22 de octubre: Resueltos a parar la brutalidad policial

Obrero Revolucionario #1173, 3 de noviembre, 2002, posted at http://rwor.org

"Hermanas y hermanos: Es muy importante que estemos reunidos aquí hoy, así como en otras ciudades. Es importante porque el gobierno está desencadenando una ola de guerra y represión contra nosotros y contra el mundo. En vista de eso, es crucial redoblar la lucha para parar la brutalidad policial. Es crucial porque los capataces de este podrido sistema capitalista están maltratando, encarcelando y matando más que antes".

Carl Dix, vocero nacional del Partido Comunista Revolucionario
y miembro del comité coordinador de la Coalición 22 de Octubre,
en el mitin de Nueva York, el 22 de octubre del presente

El 22 de octubre fue un día de marchas y mítines, el Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación, por séptimo año consecutivo. En Los Ángeles, Oakland, Cleveland, Nueva York y muchas otras ciudades una voz colectiva de diferentes nacionalidades, edades y estratos clamó: ¡ALTO a la brutalidad y el asesinato policial!

La Coalición sacó un afiche de mucho impacto con las palabras "La brutalidad policial no murió el 11 de septiembre" y con el nombre de 140 personas asesinadas por la policía (que se sepa) desde esa fecha. La presencia de familias de víctimas de brutalidad policial en las protestas subrayó la realidad de esas palabras.

Unos perdieron seres queridos después del 11 de septiembre, como Joe Finley, un joven amerindio que murió en junio. Su tía Serena Miranda dijo en el mitin de Cleveland: "Joey tenía apenas 20 años y lo mataron en el piso. Le dispararon 12 veces cuando estaba tirado en el suelo. Siento mucha tristeza por todas las familias que han perdido seres queridos así".

Otros llevan años luchando por justicia, como Nicholas Heyward Sr., quien dijo: "Nicholas Jr. tenía 13 años cuando un agente de Nueva York lo mató en septiembre de 1994... ¡Tenemos que luchar! No podemos dejar que nos asusten tanto que creamos que un niño de 13 años que jugaba con una pistola de juguete estaba haciendo algo malo".

Recordar cómo la policía les robó la vida a sus seres queridos los hizo llorar. En el mitin de Cleveland, Brenda Bickerstaff dijo con los ojos rojos y húmedos: "A mi hermano le metieron cinco tiros por la espalda. Cuando cayó de rodillas, el policía retrocedió y le siguió disparando hasta que murió".

El vocalista Dwight Tribble inició un momento sumamente conmovedor en Los Ángeles cuando cantó "Strange Fruit", una canción sobre negros ahorcados en el Sur, y los demás colgaron docenas de fotos de víctimas de la policía en los árboles del cuartel general de la policía.

La furia se desbordó, como relata un corresponsal de Cleveland: "La protesta llegó al Centro de Justicia y se acercó a las puertas y ventanas. En ese momento las autoridades y sus sicarios tuvieron que ver el coraje y el odio por el sistema de `justicia' pues familiares y militantes pegaron fotos de las víctimas en las ventanas. Un sheriff salió a decir que se alejaran de las puertas y ventanas, pero siguieron poniendo fotos de sus seres queridos y gritando: `Si no hay justicia, no habrá paz'".

Lo más contundente fue la determinación inquebrantable de luchar contra la justicia en momentos en que la versión oficial es que los policías son héroes, que es antipatriótico cuestionar la conducta policial y que se le deben dar más poderes a la policía para "proteger a la ciudadanía".

Al hijo de Norma Martínez, Gonzalo, la policía lo mató de 34 balazos en Downey en febrero. En el mitin de L.A. ella dijo: "Cuando fuimos a la alcaldía encontramos 25 pleitos por violación de derechos civiles y homicidios cometidos por la policía, pero nadie dice nada. Todos tienen miedo, pero nosotros no. Aquí seguiremos hasta que se cumpla la justicia y metan a la cárcel a los criminales que mataron a mi hijo".

El nuevo jefe de policía de Los Ángeles, William Bratten, declaró que "va a adueñarse de las calles otra vez". James Lafferty, director ejecutivo de la rama de L.A. del Gremio Nacional de Abogados, contestó: "Le tengo noticias al Sr. Bratten. El dueño de esas calles es el pueblo y no se las vamos a dar ni a él ni a nadie. Ahora más que nunca vamos a echarnos a la calle porque es necesario que salgamos a repudiar la vil guerra contra Irak y el `racial profiling'".

La solidaridad era patente. En el mitin de Nueva York, Juanita Young, madre de Malcolm Ferguson, asesinado por la policía hace unos años, acompañó a la tarima a una joven vestida de luto que se apoyaba en ella. El maestro de ceremonias, Abellard Louisgene, la presentó y dijo que se llamaba Netanya, la prometida de Gidon Busch, un joven judío con problemas psicológicos a quien la policía mató hace tres años. Netanya dijo: "Vengo en representación de mi familia, que sigue luchando por justicia, como todas estas familias".

Antes Netanya no pudo hablar por la emoción. Cuando Netanya y Juanita se retiraron de la tarima del brazo, el maestro de ceremonias preguntó: "¿Saben de dónde sacó el valor para salir a hablar? ¡De ustedes! De sus aplausos y su orgullo, de sus coros de `¡Queremos justicia!'". Entonces alzó el afiche del 22 de octubre y señaló una cara: la de su hermano de 23 años, Georgy, que murió de siete tiros de la policía en enero.

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Por todo el país vibró la energía de la nueva generación el 22 de octubre. En Oakland, en medio de los 500 asistentes, estaban 70 estudiantes de la Escuela de Justicia Social, una prepa alternativa, que fue prácticamente toda, con director y todo. El director habló en el mitin, así como una estudiante, que dijo: "Nuestra escuela ha hecho acto de presencia porque la policía nos maltrata y queremos pararlo. La brutalidad policial ha cobrado muchas vidas... Si no nos oyen, no importa; vamos a seguir luchando hasta el fin". También fueron estudiantes de la prepa Thurgood Marshall de San Francisco, donde pocos días antes la policía llegó en pleno equipo de motín a separar una pelea y arrestó a varios estudiantes.

A la protesta de L.A. fueron grandes grupos de universitarios negros, de MEChA y asiáticos. El Cuerpo de Tamboristas de Watts llevaba el ritmo de las consignas, que se decían en ingles y español.

Tee, un chavo del Comité de Watts contra la Brutalidad Policial, contó con orgullo que un día de agosto 1,500 personas de Watts se pusieron cintas negras y color café en una declaración de solidaridad de latinos y negros contra la brutalidad policial.

Sherman Austin informó que en Infoshop, una librería anarquista de Long Beach, cuentan que la policía para, encañona y golpea chavos por andar con pinta de anarquistas. "La policía ha librado una terrible guerra contra todo disentimiento político, no solo contra el anarquismo", dijo. En enero Austin (que tiene 18 años) fue la primera persona arrestada con la nueva ley represiva PATRIOT: una bola de agentes federales allanó la casa y se llevó equipo de computadoras y libros políticos asociados con su sitio web raisethefist.com.

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Desde el 11 de septiembre del año pasado el gobierno le ha caído encima a los árabes, musulmanes y sudasáticos con arrestos secretos, detención y deportación. Defender a estos compañeros y compañeras, y vincular eso con la lucha contra la brutalidad policial, fue un tema importante de este 22 de octubre.

En Oakland, Marisa Ascar, del Comité Árabe-Americano contra la Discriminación, dijo: "Ver los nombres y las caras de todas las víctimas de la policía me recuerda a Palestina, Gaza, los territorios ocupados, de donde acabo de venir. La policía lo puede definir a uno como quiera con cualquier pretexto. Ahora lo hace con el pretexto del `terrorismo', pero es otra excusa, como la guerra contra la droga, contra el terror o lo que sea".

Angélica Salas, directora de una coalición por los derechos humanos de los inmigrantes en L.A. (CHIRLA), dijo: "Los inmigrantes estamos bajo sitio... Después del 11 de septiembre la situación de los inmigrantes del Medio Oriente ha empeorado. Tenemos mucha menos seguridad".

La presencia de un buen grupo de sudasáticos en la protesta de Nueva York mostró la furia y resistencia contra las injustas detenciones de árabes, musulmanes y sudasiáticos. Monami Maulik, del grupo sudasiático DRUM, contó el horrible tratamiento que sufren cientos de presos en centros de detención de New Jersey. Muchos manifestantes tenían triángulos azules con nombres de detenidos.

La marcha de Nueva York a la alcaldía paró en el edificio federal, donde está la Migra, y uno por uno pasaron al frente a leer los nombres de los triángulos azules, mientras los demás contestaban en español: "¡Presente!".

Al caer la noche, la protesta se reunió frente a la alcaldía, donde volvieron a leerse los nombres de las víctimas de la policía después el 11 de septiembre, con resonantes gritos de "¡Presente!".

La brutalidad policial no murió el 11 de septiembre, ni tampoco la furia y la lucha contra ella.


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