Celebración del Día de Darwin: "Aspirar a un mundo diferente y alzar la vista de la gente"

21 de abril de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

De un lector:

En respuesta a una gran carta en el periódico Revolución ["Carta de un lector: Un llamamiento a celebrar el Día de Darwin, el 12 de febrero de 2014"] que propone celebrar el Día de Darwin en los barrios oprimidos, el Club Revolución decidió celebrarlo con una presentación sobre la evolución en un picnic de recaudación de fondos mensual para BA en Todas Partes. Todos los miembros del club estábamos entusiasmados sobre esto, desde el que había leído el libro de Ardea Skybreak, La ciencia de la evolución y el mito del creacionismo: Saber qué es real y por qué importa, hasta la que había estudiado las imágenes de las páginas centrales de ese libro y compartía ávidamente lo que estaba aprendiendo con sus amig@s, o una mujer que no sabía nada sobre la evolución pero tenía curiosidad de aprender, una mujer que tenía un firme formación educativa en la ciencia de la evolución y estaba horrorizada al descubrir que hoy ésta está en tela de juicio en las escuelas en lugar de que se enseña como un hecho.

Un par de personas se reunieron para escribir un volante para distribuir ampliamente a las personas en el vecindario. El volante decía en uno de sus apartes: “La ciencia contesta la pregunta: ¿De dónde vinimos? Y cuando la entiendes, se te abre un mundo completamente nuevo. Una manera completamente diferente de entender las cosas. Y es una entrada a entender mucho más. Nos ocultan cosas básicas sobre la manera en que funciona el mundo. Con la ciencia nosotros podemos entender el mundo y cómo cambia, incluyendo cómo nosotros podemos ser parte de cambiarlo. La ciencia no es algo sólo para un grupo especial de personas. No es algo por lo que nos dejamos intimidar. Todos somos capaces de comprender los hechos científicos básicos y conocer un método científico... Los revolucionarios que nos dedicamos en serio a cambiar el mundo, defendemos y promovemos el método y enfoque científico en todo lo que hacemos. Estamos construyendo un movimiento para la revolución basado en la ciencia del comunismo que Bob Avakian (BA) ha desarrollado en una nueva síntesis del comunismo, incluyendo una estrategia para la revolución. Este trabajo y esta dirección muestran cómo se podría cambiar el mundo radicalmente y cómo podemos trabajar y podemos luchar para cambiarlo. Por eso nosotros estamos recolectando muchísimos fondos por todo Estados Unidos para popularizar a BA y su trabajo".

Un equipo de dos personas del Club Revolución fue a una iglesia negra con una congregación progresista. Nosotros hablamos con un miembro joven que hace unos años había leído el libro de Bob Avakian ¡Fuera con todos los dioses! Desencadenando la mente y cambiando radicalmente el mundo y le gustó muchísimo. Nosotros sostuvimos un intercambio amistoso pero intenso con alguien un poco mayor quien afirmó que la ciencia no abarca lo de que las personas son espirituales. Nosotros leímos con él la cita 4:30 de Lo BAsico (esa dice en parte que “El comunismo no eliminará —ni de ninguna forma suprimirá— la admiración, el asombro, la imaginación y ‘la sed de maravillarse’”). Después de una discusión con mucha lucha sobre la necesidad de la revolución para cambiar el mundo en favor de los intereses de la humanidad (contra la idea de que las personas sólo cambian las cosas en su mente y resuelven su sufrimiento cuando mueran y supuestamente sus almas se liberen), él regresó para conseguir una manera de mantenerse en contacto y dijo que le gustó mucho esa cita y quiso averiguar más sobre lo que es esta organización. Nosotros también hablamos con un miembro nuevo de la iglesia que había estado durante mucho tiempo en prisión. Él empezó con incredulidad: "Ustedes, ¡¿creen en la evolución?!" Pero cuando abrimos el libro La ciencia de la evolución y leímos la parte ilustrada sobre los mitos y los hechos, él quedó muy intrigado y dijo que tenía la mente abierta y le gustaría aprender más sobre esto.

El Día de Darwin, unos pocos días antes del picnic, Libros Revolución organizó una presentación breve y una muestra de diapositivas por un biólogo jubilado. El público era diverso, personas de diferentes orígenes, algunos hace poco conocían la librería, algunos del Club Revolución, niños, personas mayores, científicos y otros revolucionarios. El biólogo dio una presentación y explicaciones geniales, pero la presentación empezó un poco "a mitad del camino de la historia" para las personas que nunca habían tenido ninguna explicación de la evolución en su vida. Nosotros hablamos en grupo después de la presentación para ayudar a explicar las cosas a los demás e hicimos circular el libro La ciencia de la evolución para que las personas pudieran estudiar las imágenes. Había también debate sobre la religión, y nuestra orientación hacia las personas que son religiosas, es la de reconocer que todas las personas son capaces de entender un método científico y luchar contra lo que Bob Avakian ha denominado la "arrogancia petulante de la Ilustración" (tanto en la forma de ver con desprecio a las personas que son religiosas como en la forma de evitar la lucha ideológica sobre los dioses y la religión, los enfoques basados en la fe contra los enfoques basados en la evidencia para poder conocer el mundo).

Cuando el programa terminó, algunos miembros del Club Revolución se detuvieron para conversar con un físico que había ofrecido ser parte de hacer una presentación de la evolución en el picnic. Invitamos a un miembro del equipo de Libros Revolución que sabe mucho sobre la evolución y está ávido de explicarla a otros y ya había empezado a desarrollar su propia presentación de diapositivas. Conversamos sobre la necesidad de hacer una presentación que fuera una introducción básica a la ciencia de la evolución y que explicara las cosas a las personas que no han tenido ningún entrenamiento científico o educación y usamos el libro La ciencia de la evolución y nuestro conocimiento colectivo de las preguntas que encontramos al conversar con las personas sobre la evolución, a fin de deducir lo que son las cosas claves para tratar y cómo hacerlo.

En los preparativos para el picnic, un equipo de Club Revolución salió a una de las escuelas secundarias del barrio y repartió los volantes y habló con los estudiantes después de clases. Nosotros hicimos que las personas se detuvieran y conversaran con nosotros preguntándoles si piensan que el mundo está bien tal como es o si necesita ser muy diferente. Para aquellos que dijeron que quisieran ver un mundo diferente, nosotros hablamos con ellos sobre cómo es posible cambiar el mundo, pero que necesitamos la ciencia para entender cómo y necesitamos recolectar dinero para hacer que BA y su obra sean conocidos por todas partes. Dos estudiantes negros que se detuvieron y hablaron durante un par de minutos hicieron preguntas en el curso de la conversación: uno dijo que no hay suficientes personas que quieren cambiar el mundo para poder hacer algo al respecto y el otro quiso saber si el movimiento para la revolución está teniendo un efecto. Nosotros hablamos sobre esas dos preguntas y sobre la ciencia de la evolución. La joven mujer dijo que había aprendido sobre la evolución en la escuela y sabía que los seres humanos tenemos un linaje común. El joven hombre había oído el término “evolución” en una clase, pero no recordó aprender nada de lo que es. Nosotros también hablamos con el ayudante de un maestro que se alegraba de vernos hablar con los estudiantes sobre estas cuestiones y tomó volantes extras para un maestro de biología con el que trabaja.

Mientras el equipo estaba en la escuela secundaria, un miembro del Club Revolución que vive en el barrio recorrió la zona repartiendo volantes a solas. Cuando todos nos encontramos, fuimos a un puesto de comida rápida donde los estudiantes a veces se paran para cotorrear después de clases y pasamos por entre la multitud hablando con los grupos de estudiantes y otros. Un tipo joven dijo que no creía en la evolución, creía en un dios y la creación y al principio dijo que no quería hablar sobre la evolución, porque iba a entrar muy profundamente en el tema. Nosotros le dijimos que es bueno entrar profundamente en las cosas y debatir y discutir estas cuestiones con otros, que es parte de cómo todos aprendemos sobre la realidad lo que necesitamos hacer para que podamos conocer la base para cambiar las cosas y podamos ver las maneras en que podemos trabajar para cambiar las cosas. Él tenía algunos puntos de acuerdo con lo de que el mundo necesita cambiarse radicalmente, y por eso aceptaba un poco ir más allá con esta conversación. Hablamos con él un poco sobre la evolución y le mostramos las imágenes centrales del libro La ciencia de la evolución. Él no dijo mucho, pero estaba claramente sorprendido por lo que vio allí.

Al día siguiente, los revolucionarios salieron a una esquina concurrida de una calle donde tenemos una presencia regular. Pusimos a tres afiches de colores bonitos con ampliaciones de las ilustraciones centrales del libro La ciencia de la evolución así como exhibiciones del número especial de periódico Revolución, "No sabes lo que crees que ‘sabes’ sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro" y teníamos materiales del próximo Día de Indignación y Remembranza el 26 de febrero. Todo lo que nosotros estábamos haciendo generaba polémica: algunas personas que conscientemente se oponen al movimiento para la revolución incitaban a otros a no hablar con nosotros. Algunas personas religiosas que aman sus creencias en dios más de lo que tienen un sentido de luchar por la justicia, chillaban en oposición a lo que estábamos haciendo, y un tipo se puso particularmente rabioso. Una mujer, conmovida profundamente porque nosotros también estábamos hablando de la necesidad de ponerse de pie y detener los asesinatos de los jóvenes negros, lo confrontó y agitó que las personas deben estar apoyando y deben unirse a esto, y no oponérsele.

Unos jóvenes estudiantes de la secundaria se perturbaron al oírnos decir que el mundo no se creó en siete días por un dios y gritaron con incredulidad cuando la persona con la que hablaban dijo que no creía en dios. Entretanto, un joven latino que andaban por ahí esperando por el autobús vino a ver de lo que se trataba todo ese alboroto y a ver los afiches de la evolución. Dijo: “Esto no es nada nuevo, ¿correcto? Yo sé sobre la evolución, no pienso que ningún dios creó todo". Nosotros señalamos la controversia en marcha en ese momento a fin de mostrarle la necesidad de llevar ese conocimiento a otros que han estado excluidos e impedidos de aprender sobre esto. Muchas personas se acercaron para ver los afiches, como una mujer que sacó una foto de la exhibición del afiche acerca de las similitudes en los embriones de especies diferentes y luego señaló el embrión de un murciélago y dijo: "Antes de nacer, yo me parecía a eso”. Un chico de ocho o nueve años estaba mirando curiosamente el afiche con el brazo humano, el ala de un murciélago, la aleta de la ballena, etc., o sea los rasgos homólogos que muestran una descendencia común, pero su padre lo apartó y le dijo: "Mientras vivas en mi casa, ¡no te meterás en esto!" y no le permitió a su hijo tomar un volante. Otros comentaron que creían que la tierra tiene miles de millones de años de edad, y no solo miles como la biblia dice, pero reconocieron muchas personas que no tienen una idea muy científica sobre la cuestión de dónde provienen los seres humanos.

Las personas que vinieron al picnic eran miembros del Club Revolución y del Comité BA en Todas Partes, y un par más de personas nuevas y algunos que estaban en el parque se le unieron. Algunos nunca antes habían oído una explicación sobre la evolución. La presentación empezó con una visión panorámica de los 4.5 mil millones años de edad de la tierra y sus inicios y luego la evolución de toda la vida en la tierra. Fue una presentación muy buena que atrajo la participación de la gente, y las personas se adentraron con soltura con ejemplos o comentarios o clarificaciones. Cubrió la descendencia de antepasados comunes, explicó la selección natural y mostró y discutió la evidencia de la evolución. Brevemente tocó la evolución de los seres humanos.

Las personas comentaron después que el día era muy interesante y que aprendieron mucho. Una persona le preguntó honestamente a uno de los expositores: "Si venimos de los monos, ¿por qué hay todavía monos?" Otra persona dijo que se sentía como si estuviera en una gira en un museo de historia natural pero con una explicación mucho más clara. Algunas personas se mezclaron en grupos pequeños para continuar la discusión de la evolución, y otros formaron un contingente y marcharon a una intersección transitada cercana a exigir justicia para Jordan Davis a raíz del juicio nulo y en preparación del 26 de febrero.

Al reflexionar sobre la experiencia, un revolucionario comentó: "El Día de Darwin se salió de ‘la política como si no pasara nada’ y me gustó. Los comunistas piensan sobre todas las cosas, ¿por qué las masas no han de tener la oportunidad de hacer lo mismo? Pensar sobre las cosas así es una parte de lo que hace que uno sea un ser humano pleno. Las personas tienen una sed de entender, pero el sistema dice: 'Esto no es para usted'. Nosotros debemos sostener más cosas como el Día de Darwin. Esto fue diferente, retaba a las personas, llenas de curiosidad y asombro, y una expresión de aspirar a un mundo diferente y elevar la vista de la gente”.

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