Obrero Revolucionario #1186, 9 de febrero, 2003, posted at http://rwor.org
En San Diego, California, la semana antes del Super Tazón (campeonato de fútbol americano), el gobierno llevó a cabo un operativo llamado Operation Game Day (Operativo del Día del Partido) para detener, arrestar y deportar docenas de inmigrantes.
El operativo empezó tres meses antes del 26 de enero (día del partido), cuando el gobierno le pidió a la agencia que contrata a los trabajadores del estado Qualcomm (donde se llevó a cabo el partido) información sobre los empleados. Los nombres de 2,500 personas que sirven comida o venden recuerdos en el estadio fueron compaginados con bancos de datos del INS (la Migra). Muchos son latinoamericanos.
Luego el gobierno inspeccionó a 15,000 taxistas, choferes de limosinas, de autobuses y guardias de seguridad que podrían ir cerca del estadio o podrían ir cerca de lugares donde se llevarían a cabo actividades relacionadas con el Super Tazón. Muchos eran de países del Medio Oriente o musulmanes. Un vocero del Comité Árabe- Americano contra la Discriminación (CAAD) dijo que era un operativo de "limpieza étnica".
Desde el 11 de septiembre de 2001 se han vuelto comunes los operativos secretos contra inmigrantes, así como las desapariciones de los detenidos. Los voceros de la Migra en San Diego no quisieron dar información sobre cuántas personas detuvieron, pero después dieron a conocer que deportarán a 69 personas por delitos (no especificados) o por falta de permisos de trabajo. Un vocero de la Migra dijo que los informes de prensa trastornaron el operativo.
Anthony Ajayi, ciudadano inglés de 24 años de edad y casado con una estadounidense, fue llamado al trabajo por su patrón el 10 de enero. Cuando entró a la oficina lo esperaban agentes de la Migra y lo arrestaron inmediatamente. Después de la detención de inmigrantes tras el programa de inscripción especial que empezó el año pasado, el gobierno dijo que no detendría a las personas que están tramitando el cambio de status. Pero la Unión Americana de Libertades Civiles de San Diego dijo que la detención de Anthony Ajayi muestra que la Migra no está cumpliendo esa promesa.
Las declaraciones de la Migra no ocultan que fue un operativo racista. Adele Fasano, del INS de San Diego, dijo: "A partir del 11 de septiembre, nuestra prioridad es examinar las áreas de alto peligro de seguridad y tomar las medidas apropiadas". Otro funcionario del INS dijo que fue una "medida preventiva".
¿Los servidores de bebidas y taxistas representan el "más alto riesgo a la seguridad" y la deportación de guardias de seguridad de fiestas antes del partido es una "medida preventiva"? En la página web de Indymedia de San Diego, Brian B escribió: "¿Es mi imaginación o están acorralando como ganado a personas inocentes solo debido a su nacionalidad?".
El operativo del día del Super Tazón costó $9 millones y no se limitó al estadio. Incluyó además espionaje en la frontera, prohibición de vuelos en un área de 10 kilómetros alrededor del estadio y la compra de 50 cámaras de espionaje adicionales. Además cerraron el estacionamiento del estadio y los aficionados tuvieron que estacionarse a 7 kilómetros del estadio y tomar camiones, y en el estadio tuvieron que pasar por registros como en un aeropuerto.
El presidente del sindicato de policías de San Diego, que representa a los empleados del INS dijo, hablando del operativo racista: "Esta debe ser la norma".
La ACLU y el CAAD condenaron el operativo contra inmigrantes y hubo una protesta en el edificio federal contra las detenciones.
La Resistencia respondió a las redadas con una declaración que decía: "¿Quiénes son estas personas que tildan de 'peligrosas'? Son refugiados e inmigrantes que han venido aquí a trabajar y subsistir, a escapar de la represión en su país. La mayoría lleva muchos años aquí y trabaja duro por salarios de miseria. Ahora los maltratan salvajemente y los deportan en redadas como la Operación Tarmac de hace unos meses, que singularizó a los trabajadores inmigrantes de los aeropuertos. Esta es una gran injusticia y prepara el terreno para más medidas represivas contra todos los que el gobierno considera 'sospechosos'. HAY QUE PARAR ESTAS OPERACIONES. ¡SER INMIGRANTE NO ES UN CRIMEN!"
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