15 de noviembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Escúchelo en inglés

Descargue el pdf del español de “El problema, la solución y los retos ante nosotros”

Un pasaje de “El problema, la solución y los retos ante nosotros”, un discurso de Bob Avakian

En el contexto del juicio contra el policía que mató a Laquan McDonald en Chicago, revcom.us publica este pasaje del texto de un discurso que pronunció Bob Avakian (BA) ante un grupo de trabajo del Partido en el verano de 2017. El texto del discurso completo en español está disponible aquí. El audio del discurso completo en inglés está disponible aquí.

 

 

Un pasaje de la Tercera parte: La solución, la necesidad, la posibilidad y la deseabilidad de una revolución basada en el nuevo comunismo

Nos hemos concentrado un trabajo en Chicago porque esta ciudad objetivamente ha llegado a ser un punto de concentración de muy importantes enfrentamientos sociales y contradicciones sociales. La clase dominante, como tal, está aprovechando la situación en esta ciudad como un ariete para aumentar muchísimo la represión asesina que aplica a las masas populares que están concentradas en las zonas pobres marginadas de las ciudades en particular, pero también como una arma ideológica que ha venido desarrollando durante décadas —que no es muy distinta a la cita sobre la esposa y directora de campaña del congresista por allá a fines del siglo 19, y en esencia es lo mismo— que dice que estas masas son una manada de animales salvajes. E incluso algunas masas nos dicen: “Ya son un caso perdido, intentan alistar a niños de cinco años de edad. Estos chicos, al cumplir la edad de la adolescencia, ya son un caso perdido”. No. No lo son, pero para ganárselos a la revolución, se requerirá una lucha muy intensa y feroz. Pero todavía se piensa... fíjense que durante décadas se ha venido hablando así de estas masas por medio de toda la cultura, todas las series policíacas en la televisión, todo lo que los políticos han hecho. Presentan a estas masas como bestias salvajes, como dijo esa mujer.

Y seguía pensando para mis adentros: ¿Cómo diablos siguen saliendo estos jurados que dejan salir a estos cerdos policías en la impunidad, o se niegan a condenarlos, uno tras otro, a pesar de las pruebas contundentes del asesinato a sangre fría directamente ante sus ojos? En parte, se debe a las personas la que seleccionan para los jurados, y en parte se debe a que la fiscalía no procesa y además acepta los criterios, limitadísimos —de si el policía tuviera un temor legítimo por su vida o lo que sea— en los que el racismo es una parte codificada e institucionalizada. “Si soy policía y odio a los negros, bueno, pues cada vez que veo a uno de estos jóvenes negros, le tengo miedo porque lo odio, y por eso puedo hacerle todo lo que me dé la gana”. Y luego los fiscales aceptan eso e intentan trabajar con esa lógica básica, tratan de trabajar según esa lógica. Y es sabido lo que dicen los jueces... el sesgo que les dan a las cosas. Pero de todos modos en el caso de estos jurados... ¿cómo es posible que no voten por una condena, pese a todo eso? Porque las personas que llegan a estar en estos jurados, en particular, han estado condicionadas durante años y décadas en la manera de ver esto: “Si no dejamos que estos policías hagan lo que tienen que hacer, estas bestias salvajes van a desmandarse, van a entrar en nuestro vecindario y violar a las mujeres y quemar todo y robar todo y matar a todos”. Así es su forma de hacerlo. Están usando a Chicago como un gran ariete y un gran mazo ideológico para ir a mayores extremos con eso, como parte, en la práctica, de aumentar muchísimo la represión, la represión asesina. Se trata de nada menos que una represión asesina con dimensiones genocidas, sí, verdaderas dimensiones genocidas.

Y así lo hemos reconocido. Este es un reto que la clase dominante ha lanzado, y obviamente es un reto que tenemos que asumir y transformar. Y nadie más va a hacerlo — y eso no se debe a una naturaleza humana que tenemos que es distinta a la de otras personas, sino a que la gente no tiene la ciencia. No tiene la ciencia para reconocer cuál es la situación actual, cuál es la situación contradictoria. Sí, cuáles son los factores muy negativos, como las cosas en que las personas están metidas — no sólo lo que hacen, sino su manera de pensar, y las cosas con las que hay que luchar de una manera muy convincente y con mucha ferocidad de modo que rompan con eso y para lograr que realmente se pongan a la altura de su potencial de ser emancipadores de la humanidad, de ser la columna vertebral de una revolución cuyo objetivo sea la emancipación de toda la humanidad. Y además, una vez que entremos en esto, jamás vamos a dejar de llevar esta lucha por todo el camino. Tenemos que perseverar en esta lucha hasta el final por lo que representa, objetivamente, lo que acabo de mencionar. Y, además de eso, tenemos que perseverar en esta lucha hasta el final porque hemos ido a las masas y les hemos dicho que lo vamos a hacer. ¡Y maldita sea, nunca vamos a dejar de hacer eso!

Bien, eso no soluciona los problemas. Eso es solamente un punto básico de orientación fundamental, y luego tenemos que ponernos a trabajar sobre los problemas — lo que sí lo estamos haciendo. Pero diré, por el lado positivo, aun cuando hagamos los adelantos cualitativos iniciales para atraer e incorporar a una masa crítica, particularmente entre las y los jóvenes, que se ganen a esta revolución y no simplemente se pongan la camiseta un buen día — es decir, la camiseta “Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS!”, y se la quiten al día siguiente —lo que sí representa algo— pero que en realidad le entren a fondo a esto y en realidad no sólo estén dispuestos, sino que estén prestos para salir a luchar con los demás acerca de “tenemos que estar con esto”, y tengan la visión —una visión con bases científicas, y no una visión que se inventa en la cabeza de alguien que no tiene nada que ver con la realidad y está en conflicto con la realidad, sino una visión con bases científicas— de cómo podríamos llegar a tener un mundo radicalmente diferente en el que la gente no tenga que soportar todo este sufrimiento y horror innecesario que a diario obligan a la gente no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo a soportar. A medida que abramos verdaderas brechas al respecto, pues, como se sabe, la lucha se va a intensificar mil veces. Y tenemos que estar preparados para eso. Tenemos que estar prestos, como dijimos una vez, para estar en la lucha para toda la cosa. Tenemos que estar listos a luchar en todo el camino hasta el final. Para nada es que esto se trate del conjunto de la revolución, pero sí es un punto de concentración crucial de la lucha por la revolución en esta sociedad y en este mundo. E incluso en todo el mundo la gente sabe acerca de Chicago.

Así que piense en el lado positivo. ¿Qué va a representar cuando el estandarte de la revolución —en un sentido real, y cuando unas personas reales de hecho enarbolen y luchen por ese estandarte entre otras personas similares y salgan a sectores más amplios en la sociedad y luchen por dicho estandarte— qué va a representar en un sentido positivo cuando eso surja y se plasme y se emprenda la lucha para que no resulte suprimida? Nada más quiero enfatizar que esto es lo que está en juego en esta batalla. No representa todo lo que estamos haciendo, ni siquiera todo lo que estamos haciendo entre las masas básicas, pero sí es un punto de concentración y conlleva enormes peligros y oportunidades e implicaciones.

 

Envíenos sus comentarios.