Declaración de Carl Dix

Escandalosa decisión de corte federal sobre el parar y registrar

4 de noviembre de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 31 de octubre, un panel de jueces del tribunal federal de apelaciones en la Ciudad de Nueva York les pegó una bofetada a millones de personas que habían sido víctimas del hostigamiento, vilipendios y cosas aún peores bajo la política racista del NYPD [Departamento de Policía de Nueva York], el parar y registrar; a todas las personas que no quieren vivir en una sociedad en que criminalizan a alguien por el color de la piel; y a las decenas de miles de personas que han marchado y denunciado el parar y registrar.

Press Conference November 1, 2013 to protest federal appeals court ruling on stop-and-frisk.

En una rueda de prensa el 31 de octubre, se denunció la decisión del tribunal federal de apelaciones que suspendió la reforma de las leyes del parar y registrar. Carl Dix dijo: "Se trata de un gran ataque a los derechos de los negros y latinos". Instó a ponerse de pie y oponérsele ahora.
Foto: Revolución

El tribunal de apelaciones suspendió la decisión de la corte inferior, la que resolvió que la manera de implementar el parar y registrar de parte del NYPD fue inconstitucional. El tribunal de apelaciones además suspendió los remedios que la corte inferior había iniciado para reformar el parar y registrar. Para colmo, el tribunal de apelaciones reprendió a la jueza de la corte inferior, Shira Scheindlin, afirmando que fue inapropiado que ella hubiera integrado el caso en su calendario como caso relacionado y por no mantener la apariencia de imparcialidad. La sacaron del caso. Este ataque importante contra los derechos de los negros y latinos es también un mensaje para intimidar a todos, dentro y fuera del ámbito jurídico, de no apoyar a los de abajo cuando los gobernantes los ataquen.

Esta decisión del tribunal de apelaciones es un ataque importante contra los derechos de los negros y latinos. Es una declaración de que de nuevo, este sistema está decidido a tratar los derechos básicos y fundamentales de los negros y latinos como si fueran algo “para el arbitraje” y, en este caso, algo que los gobernantes pueden privarles por capricho. Una vez más, este sistema consagra la supremacía blanca en decisiones judiciales.

Todo esto ha sido cierto desde el comienzo — desde los días de la esclavitud cuando arrastraron a los africanos hasta estas costas en cadenas y los forzaron a trabajar desde antes del amanecer hasta después del anochecer, a fin de amasar la riqueza y fortalecer el poderío de Estados Unidos. Durante el siglo de la segregación del Jim Crow cuando los negros trabajaban de aparceros en las mismas plantaciones sometidos a viles tratos de parte de algunos de los mismos amos que los habían mantenido como esclavos además de sus descendientes; y los reprimieron el Ku Klux Klan y el terror de las chusmas de linchamiento. Hasta el período después de la Segunda Guerra Mundial cuando millones de negros emigraron a las ciudades por todo Estados Unidos, sólo para terminar en la capa inferior de la fuerza de trabajo, víctimas de la discriminación, el terror policial y la desigualdad por donde miraran.

Y todo esto continúa hoy. El veredicto en el caso de Trayvon Martin. La epidemia nacional cada vez más intensa de asesinatos policiales en que casi han llegado a ser el pan de cada día los asesinatos de personas no armadas e inocentes por parte de la policía. La horrorosa realidad de la encarcelación en masa y todas sus consecuencias, la que constituye un lento genocidio que fácilmente podría transformarse en uno rápido, contra los negros y latinos.

Durante todo eso, las decisiones judiciales hacían de la supremacía blanca la ley del país. En 1857, en su decisión en el caso Dred Scott, la Suprema Corte de Estados Unidos declaró: “Los negros no tienen ninguno derecho que los blancos estén obligados a respetar”. Luego estaban las decisiones judiciales que en esencia anularon los derechos en las enmiendas XIII y XIV de la constitución otorgados a los esclavos libertos y que declararon como ley del país las medidas “separadas y [des]iguales” a finales de los años 1800; la absolución de los hombres blancos que lincharon a Emmett Till en 1954; los veredictos de no culpable en los muy pocos casos en que la policía que brutalizó e incluso asesinó a alguien resultara bajo acusaciones ante la corte; y ahora el veredicto en el caso de Trayvon Martin. Esta tradición consagra en la ley la supremacía blanca. ¡Es inadmisible, y hay que pararla!

La opresión brutal de los negros ha sido un elemento integral en el mismo tejido de este sistema desde sus comienzos, y se requerirá una revolución, nada menos, para terminar con ella de una vez para siempre. Las cosas no tienen que ser así. Deberíamos vivir en una sociedad en donde los que nos responsabilizamos de la seguridad pública prefieran arriesgar la propia vida en lugar de matar o herir a una persona inocente, y el sistema judicial proteja los derechos de las personas y no las criminalice. Para que se cree una sociedad así hará falta una revolución.

Nosotros del Partido Comunista Revolucionario (PCR) estamos construyendo un movimiento para la revolución. En Bob Avakian tenemos el liderazgo necesario para hacer tal revolución y forjar un modo de vivir mucho mejor y totalmente diferente. El PCR ha expuesto la visión y el plan estratégico para hacer la revolución en su declaración Sobre la estrategia para la revolución, y para construir una nueva sociedad en un país como Estados Unidos, en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto)(CNRSAN).

Si usted detesta los horrores que este sistema inflige a la humanidad y desea terminarlos, tiene que participar en este movimiento para la revolución. Vea el dvd Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! Lea, estudie y discuta la CNRSAN y la declaración Sobre la estrategia para la revolución. Participe con nosotros en la diseminación en todas partes de la voz y la obra de BA y de la necesidad y posibilidad de una revolución. Únase a nosotros en Luchar contra el Poder, y Transformar al Pueblo, para la Revolución.

Y si usted tiene hasta un poquito de justicia en el corazón, únase a nosotros para rechazar esta decisión y hacer un llamado a poner fin al parar y registrar como parte de decir NO MÁS a todo el lento genocidio de la encarcelación en masa y sus consecuencias. Se necesita llevar a cabo una lucha muy amplia al respecto. Habrá y debería haber una lucha constante sobre la cuestión mayor de una revolución — pero lo de unirse a la revolución no es una “condición previa” para actuar. TODOS AQUELLOS que consideren como intolerable el hecho de que criminalicen a las personas por el color de la piel deberían entrar en acción AHORA. En todos los barrios de Nueva York, la gente tiene que tomar parte. Los líderes religiosos deben de tratar el tema en sus sermones. Los estudiantes y profesores deben movilizar a la gente para confrontar esto en las secundarias y en las universidades.

Todo el mundo tiene que negarse a apartar la vista y hacer caso omiso de este ultraje. Al contrario, deberían ponerse de pie y oponer resistencia. AHORA. Debemos denunciar y rechazar esta decisión del tribunal de apelaciones y hacer sonar los silbatos en contra del parar y registrar.

Vea en línea: “Los motivos de la escandalosa decisión sobre la demanda contra el parar y registrar”.

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