En Texas, los policías pueden detener a cualquier persona que “sospechen” de entrar o haber entrado al estado “ilegalmente”. Al menos según el Proyecto de Ley 4 del Senado de Texas (SB4), pueden hacerlo. Por ahora el proyecto de ley está suspendido en los tribunales. Pero estamos hablando de Texas. Y Texas es un bastión de los fascistas que ahora se están organizando en todo el país para desafiar al gobierno federal y a la Constitución de Estados Unidos.
A Greg Abbott, gobernador republi-fascista de Texas, aparentemente le importan un carajo los fallos judiciales. Dijo que los puercos policías de Texas seguirán “arrestando a la gente que cruza la barrera de alambre de navajillas” (a lo largo del Río Bravo/Grande, el río que separa Texas de México). Por cierto, esa barrera de alambre de navajillas también es ilegal.
Y ha seguido deportando a los inmigrantes. El Houston Chronicle informó el 22 de marzo que la Guardia Nacional de Texas ha comenzado a obligar ilegalmente a personas a regresar a México. Y el SB4 es su pretexto.
El SB4 es un gran salto en la represión ya brutal que está cayendo sobre los inmigrantes, en la frontera y en todo el país. Hará que millones de personas no blancas en todo el enorme estado estén cada vez más sometidas a la discriminación racial, hostigamiento, arresto, encarcelamiento y deportación. Y desafía deliberadamente a la autoridad federal. Una ley estadounidense bien establecida y de larga data estipula que es el deber del gobierno federal reglamentar la inmigración y el control de las fronteras de Estados Unidos1.
El SB4 rebotó como ping-pong en los tribunales la semana pasada. La Corte Suprema permitió que entrara en vigor por unas horas. Pero por ahora, debido a otro fallo judicial, está suspendido otra vez. La próxima audiencia judicial se ha previsto para el 3 de abril.
Abran los ojos
En una manifestación a nivel de todo el estado en Austin contra el SB4 el fin de semana pasado, algunos oradores llamaron a Abbott y a Trump que encontraran una manera de ser amables “comunicándose con Jesús” y “encontrando sus almas”. Otro argumentó que nomás podemos dejar que esto se resuelva en los tribunales.
¡Esto es increíblemente delirante! La gente tiene que abrirse los ojos, sacarse la cabeza del culo y hacer frente a la realidad. Confiar en los tribunales para poner fin a la criminalización de los inmigrantes es una estrategia ridícula y mortal. Los tribunales federales están repletos de fascistas recalcitrantes, como la Corte Suprema (sí, la misma Corte Suprema que permitió que se mantuviera la prohibición ilegítima del aborto de seis semanas en Texas antes de que anulara el derecho al aborto en todo el país). A fascistas como Trump y Abbott les importan un carajo las normas legales de este país; de hecho, están tratando de destriparlas y reemplazarlas con leyes y normas fascistas. Han dejado en claro su intención de intensificar sus ataques racistas contra los inmigrantes y su impulso para consolidar el fascismo total a nivel nacional.
Luchar contra la creciente represión, que se organice para la revolución
Biden no vilipendia y sataniza a los inmigrantes con la crueldad racista que lo hace Trump. No moviliza a turbas racistas para gritar insultos y abusos a los mexicanos. Llama a una ejecución legal y ordenada del control estadounidense de la frontera. Pero Biden ha prometido “cerrar la frontera” si se aprueba el proyecto de ley que él propuso. Ha anunciado nuevas y fuertes restricciones al asilo. Está permitiendo que Abbott siga colocando kilómetros de alambre de navajillas a lo largo de la frontera, atrapando a adultos y niños por igual, y construyendo un “campamento base” militar para los soldados que envía para reprimir a los inmigrantes.
Esto se debe a que tanto los republi-fascistas como los demócratas sirven al mismo sistema del capitalismo-imperialismo: un sistema construido sobre el saqueo global, impuesto por una violencia despiadada. Un sistema que no tiene respuesta a lo que ellos llaman su “problema de inmigración”, excepto horrores cada vez más severos. Pero tienen agudas diferencias sobre la mejor manera de “controlar la frontera” al servicio de los intereses del capitalismo-imperialismo estadounidense. El desafío fascista de Abbott a la autoridad federal es potencialmente explosivo. Nomás imagínense si, aunque por accidente, ocurriera un choque armado entre la Guardia Nacional de Texas y los agentes fronterizos federales. Algo así podría derivarse en una espiral fuera del control de cualquier fuerza política particular, y adquirir su propia dinámica.
El Cuerpo Revcom por la Emancipación de la Humanidad en Texas está decidido a luchar contra la creciente represión a los inmigrantes, mientras organiza a gente en la revolución, la cual es la ÚNICA respuesta liberadora a la migración de masas impulsada por este sistema del capitalismo-imperialismo. La ferocidad del conflicto y tumulto entre los gobernantes que está desgarrando las instituciones que han cohesionado a esta sociedad durante más de 150 años hace que sea más posible la revolución para derrocar todo el pútrido sistema el que los gobiernos estatal y federal representan, no en un futuro lejano, sino en los tiempos en que vivimos ahora.
NOSOTROS les llamamos a USTEDES a que tomen partido y defiendan a los inmigrantes, y difundan las siguientes consignas:
No tenemos un problema con la inmigración. Tenemos un problema con el imperialismo.
Alto a la satanización, criminalización y deportación de los inmigrantes y a la militarización de la frontera.
Necesitamos y exigimos una forma completamente nueva de vivir, un sistema fundamentalmente diferente. ¡Revolución, y nada menos!