se debe criticar a la policía; todo lo contrario, dicen que todas las dependencias policiales necesitan poderes especiales para "protegernos a nosotros". Movilizar para el 22 de octubre en este ambiente requiere valentía porque va contra la corriente.
Pero como dijo el gran revolucionario Mao Tsetung: "Si desean que los otros se mantengan firmes, ustedes mismos deben estar firmes primero". Hoy, cuando se aconseja vivir en temor, aceptar "por bien propio" los colosales ataques contra los derechos civiles, es más importante que nunca que nos movilicemos contra la brutalidad policial, la represión y la criminalización de una generación. No es el momento de cerrar la boca y no decir nada. Como proclama el magnífico afiche de la Coalición 22 de Octubre: "La brutalidad policial no murió el 11 de septiembre".
El nuevo afiche tiene los nombres de las más de 140 personas (que sepamos hasta la fecha) que la policía ha matado desde el 11 de septiembre de 2001. ¡LA PRENSA HA IGNORADO POR COMPLETO Y TAPADO LA MAYORÍA DE ELLOS!
La verdad es que las agencias policiales tienen más luz verde para hacer lo que les dé la gana. ¡Eso es lo que significa la "seguridad nacional"! Más muertos. Las fotos del nuevo afiche nos miran; ¿quién hablará por ellos? Para reventar el sofocante ambiente, para destapar el encubrimiento y las mentiras oficiales, necesitamos acciones de mucho impacto el 22 de octubre.
La "guerra contra el terrorismo" le da una dimensión internacional a la brutalidad policial; hemos visto que aquí desaparecen, detienen y reprimen a musulmanes, sudasiáticos y árabes. Ahora, a los inmigrantes que entran o salen del país les toman las huellas digitales. Ahora, se acepta como común y corriente atacar por el color de la piel o por la nacionalidad, como ocurrió con los tres estudiantes de medicina musulmanes parados en una carretera de la Florida. Ahora, a la criminalización de una generación se agrega la criminalización de pueblos enteros.
No podemos tolerar esto.
No vamos a tolerar esto.
El pueblo tiene una base sólida para librar esta lucha. En los últimos seis años el pueblo se ha unido para hacer protestas el 22 de octubre en muchas partes del país. Es un día en el que rendimos homenaje a verdaderos héroes: a los padres y familiares de las víctimas de la policía que luchan por justicia para sus seres queridos; a chavos de los barrios pobres y ghettos que protestan desafiando balas de hule; a gente de diversas nacionalidades y sectores de la sociedad que ama la justicia. Todos ellos tienen que seguir denunciando la epidemia nacional de brutalidad y asesinatos policiales.
Todos juntos hemos dado a conocer las VIDAS ROBADAS: los miles de personas que han muerto por manos de la policía en los últimos 10 años. El 22 de octubre ha desenmascarado la realidad de la brutalidad policial que se desata contra los de abajo, y especialmente el racismo contra las minorías y los inmigrantes. El 22 de octubre ha desenmascarado la manera de operar del sistema, que trata a los jóvenes como si nacieran criminales. El 22 de octubre hemos denunciado la práctica de acosarnos por el color de la piel.
Esta resistencia ha alentado y despertado a millones de personas, y hemos empezado a obligar a las autoridades a responsabilizarse por sus salvajes agentes. Y eso se debe a la lucha tenaz que hemos librado, porque la clase dominante de este país se apoya en el salvajismo de la policía para defender su sistema injusto. Las autoridades aprovechan los sucesos del 11 de septiembre para recuperar territorio perdido, y de las cenizas de las Torres Gemelas se han empeñado en convertir a los policías en héroes. Sin embargo, esta sigue siendo la tierra de 41 balazos y los policías que maltratan no son héroes. No podemos permitir que aprovechen los sucesos del 11 de septiembre para justificar la brutalidad de la policía. Ya hemos visto lo que eso significa:
Dawney, California, febrero: Gonzalo Martínez, hijo de inmigrantes argentinos es baleado por la policía, pero no muere inmediatamente. Lo meten en una bolsa de plástico y lo llevan a un hospital a 20 minutos de distancia, cuando hay otro más cerca. Llega muerto.
Nueva York, entre el 26 de agosto y el 1§ de septiembre la policía de Brooklyn mata a cuatro personas que califica de delincuentes y "locos". Los asesinatos ocurrieron justo antes del Desfile del Día Caribeño, que se realiza en Crown Heights, un lugar donde han estallado rebeliones y donde hay descontento, y al cual acuden millones de caribeños y africanos.
Endicino, California: una cámara capta una paliza de policías a un joven esposado. Hace recordar el caso de Rodney King, aunque eso supuestamente nunca se iba a repetir.
En estos tiempos también nos piden que hagamos sacrificios para defender "la vida americana". Pero el libro Vidas Robadas,el afiche de Vidas Robadas, y el horror de la represión a manos de las fuerzas policiales hacen preguntar: ¿Qué es "la vida americana", y vale la pena defenderla? ¿Son el racismo, la brutalidad policial, los asesinatos y los ataques contra inmigrantes parte integral de la vida americana? ¿Por qué es tan difícil obtener justicia cuando los policías maltratan y matan descaradamente?
Como revolucionarios, aplaudimos las preguntas sobre lo que va a ser necesario para liberarnos, la naturaleza del sistema contra el que luchamos, quiénes son nuestros amigos y quiénes nuestros enemigos, y qué vamos a hacer. La lucha del pueblo contra la brutalidad policial ha conquistado victorias: hemos aprendido a unificar al movimiento, forjar alianzas en diversas luchas y movimientos, desenmascarar ante millones de personas la brutalidad policial y, de manera inicial, hemos puesto a un poderoso enemigo a la defensiva. No vamos a parar.
Es cierto, hoy enfrentamos grandes desafíos, pero hay que recordar que la lucha contra la brutalidad policial jamás ha sido sencilla. La experiencia de este movimiento nos fortalece a todos, incluso a las familias que han perdido seres queridos. Estas conquistas los fortalecen, les ayudan a encontrar compasión, apoyo y la forma de seguir luchando.
La lucha contra la brutalidad policial y la represión puede trastornar el espionaje y la supresión del disentimiento. Mantenernos firmes cuando la batalla arrecia demuestra que esta lucha es de a de veras.
¿Hasta cuándo van a seguir maltratando y metiendo a la cárcel a la juventud? ¿Hasta cuándo van a seguir defendiendo los policías del barrio y "los policías del mundo" este estilo de vida podrido? ¿Hasta cuándo vamos a tener que seguir luchando?
La neta, la pura verdad liberadora es que el sistema jamás resolverá los problemas que azotan a la gran mayoría.
Hoy hay mucho en juego. Imagínense lo que significaría, en estos momentos, desafiar a la clase dominante por maltratar a las masas. El reto es grande, como son también las oportunidades de enlazar a diferentes sectores para que hagan causa común en las diversas luchas que se están librando.
Nosotros, como revolucionarios maoístas, pensamos que se requerirá una gran lucha: vamos a tener que convertir nuestros barrios en plaza fuertes de resistencia por todo el país para impedir que el sistema nos siga pisoteando y maltratando. Todos los días vemos que el sistema jamás se retracta sin que libremos una lucha. Muchos empiezan a involucrarse en la lucha, otros se han hecho a un lado y otros están sintiendo los duros golpes del monstruo de la guerra por luchar contra la brutalidad policial. Se requiere mucho esfuerzo para librar esta lucha; la cantidad no es lo más importante. Perseverar en este ambiente político requiere mucho compromiso, y eso alentará a los que viven a diario bajo la represión y a los que luchan por ponerle fin. Hay organizaciones e individuos de diferentes puntos de vista que quieren parar la brutalidad policial. Y el 22 de octubre es la fecha para unirlos a todos; ese día tenemos que unir a todos los que quieren poner fin a la brutalidad policial, y nos enorgullece estar entre ellos.
Hermanas y hermanos, el 22 de octubre el PCR reafirma su compromiso de mantenerse unido al pueblo para librar estas luchas, de no venderse o dar un paso atrás, aunque el enemigo nos caiga encima con balas o nos quiera comprar. Estamos listos y dispuestos a asumir esta responsabilidad, propagar estas ideas, extender la organización, y consolidar la unidad y capacidad combativa del pueblo para luchar hasta el fin.
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