Issue and Date


Revolución #129, 18 de mayo de 2008

Número actual  |   Números Anteriores  |   Bob Avakian  |   PCR  |   Temas  |   Comunícate

La nueva concepción de la revolución y el comunismo

¿QUÉ ES LA NUEVA SÍNTESIS DE BOB AVAKIAN?

A continuación presentamos la primera parte del texto de un discurso pronunciado en varios lugares del país esta primavera. Se han hecho leves cambios en preparación para su publicación. Revolución publicará la charla en cinco entregas. Texto íntegro del discurso

Parte I: “La humanidad necesita la revolución
y el comunismo”

Hoy vamos a hablar de la nueva síntesis de Bob Avakian, de una nueva concepción de la revolución y el comunismo. Para abordar eso primero tenemos que hablar de por qué necesitamos una revolución y el comunismo.

Quiero leer algo de nuestro periódico, Revolución, que informa sobre una investigación de la Unión Americana de Libertades Civiles sobre la conducta de 4.600 policías en el distrito escolar de Nueva York. El informe relata, con detalles, el hostigamiento diario, la humillación verbal y el constante maltrato físico. Entre otras cosas, habla sobre el caso de Biko Edwards, que iba caminando a una clase de química cuando lo detuvo un vicedirector. Cuando Biko se quejó de que no le permitían ir a la clase, el vicedirector llamó a la policía. El informe de la Unión Americana de Libertades Civiles describe lo que sucedió:

El agente Rivera lo agarró y lo estrelló contra un muro de ladrillos; le laceró la cara y Biko empezó a sangrar. Luego el agente Rivera le roció mace en los ojos y la cara, así que le empezaron a arder los ojos. En vez de ayudarlo, el agente Rivera pidió refuerzos y lo esposó… [a Biko] lo llevaron al hospital, y lo trataron unas dos horas; pasó casi todo el tiempo esposado a una silla… Lo acusaron de cinco delitos1.

Para los que saben de Stephen Biko, el revolucionario sudafricano por el cual probablemente le nombraron a este joven, hay una clara —y amarga— ironía, pues Biko murió en una prisión a consecuencia de una paliza que le dieron policías sudafricanos en los años del apartheid, cuando había un gobierno racista cuyo principal aliado era Estados Unidos. La infamia que sufrió Biko Edwards es un eco de eso y es algo que sucede todos los días en todas las escuelas de todos los ghettos de Nueva York y el resto del país.

¿Qué clase de sistema le hace ESO a su juventud?

Quisiera leerles parte de un artículo que salió hace unas semanas en la revista del New York Times sobre una unidad de contrainsurgencia estadounidense en Afganistán. Entre otros horrores, describe un asalto que duró toda la noche contra una aldea y dice, después del asalto: “El teniente Matt Piosa, un joven serio de 24 años recién egresado de West Point... informó por radio que los ancianos de la aldea querían permiso para enterrar los muertos. También había civiles heridos. El saldo fue malo: cinco muertos y 11 heridos, todos mujeres, niñas y niños”. Les invito a leer el artículo entero para que vean un ejemplo de lo que en realidad están haciendo los asesinos que Barack Obama y Hillary Clinton llaman “nuestros valientes hombres y mujeres en uniforme”2.

Un ejército es una extensión de la sociedad que defiende; ¿qué clase de sociedad produce un ejército que combate de esta manera?

Demos una vuelta por este mejor de todos los mundos globalizado. Hablen con las familias de los 150.000 campesinos de India que, arruinados por el capitalismo global, en la última década se han suicidado, por lo general tomando pesticidas. Viajen a Angola donde, para citar a otro artículo del Times, “los niños en calzoncillos bailan en arroyos atascados de aguas negras y se deslizan por los vertederos de basura en trineos hechos de metal hacia charcos llenos de mierda”, mientras que ejecutivos de corporaciones petroleras entran y salen en jets para cerrar tratos en hoteles lujosos3. Hagan escala en Europa del este, donde cada año secuestran a miles de mujeres y las convierten en esclavas sexuales para el mismo mercado global4. De ahí viajen a México y visiten a la familia de cualquiera de los 400 hombres y mujeres que mueren de sed cada año al cruzar el desierto de Arizona en una búsqueda desesperada de trabajo5. Piensen en esas personas, y díganme a mí — a ellos—, díganse a sí mismos, que este mundo no necesita cambios fundamentales, de arriba pa’ bajo. Díganme que este mundo no necesita una revolución.

Pero se presenta esta pregunta: ¿puede HABER una revolución que realmente cambie la situación? ¿Acaso no se intentó eso y fracasó? Y, aun si una revolución pudiera cambiar todo eso, ¿cómo se podría hacerla en un país como este?

Estos interrogantes han sido temas primordiales de la obra de Bob Avakian —lo que llamamos la nueva síntesis—, y de eso hablaré hoy. Es obvio que no puedo tratar en dos horas los 30 años de el trabajo de Bob Avakian, pero lo que espero hacer es darles un sabor de una manera completamente nueva de abordar la emancipación humana y el cambio fundamental, partiendo de lo mejor de lo que se ha hecho antes pero llevándolo a un nuevo nivel.

Entrémosle.

Emprender una nueva etapa de la revolución

Hace 160 años, Marx y Engels proclamaron en el Manifiesto Comunista que los trabajadores del mundo —el proletariado internacional— no tenían nada que perder más que sus cadenas y un mundo que ganar. El Manifiesto presentó los elementos básicos de la teoría pionera que guiaría esa lucha.

Vienticinco años después, el primer breve intento de revolución proletaria ocurrió con la Comuna de París; y casi 50 años después de eso se dio el primer gran avance —la culminación de la primera revolución socialista— en la Unión Soviética bajo la dirección de Lenin y, después de su muerte, bajo la dirección de Stalin. A esa le siguió la revolución en China, que conquistó el poder en 1949, y donde 17 años después el líder de esa revolución, Mao Tsetung, lanzó la Gran Revolución Cultural Proletaria, una revolución dentro de la revolución para impedir que China volviera al capitalismo y para que, al contrario, avanzara más hacia el comunismo.

A la muerte de Mao en 1976, esa primera etapa de la revolución comunista concluyó con un golpe de estado contrarrevolucionario en China, donde encarcelaron o ejecutaron a quienes tomaron partido con Mao para dirigir la Revolución Cultural. Las medidas contra las cuales lucharon con tanta energía entraron en vigor y se restauró el capitalismo. Hoy en el mundo no existen auténticos países socialistas. Y por todo el mundo la gente siente y lucha con ese peso todos los días, esté consciente o no de eso.

Entonces, ¿cómo se puede avanzar frente a ese peso? ¿Cómo se puede emprender una nueva etapa de la revolución? Ante esa situación, Bob Avakian ha dirigido en la defensa, el apoyo y el desarrollo sobre la base de los logros monumentales de esas revoluciones y de los aportes analíticos de sus mayores pensadores y dirigentes, y a seguir avanzando a partir de ellos. Pero también ha analizado a fondo los errores, así como los puntos débiles en cuanto a concepción y método que contribuyeron a esos errores. Sobre esa base, ha forjado un marco teórico cohesionado, integral y global, o sea, una síntesis. Aunque sin duda alguna este avance surge de lo que ha venido antes y avanza a partir de ello, implica también, como elemento crucial, auténticas rupturas con la concepción y las experiencias anteriores, por lo cual la llamamos una nueva síntesis.

Hoy hablaré sobre esta nueva síntesis con relación a tres esferas: la filosofía, o sea, la manera de conocer el mundo; la política, especialmente las concepciones políticas que guiaron los primeros intentos de construir sociedades socialistas y de llevar a cabo transformación socialista, pero no limitándome a esas; y la concepción estratégica, que se enfoca en cómo se haría en realidad la revolución en un país como este. 

La semana entrante: Parte II: Una filosofía para conocer, y cambiar, el mundo

1. “Criminalizing the Classroom: the Over-Policing of New York City Schools”, NYCLU, ACLU, marzo 2007. [back]

2. “Battle Company Is Out There,” Elizabeth Rubin,revista New York Times, 2/24/2008 [back]

3. “In Oil Rich Angola, Cholera Preys Upon Poorest,” Sharon LaFraniere, New York Times, 16 de junio de 2008. [back]

4. Anita Gradin, comisionada de la Unión Europea, Martina Vandenberg, “The Invisible Woman,” The Moscow Times, 8 de octubre de 1997. [back]

5. Latin American Working Group [back]

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.

Basics
Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es
From Ike to Mao and Beyond