Pretextos para una guerra injusta

Obrero Revolucionario #1174, 10 de noviembre, 2002, posted at http://rwor.org

Quiz:


El gobierno estadounidense dice que:
a) tiene un pretexto para atacar a Irak
b) no tiene que dar un pretexto para atacar a Irak
c) pronto tendrá justificación de los inspectores de la ONU para
    atacar a Irak
d) todas las anteriores

La respuesta es d.

*****

"Están muy resueltos. El rebaño de elefantes ya echó a correr".

Alto militar israelí sobre el plan de atacar a Irak, en el periódico Haaretz

Ya se ha trazado el plan para atacar a Irak, y el Pentágono está reuniendo una enorme fuerza invasora en el golfo Pérsico y Turquía.

Lo que todavía no se sabe es con qué pretexto lo van a justificar. Hay varias razones contradictorias que se han mencionado en distintos momentos.

Inventar lazos

Un asesor de Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, recordó que pocas horas después del ataque contra el Pentágono el 11 de septiembre de 2001 Rumsfeld le mandó iniciar los preparativos para atacar a Irak.

No se ha presentado ni pizca de evidencia de que Irak apoya a Al Qaeda o de que participó en los sucesos del 11 de septiembre, pero eso no ha impedido que lo digan una y otra vez.

El gobierno de Saddam Hussein es secular y es muy hostil a las fuerzas fundamentalistas islámicas como Al Qaeda. Durante la guerra del Golfo de 1991, Osama Bin Laden le ofreció al gobierno de Arabia Saudita organizar un ejército de voluntarios para participar en el ataque contra Irak.

Desde hace varios meses, el presidente de la República Checa, Vaclav Havel, le ha dicho a la Casa Blanca que no hay pruebas de que Mohammad Atta, el supuesto líder de los ataques del 11 de septiembre, se reuniera con un agente de espionaje iraquí en Praga en abril de 2001, pero eso no ha impedido que lo digan una y otra vez.

En septiembre del presente, Condoleezza Rice, la asesora de Seguridad Nacional de Bush, acusó al gobierno iraquí de proteger a miembros de Al Queda en Bagdad y de ayudarles a conseguir armas químicas. No se ha presentado ninguna prueba y la acusación desapareció poco después.

El 7 de octubre, Bush dijo que "un alto dirigente de Al Qaeda recibió atención médica en Bagdad este año". Pero no hay prueba de que el gobierno iraquí supiera que estaba en el país ni que haya tenido contacto con él.

El periódico inglés Guardian informó el 25 de octubre: "Donald Rumsfeld, el secretario de Defensa estadounidense, ha reunido un equipo de expertos para buscar lazos entre Irak y Al Qaeda, por separado de la CIA, que está en un conflicto con la Casa Blanca y los conservadores porque no cree que tales lazos existan. Nuestras fuentes dicen que Rumsfeld y el subsecretario Paul Wolfowitz quieren hacer que los hechos cuadren con su versión de la realidad, según la cual Saddam Hussein está trabajando de la mano con los terroristas y es una seria amenaza a Estados Unidos".

Si los hechos no existen, pues ¡se inventan!

Inventar una amenaza actual

La Casa Blanca también dice que Irak es una "amenaza a Estados Unidos", que el 11 de septiembre demostró que el país es vulnerable y que no puede seguir tolerando que fuerzas hostiles tengan armas poderosas.

En su célebre discurso del 26 de agosto el vicepresidente, Dick Cheney, dijo: "Muchos estamos convencidos de que Saddam está a punto de obtener armas nucleares".

El 7 de septiembre, Bush dijo: "Quiero recordarles que cuando los inspectores fueron a Irak por primera vez y no les dieron entrada a todas las instalaciones, la Agencia Internacional de Energía Atómica [AIEA] anunció que Irak solo necesitaba seis meses para desarrollar un arma nuclear. ¿Qué prueba más clara se necesita?".

El 7 de octubre, Bush dijo que "nuestras agencias de inteligencia han descubierto que Irak tiene una flota" de aviones sin tripulación que podría usar "para atacar a Estados Unidos".

En realidad, no hay prueba de que Irak tenga ni la capacidad ni el deseo de atacar a Estados Unidos.

El 22 de octubre, el Washington Post publicó un informe titulado "Para Bush los hechos son para manipular" que dice que las afirmaciones de Bush son "dudosas si no erróneas" y que "se ha divulgado que los aviones no tienen el alcance para atacar a Estados Unidos y el informe de la AIEA no existe...".

Entre las fuentes citadas por el Post figura un informe de la CIA que dice que las FFAA iraquíes solo realizaron un "experimento" con aviones sin tripulación, y que de ninguna manera podrían cruzar el océano Atlántico.

El último informe de la AIEA sobre Irak salió en 1998 y dice: "Tras estudiar todos los datos fidedignos, la AIEA ha concluido que no hay ninguna prueba de que Irak haya logrado su meta de producir armas nucleares, de que tenga la capacidad física de producir material nuclear de la calidad necesaria para armas nucleares ni de que haya obtenido clandestinamente tal material".

Casi todos los expertos en armas nucleares dicen que Irak (como muchos países) realizó investigaciones nucleares, pero que no hay ninguna prueba de que tenga el material fisionable necesario para construir un arma.

Los gobiernos de los seis países que colindan con Irak (y que teóricamente serían blancos de un ataque con las armas que tiene Irak) se oponen a una guerra para desarmarlo.

En pocas palabras: la Casa Blanca afirma que Estados Unidos es vulnerable y que Irak es una amenaza, pero no tiene pruebas. Los hechos demuestran que la verdad es todo lo contrario: son las FFAA yanquis las que amenazan a todos los países del mundo. Las FFAA de Irak están tan debilitadas por la derrota de 1991 y por diez años de bombardeos y sanciones económicas que no son una amenaza para nadie.

Por todo el mundo se capta que Estados Unidos está dispuesto a atacar a Irak, un pequeño país del tercer mundo con 22 millones de habitantes, porque piensa que puede aplastarlo fácilmente e incluso por sí solo.

Inventar una amenaza futura

Cuando le señalaron que Irak no tiene lazos con Al Qaeda ni armas capaces de atacar a Estados Unidos, la Casa Blanca recurrió a un segundo nivel de pretextos: lo que " podría pasar, si...".

Dice que si Irak tuviera un arma poderosa, podría dársela a un tercero y este podría traerla a Estados Unidos y usarla.

Dice que uno de estos días Irak podría desarrollar un arma nuclear, a veces muy pronto y a veces en cinco años.

Ese pretexto cuadra perfectamente con la nueva "Doctrina Bush" de "guerra preventiva", que dice que Estados Unidos no tiene que probar que existe una amenaza o provocación para atacar otro país, y se atribuye el derecho de lanzarse a una guerra si sospecha que otro gobierno podría cometer una acción hostil en el futuro, si obtiene armas que ahora no tiene, o incluso si existen fuerzas no gubernamentales en su territorio que podrían hacer algo hostil.

Bush lo explicó así: "[Saddam Hussein] quiere un arma nuclear. Ha dicho que no le gusta Estados Unidos y no le gustan nuestros amigos". En la lógica gangsteril de Bush, ¿qué más se necesita para atacar?

Desde el punto de vista imperialista, los países como Irak no tienen el derecho de defenderse ni de tener armas capaces de refrenar un ataque.

Pero vale la pena notar que, durante la última década Irak ha sido la víctima de ataques constantes de parte de potencias mucho más poderosas. Los aviones de guerra yanquis e ingleses vuelan sobre la mayor parte del país y sueltan bombas y misiles cruceros a gusto. Washington dice sin pelos en la lengua que quiere tumbar el gobierno iraquí y asesinar a sus máximos dirigentes. Ha despachado enormes ejércitos y armadas a la región y los ha estacionado en bases en Arabia Saudita, Turquía, Jordania, Egipto, Diego García, Bahrain y Qatar.

Estados Unidos e Israel han amenazado con atacar a Irak con armas nucleares, pero dicen que es un crimen de guerra que Irak quiera defenderse.

La nueva doctrina yanqui ("Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos"), que se anunció el 20 de septiembre, dice que Estados Unidos tiene que impedir que cualquier país hostil desafíe su supremacía militar en cualquier parte del mundo. La lógica de esa doctrina es que ningún gobierno hostil a Estados Unidos tiene el derecho de desarrollar armas modernas, y que Washington tiene el derecho de atacar a cualquier país que quiera. Es una doctrina abiertamente imperialista opuesta al principio de la soberanía nacional y del derecho a defenderse. Parece que Irak será la primera prueba de ese nuevo orden mundial.

Inventar una teoría de un "mal" singular

Tras meses de condenar a Hussein por "querer obtener" armas nucleares, de repente la Casa Blanca tuvo que inventar una nueva teoría cuando Corea del Norte (otro miembro del "eje del mal" de Bush) anunció que ya tiene un programa de armas nucleares.

El 21 de octubre, Bush explicó que a pesar de las declaraciones de Corea del Norte, Irak sigue siendo el blanco de los preparativos bélicos porque Saddam Hussein es una amenaza "singular" "porque ya ha usado armas químicas contra su propio pueblo".

Es verdad que en marzo de 1988 Hussein mandó atacar con gases venenosos el pueblo curdo de Halabja. Pero vale la pena recordar que en ese entonces Hussein era aliado de Estados Unidos y que libraba una guerra contra Irán con el apoyo de Washington. De hecho, el gobierno de Ronald Reagan se opuso a que el Senado condenara el ataque de gas venenoso. ¡Qué hipócrita que ahora, 20 años después, digan que eso prueba su maldad!

Estados Unidos firmó el Acuerdo Internacional sobre Armas Químicas que "prohíbe usar toda clase de armas químicas, incluso agentes para el control de motines". Pero la nueva doctrina de guerra urbana dice que no obedecerá el acuerdo porque "Estados Unidos cree que el uso de agentes antimotín para el control de prisioneros de guerra o disturbios civiles no es un método de guerra y, por eso, el acuerdo no se aplica".

Es decir, Washington rechaza un acuerdo internacional que firmó y usará gases venenosos si quiere.

Otras mentiras

No debe sorprender que por todo el mundo se crea que lo "singular" de Irak es que es el segundo país en reservas petroleras del mundo y que podría ser una base para controlar más toda la región. A los voceros del gobierno les han hecho preguntas relacionadas.

Por ejemplo, veamos lo siguiente del vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, el 8 de octubre:

Pregunta: "¿Qué papel desempeña el petróleo en la evaluación de la amenaza que representa Saddam Hussein? El presidente no lo mencionó".

Fleischer: "No entiendo la pregunta...".

Pregunta: "La mayoría de los analistas de seguridad dicen que el petróleo es un aspecto central de la seguridad nacional... ¿No piensa que figura en el razonamiento del presidente?"

Fleischer: "Al examinar lo que la ONU aprobó, lo que el Congreso aprobó y lo que el presidente firmó, no es un factor".

Pregunta: "¿Así que el petróleo no es un factor?"

Fleischer: "No lo es...".

Pregunta: "¿Así que la estabilidad del precio del petróleo no es un asunto de seguridad nacional o tema económico? No entiendo".

Fleischer: "Es una cuestión de uso potencial de fuerza militar. Es una cuestión de salvar vidas americanas".

Difícil de tragar.

Un informe del 30 de octubre de la revista Oil and Gas Internacional dice que ya existen planes para reorganizar la industria petrolera en Irak después de una guerra:

"El gobierno de Bush quiere organizar un grupo de trabajo de 12 a 20 personas para estudiar el petróleo y gas iraquíes y recomendar a un gobierno interino medidas para restaurar y aumentar la producción petrolera tras un ataque militar, en parte para pagar el costo de un gobierno militar de ocupación. Eso refuerza la idea de que la meta de la campaña de Bush para reemplazar a Hussein con un gobierno más cooperativo es controlar el petróleo. El Departamento de Estado quiere incluir a dirigentes de la oposición iraquí, como Ahmed Chalabi y Sharif Ali Bin al Hussein del Congreso Nacional Iraquí, a miembros del Ministerio de Petróleo que hace poco desertaron, y a representantes del Departamento de Energía estadounidense... El grupo de trabajo preparará recomendaciones sobre la reconstrucción del sector petrolero después de la caída de Hussein y sobre participación en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y considerará si Irak debe producir lo más que pueda o acatar los límites de producción de la OPEP. También estudiará si debe respetar los contratos firmados por el gobierno de Hussein con las compañías petroleras, especialmente un proyecto de $3.5 billones con compañías rusas".

Controlar esos recursos no es simplemente cuestión de ganancias para las corporaciones; es parte de un plan estratégico para dominar el mundo y a otras potencias que dependen del petróleo mesoriental y que llevan una década (desde la guerra del Golfo) forjando relaciones económicas con Hussein.

Muchos estrategas y militares yanquis llevan años quejándose de que Estados Unidos no ha aprovechado lo suficiente su enorme superioridad militar. Si no hay ninguna potencia capaz de retar su hegemonía, ¿por qué tiene que obedecer las reglas? ¿Por qué fingir que lo refrenan sus rivales? ¿Por qué dar a los aliados voz en la reconfiguración del mundo? ¿Por qué permitir desafíos en zonas estratégicas, como el golfo Pérsico?

Ahora están aprovechando los sucesos del 11 de septiembre para reconfigurar arrogantemente las redes de poder y riqueza mundiales. Tras una guerra de ensayo en Afganistán, poderosas fuerzas de la estructura de poder han decidido "resolver el problema de Irak" y apretar el control de los yacimientos petroleros del Medio Oriente.

Como escribieron en el Los Angeles Times Robert Johnson, ex economista del Comité Bancario del Senado, y Thomas Ferguson, profesor de ciencia política de la Universidad de Massachusetts: "Con el anuncio de que la meta es `cambiar el gobierno' en vez de eliminar las armas, y con los preparativos para asumir el control de Irak durante un largo período de tiempo, Estados Unidos ha hecho una clara declaración a los gobiernos de todo el mundo. En lo que respecta al petróleo y el dólar, dice que va a actuar en defensa de sus propios intereses, sin tomar en cuenta los intereses o el punto de vista de los demás".

Así que amenazar a Irak es una declaración de predominio mundial. Las demás potencias, como Rusia, Francia y Alemania, están viendo cómo conservar su influencia en un mundo dominado por el poder militar y económico estadounidense, por ejemplo en las negociaciones sobre inspecciones de armas en la ONU.

La ONU y el pretexto de las inspecciones

Bush ha dicho que el mundo debe apoyar una guerra contra Irak porque este ha violado las resoluciones de la ONU. Eso es parte de una estrategia.

Primero, Estados Unidos quiere que el Consejo de Seguridad de la ONU declare que Irak ha violado las resoluciones. Eso le daría carta blanca para decir que tiene la aprobación de la ONU para lanzar un ataque.

Segundo, Estados Unidos quiere que la ONU envíe nuevos equipos de inspección con demandas imposibles de cumplir, para luego poder decir que Irak tuvo una "última oportunidad" pero la rechazó.

Lo clave es que no sería posible cumplir las demandas. Hace poco le preguntaron a Fleischer si Washington aceptaría el actual gobierno iraquí si este obedeciera todas las resoluciones del Consejo de Seguridad. Fleischer respondió: "No puedo imaginar que Irak haga eso".

Una resolución del Consejo de Seguridad le daría a Irak siete días para aceptar una serie de demandas que ningún país en la historia ha aceptado. Luego tendría 30 días para presentar al mundo un inventario "completo y final" de armas químicas, biológicas y nucleares, de misiles y de su ubicación. A los 45 días los inspectores regresarían a Irak y a los 60 días tendrían que presentar su informe inicial. Pero las inspecciones podrían provocar una guerra antes de que se completen.

Las inspecciones de la ONU son otro pretexto más para una guerra, no importa lo que diga o haga Irak. Y no cabe duda de que los que están organizando los equipos de inspección están dispuestos a desempeñar ese papel.

Es posible que pronto anuncien que Irak ha desafiado a la ONU y ha desperdiciado su "última oportunidad" para "desarmarse pacíficamente", y que Estados Unidos tiene el derecho y la aprobación de la "comunidad mundial" para bombardearlo, invadirlo y ocuparlo.

Es importante prepararnos para tal momento, y ver claramente en medio de las vueltas y revueltas de los sucesos venideros que esta es una guerra injusta, y que ninguna cantidad de resoluciones, mentiras, falsas provocaciones y declaraciones de apoyo de otras potencias imperialistas puede cambiar esa verdad.


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