Obrero Revolucionario #1190, 9 de marzo, 2003, posted at http://rwor.org
Con la inminente guerra en el Golfo, Estados Unidos está escalando la guerra en Filipinas, a donde mandó 1,700 soldados y fuerzas especiales.
Esta es la segunda vez desde el 11 de septiembre de 2001 que manda soldados a Filipinas. Una vez iniciada la guerra en Afganistán en el otoño de 2001, en enero de 2002 abrió un "segundo frente" de la guerra contra el mundo desembarcando cientos de soldados en la isla de Balawán en el mar de Joló, así como en Mindanao, la mayor de las islas en el sur.
En ese entonces dijeron que se trataba de "ejercicios de entrenamiento conjuntos" de las fuerzas armadas estadounidenses y filipinas. Afirmaron que solo estaban ahí en capacidad de "asesores" y que solo estaban ayudando a cazar un pequeño grupo islámico que se llama Abu Sayyaf.
Pero ahora el Pentágono dice claramente que los soldados tienen nuevas órdenes: jugar un papel combativo en misiones ofensivas.Un alto funcionario del Pentágono dijo: "Es una misión a todo vapor, no es un ejercicio". La operación no tiene fecha límite.
Según informes de prensa, 350 miembros de las fuerzas especiales de Estados Unidos desembarcarán en la isla de Joló, 400 soldados de apoyo se instalarán en la península de Zamboanga, Mindanao, y 1,000 infantes de marina, aviones y helicópteros estarán en barcos en el mar de Joló. O sea que en cuestión de minutos podrían duplicar la cantidad de soldados en el campo de batalla.
¿Qué hay detrás del lema "contra el terrorismo"?
Una vez más soldados yanquis desembarcan en Filipinas con el pretexto de la "guerra contra el terrorismo", precisamente en una zona de combate donde el gobierno reaccionario lleva muchos años librando una guerra contra el pueblo moro (o bangsamoro), que es musulmán.
En muchas partes de Filipinas el gobierno títere apoyado por Estados Unidos enfrenta la guerra popular maoísta que libra el Nuevo Ejército Popular (NEP), dirigido por el Partido Comunista de Filipinas (PCF).
El gobierno de Filipinas representa a los capitalistas compradores y a los terratenientes, estrechamente ligados al imperialismo yanqui. Partes del país están fuera del control del gobierno central, y lo que la clase dominante y los imperialistas quieren es aplastar la resistencia popular e imponer la estabilidad para explotar más a la gente y los recursos naturales.
La nueva operación escala la injusta guerra contra los oprimidos de Filipinas.
En los últimos meses el ejército filipino ha lanzado una mayor ofensiva contra el Frente de Liberación Moro Islámico, el principal grupo armado en Mindanao. El supuesto blanco de la nueva operación del Pentágono es el pequeño grupo reaccionario aislado Abu Sayyaf.
De hecho, la CIA y el gobierno filipino crearon a Abu Sayyaf para debilitar al Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN). Cuando el FMLN capituló en 1996, se olvidaron de Abu Sayyaf, y este se puso a secuestrar civiles.
José María Sisón, el presidente fundador del Partido Comunista de Filipinas y el principal asesor político del Frente Democrático Nacional de Filipinas, dijo el año pasado: "Hoy Abu Sayyaf es una vez más útil para Estados Unidos y sus títeres filipinos como pretexto para la intervención de asesores, entrenadores y soldados yanquis y el envío de armas a Manila para `combatir el terrorismo'.
"El terrorismo de gran escala de Estados Unidos aprovecha el terrorismo de pequeña escala de Abu Sayyaf como pretexto para intervenir y posiblemente librar una guerra de agresión contra el pueblo de Filipinas (los bangsamoro y demás) y las fuerzas revolucionarias que luchan por la liberación nacional y la democracia".
Una base del imperialismo yanqui
La escalada de la guerra en Mindanao es la continuación de una larga y sangrienta historia de intervención de parte del imperialismo yanqui en Filipinas (vea artículo en esta misma página).
Filipinas es un país rico cuya población vive en la pobreza. Estados Unidos quiere explotar más el país y los recursos potenciales de petróleo y gas natural. Toda la región, que abarca Brunei, Indonesia, Malasia y Filipinas, es una zona de expansión capitalista para los imperialistas, por lo cual necesitan imponer la pacificación a punta de fusil.
Además de los intereses económicos, Estados Unidos considera a Filipinas muy importante para proyectarse más en Asia.
El gobierno de Filipinas siempre ha mantenido una relación servil con Estados Unidos, y las fuerzas armadas de ambos países tienen una larga relación. Pero desde el 11 de septiembre el gobierno de Macapagal-Arroyo ha sido desvergonzadamente sumido y ha aplaudido la cruzada mundial de Bush y la guerra contra Irak. A cambio, Estados Unidos ha aumentado la ayuda militar.
Además, ambos gobiernos trabajan en estrecha colaboración para aplastar al auténtico movimiento revolucionario. En agosto, el Departamento de Estado puso al Partido Comunista de Filipinas y al Nuevo Ejército Popular en su lista de "organizaciones terroristas extranjeras". Luego, a petición de Washington, el gobierno holandés --donde José María Sisón vive exiliado desde 1988-- congeló los bienes del PCF y de los revolucionarios filipinos exiliados. Además, el gobierno holandés instó a la Unión Europea a que pusiera a Sisón y al NEP en su lista "terrorista", y en febrero de este año el gobierno filipino entabló cargos de homicidio contra Sisón y pidió al gobierno holandés su extradición.
Estados Unidos: ¡Fuera de Filipinas!
La nueva invasión de soldados yanquis ha provocado mucha oposición y protesta. Esto se vio hasta en el Senado, donde un senador acusó al ministro de Defensa de "traición" por convertir a Filipinas en un "laboratorio mortal para poner a prueba la eficacia de los soldados, tácticas y armamento estadounidenses contra los dizque terroristas en Morolandia". La presencia de soldados yanquis en Filipinas viola la Constitución nacional, y muchas fuerzas de la clase dominante temen que todo eso debilite el sistema semicolonial y semifeudal.
El 14 de abril, Gregorio "Ka Roger" Rosal, vocero del PCF, dijo: "Ya se ve claramente por qué Estados Unidos incluyó al PCF y al NEP en su lista de `organizaciones terroristas': para preparar el terreno para la intervención militar.
"El hambre imperialista por la guerra no se limita al Medio Oriente. Mientras se prepara para una guerra contra Irak, Estados Unidos está interviniendo clandestinamente en Filipinas con el pretexto de `ejercicios conjuntos' y la complicidad del gobierno títere Macapagal-Arroyo.
"Por nuestra parte, aseguramos que si realiza una intervención militar de gran escala en Filipinas, Estados Unidos sufrirá la misma suerte que en Vietnam".
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