La extraña historia de Estados Unidos y Saddam Hussein

Obrero Revolucionario #1195, 20 de abril, 2003, posted at rwor.org

Estados Unidos proclama que va a salvar al pueblo iraquí del despotismo de Saddam Hussein. Condena los crímenes de Hussein y los loros de la televisión y la prensa repiten lealmente las mentiras. Pero hay un hecho que no se oirá de la boca de Bush, Rumsfeld o los demás voceros del gobierno: que el mismo Estados Unidos puso en el poder al partido Baath de Hussein y apuntaló su brutal dictadura durante décadas.

En medio de la lluvia de mentiras sobre la "liberación" de Irak, es sumamente importante que captemos (especialmente los que vivimos en Estados Unidos) la verdadera historia de Estados Unidos y Saddam Hussein, que se esboza a continuación.

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1944: El Departamento de Estado señala que el petróleo del Medio Oriente es "una estupenda fuente de poder estratégico y una de las mayores presas materiales de la historia mundial". Durante las negociaciones con Inglaterra sobre el control de la región, el presidente Franklin Roosevelt le dice al embajador inglés: "El petróleo de Persia es suyo. Vamos a compartir el de Irak y Kuwait. En cuanto al petróleo de Arabia Saudita, es nuestro". El 8 de agosto de 1944, se reparten el petróleo mesoriental oficialmente en el Acuerdo Petrolero Anglo-Americano.

1960: Washington trata de socavar al gobierno de Irak. Apoya a los rebeldes curdos e intenta asesinar al líder iraquí, Abdul Karim Qassim, un general que restauró las relaciones diplomáticas con la Unión Soviética y levantó la prohibición del Partido Comunista.

1963: Washington apoya un golpe de estado del partido Baath que tumba al gobierno de Qassim. Da a los golpistas una lista de comunistas para asesinar. Poco después del golpe, Saddam Hussein se hace cargo del partido Baath. Una fuente nota: "Armada con nombres y direcciones de los comunistas, la guardia nacional llevó a cabo ejecuciones sumarias. Arrastraron a los comunistas de las celdas... y los fusilaron... En la campaña de terror mataron de 3,000 a 5,000 comunistas".

1973-1975: Estados Unidos apoya a los rebeldes curdos en el norte de Irak para fortalecer al gobierno pro yanqui del sha de Irán y para debilitar al gobierno de Irak, que es pro soviético. Pero cuando Irak e Irán llegan a un acuerdo, Washington retira su apoyo, no permite que los curdos se refugien en Irán y mira para otro lado mientras el gobierno iraquí los masacra.

Primavera-verano de 1980: La caída del sha de Irán (el principal títere yanqui del golfo Pérsico) y la invasión soviética de Afganistán preocupan mucho al gobierno estadounidense. Como parte del contraataque, presiona a Saddam Hussein a atacar a Irán. En la primavera de 1980, Zbigniew Brzezinski, asesor de seguridad nacional del presidente Jimmy Carter, indica que Washington está dispuesto a cooperar con Hussein. Le asegura que Estados Unidos no se opondrá si se apodera del sudoeste de Irán. Los gobiernos pro yanqui de Kuwait y Egipto también le piden a Irak que ataque.

Septiembre de 1980: Irak invade a Irán con el apoyo tácito de Estados Unidos, y así empieza una sangrienta guerra de ocho años. Washington ayuda a los dos contrincantes, a veces al uno y a veces al otro, para prolongar la guerra, debilitar a los dos gobiernos y atraerlos más a su órbita. Washington no le permite a la ONU intervenir; quita a Irak de la lista de países "terroristas"; le da armas, y ayuda económica y política; pide a sus aliados del golfo Pérsico que le presten más de 30 mil millones de dólares para financiar la guerra; y le da informes de espionaje sobre Irán a sabiendas de que tiene armas químicas.

1983: El presidente Ronald Reagan envía a Donald Rumsfeld a Bagdad a afianzar las relaciones con Saddam Hussein.

1988: El gobierno iraquí ataca aldeas del norte con gas neurotóxico y mata a miles de curdos. Washington le da más ayuda.

Julio de 1990: April Glaspie, la embajadora de Estados Unidos a Irak, se reúne con Hussein. Este le dice que va a atacar a Kuwait por no respetar la cuota de producción petrolera y por robar petróleo de territorios iraquíes. Glaspie contesta: "No tenemos opinión sobre conflictos entre países árabes, como su disputa fronteriza con Kuwait". Cuando Irak invade a Kuwait, Estados Unidos aprovecha para caerle encima a Hussein, y restablecer su hegemonía y control del golfo Pérsico en el mundo postsoviético. Condena la invasión, rechaza una solución diplomática, impone sanciones y (tras seis meses de preparativos) inicia la Operación Tormenta del Desierto.


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