Obrero Revolucionario #1186, 9 de febrero, 2003, posted at http://rwor.org
Millones de personas por todo el mundo sabían que el 27 de enero sería un día fundamental de la campaña bélica de Estados Unidos. Todos tenían los ojos fijos en la ONU, en Nueva York, donde el jefe de los inspectores iba a dar su informe al Consejo de Seguridad.
Pero su voz no sería la única que se oiría ese día.
En la mañana, los lectores del New York Times por todo el país vieron el mensaje "NO EN NUESTRO NOMBRE" en un desplegado de dos páginas de la primera sección del periódico. Era la Declaración de Conciencia del proyecto No en Nuestro Nombre, acompañada de un recuadro especial que decía: "¡Esta guerra no es inevitable! ¡Podemos pararla! ¡Es hora de actuar! ¡Que oigan nuestras voces hoy!".
Esa tarde la declaración se leyó frente al edificio de la ONU ante una multitud de 750 a 1000 manifestantes, presentes a pesar del gélido frío. La leyeron varios signatarios: Michelle Esrick, poeta y actriz; Kathleen Chalfant, actriz; Henry Chalfant, cineasta y fotógrafo; Vivian Gornick, ensayista y crítica; Laura Eisenberg, escritora; Malachy McCourt; MosDef, artista de hip-hop y actor; Peter Gerady; Serpico; Jeremy Glick, escritor; Joyce Kozloff, artista; Max Kozloff, crítico de arte; Dred Scott, artista; Ellen McLaughlin, dramaturga y actriz; Tony Kushner, dramaturgo; y Andre Gregory, director de teatro y actor. Gerady y MosDef leyeron la conclusión juntos, del brazo: "Los ojos del mundo están puestos en nosotros. No permitiremos que duden por nuestro silencio o falta de decisión. Alcemos la voz: nuestro compromiso es oponernos a la maquinaria de guerra y represión y movilizar a los demás a mover cielo y tierra para pararla".
Y se oyó por todo el mundo. A la mañana siguiente, el periódico irlandés Irish Times informó que cuando Kofi Annan, secretario general de la ONU, entró al edificio, "uno de sus asesores llevaba el New York Times abierto en un desplegado de `No en Nuestro Nombre' con una declaración de varios personajes contra la guerra". Annan también vio a mil manifestantes coreando, saltando, bailando y agitando letreros contra la guerra. La protesta la convocaron Unidos por la Paz y la Justicia, No Sangre por Petróleo, No en Nuestro Nombre y el Foro Social de Dirigentes Religiosos Preocupados de Nueva York. Coincidió con un día de resistencia contra la guerra y las inspecciones. La policía arrestó a unas 20 personas por bloquear la calle.
No en Nuestro Nombre exhortó a celebrar una hora de resistencia el 27, con la meta de fortalecer el movimiento contra la guerra que se necesitará para parar la guerra. En Los Ángeles, los estudiantes de varias preparatorias se salieron de clases. La hora de resistencia se celebró de varias maneras (vigilias, oraciones, protestas de brazos cruzados y colgar estandartes en autopistas) en otras ciudades, como Atlanta y Savannah (Georgia); Skokie (Illinois); Cleveland y otras ciudades de Ohio; Woodstock (Nueva York); Orlando (Florida); Eugene (Oregon); Seattle (Washington); Honolulú (Hawai); Denver (Colorado); y Frankfurt y Lexington (Kentucky). En Nueva York, la iglesia Riverside repicó las campanas toda la hora. En San Francisco, cuando George Bush empezó un discurso a la noche siguiente, centenares de personas recorrieron las calles con antorchas.
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La plaza de la ONU se llenó el 27 de banderas del globo terráqueo y de un espíritu de desafío.
En un momento, un gran grupo de jóvenes de varias nacionalidades se subió al escenario. Mike, del Bloque Juvenil de Nueva York ("estudiantes de prepa de Nueva York que reconquistan el futuro") coreó: "De pie si quieres la paz/Bienvenido al Terrordome/hemos encontrado la bestia/Despiértate si estás durmiendo/Muévete con el movimiento y la guerra acabará". Luego Optimist, de Universal Zulu Nation, Jana, de la BJCR, y Wes Hunter, de Filadelfia, leyeron unas declaraciones breves, y dirigieron la lectura de la Promesa de Resistencia de No en Nuestro Nombre.
Wes Hunter dijo: "Vivimos en un país cuyo gobierno planea bombardear y matar en nombre de algo sumamente dudoso. Vivimos en un país cuyo gobierno tiene más planes para más de los mismo, que nos hará el más odiado y temido país del mundo. Made in USA estará grabado en las bombas que caerán en Bagdad... Made in USA estará grabado en las lágrimas de los heridos y de los familiares y amigos de los muertos, tanto iraquíes como estadounidenses, y de gente por todo el mundo... Tenemos que hacernos oír. Tenemos que decir que no lo hacen en nuestro nombre y llevar a otra gente a hacer lo mismo".
"Irak es la segunda fase de su guerra contra el mundo", dijo Jana. "Su guerra durará toda una generación. Piénsenlo... Ya vivimos en un planeta donde todo el continente africano experimenta una terrible hambruna y epidemia de SIDA. Vivimos en un planeta donde se puede comprar una Coca-Cola incluso en la aldea más remota. Tienen la infraestructura para llevar refrescos, pero no agua potable. Así es el mundo del imperialismo".
En la multitud, mucha gente nos dijo que quería decirle al mundo que el gobierno no habla en su nombre y que mucha gente aquí se opone a la guerra, con o sin la aprobación de la ONU. Michael Ratner, del Centro pro Derechos Constitucionales, dijo que la "coalición de los dispuestos" de Bush es "una coalición de los coaccionados, una coalición de los sobornados". Agregó: "No es para llevar la democracia. No es para parar el terrorismo. No es para destruir las armas de destrucción masiva... Este país quiere continuar su imperio".
El padre Simon Harack, de Voces en el Desierto, habló de la oposición a las sanciones: "Varias veces he cometido el crimen de llevar medicinas a los niños iraquíes... Vamos a Irak en busca de armas de destrucción masiva. No son difíciles de encontrar. En los hospitales veo las consecuencias de la tifoidea, el cólera, la disentería y la difteria que Estados Unidos ha llevado a Irak desde hace 12 años, que han enfermado y matado a 500,000 niños menores de cinco años. Por eso estamos aquí en este día helado para decirles ¡no en nuestro nombre!".
Mucha gente dijo que cree que Bush se robó la presidencia y que el suyo es un gobierno ilegítimo que se prepara para causar la muerte y destrucción.
El dramaturgo y ganador del premio Pulitzer Tony Kushner (autor de "Angels in America" y "Homebody/Kabul"), leyó un poema acerca de Adolfo Hitler escrito por el poeta alemán Bertolt Brecht, llamado "El gran gruñón". Luego dijo: "Hace unos meses, en otro mitin de No en Nuestro Nombre, dijimos que sabíamos que surgiría un gran movimiento popular para oponerse a este crimen histórico de Bush y sus socios. Pero cuando dijimos eso, no sabíamos que sería cierto... Mucha gente, cuando oye a ese plutócrata, hijo de papi, sanguinario y pendejo hacendado de Texas decir guerra, guerra, guerra, tiene una idea mejor, y ahora por todo el mundo garantizamos que Bush, que incluso Bush, oye nuestra idea. Y nuestra respuesta a guerra, guerra, guerra es paz, paz, paz".
Jeremy Glick, coeditor del libro "Another World is Possible" (Otro mundo es posible), habló de la muerte de su padre en las Torres Gemelas: "Mi padre murió hace dos años y varios meses, y su nombre no está a salvo. La clase dominante republicana quiere aprovechar su memoria y la memoria de miles de personas muertas el 11 de septiembre para justificar todas sus acciones: la agresión imperialista contra el pueblo iraquí, los crímenes de guerra contra los palestinos, la destrucción de los derechos civiles y libertades civiles de los árabes y surasiáticos en Estados Unidos, y la protección de los `héroes' que mataron gente como Amadou Diallo y Anthony Báez, y torturaron a Abner Louima".
Maya, de No en Nuestro Nombre y de la Red Triángulo Azul, exhortó a crear un clima de resistencia en que los inmigrantes sientan la fuerza para desobedecer "porque sus vecinos los protegerán" y hay "redes de emergencia de jóvenes y estudiantes listas para defenderlos".
Mucha gente nos dijo que fue a hacer una declaración sobre la injusticia de esta guerra. Robina Niaz, de No en Nuestro Nombre, dijo: "Bush y sus compinches no hablan en nombre de todos los que vivimos en Estados Unidos. Lo que oímos hoy sin lugar a dudas es que miles y miles de personas se oponen a esta guerra porque no es justa. Como gente de conciencia, tenemos que ponernos de pie, proclamar nuestra oposición contundentemente y crear un movimiento de resistencia diez veces más grande que lo que vemos hoy".
Era palpable la resolución de parar los planes de guerra contra Irak y contra el mundo entero. Una joven de 25 años dijo: "Por todo el mundo la gente está luchando contra el gobierno estadounidense y arriesgando la vida, y yo no puedo hacer menos".
Mucha gente también expresó la esperanza de que esto es posible. Uno tras otro los oradores hablaron de que el movimiento contra la guerra ha crecido enormemente y ahora los medios no lo pueden pasar por alto. El rapero Common, que fue a oír lo que se decía, nos dijo: "No me late una guerra por petróleo. No creo que debamos pelear por razones tan ignorantes. La gente aquí está influenciada por lo que dicen los medios y el gobierno acerca de otros países. Pero tenemos que decirles la neta".
Hablaron de lo que el movimiento ya ha logrado y de que le ha dicho al mundo que millones de personas en este país no apoyan lo que está haciendo el gobierno. No en Nuestro Nombre exhortó a formar redes de respuesta de emergencia y a planear grandes acciones antes de que estalle la guerra.
King Downing, de la Campaña contra el Racial Profiling, trazó los vínculos entre la situación hoy y la guerra de Vietnam. Dijo: "Los que no saben la historia están condenados a repetirla", y cantó con todos la canción de 1970 "Guerra", de Edwin Starr.
También hablaron Lynne Stewart, abogada atacada por defender clientes musulmanes; y Michael Letwin, de Sindicalistas de Nueva York contra la Guerra. El público aplaudió con entusiasmo al oír la noticia de que los trabajadores de ferrocarril ingleses no cargarán materiales bélicos destinados a Irak.
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Los medios no podían pasar por alto los actividades del 27. Los periódicos de otros países y la televisión, de Canadá a Australia, informaron sobre las protestas.
La noche del 27, Miles Solay, de ¡Rehusar & Resistir! y el Proyecto No en Nuestro Nombre, debatió la Declaración de Conciencia con el retrógrado presentador de televisión O'Reilly en el noticiero Fox. A O'Reilly le enfureció que mencionara las injusticias que comete el gobierno estadounidense por todo el mundo.
O'REILLY: ... ¿Está comparando el 11 de septiembre, el World Trade Center y el Pentágono, con Bagdad y Panamá? Esto es escandaloso. Es ofensivo para los americanos lúcidos. ¿No lo entiende?
SOLAY: La realidad es que nosotros vivimos aquí. Y usted sabe que, a pesar de que los medios lo callan, hay millones de personas en este país, millones de personas, que se están uniendo a los que se oponen por todo el mundo a esta guerra injusta, inmoral e ilegítima.
Dos días después, Miles debatió con un analista militar de la derechista Fundación Heritage y el presentador Joe Scarborough del show "Nachman" de MSNBC. La oficina de No en Nuestro Nombre recibió un montón de correos electrónicos.
Un partidario de la guerra escribió: "En defensa de nuestra patria y nuestros hijos, espero que si ustedes logran parar esta acción en Irak, todos los miembros de su organización mueran cuando los terroristas armados por Irak ataquen con armas nucleares".
Pero otro correo decía: "Quiero decirles que me alegró ver a Miles Solay en MSNBC y ahora que estoy enterado, apoyo el trabajo de No en Nuestro Nombre. Irónicamente, el presentador del programa demostró lo irresponsables que son los medios... ¿Cómo puede invitar a una persona a hablar y luego condenarla por hacerlo?"
Se necesita más resistencia en las entrañas de la bestia. Nuestra resistencia inspirará más resistencia. Ahora mucho más es posible. Como dice la Promesa de Resistencia: "Otro mundo es posible y nos comprometemos a hacerlo realidad".
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