Obrero Revolucionario #1178, 8 de diciembre, 2002, posted at http://rwor.org
Rolpa y Katmandú son dos ciudades que representan dos centros de poder en contienda en Nepal.
En Katmandú, la capital, la clase dominante se ahoga en una crisis política cada vez más grave: está dividida y peleando sobre cómo contener la insurgencia maoísta, que ya lleva siete años.
En Rolpa, una ciudad en el oeste del país, el centro de la guerra popular, el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) está estableciendo bases de apoyo, o sea, núcleos militares y políticos donde millones de campesinos pobres ejercen el poder popular. La guerra popular, que empezó en 1996, se ha extendido a casi todos los distritos del país y el Ejército Popular de Liberación realiza operaciones con miles de guerrilleros.
En los últimos meses el gobierno central ha sido prácticamente incapaz de gobernar, mientras que el Ejército Popular de Liberación está llevando a cabo operaciones militares a un nivel superior y con mayor destreza.
Jugada de la monarquía
El 4 de octubre, el rey Gyanendra destituyó al primer ministro, Sher Bahadur Deuba. Ahora tiene el poder ejecutivo y ha disuelto el Consejo de Ministros. Ya antes, Deuba había destituido la Cámara de Representantes y fijado una fecha para elecciones (que después canceló supuestamente para no incrementar los ataques maoístas). El rey ha pospuesto las elecciones indefinidamente y ha nombrado a Lokendra Bahadur Chand primer ministro. Este es miembro del Partido Rastriya Prajatantra que apoya a la monarquía.
Se dice que el rey consultó con Estados Unidos antes de destituir al primer ministro y asumir mayores poderes.
Esta maniobra del rey no tiene precedentes recientes. Solo una vez el rey destituyó a un primer ministro: en 1960. Hoy ese episodio es recordado como "el golpe real", que inició tres décadas de corrupción y mando autocrático de parte del partido Panchayat, tumbado en 1990 por un movimiento popular. Desde ese entonces Nepal ha sido gobernado por una monarquía constitucional que celebra elecciones parlamentarias. Es un pacto que le da mucho poder al rey, pues deja en sus manos el Ejército Real Nepalés.
Esta maniobra del rey ha atizado la lucha interna de la clase dominante. Los partidos políticos tradicionales dicen que es una maniobra anticonstitucional y antidemocrática. Al Partido del Congreso Nepalí y al revisionista Partido Comunista de Nepal Unificado, Marxista- Leninista, les preocupa que no podrán mantenerse en el gobierno y por eso no han aprobado la maniobra del rey.
La clase dominante está que revienta de luchas intestinas y escisiones sobre cómo encarar la insurgencia. El peso de esta inestabilidad hace muy difícil que la clase dominante gobierne. Ya antes, este mismo año, Deuba fue expulsado de su partido por el ex primer ministro Koirala, a quien reemplazó por medio de un golpe interno del Partido del Congreso Nepalí. Por su parte, Koirala asumió esa posición por medio de un golpe contra el primer ministro Bhattarai, del mismo partido.
En noviembre del 2001, tras una exitosa ofensiva maoísta, el rey impuso un estado de emergencia y, por primera vez, movilizó en grande al ejército, que inmediatamente inició "operaciones de búsqueda y destrucción" en el campo. El rey también suspendió los derechos constitucionales y ha habido miles de asesinatos, violaciones, detenciones, arrestos y torturas.
Ataques guerrilleros en Jumla y Gorkha
Durante el último año el ELP ha lanzado numerosos ataques, con un mayor nivel de capacidad combativa.
El 14 de noviembre las fuerzas del EPL volvieron a estremecer al gobierno al atacar Khalanga, el cuartel regional de Jumla y una estación policial fortificada en Gorkha. Los ataques ocurrieron después de un exitoso paro general.
En Jumla, a casi 600 kilómetros al noroeste de la capital, la guerrilla mató a más de 40 policías y funcionarios gubernamentales, y recaudó buena cantidad de armamento. Entre los muertos estaban un jefe policial de distrito y dos superintendentes adjuntos de la policía.
El personal militar del gobierno informó que en Khalanga atacaron 4,000 guerrilleros y que el enfrentamiento duró ocho horas.
Un reportero del Kathmandu Post dijo, citando fuentes de seguridad, que los rebeldes rodearon Khalanga e iniciaron un ataque simultáneo contra un cuartel y sedes de la policía regional y de distrito. Luego quemaron las oficinas de la Administración Regional, de las policías de distrito y región, del Departamento de Impuestos, la torre del aeropuerto, un cuartel de la policía militarizada y las oficinas del Banco Rastriya Banijya.
Este fue el cuarto asalto contra un cuartel de distrito.
En Gorkha, a 150 kilómetros al oeste de la capital, los guerrilleros mataron a 23 policías e hirieron a 10. En la batalla cayeron dos viceinspectores policiales, tres jefes de policía y 18 policías.
El ataque en Gorkha es significativo porque esta es la región donde el Ejército Real primero implementó su fracasado Programa de Desarrollo y Seguridad Integrados, una combinación de contrainsurgencia y "desarrollo", cuyo propósito era minar la influencia de los maoístas.
Amenazas y desafíos
El EPL es capaz de lanzar ataques con brigadas (de cientos de soldados) y el Ejército Real está prácticamente retirado del campo, no solo en la región occidental donde los maoístas tienen bases sino también en las regiones del oriente y del centro. Además de la capital, el Ejército Real solo controla capitales de distrito y parte de la región de Terai, que queda cerca a la frontera sur con India.
Hoy, 10 millones de un total de 23 millones de habitantes viven bajo el poder rojo.
La clase dominante, que siempre ha sido corrupta y tendiente al nepotismo, se encuentra aislada políticamente, y la maniobra del rey de anular las reformas concedidas en 1990 ha provocado más inestabilidad y desenmascarado más su naturaleza reaccionaria.
Los partidos parlamentarios luchan entre sí por el control del gobierno. Los avances de la guerra popular han llevado al gobierno a solicitar ayuda internacional. Los imperialistas, por su parte, temiendo la victoria de los maoístas, están enviando ayuda económica, política y militar.
Hoy, la guerra popular es uno de los "enemigos" de la "guerra contra el terrorismo" de Estados Unidos, que está metido en Nepal.
El año pasado viajaron asesores yanquis por Nepal con generales del Ejército Real, y el presidente Bush autorizó $20 millones de ayuda económica y militar para combatir a la guerrilla. El secretario de Estado, Colin Powell, se entrevistó con el primer ministro y altos mandos militares, y el primer ministro Deuba se entrevistó con Bush en Washington. Luego el FBI estableció una oficina de espionaje en Delhi, India, y se rumora que hay planes de poner un puesto militar en Nepal con el pretexto de que "Nepal es un país de importancia estratégica".
El embajador yanqui en Nepal, Michael Mailinowski, comparó a los maoístas con los terroristas de Al Qaeda y dijo que "Nepal está en el mapa de la guerra mundial contra el terrorismo".
Hace poco Estados Unidos ayudó al ejército nepalí a comprar un avión que despega y aterriza en pistas cortas. Y caba de darse a conocer que durante la entrevista con Bush el primer ministro Deuba concretó un pacto para la compra de miles de fusiles M-16, de los cuales 5,000 fueron entregados en agosto.
Inglaterra se ha puesto a la cabeza de la labor de apoyo a los contrarrevolucionarios. Hace poco el ministro del Exterior, Mike O'Brien, le dijo a la prensa: "No podemos permitir que los maoístas ganen en Nepal, no lo podemos permitir". Además ha dicho que "los terroristas maoístas" son la mayor amenaza a los derechos humanos y que hay que derrotarlos cueste lo que cueste.
En junio el gobierno de Inglaterra celebró una conferencia internacional de potencias imperialistas para discutir cómo ayudar al gobierno de Nepal. Y últimamente O'Brien viajó a Nepal para reafirmar que dentro del marco de las decisiones de la conferencia Nepal recibiría ayuda militar "según nuestra opinión de que los terroristas deben saber que la comunidad internacional no va a permitir que triunfen en Nepal".
India, que desde hace años domina económica y políticamente a Nepal, ha mandado una gran cantidad de soldados a la frontera y está persiguiendo y capturando a los maoístas que la cruzan. Hasta la fecha ha deportado a 40 a una cárcel y tortura seguras, y posiblemente a la muerte.
Todo esto indica la posibilidad de una intervención más directa de parte de Estados Unidos e Inglaterra y de que India invada a Nepal.
Esto recalca lo importante que es la solidaridad internacional con la lucha de liberación del pueblo de Nepal. Hay que denunciar en todo el mundo las maniobras imperialistas contra la guerra popular.
Nepal side:
H: Nueva órdenes de captura de Interpol contra maoístas de Nepal
La guerra popular de Nepal es una auténtica guerra de liberación que no tiene nada que ver con grupos como Al Qaeda. Sin embargo el gobierno ha solicitado ayuda extranjera con el pretexto de que es para la "guerra mundial contra el terrorismo".
El 17 de noviembre, la Interpol (Organización Internacional de Policía) giró una orden de captura contra tres líderes del Partido Comunista de Nepal (Maoísta): Krishna Bahadur Mahara, miembro del buró político, Matrika Yadav y Post Bahadur Bogati. Esto se dio a conocer dos días después de que Mahara hablara con el canal CNN. La Interpol, que tiene sede en Lyon, Francia, ha dado órdenes de captura similares contra otros líderes maoístas, entre ellos el presidente Prachanda y Babu Ram Bhattarai.
Estos líderes maoístas están en la lista de "fugitivos internacionales" y los han acusado de cometer delitos de "terrorismo, asesinato y robo".
La Interpol tiene 179 países miembros, entre ellos India, y todos los países están obligados a cumplir las órdenes de captura de la organización.
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