Obrero Revolucionario, 23 de marzo, 2003, posted at http://rwor.org
El mundo está confrontando a una potencia arrogante totalmente resuelta a librar una guerra de conquista brutal, injusta e ilegítima.
Por todo el mundo millones de personas han luchado contra esta guerra con pasión y resolución. Nunca en la historia ha habido tanta oposición a una guerra antes de que empiece. El mundo ha rechazado la doctrina yanqui de "guerra de prevención" y su sed de dominación global.
Los meses de maniobras diplomáticas y acusaciones de Estados Unidos no han dado fruto. No hay ninguna prueba de que el gobierno iraquí esté vinculado a Al Qaeda. Bush anunció que tenía pruebas de que Irak quiso comprar uranio en África para producir armas nucleares, pero los inspectores de la ONU demostraron que los documentos eran falsificaciones.
Las inspecciones debían dar el pretexto para la guerra. Pero incluso con las "pistas" de Washington sobre "armas prohibidas", no encontraron nada.
El Consejo de Seguridad de la ONU debía aprobar la invasión y darle cierta "legitimidad", pero se encuentra paralizado.
El gobierno estadounidense recorre el planeta ofreciendo dólares y soltando amenazas para conseguir el apoyo de otros gobiernos. Bush habla de aplicarle medidas de "disciplina" a México. En Turquía desencadenan a los generales a amenazar al parlamento. Pero a pesar de todo esto, los gobiernos y las clases dominantes de gran parte del mundo --por sus propios motivos, por supuesto-- no se han unido a la "coalición de los intimidados y sobornados" de Washington.
Francia, un país imperialista aliado de Estados Unidos desde hace 50 años, es el blanco de una asquerosa campaña de odio. Se dice que los soldados han escrito "A la mierda Francia" en las bombas destinadas a Irak.
Inglaterra es el único país que ha enviado tropas a participar en la invasión y, por eso, el gobierno de Tony Blair se está tambaleando.
Todo esto ha demostrado que la invasión de Irak es una guerra de conquista y agresión cien por cien criminal.
El emperador no tiene traje. Está desnudo, odiado y casi solo, pero de todos modos levanta la espada para dar el golpe.
Digámoslo sin pelos en la lengua:El gobierno estadounidense dice que puede reconfigurar el mundo sin la ayuda de nadie,que puede desarmar a otros países, tumbar gobiernos desafiantes, ocupar regiones estratégicas y librar "guerras de prevención" conforme a su nueva doctrina militar. Ha hecho añicos viejas alianzas y descartado importantes convenios (como el tratado de misiles balísticos), y rechaza las decisiones de foros internacionales (como la ONU) donde otras potencias podrían vetarlo.
Está ebrio de ambición y de su presunta superioridad militar.
La invasión de Irak será un enorme crimen contra los pueblos de esa región. Y lo que es más, será el próximo paso hacia la hegemonía global yanqui.
Esto no se puede permitir.
Estamos en las etapas iniciales de una campaña histórica para arrebatar poder y forjar un nuevo orden mundial. El gobierno estadounidense quiere imponerse con abrumadora fuerza, y se necesitará mucha lucha y sacrificio para parar esta guerra y descarrilar sus planes mundiales.
No queremos esta guerra y tenemos que pararla
En Washington los estrategas de esta guerra envuelven su poderío militar en mitos de invencibilidad e inevitabilidad. Quieren que la gente de todo el mundo (y de Irak y Estados Unidos) acepte su nuevo orden con pasividad y fatalismo.
Bush se acerca al micrófono con aire fanfarrón y hace una declaración que nos recuerda a la reina de los Borg de la película Star Trek:"La resistencia es inútil. Prepárense para ser asimilados".
Creen que las bombas van a infundirle "shock y pavor" a los generales iraquíes. Esperan que los aspirantes a títeres iraquíes participen en la ocupación y los aplaudan como "libertadores". Ya les tienen reservado cupo en los mejores programas de TV.
A la ciudadanía le dicen que una vez que empiece la guerra, su único papel es "apoyar a los soldados" y esperar que la victoria sea rápida y con la mínima cantidad de bajas. En los medios los soldados repiten la línea oficial: "El camino de regreso pasa por Bagdad, así que hagámoslo de una vez y volvamos a nuestra casa a jugar con nuestros hijos". Con eso dan a entender que la resistencia está mal y no tendrá impacto.
Es una mentira de pe a pa. Lo que hay que hacer aquí es oponerse a esta guerra y apoyar a los soldados que desobedecen órdenes de combate y oponen resistencia.
Por todo el mundo hay una resistencia pujante y sin precedentes. Ya ha tenido un enorme impacto en la política mundial.
Ha desempeñado un papel muy importante para quitarle legitimidad a esta guerra y aislar al gobierno estadounidense.
Aquí en las entrañas de la bestia, millones de personas se oponen a su "propio" gobierno y han declarado que no librará esta guerra "en nuestro nombre". Esto ha sido motivo de alegría para la gente de todas partes.
Muchos gobiernos han optado por no participar en esta guerra porque temen que los arrolle un movimiento popular de resistencia.
Hay que redoblar esta lucha ya. Los estrategas están resueltos a conquistar a Irak. Así que tenemos que aprovechar toda oportunidad para exigir que paren.
Se necesita un fuerte movimiento de resistencia antes de que se lancen a la guerra. Cuando esté claro que están a punto de atacar (por los anuncios, por las advertencias a los inspectores de que se vayan, etc.), se necesitará una gran oleada de resistencia masiva. Y si de todos modos lanzan los misiles y despachan las tropas de asalto, se necesitará una enorme movilización popular por todo el mundo.
Pasamos por una serie de rápidos en la historia humana, donde se está forjando el futuro de décadas. Las horas, días y semanas próximos están preñados de urgencia.
Unos imperialistas despiadados están desatando gran violencia para reconfigurar el mundo. Pero su crueldad e imprudencia hacen posible movilizar a millones de personas a la resistencia, incluso en medio de las barbaridades de la conquista y la ocupación militar.
Le toca al pueblo responder.
El momento dicta una resistencia creativa y resuelta, especialmente en Estados Unidos, donde millones de personas tienen que hacerle frente al "propio" gobierno con el inspirador y contagioso espíritu de: "No en nuestro nombre".
El "juicio de Moab" del Pentágono
En vísperas de esta guerra, el Pentágono hizo una prueba de la mayor
bomba convencional de la historia: la MOAB (siglas en inglés), que estalla con la fuerza de 10.5
toneladas de explosivos. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, se jactó de que la MOAB
está lista para la guerra y que una sola bomba puede destruir todos los seres vivientes en una zona
enorme.
Este gobierno de fundamentalistas cristianos escogió este simbólico nombre con
cuidado.
En el Viejo Testamento, el profeta Isaías predice el "juicio de Moab", o
sea, la destrucción total de las ciudades y soldados de los moabitas al este del río
Jordán.
Isaías 15 dice: "los fugitivos... suben llorando... Las vegas de Nimrin son ahora un
terreno abandonado, pues se secó la hierba, desapareció el pasto y se acabó el
verdor... llevan sus ganancias y sus provisiones... Los alaridos recorren todo el territorio de Moab, el
griterío se siente hasta en Eglaim y su eco hasta en Beer-Elim; porque las lagunas de
Dimón están rojas de sangre...".
El gobierno dice que la meta de la guerra es destruir las armas de destrucción masiva y
liberar al pueblo iraquí. Pero su visión moderna de MOAB demuestra que se está
preparando para utilizar armas de destrucción masiva contra los habitantes de Irak.
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