17 de julio de 2005
¡EL MUNDO NO PUEDE ESPERAR!
¡HAY QUE SACAR CORRIENDO AL GOBIERNO DE BUSH!
¡MOVILÍZATE PARA EL 2 DE NOVIEMBRE!
Revolución #008, 17 de julio de 2005, posted at revcom.us
Tu gobierno está librando una guerra asesina ilegítima contra Irak, basada en mentiras, y tiene a otros países en la mira.
Tu gobierno tortura, y lo defiende.
Tu gobierno detiene indefinidamente por la menor sospecha o deporta en secreto, sin respetar el derecho de los detenidos de ver a un abogado.
Tu gobierno avanza día tras día hacia una teocracia, al gobierno de un fundamentalismo cristiano intransigente y cruel.
Tu gobierno suprime la ciencia que no cuadra con su agenda religiosa, política y económica, por lo que la presente y futuras generaciones pagarán un precio terrible.
Tu gobierno le quiere quitar a la mujer, aquí y en el resto del mundo, el derecho al control de la natalidad y al aborto.
Tu gobierno impone una cultura de avaricia, odio, intolerancia e ignorancia.
Todo esto lleva a muchos a pensar en Hitler, y con razón. El gobierno de Bush se ha propuesto redefinir la sociedad con un molde fascista por muchas generaciones. Tenemos que responder ya; el futuro está en juego.
Esto tiene a millones y millones angustiados y furiosos. Saben que tienen que hacerse oír, Àpero cómo? El marco político tradicional no ofrece una alternativa, y lo captan.
La situación no va a pendular por su cuenta. Los que roban elecciones y creen que están cumpliendo una “misión divina” lucharán hasta el final.
No habrá un salvador del Partido Demócrata. Cada día se ve con más claridad lo fatal que es depositar la esperanza y la energía en “líderes” que nos recomiendan pactar con fascistas y fanáticos religiosos. De hecho, eso lo que hace es desmovilizarnos.
Pero el silencio o la parálisis NO son admisibles. Si no nos oponemos y movilizamos para parar esto, nos obligarán a aceptarlo. No hay de otra: hay que PARAR el desastroso rumbo del gobierno de Bush, y tenemos que asumir la responsabilidad de hacerlo.
Hay una forma de hacerlo. Estamos hablando de algo en una escala que podría efectuar un enorme cambio en este país y en el mundo. Es necesario dejar de luchar contra las atrocidades de Bush una por una, perdiendo terreno constantemente. Debemos y podemos crear un clima político que repudie el gobierno de Bush, que lo saque corriendo y que cambie el rumbo por el que ha encaminado la sociedad. Nosotros, a millones, debemos y podemos responsabilizarnos por cambiar el curso de la historia.
Con ese fin, el 2 de noviembre, el primer aniversario de la “reelección” de Bush, daremos el primer gran paso organizando un día de resistencia masiva en todo el país. Por todas partes se saldrán de clases y del trabajo, irán al centro o a las plazas, se tomarán las calles y exhortarán a SUMARSE a esta lucha. Repudiarán este gobierno criminal y dejarán en claro esto: ¡NO! ¡ESTE GOBIERNO NO NOS REPRESENTA Y LO SACAREMOS CORRIENDO!
El 2 de noviembre debe ser una proclama masiva y pública de que NO NOS DEJAREMOS GOBERNAR DE ESTA MANERA. El 2 de noviembre tiene que ser un toque de clarín para los millones y millones más que están inquietos e indignados. El 2 de noviembre será el principio: un enorme primer paso que apunta a la expulsión de Bush y un anuncio de que no pararemos hasta que se vaya. Esto será un gran apoyo y alegría para la gente de todo el mundo que, con urgencia, necesita y quiere que se pare a este gobierno.
No será fácil. Si decimos la verdad, nos van a querer callar. Si nos movilizamos, nos van a querer parar. Pero nosotros hablamos en nombre de la mayoría de este país y del mundo, vamos a tenderles la mano a los que ha embaucado el gobierno de Bush y NO vamos a parar.
La neta: la historia está repleta de luchas justas que triunfaron contra enemigos superiores. Pero también está llena de ejemplos de gente que se mantuvo al margen, esperando pasivamente que pasara la tormenta, y quedó ahogada por horrores que no se imaginó. El futuro no está escrito. EL FUTURO QUE NOS TOQUE DEPENDE DE NOSOTROS.
Los próximos dos meses son cruciales. El llamamiento que estás leyendo tiene que llegar a millones de personas inmediatamente: por medio de la internet, volantes y desplegados. ¡¡NO ESPERES!! ¡¡ORGANÍZATE!! Si estás de acuerdo con esta declaración, ¡fírmala! Además, dásela a tus amigos, haz que la firmen, organiza reuniones, distribúyela en la iglesia, en la escuela, en el sindicato, en el gimnasio, en la peluquería, en conciertos y en bibliotecas, en reuniones familiares: adonde vayas. Recauda dinero, mucho dinero. Organícense y hagan planes para el 2 de noviembre.
COMUNÍCATE CON NOSOTROS: worldcantwait.org
¡El mundo no puede esperar!
¡Hay que sacar corriendo al gobierno de Bush!
¡Movilízate para el 2 de noviembre!
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No ser Jerry Rubin, ni incluso Dimitrov, sino comunistas revolucionarios de a de veras
Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU
Revolución #008, 17 de julio de 2005, posted at revcom.us
Nota de la redacción: El pasaje que presentamos a continuación es parte de una serie de conversaciones, discusiones y charlas formales de Bob Avakian. Vamos a publicar una serie de pasajes en las próximas semanas. Las notas al pie de página son nuestras.
Como he recalcado en muchas ocasiones, es preciso captar la complejidad de la situación actual y su desenvolvimiento. Bush no considera los matices, ¡pero nosotros sí tenemos que hacerlo! En eso se distinguen el núcleo sólido de la clase dominante (el grupo que forma el actual núcleo del poder) y el nuestro, que tiene que incorporar mucha elasticidad: tenemos que captar la complejidad de las cosas y rechazar ópticas dogmáticas y simplistas.
Si la actual polarización de la sociedad estadounidense sigue como va, y si la clase dominante “no puede conservar la cohesión” como lo ha hecho en el pasado y forja un nuevo consenso de gobierno como continuación de la trayectoria actual, no será positivo sino muy negativo. La tarea de la repolarización ideológica y política de la sociedad se plantea agudamente ahora, y seguirá siendo un reto y una parte de los preparativos políticos, e ideológicos, que permitan aprovechar el acercamiento y maduración de una situación y crisis revolucionaria, cuando un pueblo revolucionario se movilice a millones. Por lo tanto, en este momento se plantea tanto en su dimensión inmediata como estratégica.
Un aspecto importante de esto es que nos podría tocar dirigir la lucha contra las embestidas a las garantías democrático-burguesas y hasta la propia democracia burguesa (la estructura democrático-burguesa del estado capitalista). Podríamos habernos visto en la necesidad de hacerlo en el contexto de las elecciones pasadas (2004), sobre todo si el actual núcleo del poder (los bushistas, básicamente) hubiera suspendido las elecciones u otras supuestas garantías fundamentales. Pero como hemos recalcado —y vuelvo a recalcar— es necesario defender tales garantías desde nuestra perspectiva comunista y la meta de la revolución proletaria y, en última instancia, el comunismo y no algo menos. El chiste es asumir el reto de derrotar las embestidas contra las garantías democrático- burguesas sin volvernos demócratas burgueses.
Tomando en cuenta la historia del movimiento comunista internacional, particularmente la experiencia del peligro fascista antes de la II Guerra Mundial, tenemos que derrotar esas embestidas sin repetir el molde de Dimitrov 1, es decir, no debemos construir un frente único contra el fascismo cuyo objetivo esencial sea simplemente conservar el estado burgués y la estructura democrático-burguesa.
Por otro lado, tampoco queremos ser como Jerry Rubin, un rebelde de los años 60 de mucho renombre que se postuló como candidato independiente radical a la alcaldía de Berkeley. En una ocasión lo vi en la universidad y dijo: “¡Oye! ¡Fíjate que no hay candidato demócrata! Mi adversario es republicano; así que, ¡podría salir elegido!”. Bueno, no resultó así, pero eso era lo de menos. Lo más importante es que con esa mentalidad ya estaba pensando como los demócratas con tal de “ganar”. Aquí tenemos otra metáfora, otra manera de expresar el reto de manejar la complejidad de la situación en la cual nos encontramos; otra dimensión de por qué es necesario ser (y pensar como) auténticos comunistas, y no el estereotipo del “rojillo” dogmático. ÀAcaso hay otro modo de manejar la contradicción de abordar y dirigir la lucha contra las embestidas a las garantías democrático- burguesas (y muy posiblemente la propia estructura y marco burgueses) sin volvernos simples demócratas burgueses? El reto es hacerlo precisamente desde la perspectiva comunista y la meta de la revolución proletaria y, en última instancia, el comunismo... y no algo menos.
Ese es el reto que tenemos que asumir y manejar con toda su complejidad en lo inmediato y a lo largo del proceso, hasta el desenvolvimiento de una situación revolucionaria, sea cuando sea.
NOTAS:
1. Dimitrov fue líder de la Comintern (la Internacional Comunista fundada por Lenin poco después del triunfo de la revolución soviética, que tuvo un papel importante en el desarrollo del movimiento comunista internacional hasta que se desmanteló durante la II Guerra Mundial). A principios de la década de 1930, cuando Hitler y los nazis se afianzaron en el poder en Alemania, Dimitrov (y la Comintern) plantearon que todo debía subordinarse a la tarea apremiante de derrotar el fascismo. En pocas palabras, sostenía que la meta de los comunistas, cuando menos por un tiempo, debía reducirse a defender y conservar la estructura democrático-burguesa del estado capitalista, en lugar de tumbarlo y reemplazarlo con el estado proletario y el socialismo.
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Revolución #008, 17 de julio de 2005, posted at revcom.us
Una serie de bombas mataron en Londres a 49 personas el jueves 17 de julio cuando iban al trabajo en la hora pico. El atentado coincidió con la cumbre de los líderes de las potencias imperialistas en Escocia.
Al cierre de esta edición no se sabe quién es el responsable ni cuáles eran sus metas. No hay que fiarse de las explicaciones de la prensa y los gobiernos. Pero hay unas cuantas cosas MUY claras.
Uno: sea quien sea el responsable y cualesquiera que sean sus intenciones, estos atentados además de causar sufrimiento a inocentes benefician a los imperialistas. Bush, Blair y los demás los aprovecharán para continuar su programa de guerra y represión.
Dos: el sistema imperialista causa enorme sufrimiento en el mundo entero y crea condiciones que a veces suscitan actos de oposición muy desatinados. Pero los ataques de Londres y actos similares NO concuerdan con los intereses de las masas del mundo entero.
Tres: en lugar de actos nocivos como estos, lo que se necesita urgentemente en países como Estados Unidos (e Inglaterra) y en todo el mundo es una resistencia y oposición política realmente masiva a lo que hacen los imperialistas, con Estados Unidos a la cabeza: a los muchos crímenes que están cometiendo y a la manipulación que harán de estos atentados para justificar y acelerar su programa de guerra y represión.
Por último: una revolución emancipadora —una revolución comunista — es una lucha de millones y millones de personas resueltas a buscar un cambio radical de la sociedad y el mundo. Se propone tumbar los horripilantes sistemas y relaciones que causan un sufrimiento indecible e innecesario a miles de millones, y que dan pie a grotescas formas de oposición como esta. Tal lucha revolucionaria se caracteriza por la lucha resuelta y consciente de millones, y finalmente miles de millones en todo el mundo, para crear un mundo nuevo sin explotación, opresión ni desigualdad social. Es algo serio y hay que abordarlo con seriedad: con sobriedad, ciencia, compromiso y madurez.
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El mundo no puede esperar...
Revolución #008, 17 de julio de 2005, posted at revcom.us
El siguiente artículo es de informes sobre el concierto Live 8 de Filadelfia que nos enviaron distribuidores del periódico que fueron a repartir el volante “¡El mundo no puede esperar! ¡Hay que sacar corriendo al gobierno de Bush!”.
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Una pareja joven pasa y dice con indignación que el volante no servirá de nada porque “ya nos robaron [las elecciones] dos veces”. Los alcanzamos, les explicamos que entendemos cómo se sienten y que por eso tenemos que platicar. La joven nos contesta airada: “¡Es como si me violaran!”. Después de escucharnos un rato, dice medio suplicando: “Solo quiero saber qué hacer”. Y se va con un brazado de volantes para repartir.
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“Este gobierno siempre tortura y asesina, y luego lo justifica. Mira no más la esclavitud, o los linchamientos, o lo que les pasó a los amerindios. Siempre ha metido a la cárcel injustamente, sin pruebas. Lo nuevo es quiénes son las víctimas. Los fundamentalistas cristianos me dan miedo. Los domingos por la mañana los negros no podemos encontrar ni una sola emisora que no sea cristiana. ÀMerecemos que nos hagan esto? Lo que hace Bush es típico del cristianismo, como por ejemplo las cruzadas. ÀCómo vamos a despertar a la gente? Hay muchos a quienes no les interesa”.
Charlotte, proletaria negra de Filadelfia
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Un jornalero blanco de Kentucky que trabaja en la construcción en el norte mira la mesa de Libros Revolución. Dice que Bush está llevando el país hacia el fascismo y que quiere sumarse a lo que estamos haciendo. Nos da 10 dólares, compra una suscripción a Revolución y se lleva volantes para repartir en Kentucky.
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Para mucha gente, un periódico que dice la verdad en una época de mentiras y que ofrece una perspectiva comunista revolucionaria es interesantísimo. Para algunos es lo que buscan desde hace tiempo. Vendemos una suscripción a un chavo con una camiseta de MOVE a quien le fascina la idea de sacar corriendo al gobierno de Bush, y después a un obrero negro que fue al concierto en busca de una alternativa política.
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“Bush es un nazi. Solo el poder del pueblo lo puede sacar corriendo. No creo que lo van a acusar sin presión popular. Si no hacemos nada, es claudicar. Tenemos que unirnos y creo que este proyecto ofrece esta posibilidad”.
Un cristiano blanco de 50 años de Filadelfia, que se llevó un manojo de volantes
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Por encima de la multitud, 21 enormes letreros con letras de más de un metro dicen: “Hay que sacar corriendo al gobierno de Bush”. Nos cuesta mucho trabajo pasar por entre la multitud con los letreros, pero casi inmediatamente un joven con mohawk y un tatuaje de “Jazzy-Jay” en el estómago nos pregunta si necesitamos ayuda. Me dice que era soldado pero que no lo enviaron a Irak por problemas de salud. Juntos, coreamos el lema; pedimos que nos den paso y repartimos los volantes. En general nos dan la bienvenida, aunque unos pocos gritan lemas a favor de Bush. Hablamos con un grupo de chavos. Algunos participaron en la campaña de Kerry en la universidad y todos odian a Bush. Cuando les explicamos lo que estamos haciendo van en busca de otros para ayudarnos. Ahora somos unos 15 y buscamos un lugar para montar los letreros. Gritamos: “ÀQuién quiere la U? ÀQuién quiere la S?” Mucha gente se acerca.
Cuando todos estamos en posición, la respuesta es rápida y electrizante. La multitud comienza a aplaudir. Poco después un grupo de cinco tipos macizos nos ataca y agarra unos letreros, pero nos mantenemos firmes y otros corren a defendernos. En este momento toca en la plataforma Toby Keith, un reaccionario, y la polarización es palpable. Una joven de pelo azul me dice sonriendo: “No me hubiera parecido posible hacer esto en medio de una canción de Toby Keith. Qué cosa”.
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“La gente tiene que captar lo que representa Bush, y tiene que decir que no habla en nuestro nombre. No lo elegimos la primera vez y ahora es más ilegítimo que nunca. ÀQué se necesita para que el gobierno nos represente? La pasividad no es aceptable. Para sacar corriendo su gobierno se necesitará algo que no se ha visto desde hace muchos años: sacrificio. La gente tiene que decir: ‘No permitiré que mis hijos crezcan con este gobierno’. Inscribí a votar a muchos nuevos inmigrantes, a los padres de mis estudiantes, porque tienen que tomar decisiones informadas. Mis estudiantes estudiaron los candidatos, los compararon y contrastaron, y les enseñé que hay distintas formas de gobierno, no solo la democracia”.
Brandy, una joven maestra de preparatoria del Bronx,
que dice que es polémico enseñar la evolución en su escuela
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Recibimos apoyo de gente que votó a favor de Bush, incluso algunos que nos dicen que todavía son republicanos. Un hombre que votó por Bush se llevó una caja de miles de volantes y empezó a repartirlos en el acto. Hablamos con una señora blanca de unos 50 años que nos dice que es republicana pero que odia a Bush porque “está arruinando el partido”. El vendedor de Revolución le da cinco periódicos y dice que quiere otros 10. Dice que participará en cualquier campaña para sacar a Bush.
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Un partidario del PCR que repartió el volante escribió:
“Hablamos y bregamos con mucha gente, especialmente del párrafo sobre cómo ponerse en contacto y qué hacer, al final de las conversaciones. Les decía que entiendo que están horrorizados ante lo que está pasando, pero que eso no es suficiente. No es suficiente estar enojado, o quejarse, o tener miedo, tenemos que cambiar la historia y responsabilizarnos, ahora mismo, de una manera que nunca nos hemos imaginado. No se puede esquivar. Esto impactó mucho y los ayudó a decidir si llevarse 30 ó 300 volantes.”
“También nos esforzamos por hablar con una amplia gama de gente. No solo con los que ya están indignados y listos, sino con los que tienen preguntas, que están preocupados, que no están listos pero que necesitan participar en el debate, oír a los organizadores y meterse.”
“Lo que enfrentamos es un reto sin precedentes y necesitamos la osadía de hablar a millones de personas e influenciarlas. Lo que empezamos en Filadelfia es un paso importante para sacar corriendo a este gobierno, pero hay mucho, mucho que hacer.”
“Es interesante que cuando exhortamos a participar en esta campaña con un análisis materialista de la situación actual y con lo que dice el volante, pudimos explicar plenamente nuestro punto de vista sobre el problema y la solución, y vender muchos periódicos, suscripciones y el DVD de Bob Avakian”.
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Crimen contra la humanidad
Revolución #008, 17 de julio de 2005, posted at revcom.us
La noche del 16 de junio, en Dersim, en una zona montañosa de Curdistán, el gobierno de Turquía cometió un gran crimen contra la humanidad.
Un grupo de destacados líderes comunistas iba al Segundo Congreso del Partido Comunista Maoísta de Turquía y el Norte de Curdistán (PCM), entre ellos Cafer Cangoz, secretaria general del PCM, y varios otros miembros del Comité Cenral.
Cuando pararon en Dersim para descansar, la muerte llegó sin advertencia desde el cielo. Repentinamente aparecieron dos helicópteros Sikorsky de las fuerzas armadas, que abrieron fuego con ametralladoras. Después, atacaron unos mil soldados.
Murieron 17 dirigentes del PCM y del Ejército Popular de Liberación.
Esta cobarde y salvaje masacre la llevó a cabo una enorme fuerza castrense. El gobierno turco es un policía regional al servicio del imperialismo yanqui. Este le ha dado un montón de armas modernas y lo ha alabado como “moderado” y “democrático”.
El Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar informó que además de Cafer Cangoz murieron Aydin Hambayat, Ali Riza Sabur, Cemal Cakmak, Kenan Cakici, Okan Unsal, Berna Saygili Unsal, Alattin Ates, Okkes Karaoglu, Taylan Yildiz, Ibrahim Akdeniz, Binali Guler, Dursun Turgut, Gulnaz Yildiz, Ahmet Perktas, Cagdas Can y Ersin Kantar.
La masacre fue noticia de primera plana en los medios turcos durante tres días y el periódico Millyet se jactó: “Despacharon a los maoístas de un solo golpe”.
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En respuesta a la masacre, por todo el país se realizaron audaces marchas fúnebres en que muchos se cubrieron la cara, enarbolaron banderas rojas y desafiaron el reaccionario gobierno para llorar públicamente la muerte de los revolucionarios y condenar este vil crimen.
En las calles y colinas del barrio Gazi de Estambul, miles de dolientes fueron desenvolviendo un rollo de tela roja encima de la cabeza. Parecía un enorme río rojo. También se realizaron marchas fúnebres en Ankara, Izmir y Dersim.
Hubo reuniones conmemorativas en varias ciudades europeas y una marcha de más de 5,000 personas por las calles de Duisburg, Alemania.
Se informa que torturaron a los camaradas del PCM y que en los cadáveres se ven señales de mutilación y quemaduras. En el entierro en Dersim, la sobrina de Aydin Hambayat dijo: “A mi tío lo aplastaron. No cabe duda de que lo agarraron herido pero vivo y de que lo balearon en la cabeza”. Varios grupos progresistas y de derechos humanos condenaron el ataque y exigieron que el gobierno divulgara los nombres de otros tres revolucionarios que dijo que capturó.
El PCM es participante del Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI). Una declaración del 24 de junio del Comité del MRI habla del papel de la secretaria general del PCM en la lucha en Turquía y en el MRI:
“El enemigo estaba muy familiarizado con la camarada Cangoz. Llevaba muchas décadas luchando por la liberación de los pueblos de Turquía, como parte de la revolución proletaria mundial. Pasó más de 10 años en las mazmorras, donde fue un modelo audaz e inspirador de la resistencia y el desafío. Los presos revolucionarios la querían y las autoridades carcelarias la odiaban. Incluso en la cárcel, le prestó mucha atención a los problemas del movimiento comunista en Turquía y a nivel internacional. Después de salir en 2002, desempeñó un papel clave en el congreso fundador del PCM y en la línea política que adoptó. Fue un suceso histórico que luchó por consolidar una línea marxista-leninista-maoísta en el partido. Desde el primer congreso, la camarada Cangoz estaba luchando por reorganizar y fortalecer el partido y lograr un gran avance en la guerra popular”.
(Los lectores pueden ver el video de la marcha fúnebre de Estambul en memoria de los camaradas caídos en la internet en: http://istanbul.indymedia.org/uploads/gazi.wmv y http://istanbul.indymedia.org/images/mercanweb.wmv)
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Declaración del PCR,EU
Revolución #008, 17 de julio de 2005, posted at revcom.us
El Partido Comunista Revolucionario, EU, sintió mucha tristeza al enterarse de que el reaccionario ejército de Turquía mató a la camarada Cafer Cangöz y a otros 16 camaradas. Las luchas revolucionarias de Turquía y Estados Unidos tienen un enemigo común: la fuerza opresiva del imperialismo. Además, compartimos la misma meta: el comunismo a nivel mundial. Nuestros dos partidos participan en el Movimiento Revolucionario Internacionalista. El PCR, EU, se une a los miles que en Turquía y el resto del mundo critican esta cobarde masacre y honran la memoria de los camaradas caídos.
Los comunistas vivimos en diferentes países, pero compartimos la misma idea revolucionaria: la emancipación de la humanidad entera, realizada por las propias masas, de todas las formas de explotación, opresión y desigualdad social. Cuando la causa revolucionaria tiene éxito en un país, los camaradas de todas partes comparten la alegría y, cuando los camaradas ofrendan la vida en la lucha, todos comparten la tristeza.
A pesar de que la clase dominante de Turquía tiene enormes fuerzas armadas y de que el imperialismo yanqui las tiene armadas hasta los dientes, el terror y la represión no podrán mermar las aspiraciones revolucionarias de las masas de Turquía. A pesar de que el camino es difícil y requiere mucho sacrificio, el pueblo, bajo la dirección de su vanguardia comunista, logrará conquistar la victoria.
La camarada Cafer Cangöz presidió el Primer Congreso del PCM, que inició un examen crítico en el movimiento comunista de Turquía de debilidades del pasado y una nueva manera de abordar los problemas de hacer la revolución. La mejor manera de rendir homenaje a la memoria de la camarada Cafer Cangöz es continuando el proceso que empezó bajo su dirección. Confiamos en que su partido, armado con la ciencia del marxismo-leninismo-maoísmo, siempre vibrante y constantemente en desarrollo, superará este duro golpe, convertirá la pena en fuerza e impulsará la revolución.
Comité Central
Partido Comunista Revolucionario, EU
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Nazim Hikmet
Revolución #008, 17 de julio de 2005, posted at revcom.us
Corría el agua
reflejando a los sauces en su espejo.
En el agua los sauces lavaban su cabellera.
Golpeando encendidas espadas desnudas contra
los sauceslos caballeros rojos galopaban hacia donde el sol se hunde.
¡De pronto,
como un pájaro
tocado en el ala,
un jinete herido se desplomó de su caballo!
No gritó.
No pidió que tornaran a los que seguían.
¡Solamente, con los ojos llenos de lágrimas, contempló
las herraduras centelleantes de los caballos que se alejaban!
¡Ay qué triste
qué triste es para él
no poder ya inclinarse sobre el cuello espumoso
de los caballos galopantes,
no blandir ya el sable tras los blancos ejércitos!
El rumor de las herraduras se apaga poco a poco.
Los jinetes se pierden ahí donde el sol se hunde.
Caballeros, caballeros rojos caballeros,
cuyos caballos tienen alas de viento,
caballos con alas de viento...
caballos de viento...
caballos...
caballo...
Como los caballeros con alas de viento la vida ha pasado.
Enmudeció el agua que corre.
Sombras cayeron sobre las sombras.
Se borraron los colores.
Velos negros descendieron
sobre sus ojos azules.
¡Se inclinaron los sauces
sobre sus rubios cabellos!
¡No llores, sauce,
no llores!
No implores ante el espejo del agua negra,
no implores,
no llores!
1928
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Orfeo
Revolución #008, 17 de julio de 2005, posted at revcom.us
El 20 de mayo, la revista Science anunció que un grupo de investigación surcoreano, dirigido por el Dr. Woo Suk Hwang, dio un paso extraordinario en la investigación de células tronco, o células madre.
El grupo tomó el ADN de una célula somática humana y lo introdujo en un óvulo humano, y logró estimular el desarrollo de células tronco embrionarias. Este nuevo procedimiento se llama clonación terapéutica o transferencia nuclear de células somáticas, y puede llevar al desarrollo de tratamientos y curas de graves problemas médicos que afectan a millones de personas.
En una sociedad cuerda, donde reine el pensamiento crítico en vez del fanatismo religioso, se celebraría un avance como ese con elogios.
Pero en esta potencia imperialista, la más tecnológica del mundo entero, el presidente fundamentalista anunció que continuar dicha investigación es peligroso e inaceptable.
En vez de apoyar las investigaciones para aprovechar las posibilidades que ofrecen las células tronco embrionarias, el presidente Bush amenazó con vetar un proyecto de ley de la Cámara de Representantes que propone suavizar las restricciones a dicha investigación.
Dicho proyecto de ley propone proporcionar fondos federales a investigaciones que utilizan los embriones sobrantes de la fertilización in vitro que ahora se tiran a la basura.1
En la rueda de prensa del 23 de mayo donde criticó el avance de los científicos coreanos, Bush se rodeó de familias de bebés nacidos de embriones fertilizados in vitro donados por otras parejas. Los acompañaron otros momios de la derecha fundamentalista. Con esa foto, Bush quería propagar fundamentalismo y promover la censura de la investigación médica.
Todo eso me hizo pensar en las fotos de Hitler rodeado de niños “arios de raza pura” que se propagaron en la Alemania nazi antes de la guerra y el holocausto.
El fascista matón Bush —que como gobernador de Texas ejecutó a más presos que ningún otro gobernador, que ordena la destrucción de miles de vidas en Irak y Afganistán, y que domina un sistema mundial donde cada día 50,000 personas mueren de hambre y de enfermedades— tienen el descaro de hablar de apoyar una “cultura de vida”.
Por lo visto esa “cultura de vida” no se aplica a los millones de personas de Estados Unidos que fallecen de enfermedades que las células tronco embrionarias podrían curar, ni tampoco a los centenares de millones de personas de todo el mundo que se beneficiarían de avances de dicha investigación.
Bush, quien niega la realidad de la evolución y el calentamiento global, habla de hacer investigaciones médicas con “los criterios morales más altos”. Criticó el proyecto de ley diciendo que violaba “líneas éticas cruciales” al “crear incentivos para destruir vidas humanas emergentes”.
Como alternativa, Bush propuso que los embriones sobrantes de fertilización in vitro sean “adoptados” por parejas que no pueden tener hijos. ¡Qué risa me dio imaginar a Bush arrullando a un “embrión adoptado”, más pequeño que un puntito en la yema del dedo! Me hizo pensar en los personajes ridículos de la comedia de Monty Python The Meaning of Life (El significado de la vida), que cantan “cada espermatozoide es sagrado” mientras sale un bebé tras otro del vientre de señoras católicas, y las pobres ni siquiera dejan de lavar los trastes.
Es un escándalo intolerable que en este país la posición oficial respecto a la investigación de células tronco se base en una moral religiosa fundamentalista y no en raciocinio y conocimientos médicos sólidos. Las consecuencias serán graves para los millones que se pueden beneficiar de tal investigación.
Bush y su camarilla hablan de los embriones como si fueran un niño humano. El líder de la Cámara de Representantes y un fascista cristiano importante, Tom DeLay, dijo que aprobar el proyecto de ley destinaría fondos para “descuartizar a seres humanos vivos e individuales”.
Hablemos claro. Esos embriones son una bolita de células, más pequeños que un grano de arena, congelados cuatro o cinco días después de la fertilización. Llamar “vida humana” a un grupito de células que ni siquiera se han diferenciado es pura ignorancia oscurantista.
Decir que un embrión congelado es lo mismo que un niño humano es negar que primero hay que implantar el embrión en el útero de una mujer y dejarlo crecer nueve meses como parte integrante de su cuerpo. Es negar también que somos humanos porque tenemos una vida social y una existencia independiente en el mundo, ¡lo que implica haber nacido!
Hasta que la reproducción no requiera ese proceso de crecimiento dentro del útero, la prioridad tiene que ser la vida y las necesidades de la mujer como individuo humano, y el proceso de crecimiento del feto tendrá que subordinarse a ella. ¡La mujer no es incubadora!
Esta importante investigación de células tronco embrionarias se debe ampliar guiada por una moral que concuerde con el conocimiento científico del mundo y que fomente los intereses de la humanidad.
ÀQué pasará si las posibilidades que abre esta investigación jamás llegan a concretarse? ÀQué impacto tendrá eso en la vida de hoy y mañana de los que sufren, que no pueden caminar o que morirán de enfermedades que tal investigación algún día pudiera tratar o curar? ÀQué clase de sociedad tendremos si permitimos que el oscurantismo religioso absoluto reemplace la ciencia y el pensamiento crítico en esfera tras esfera?
Es horroroso que Estados Unidos se encamine hoy hacia una teocracia fundamentalista, y especialmente cuando nuevos descubrimientos abren nuevos horizontes para la humanidad. ¡No podemos permitir eso! Debemos desatar el espíritu creativo de la humanidad en las ciencias, en el arte y en toda esfera. Necesitamos una sociedad revolucionaria encaminada hacia el auténtico comunismo, donde brote un pensamiento crítico, inquisitivo y científico que hoy solo podemos imaginar.
NOTAS:
1. Se calcula que la fertilización in vitro ha generado por lo menos 400,000 embriones humanos congelados que no se usarán y que botarán. (Generalmente se requieren varias implantaciones de embriones para lograr un embarazo). Pero Bush dictó, contra la opinión de casi todos los médicos y científicos, que usarlos en la investigación médica es “destrucción de vida”, aunque los tirarán a la basura.
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Revolución #008, 17 de julio de 2005, posted at revcom.us
Actualmente unos demócratas andan alabando a Alberto Gonzales y diciendo que es un “moderado” y un candidato “aceptable” para la Suprema Corte. Cuando George Bush era gobernador de Texas, Gonzales era su abogado y asesor. Juntos aprobaron la ejecución de 152 presos, más que en ningún estado en la historia moderna del país. Gonzales asesoró a Bush sobre las peticiones de clemencia, pero según informó la revista Atlantic Monthly “muchas veces no le dijo nada sobre importantes aspectos” de los casos. Más tarde, cuando Bush subió a la presidencia, Gonzales escribió el memorando que dice que los Convenios de Ginebra no son aplicables a la “guerra contra el terrorismo” y otro que justifica la tortura sistemática (que ha salido a la luz últimamente).
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La entrevista Revolución
Revolución #008, 17 de julio de 2005, posted at revcom.us
Una sección especial para que nuestros lectores se familiaricen con las opiniones de importantes figuras del arte, la música y la literatura, la ciencia, el deporte y la política.
Los entrevistados expresan sus propias opiniones, naturalmente, y no son responsables de las ideas que aparecen en otras partes de esta página web.
El 10 de febrero, declararon culpable de varios cargos serios a la conocida abogada Lynne Stewart, defensora de numerosos presos politicos, y dos de sus colegas. El 15 de julio, podrían sentenciarla a 30 años de cárcel, y ya le prohibieron ejercer la abogacia. Su condena marca un cambio peligroso en la historia de los derechos jurídicos, que tradicionalmente han sido sacrosantos en este país.
El 9 de abril de 2002, el secretario de Justicia, John Ashcroft, voló a Nueva York para anunciar con gran fanfarria las acusaciones contra Lynne Stewart y sus colaboradores: un ayudante y un traductor. Eso ocurrió en el clima paranoico tras el 11 de septiembre. A los tres los acusaron de dar “ayuda material” a los “terroristas”. (También acusaron a una cuarta persona que se encontraba fuera del país).
Era patente que, para Ashcroft y otros de esa jaez, el delito que cometió Stewart era representar vigorosamente los intereses de uno de sus clientes, quien (según las autoridades) no se merecía ningún derecho jurídico. Las acusaciones contra Stewart se basaban en grabaciones secretas de las conversaciones de otro acusado, y entre ella y su cliente. En el pasado se ha prohibido que el gobierno escuche las conversaciones entre abogado y cliente.
El cliente de Stewart era el clérigo fundamentalista musulmán el jeque Omar Abdel Rahman, sentenciado a condena perpetua en 1996 por conspiración sediciosa para atacar varios lugares conocidos de Nueva York. En particular, la acusan de entregar a un reportero de Reuters un comunicado que expresaba algunos puntos de vista de Rahman.
Stewart es conocida por defender apasionadamente a los que han sido el blanco especial del gobierno, como Larry Davis (que se defendió cuando una manada de policías narcotraficantes intentó matarlo), revolucionarios nacionalistas negros y palestino-americanos. La acusación y condena de Stewart han sacudido a la comunidad jurídica.
En www.lynnestewart.org se encuentra información sobre su comité de defensa.
Revolución habló con Stewart respecto a las implicaciones de su caso.
Revolución: Primero, quisiéramos expresarte en nombre del periódico y nuestros lectores nuestra admiración y apoyo por la posición que has tomado y tu valentia en el curso de toda esta lucha.
Mucha gente se estremeció al escuchar la noticia de tu condena. Era claro que algo muy importante acababa de ocurrir, que lo que se suponía que era la norma jurídica sufrió un golpe. ÀQué es distinto, para ti, en la esfera jurídica ahora?
Stewart: Bueno, para mí, ahora existe una gran duda de si pueda recibir un juicio justo una persona demonizada con la palabra “T” (terrorista). Creo que el veredicto demostró que quizás el miedo sea tanto que el jurado no pueda razonar. No quiero perder la confianza en el jurado, porque creo que el sistema del jurado es viable. Juntar a 12 desconocidos a escuchar los dos lados y luego tomar una decisión en común tiene su mérito. Pero no tiene mérito si los medios de comunicación han esculpido en esas personas —no escrito, sino esculpido, con 30 años de televisión— una idea fija, un programa fijo, por los cuales el gobierno las puede manejar. Creo que si alguien nos hubiera dicho, hace apenas 10 años, que la tortura sería aceptable, que la ciudadanía diría: “Sí, ahora se puede hacer eso”, bueno, lo hubiéramos considerado raro. No lo hubiéramos creído. Creo que el veredicto en mi caso se basa en ese miedo, que el gobierno manipula. Y la gente se deja llevar.
R: Has dedicado tu vida a defender a los acusados políticos y demonizados, además de defender el derecho de los acusados a la representación. ÀQué significa tu condena y la prohibición de ejercer la abogacia para ti y los clientes que dependen de ti?
Stewart: Es lo más difícil para mí pasar cada manaña por la corte penal de Nueva York, ver entrar a los abogados y acusados, conociendo ese mundo y lo que pasa allí, y no estar preparando un caso para juicio, o investigándolo o discutiéndolo.
Estar fuera de esta vida después de dedicarle 30 años es lo más dificil para mí. Me ha causado más lágrimas que ninguna otra cosa. El otro día le dije a mi esposo, Ralph: sabes, tiene su lado bueno, claro, que es que ya tengo el tiempo libre para dedicarme a organizar acerca de mi caso, a la lucha y a concientizar.
Siento por los acusados que defendía, que ahora tienen que buscar otro abogado. No tenía muchos casos en fases críticas: un estudiante de City College arrestado injustamente por protestar los recortes al presupuesto; una señora negra a cuyo hijo asesinó el Departamento de Policía de Nueva York y, aunque parezca mentira, el mismo departamento de policía la arrestó en su casa, en su propia cama, por entrada ilegal. Esos eran los dos casos listos para juicio; ahora probablemente le tocarán a mi hijo, Jeffrey, que también es abogado y se ha ofrecido para defenderlos.
Pero siento un gran hueco al no poder defenderlos a ellos y a los muchos otros que ni conozco pero pudieron haber acudido a mí. Es un gran golpe no ser “la abogada”.
La gente se me presenta, o me para en la calle, y me pregunta, “ÀEs Ud. ‘la abogada’?”. Yo contesto: “Sí, soy la abogada. Yo soy”. Me dicen: “Ya me lo imaginaba”. Por eso, es un golpe ya no ser “la abogada”. Me duele.
R: El gobierno se entrometió en lo que se suponía que eran conversaciones confidenciales con tu cliente. Puedes describir cómo fue la vigilancia de las autoridades.
Stewart: Las “pruebas” en el juicio se basaron en 75,000 grabaciones secretas de conversaciones por teléfono, internet, email y fax de mi colega y también acusado, Ahmed Sattar. Ha sido un fuerte crítico del gobierno egipcio, al cual han criticado muchas organizaciones de derechos humanos.
La Ley de Vigilancia para Inteligencia sobre el Extranjero (Foreign Intelligence Surveillance Act), conocida como FISA, autorizó obtener esas comunicaciones. Las cortes nunca se niega a aprobar una orden judicial por esa ley. Vigilaron absolutamente todo, desde 1994 hasta 2002. No hubo límites, como descartar la llamada al psiquiatra o al doctor.
Por malo que haya sido eso, en estos tiempos (si uno quiere entender hasta dónde se han erosionado los derechos civiles) solamente se necesita la firma del secretario de Justicia para autorizar una intromisión tan extensa. Con la Ley Patriota, puede autorizar una invasión general de la privacidad simplemente porque sospecha que hay un problema de seguridad.
Litigamos eso, pero claro, no me grabaron a mí, yo no era el blanco, no escondieron el micrófono en mi oficina ni en la casa. Pero no tengo duda de que si pasara en estos tiempos, lo harían.
Yo creo que debemos ser muy conscientes del alcance de esta intromisión, porque ya no requiere que nadie la apruebe, excepto los mismos que están creando todas las reglas y pasando “leyes” que cuadran que sus motivos.
R: Pero sí grabaron tus conversaciones con tu cliente. ÀCuál es la importancia de la confidencialidad entre abogado y cliente?
Stewart: Creo que es fundamental en nuestra defensa de las personas acusadas de un delito. Y también es fundamental para las personas políticas a quienes criminaliza el gobierno. Cuando digo eso, quiero decir que, durante todos los años de la Constitución, hemos gozado de un privilegio que permite a los abogados y sus clientes discutir sus casos confidencialmente, porque la Constitución dice que eso corresponde a los intereses del estado y del pueblo. En otras palabras, el cliente puede contar sus secretos más profundos, y el abogado puede aconsejarlo estando al tanto de la historia completa de este ser humano, cuya vida realmente está en sus manos. Ahora, esto cambia todas las reglas.
Y, acuérdate, esta fue una conversación que grabaron en la cárcel, donde claramente uno se encuentra en una situación sin alternativas. No es como si pudiéramos decir: “Vamos a salir a tomarnos un cafecito” para discutir eso. Si uno no puede decir todo, realmente cambia todo el paisaje. Me gusta explicarlo con este ejemplo: supongamos que estás acusado de un crimen, y sabes de un testigo presencial, pero las autoridades lo podrían encontrar e intimidar. ÀRealmente quieres contarle a tu abogado de ese testigo? Pero, por otro lado, Àcómo no se lo vas a contar? Este es el tipo de problema práctico. Para mí, es fundamental para poder representar vigorosa y hábilmente. Porque si el abogado no sabe todas las inquietudes de la persona, no la puede defender adecuadamente.
La otra cosa que hicieron, claro, fue catear mi oficina. ÀQué pasa con las notas que uno podría tener en un archivo, confiando que era un lugar seguro? Ahora provoca inquietudes no solamente para la persona a quien grabaron. ÀTe conviene acudir a un abogado como yo, o como Bill Kunstler o Clarence Darrow, que dedicaron su carrera a defender a los demonizados, siendo muy posible que el gobierno lo joda, catee su despacho durante 12 horas, se lleve la computadora y encuentre no solo todo lo del cliente que es el blanco del cateo sino también de todos los otros clientes? Alguien me comentó que esto no es apenas un “viento frío”, como decimos en términos jurídicos, sino que es subártico, esto ya es el congelamiento, particularmente del abogado.
Algo que salió cuando pedimos que nos aseguraran que no iban a espiar las reuniones de los acusados...
R: ÀDurante el juicio?
Stewart: Antes y durante el juicio. Todos los que hayan participado en un juicio político saben que es clave para la preparación de la defensa que los acusados se reúnan para discutir la estrategia, revisar los 10 años de eventos e interpretarlos, preguntarse uno al otro: “ÀQué querías decir cuanto dijiste eso?”. ¡Rehusaron asegurarnos que podríamos reunirnos en privado! Aseguraron que no habría ciertas grabaciones, que la corte no había aprobado la grabación. Pero no nos podrían asegurar que no nos espiarían conforme a la Ley Patriota u otro procedimiento. Y, como resultado, los acusados no nos reunimos. Personalmente siento que eso no nos permitió preparar una defensa unificada.
R: Respecto a tu comentario que “esto no solo en un viento frío sino que es subártico”, el gobierno realmente hizo lo imposible para condenarlos. Ashcroft fue personalmente a Nueva York para hacer el anuncio cuando te acusaron. ÀCómo se desenvolvió la campaña de calumniarte? El gobierno repetía que “se trata de una abogada que se pasó de la raya”. Pero por lo que nosotros vemos, ellos movieron la raya. ÀCómo lo ves?
Stewart: Es una analogía que esperamos voltear en su contra. De hecho, existía una raya en 2000, y otra distinta en 2002, y otra más en 2005. Si uno empieza a jugar un partido y las rayas de foul ya están pintadas, uno se atiene a eso. Y en este caso cuando hicimos el comunicado a la prensa en 2000, me atuve a donde ya estaban pintadas las rayas. Es más, los otros abogados del caso, Ramsey Clark y Abdeen Jabara, igualmente respetaron esa raya, y esa raya permitía comunicados.
El gobierno me escribió una carta; básicamente no me dijeron: “Te vamos a arrestar, te vamos a acusar, ya vamos a presentar el caso al jurado de acusación”. Me escribieron una carta en 2000 que decía: “Hemos cambiado los SAMs1, y queremos que las firmen antes de que lo vean otra vez”. Estas medidas básicamente son como adhesivo; o uno firma que las acepta, o no le permiten ver al cliente.
Entonces, todos firmamos. Regateamos sobre los términos exactos, pero todos firmamos. Los comunicados se hicieron después de esa fecha. Por eso digo que no solamente movieron la raya, sino que el gobierno “pitó y sacó tarjeta” contra solo una de los abogados que, según ellos, se pasaron de la raya, no contra el resto del equipo. Esto afecta especialmente a la barra de abogados penales, porque constantemente debemos tener cuidado siempre que nos pida algo un cliente acusado de delitos, pues podría ayudar a su empresa criminal.
Por ejemplo, el cliente te dice: “Llame a mi mamá y dígale que corte todos los teléfonos al norte de la calle 96”. Le contestas: “No puedo hacer eso, arréglatelas tú”. Pero si te dice: “Llame a mi mamá, que estoy en esta cárcel, que no me permiten los lentes, no me permiten mis pastillas”, ya es otra cosa. Eso no ayuda a su empresa criminal. Bueno, claro, el gobierno podría tomarlo así. Si dicen “Ayudarle a conseguir los lentes va a ayudarle a ser un criminal”, entonces sería una raya muy imprecisa, pero no sabemos que eso haya pasado. Como sea, para mí la gente que dice que “me pasé de la raya” no es sincera. Bien saben que por razones éticas uno podría hacer las cosas de una manera, y el gobierno podría definir la raya de distinta manera.
R: Al acusarte el gobierno le estaba diciendo a la comunidad jurídica y a la sociedad en general que de aquí en adelante no reconocerá los derechos jurídicos básicos de ciertas personas. ÀCómo respondió a tu condena la comunidad jurídica? Parece que algunos se tragaron la línea de que “se pasó de la raya”, pero que otros se despertaron de golpe y vieron el peligro y la necesidad a defender a los primeros abogados atacados.
Stewart: Bueno, ahorita que veníamos caminando, me paró un abogado que no conozco, dijo que era del Bronx, y me dijo: “Dios te bendiga, Lynne, rezo por ti todos los días. Lo que te hicieron me da escalofríos. Me perturba mucho. Rezo por ti todos los días”. No lo conozco, pero eso me pasa seguido.
Lo importante es si podemos organizar a esa persona a hacer algo. El Gremio National de Abogados me apoyó enormemente. Desde el primer día, tomaron una posición de gran solidaridad. Acabo de dar una charla a su grupo del Noroeste para contarles de mi situación actual. También la Asociación Nacional de Abogados Defensores Penales me ha apoyado; presentaron un amicus (a la corte) y me invitaron a dar conferencias. También otros han alzado la voz por mí. Entienden que esto nos afecta a todos, y obviamente el Gremio entiende cómo nos afecta.
Creo que les da miedo a muchos de la barra de abogados, los no organizados, desorganizados o individualistas. Y como a todos, a cierto nivel les afecta el temor: “No quiero que me pase a mí, no me puede pasar eso”. Y por eso están poco dispuestos a aliarse conmigo. Es más fácil tragarse la línea del gobierno de que “ella se pasó de la raya”.
Pero somos incansables en el esfuerzo de ganar el apoyo de los abogados. Creo que este juez en particular, que fue un abogado toda la vida, y un fiscal de Watergate, quiere escuchar lo que opinan los abogados de la condena. Así que estamos trabajando día y noche para movilizar a muchos abogados a mandarle sus comentarios.
Pero la impresión que tengo de las personas que me hablaron (claro, supongo que nadie va a ser cruel conmigo en mi cara), los que me han hablado, sienten como una sombra. Oyen que los siguen pasos en el corredor. Ya no existe la autonomía en que uno mismo se guiaba por la ética. Ahora el gobierno usurpa la esfera de las decisiones, la esfera de cómo defender mejor al cliente. Y eso realmente es un golpe al corazón de la defensa. Porque eso es lo que decidimos: “ÀCómo voy a defender a esta persona? ÀLitigo todos los puntos y luego vamos al juicio? ÀO trato de hacerle un arreglo? ÀDejo de pelear el punto del cateo?” En esas decisiones que tomamos cada día, cada hora, ahora se entremete un tercero. Por eso se atemorizan los abogados.
Sin embargo, y debemos ser realistas sobre esto, tratamos de organizar en Nueva York lo que se conoce como la “barra del zapato blanco”: los abogados que básicamente trabajan para las corporaciones, o que defienden a los acusados de corbata. Y fallamos.
Fallamos porque somos los que defienden a las comunidades minoritarias que la situación económica criminaliza y a las personas políticas que el gobierno criminaliza.
Ellos [las compañías de abogados del zapato blanco] representan a Halliburton, representan a Enron, gozan de ciertos privilegios. No sienten la misma necesidad de pelear por los privilegios. No están en la misma posición porque sus clientes son parte de la clase dominante, para usar un término retórico. Porque están en esa situación, no se imaginan que el gobierno los pueda atacar como ataca a una persona como yo, que ha dedicado toda la carrera a defender a acusados minoritarios y políticos.
R: Hay abogados que representan a Halliburton que se identifican completamente con ellos. Pero, en tu experiencia, Àhay abogados, u otros sectores más amplios, que ven lo que tu caso augura: que se está cambiando toda la estructura de reglas jurídicas y que peligran principios que han defendido por mucho tiempo?
Stewart: Yo diría que sí. Cuando digo esas cosas, son más interpretativas que específicas. Están a nuestro lado incluso abogados que trabajan para las corporaciones y otros sectores sorprendentes. Captan la situación porque tienen una visión más amplia del derecho, más allá de “cómo me afecta”, de sus propios intereses. Reconocen que eso afecta la cancha de juego, para decirlo así. Ya no se trata de acusar a una persona ante el jurado de acusación y meterla al bote si no contesta. Ahora tienen en las miras al que acompaña a esa persona ante el jurado de acusación, que le aconseja, que le explica cuáles podrían ser las consecuencias.
Debemos captar, y creo que muchos captan, entre ellos muchos abogados, que esta es la táctica de este gobierno, porque reconoce la importancia del papel del abogado y quiere alejarlos. Lo vimos en Guantánamo y en el caso de José Padilla. Incluso a Moussaoui, que quería contratar a su abogado y su madre lo pagaba, pero se lo negaron.
Tiene mucho que ver con la tortura. No pueden torturar a una persona si su abogado está al pendiente. ÀQuién armaría el clamor? ÀQuién correría a la corte federal con una orden? ÀQuién haría algo al respecto? El abogado es el baluarte contra la tortura, y por la protección de otros derechos más efímeros.
Pero han coordinado los esfuerzos para distanciar a los acusados, a todo nivel, de los abogados, quienes, claro, tienen de compromiso de defender.
R: Estábamos platicando del libro Unholy Alliance (Alianza impía), del reaccionario David Horowitz. La premisa del libro, y eso está muy de moda últimamente con gente como Bill O’Reilly que despotrica contra los “odia-América”, es pintar del mismo color a todos los que se oponen a Bush y su camarilla. Según su definición, los opositores rinden ayuda y apoyo al “enemigo”. Trazan una cadena de vínculos superficiales para demostrarlo. Si bien a cierto nivel es absurdo, el motivo es bien serio: demarcar una línea de lo aceptable que deja afuera a una muy amplia gama de gente. ÀCómo encaja tu caso con este ambiente general?
Stewart: Es interesante que el primer día de mi arresto, cuando me acerqué a los micrófonos y cámaras de televisión, me dije para mis adentros que lo importante era arrojar luz en este caso, iluminarlo, en vez de que solamente se viera el calor y energía del gobierno. Dije: “Lo único que falta ahora es que arresten a la señora que le limpiaba la celda al jeque”. Porque ella, también, en realidad, le daba ayuda material a un terrorista.
Porque esa es la posición oficial. Y, claro, es la misma posición que utilizó Ashcroft para amedentrar al Congreso para que aprobara la Ley Patriota. “Si no están con nosotros, están con los terroristas”. No tengo duda de que influyó en el jurado la idea de que si daban otro veredicto en mi caso, se verían como “blandos con el terrorismo”. Estoy segura de que eso fue lo que les dijo el gobierno: esta es su tarea, esto es lo que Uds. pueden hacer.
Yo creo que esto cunde aquí, y también que es parte de un punto de vista fascista, si puedo decirlo así. Según eso, toda la rectitud corresponde al estado, y todo el que se oponga al estado se demoniza.
Cómo se atreven a decir que estamos contra Estados Unidos. Estamos a favor de Estados Unidos. Estamos a favor del lado positivo, los ideales, por los cuales mucha gente dio la vida. Ellos no están a favor de eso, sino del monopolio, de las corporaciones.
Vinculan todo eso diciendo: “Ella hizo algo por él, entonces es igual que él”. Siempre contesto así: Representé a Sami “El Toro” Gravano, un mafioso de Bensonhurst. No por eso me convertí en un italiano racista de Bensonhurst. Lo que hice por Sami no era para engrandecer la Mafia sino para ayudar al cliente. La gente entiende la diferencia [en este tipo de caso], pero no quiere verla en el contexto político.
R: Obviamente vas a apelar la condena, pero Àcómo se podría llevar esta lucha más a la opinión pública? El gobierno te atacó precisamente porque estás en las primeras filas de los que lo desafían y quiere castigarte de modo ejemplar. ÀCómo podríamos voltearles la tortilla?
Stewart: Cómo me gustaría hacer eso. Por eso deseaba tanto una victoria aquí. No solo por mí, para poder continuar mi vida —que, claro, me importa mucho— sino porque creo que nos hacía falta una victoria. No hemos logrado muchas. Ellos [el gobierno] han cometido muchos errores con los acusados árabes, pero a nuestro movimiento nos hubiera caído rebien una victoria, y no lo logramos.
“ÀEsto da la alarma?”, me preguntó alguien ayer en la iglesia Riverside. En los años 60, podíamos indignarnos y movilizarnos, podíamos presionar efectivamente. ÀPor qué hoy día no? ÀPor qué no podemos provocar ese nivel de indignación? Estoy segura de que todos tenemos respuestas. Una: 30 años de televisión. Otra: medios de comunicación controlados y manipulados, claro, con la excepción de Uds. No tengo solución para eso.
Yo creo que mucha gente pensaba que “no la condenarán”, que “no la podrán condenar” o que “no puede suceder aquí”. Ahora que sí sucedió, más personas están más dispuestas a hacer algo. Creo que tenemos que desarrollar eso.
No lo haremos si simplemente izamos una bandera en la calle y que todo mundo la va a seguir; más bien, saldrá de organizar las bases. La gente habla con su gente, le hace entender que no se trata de una persona. Se trata del fundamento de la Constitución, de la Primera Enmienda, de lo que se prohíbe al gobierno hacer. La Primera Enmienda a la Constitución existe porque el pueblo la exigió: significa “el gobierno no usurpará”. Si pudiéramos movilizar con eso. Si la gente pudiera ver que no permitió que me encarcelaran. Si viera que el movimiento tiene viabilidad, y digo eso con pleno conocimiento de las distintas doctrinas y los distintos niveles que ocupa la izquierda, pero todos deben captar lo importante de este caso.
Tiene que haber abogados, y ellos tienen que cumplir su tarea. Sabemos que en todo régimen totalitario, arrestaron primero a los abogados, luego de los radicales. Sin exagerar el papel del abogado, yo considero sumamente importante proteger el derecho del abogado a defender. Creo que sí podemos movilizar sobre la sentencia. Invito a que “exploten el caso de Lynne Stewart” para organizar a la mayor cantidad posible de personas para presionar al juez a no sentenciarme a la cárcel.
Tiene la opción de setenciarme hasta 30 años. Estoy segura de que el gobierno pedirá la sentencia típica que marca la ley de terrorismo, más o menos 18 años, lo que para mí sería una condena perpetua. Si podemos organizar a luchar contra eso, a expresar indignación e insistir en que no suceda aquí, creará un clima que hará sentir incómodo a este juez si traiciona los principios en que el derecho supuestamente se basa.
R: Estabas comentando que algunos dicen “No puede suceder aquí”, y ya sucedió. Respecto a tu caso, nuestro periódico ha citado a Martin Niem”ller: “Primero vinieron por los comunistas...”. ÀCómo ves lo que está sucediendo en ese contexto?
Stewart: Lo he dicho muchas veces: sabemos que expresamos verdades que no le gustan al gobierno. Aquí siempre nos hemos valido de una reserva, una pequeña protección, de que si el gobierno viene por ti, podrías tan siquiera llamar a un abogado, tendrías la esperanza de que te lleven al tribunal y un juez te escuche y posiblemente te deje en libertad, pero que de todos modos te tocaría “tu día en la corte”.
Eso lo digo frecuentemente: el gobierno quiere cortarte el teléfono, para que cuando te toque hacer tu única llamada, no haya un abogado para llamar. No hay un abogado que venga a defenderte, o que quiera defenderte, que quiera arriesgarse a defenderte.
Para nosotros, es una de las cosas más importantes; cuando digo “nosotros”, me refiero a los que andamos en la militancia, que vivimos la vida del activista. Nunca se me olvidará cuando se me acercó un señor mayor y me dijo: “Sabes, a mí me arrestan todo el tiempo. Pero confío en una cosa, que los abogados se presentarán para sacarme. No me van a dejar en una mazmorra para acabar mi vida sin volver a ver la luz”. Dijo: “Los abogados se presentarán. Pero cuando oí que te arrestaron a ti, dije, ahora, Àqué será de mí?”. Y creo que esta es la pregunta que hay que hacer, y hay que contestar muy definitivamente que no vamos a dejar que eso suceda.
R: Esperamos que un día haya un mundo liberado en que los niños estudien tu caso desde la perspectiva de que este es un momento oscuro pero clave para la historia. Dejando volar la imaginación un ratito, Àcómo te imaginas ese mundo y —partiendo de tu experiencia— cuál sería el papel del abogado en una sociedad donde la gente “se asocia libremente” y lucha y obra por los intereses de la humanidad en su conjunto?
Stewart: Creo con toda seguridad y confianza que ese día llegará. Siempre lo he creído, y nunca dejaré de trabajar para que llegue. Un día cuando todos seamos iguales, cuando partamos de la misma línea de salida, con las mismas oportunidades, sin importar las discapacidades, las razas, lo que sea. Eso no llegará sin derrumbar esta sociedad corporativa monopolista, que se motiva principalmente por la avaricia.
No quisiera que me acusaran de citar a Marx, pero creo que necesitamos una sociedad en que los medios de producción y los productos sean propiedad del pueblo, y que el pueblo decida lo que suceda. Solamente de esa forma podemos salvar el medio ambiente, solo así podemos dar a nuestros hijos una educación realista que valga. Solo así podemos ir a casa de noche y sentirnos seguros. En esta sociedad la gente se rige por el temor. Pero en el futuro no habrá ese temor, porque no tendremos enemigos, viviremos en paz, nadie soñará con conquistar un imperio.
También, sé que unos modelos comunistas/socialistas no tienen un sistema de adversarios como lo que tenemos en la corte, porque se supone básicamente que si el gobierno acusa, tiene que ser verdad. Pero creo que hay un lugar para un sistema de adversarios. Creo que incluso un gobierno benigno y elegido por el pueblo puede cometer errores. Y me gustaría pensar que los acusados podrían contar con un abogado que presentarán su caso, como fuera. Mucho ojo: que el gobierno se mantenga honesto.
Yo creo en la lucha prolongada. Aunque viviéramos en el mundo donde hayamos logrado todos nuestros objetivos, los seres humanos necesitaremos la lucha, el —no quiero decir conflicto, es demasiado duro— que el pueblo averigŸe si el gobierno cumple con sus valores. Bueno, Mao lo llamó una revolución cultural, y creo que cada generación sin falta debe librar una lucha, no importa lo mucho que hayamos logrado. Yo querría vivir en ese mundo. Quisiera que mis nietos vivan en ese mundo.
NOTAS:
1. Por orden del secretario de Justicia del presidente Clinton, encerraron al cliente de Stewart en un reclusorio federal con medidas administrativas especiales (SAMs, siglas en inglés). Estas “medidas” lo mantienen completamente aislado. No se le permite recibir visitas o llamadas, o comunicarse con otros prisioneros, y se restringe severamente el contacto con su esposa. Para visitarlo, sus abogados (entre ellos Stewart) tenían que firmar que cumplirían estas restricciones, que cambiaron a través del tiempo.
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Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar
Revolución #008, 17 de julio de 2005, posted at revcom.us
Recibimos lo siguiente del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar:
6 de junio de 2005. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. “No tengo dinero, no tengo plan”, dijo Liao Cuiying, una campesina de una aldea a orillas del lago Dongting. El lago está infestado de un parásito que se llama esquistosoma (o bilharziosis), que produce esquistomiasis o fiebre de los caracoles. Con el vientre hinchado y las articulaciones dolidas, los parásitos han consumido el cuerpo de Liao desde hace ocho años.
Un artículo del New York Times del 23 de febrero de 2005 da una descripción de cómo esta plaga está arrasando las aldeas alrededor del lago. Un 80% de los habitantes está infectado. Los campesinos viven dos tipos de muerte lenta: si tocan el agua siquiera unos segundos, según les dicen ahora las autoridades, pueden enfermarse e incluso morir. Pero para la mayoría de los campesinos, decirles que no dejen que el agua del lago entre en contacto con la piel es como decirles que no respiren el aire que los rodea. A nivel nacional, 900,000 personas han contraído la enfermedad, y otros 30 millones más están en riesgo.
Antes, el lago Dongting era una maravillosa fuente de vida para estos aldeanos. Pescaban en él, usaban el agua para irrigar los campos, lavaban las hortalizas y la ropa en él, y conseguían leña cortando los árboles que crecían en la tierra húmeda de las orillas. Pero eso fue durante los años en que China era socialista, sobre todo en la segunda mitad de la década de 1950, cuando una campaña nacional eliminó los caracoles en los cuales vive el parásito. La gente recibía servicios médicos gratis, y casi se erradicaron los caracoles. Desde el golpe de estado que restauró el capitalismo después de la muerte de Mao en 1976, se dejó de dar la atención constante que hacía falta para controlar la enfermedad. Ahora la fiebre de los caracoles ha vuelto con pleno vigor, con todo su poder destructivo restaurado con la restauración del sistema capitalista.
Después de la malaria, la esquistosomiasis es la enfermedad tropical más común en el mundo. Afecta a 250 millones de personas, o sea, una cifra similar a la población conjunta de Alemania, Italia, Francia, España e Inglaterra. Los parásitos del caracol nadan hacia un ser humano u otro animal, y le penetran la piel casi inmediatamente. Una vez adentro, se desplazan al corazón y a los pulmones. Pero lo peor es que cuando alcanzan las venas, se transforman en gusanos adultos y ponen huevos. Eso causa una inflamación crónica del hígado y los intestinos, dolor horrible y, con el tiempo, la muerte. La enfermedad puede impedirse interrumpiendo el ciclo de vida de tres maneras: 1) asegurar que los seres humanos y los animales nunca toquen el agua, para que no se infecten; 2) para impedir que la enfermedad se extienda, no permitir el contacto entre el agua y las heces de animales o personas infectados que contienen huevos vivos de los parásitos; y 3) eliminar los caracoles. Cuando los parásitos ponen huevos en el agua, no pueden sobrevivir si no encuentran un caracol en que vivir. Sin los caracoles, poco a poco la fiebre de los caracoles desaparecerá. Hay que tomar las tres medidas rigurosamente, porque nunca es posible tomar una al 100%, pero la última es la clave... y la más difícil.
El médico británico Joshua Horn vivió en la China socialista de 1954 a 1969. Su libro clásico Away With All Pests [Eliminar todas las plagas] describe cómo se eliminó esta fiebre y otros males físicos y sociales. El Dr. Horn escuchó las historias de los campesinos antes y después de la eliminación de la esquistosomiasis. En la aldea de Ren Tun, registró lo siguiente:
“En esta aldea tenemos 1,327 mu de tierra de cultivo y 183 familias o un total de 671 personas en cinco equipos de producción. En los viejos tiempos, aparte de las penurias que vivimos todos, nos azotaba la esquistosomiasis. Nos oprimió mucho y casi nos eliminó. En los 20 años entre 1930 y 1949, murieron 500 personas en esta aldea... Al llegar la Liberación sólo quedaban 461 personas, de las cuales 449 padecían esquistosomiasis. No sabíamos nada sobre la enfermedad, ni siquiera su nombre. La llamamos la enfermedad del vientre hinchado. Algunos pensaban que no era una enfermedad siquiera, sino un castigo por algún pecado cometido por nuestros antepasados.”
“Yo conocí a un campesino pobre que se llamaba Ren Chang. Jugábamos juntos cuando éramos niños. Creció y se casó. Eran cinco en su familia. Su padre y madre se murieron de la enfermedad del vientre hinchado, y él fue a trabajar para el terrateniente. Un día, vomitó sangre y el terrateniente lo mandó a casa sin un centavo por los ocho meses de trabajo. Sabía que no le quedaba ninguna esperanza, así que se estranguló. Poco después, su esposa e hijos murieron y desapareció la familia entera.”
“El secretario de nuestro partido tenía una familia de 15 personas; él es el único sobreviviente. En el segundo equipo de producción está la familia Lu. De los 45 miembros de la familia, 30 murieron en unos pocos años...”
“Los sobrevivientes estaban tan débiles que no podían cultivar suficiente cereal. Ningún niño nació aquí en los siete años anteriores a la Liberación. Se nos olvidó la música de la risa de un bebé...”.
La fiebre fue uno de los muchos azotes heredados de la vieja sociedad que acababan con la vida humana. Tantas personas murieron de esta enfermedad que aldeas enteras desaparecieron por completo. En 1955, 10 millones de personas padecían la fiebre en el valle inferior del río Yangtzé. Para que el socialismo liberara al pueblo y transformara la vida, había que eliminar esta enfermedad. La tarea era enorme. Pero también estaban entremezcladas cuestiones políticas básicas sobre la dirección de la sociedad.
Una de las más importantes era si concentrar los recursos de la sociedad en las ciudades o no. En los países capitalistas, el desarrollo de las ciudades a costa del campo y los campesinos es esencial para el crecimiento económico más rápido, por los recursos que ya se concentran ahí. Se dio una fuerte lucha en el partido entre si seguir lo que parecía ser el mejor camino hacia el crecimiento económico rápido y aumentar la diferencia entre las ciudades y el campo, o si darle prioridad a las medidas para eliminar esa desigualdad, con una producción equilibrada que favoreciera al desarrollo económico a largo plazo. Se debatió, también, qué parte de esos recursos debería dedicarse a los campesinos. Aunque en términos económicos generales el trabajo del campo es menos productivo que la industria, en términos revolucionarios generales lo que más conviene a las masas es eliminar las desigualdades entre las personas de modo que se vayan eliminando las clases sociales y emancipando a toda la humanidad.
Se debatió si era posible eliminar la fiebre de los caracoles y, si lo era, cómo hacerlo. Claramente, sin la dirección y la participación del partido, y la movilización de un enorme número de personas, era imposible. El partido lanzó una gran campaña que aplicó creativamente las ideas de Mao Tsetung. Se dio lucha en el partido y en la sociedad sobre si centrar los servicios de salud en las ciudades o llevarlos a los campesinos que casi no los habían conocido. Así se estableció un método con múltiples facetas.
Se enseñó a enfermeros/as y otros trabajadores de salud con suficiente experiencia a hacer intervenciones quirúrgicas. Se dio conocimientos médicos a muchas personas de las masas. Con una combinación de prácticas médicas tradicionales, tal como la acupuntura, y la medicina occidental, desarrollaron un sistema médico eficaz y asequible que la gente aceptara. Los que aprendieron a llevar a cabo tareas médicas básicas recibieron el nombre de “médicos descalzos”, porque en lugar de usar sus nuevos conocimientos en provecho personal, se quedaron en las aldeas y barrios pobres.
No se escatimó esfuerzo alguno para tratar a los enfermos. Las personas que llevaban años enfermas necesitaban operarse. Se formó un número de médicos sin precedente en China, pero a la vez se estaba reduciendo la brecha entre los médicos y la gente del pueblo.
Como describe Horn, un concepto maoísta clave en la campaña era el de aplicar la línea de masas, cuya premisa es que la gente del pueblo tiene gran fuerza y sabiduría y que cuando se desencadena su iniciativa puede lograr milagros. El arte de dirigir es tomar las ideas de las masas y concentrar lo que es correcto, sintetizar y sistematizar su experiencia, y a partir de esa base definir medidas que realizarán las mismas masas. Después, se resumen los resultados para profundizar el proceso.
Para movilizar a los campesinos contra los caracoles, era necesario explicar la naturaleza de la enfermedad que les había azotado tanto tiempo. Esto se hizo con conferencias, películas, carteles y otros medios de comunicación. Cuando los campesinos comprendieron la naturaleza del enemigo, ellos mismos idearon los métodos para vencerlo. Drenaron ríos y zanjas, y cubrían de tierra apisonada las orillas. Movilizar a las masas no significa darles palas e instrucciones. Significa explicarles las cosas, prenderles el entusiasmo, desencadenar su iniciativa y aprovechar sus conocimientos.
El segundo concepto de esta lucha fue el de concentrar una fuerza superior para ganar batallas de aniquilación, o sea, se aplicó la estrategia militar de Mao Tsetung a este problema. Se escogieron focos de ataque. De los diez condados infectados en los alrededores de Shanghai, se eligieron dos como principales blancos en las primeras etapas de lo que resultó una larga campaña. En uno tras otro condado, los habitantes se movilizaron y todo mundo participó en las labores: soldados, estudiantes, maestros, oficinistas, gerentes y otras personas de las ciudades. Se concentraron recursos médicos, bombas y maquinaria para drenar los ríos y hacer presas en estos dos condados, y en un tiempo corto, asestaron un golpe mortal a los caracoles. Después enfilaron el ataque a otro foco. Paso a paso, se establecieron extensas zonas libres de caracoles.
El tercer concepto fue el que expresa la famosa teoría de Mao del “tigre de papel”. Como los caracoles son nocivos para los seres humanos, no importa cuán numerosos son, ni lo bien que se camuflan y protegen: a largo plazo están condenados, porque los seres humanos son incomparablemente más poderosos y con el tiempo resolverán el problema. Por otra parte, los caracoles son un enemigo formidable que hay que tomar en serio. No se puede bajar la guardia. Hay que planear cada batalla hasta el último detalle y empuñar todas las armas. Por ejemplo, con las orillas de las vías fluviales que estaban tan recubiertas de juncos u otras plantas que los caracoles se podían refugiar ahí, se usaron lanzallamas para eliminar la vegetación y chamuscar las orillas. Debajo de los puentes o si no se podía drenar del todo una vía fluvial, se usaron productos químicos para aniquilar los caracoles. En canoas, patrullaron sistemáticamente los ríos en busca de caracoles.
Las heces de una persona enferma pueden volver a infectar el agua o el suelo. Como los campesinos no tenían ninguna alternativa eficaz al abono de las heces humanas y animales para aumentar el rendimiento de los cultivos, se desarrolló un método para quitarles los parásitos antes de usarlas.
Las citadas medidas preventivas se combinaron con el tratamiento médico. Se llevaron a cabo controles periódicos de la salud de la población. Aunque el tratamiento es el eslabón débil, y el tratamiento con medicamentos no siempre resuelve los problemas de los casos más avanzados, muchas personas con enormes tumores de la enfermedad recibieron los cuidados necesarios que les permitieran llevar una vida normal y productiva. Las mujeres podían tener bebés sanos, y muchas aldeas moribundas volvieron a vivir con el canto y risa de los niños.
Para lograr todo esto en una escala tan amplia, el pueblo tenía que ver más allá de los límites de sus propias parcelas o aldeas. Se sentaron las bases formando comunas populares en el campo durante el Gran Salto Adelante. Eran unidades económicas y políticas en que una gran cantidad de aldeanos cultivaban colectivamente la tierra y administraban muchos aspectos de la vida. Se logró llevar a cabo grandes campañas como la de la fiebre de los caracoles y la planificación del riego, control de inundaciones, construcción de carreteras y otros proyectos de gran escala, con los conocimientos y entusiasmo de los campesinos como fuerza motriz que determinara qué se tenía que hacer y cómo. La victoria sobre la fiebre de los caracoles en esta época fue una epopeya sin igual. Aún hoy, los imperialistas dicen que es casi imposible eliminar la fiebre de los caracoles entre los pobres. Es imposible aplicar el método de Mao bajo el sistema capitalista.
Con la derrota del socialismo en China, se acabó de golpe todo eso. Los valores socialistas de desinterés, cooperación y servir al pueblo se reemplazaron rápidamente con el lema capitalista de “enriquecerse es glorioso”. Se revocó la política socialista de reducir las diferencias entre los que viven en la ciudad y los que viven en el campo para sacar a los campesinos del atraso y pobreza. Hoy contrasta el crecimiento de los lujosos distritos comerciales de unas pocas ciudades grandes como Shanghai con el sufrimiento en el campo. Un factor que hace que China sea tan importante para el capitalismo mundial son las enormes riquezas que ofrece la explotación del trabajo de los campesinos que por hambre han tenido que emigrar a las ciudades en busca de trabajo en las fábricas de productos para exportación.
Con el fin de las comunas populares, se concentraron grandes riquezas en las manos de pocas personas, y la mayoría de los campesinos perdieron todo, sobre todo las riquezas colectivas tales como los servicios médicos gratuitos. Ahora, la fiebre de los caracoles es un problema de los que tienen la mala suerte de vivir en las zonas infestadas, y hay una enorme brecha entre los que pueden pagar el tratamiento y los que tienen que hacer sacrificios para obtenerlo y que muchas veces no lo pueden pagar con regularidad y durante suficiente tiempo para que sea eficaz. Han eliminado la política que dio prioridad a los mejores servicios médicos posibles para todo mundo, y los han reemplazado con un seguro médico (que no es una alternativa eficaz)... para algunos empleados y no para los campesinos, quienes ahora en teoría se benefician del “autoempleo” (o sea, la economía informal). Así, las personas sin la gloria de ser ricos no se pueden dar el lujo de la medicina. Esta situación condena a la muerte por el crimen de la pobreza y perpetúa la fiebre de los caracoles, lo que genera el problema social mayor del debilitamiento económico de vastas zonas del campo y la destrucción de cuerpos y mentes. Antes de la revolución de 1949, China se llamaba “el enfermo de Asia”. Hoy, a pesar de las resplandecientes torres de oficinas en Shanghai, aquella descripción es más vigente que nunca.
Con el sistema de explotación que hoy padecen las masas de China, Àsorprende que la fiebre de los caracoles haya vuelto a azotar al pueblo? ÀY qué se puede decir de otras enfermedades como el SIDA en Asia, América Latina y sobre todo África, donde el de la tasa de mortalidad equivale a genocidio? ÀO la gripe aviaria, el dengue y la malaria, todas enfermedades que únicamente se podrían eliminar tumbando al sistema social que oprime a los países pobres y a los pueblos de todo el mundo? Así se puede movilizar las riquezas de la humanidad y su poder colectivo e individual para poner fin al sufrimiento de miles de millones de personas en todos los continentes.
(Joshua S. Horn, Away With All Pests, publicado en 1969 por Monthly Review Press en Estados Unidos y por Hamlin Press en Inglaterra, se vende en la internet, por ejemplo en amazon.com).
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