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Poniéndonos los guantes de boxeo — y otros esenciales métodos, principios y objetivos

Nota de la redacción: A continuación presentamos algunas observaciones de Bob Avakian, que se distribuyeron originalmente en el Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos (PCR) a principios de 2012. A continuación se publica la tercera parte de la serialización de estas observaciones. Se posteó la primera parte, “Las iniciativas de masas y su relación con nuestros objetivos estratégicos”, el 19 de mayo de 2014, la que se publicó en la edición impresa de Revolución a partir del #339 (19 de mayo de 2014). La segunda parte, “La libertad y la necesidad, y partiendo de una perspectiva estratégica: Unos puntos sobre métodos y dirección”, se posteó el 11 de junio de 2014, la que se publicó en la edición impresa de Revolución a partir del #342 (22 de junio de 2014). Avakian hizo estas observaciones en los momentos en que el movimiento “Ocupar” estaba teniendo un impacto importante, y en general positivo, pero también iba cada vez más en contra de la fuerza represiva del estado, así como sus propias limitaciones. Si bien éste fue un importante elemento particular de la situación general en ese momento, lo que se refleja en estas observaciones de BA, éstas tratan en términos más generales la situación y los retos que enfrentan el PCR y el movimiento comunista en el mundo en su conjunto. Por esa razón y debido a que estas observaciones siguen teniendo relevancia e importancia en ese sentido, se ha decidido publicar estas observaciones. Se han hecho algunas modificaciones, y se han agregado notas, en preparación para su publicación

Tenemos que empezar por retomar la realidad de que el movimiento comunista revolucionario, y nuestro partido específicamente, nos encontramos ante la contradicción bastante aguda de tener que hacer avances y dar saltos importantes y cualitativos, en el futuro cercano, o al no hacerlo sufrir reveses severos, incluso estar en peligro de resultar “fuera del juego” durante cierto periódico histórico, con consecuencias muy, pero muy pesadas para el movimiento comunista y en última instancia para las masas del mundo. Eso es otra manera de formular —y recalcar— lo que dice el Manifiesto1 de nuestro partido, respecto la encrucijada ante los comunistas de hoy: o vanguardia del futuro o residuo del pasado. Tenemos que volver a fundamentarnos en eso, sobria y científicamente, profundizar nuestro enfoque y cimentarnos de nuevo en ello. No es que no existan sucesos objetivos favorables ni prospectos para hacer los avances y saltos necesarios — sino de que hay que aprovechar esa base y crear nuevas condiciones favorables por medio de la lucha, con el fin de dar dichos saltos concretamente.

Me hace recordar un comentario que otra persona dirigente hizo: En este contexto en que se están desarrollando factores contradictorios pero en lo principal favorables, en particular un auge popular y la agudización de la situación objetiva en general, si no hacemos avances, daremos pasos grandes hacia atrás. Si tomamos eso en serio y reconocemos la contradicción aguda que de hecho nos confronta, nos daremos cuenta de que no nos queda un tiempo infinito para dar los saltos necesarios. Si bien no debe cundir el pánico, definitivamente se necesita un sentido de urgencia. Esta orientación tiene que formar una parte importante del fundamento de todo lo que hagamos.

Necesitamos una revolución — Cualquier otra cosa, en última instancia, es una tontería

Estamos haciendo algunas cosas positivas con Lo BAsico2, por ejemplo, y algunos camaradas han reunido a personas a su alrededor sobre esa base — aunque eso también es contradictorio. También los eventos, los diálogos, entre Carl Dix y Cornel West han sido muy positivos — han atraído a muchas personas y han tenido un impacto importante. Existen las dos iniciativas de masas —contra la encarcelación de masa, y contra la pornografía y el patriarcado— y las masas han tomado posición para participar en esas iniciativas. Algunas de las personas avanzadas cerca del partido siguen avanzando. Todo eso está por un lado. Pero también existen lo que podríamos llamar “lo objetivo para nosotros, departamento uno” y “lo objetivo para nosotros, departamento dos”, con los cuales tenemos que lidiar — siendo el segundo “lo objetivo para nosotros” los ataques oportunistas y contrarrevolucionarios en nuestra contra.

Con lo que concierne a ese factor “lo objetivo para nosotros, dos”, no lo estamos reconociendo correctamente, ni hablar de lidiar con ello. Nuestro entendimiento y enfoque acerca de eso están integralmente relacionados con los principios fundamentales concentrados en el punto de “siempre y cuando” (en esencia: siempre y cuando representamos en efecto la revolución y el comunismo, debe ser fácil apreciar y promover correctamente BA y la nueva síntesis que él ha desarrollado). Lo que ese punto de “siempre y cuando” concentra tiene que ver con nuestro mensaje central entero — se podría reformular eso como el mensaje central y la declaración del “por”3: para todo eso es crucial el hecho fundamental de que lo que representamos es la transformación radical del mundo por medio de la revolución y la toma de poder, con la dictadura del proletariado como la transición al comunismo, y la relación de BA y la nueva síntesis con todo eso.

La primera cita del Capítulo 3 de Lo BAsico empieza: “Vamos a lo básico. Necesitamos una revolución. Cualquier otra cosa, en última instancia, es una tontería”.

No partimos suficientemente del reconocimiento de que cualquier otra cosa, en términos fundamentales, es una tontería, pues puras necedades. Me fijé en un informe sobre un joven que se nos acercó durante un período en “Ocupar” pero últimamente lo ha atraído el anarquismo y lo han influenciado las necedades oportunistas y contrarrevolucionarias. Eso ocurre con demasiada frecuencia: las personas se interesan y se nos acercan —o, en algunos casos, se han reclutado jóvenes en particular, pero sobre una base incorrecta y con mucha influencia de una línea revisionista, y de ahí algunos renuncian y se alejan de nosotros— y en algunas instancias se van al campo de la contrarrevolución. Eso resulta tanto de factores objetivos —que incluyen lo que estoy llamando el “factor objetivo, dos”— como de líneas e influencias revisionistas al interior del nuestro propio partido, y por consiguiente nuestra manera de trabajar con las personas. Me hace recordar lo que dijo Lenin, que en el movimiento revolucionario de su tiempo, el anarquismo era a un grado importante la expiación por los pecados del revisionismo en las filas de los comunistas — ese revisionismo, ese destripamiento del corazón revolucionario al comunismo, facilitó el que el anarquismo atrajera a algunas personas. Pero, hablando específicamente de nuestra situación específica, se trata de una combinación de las influencias revisionistas que quedan de nuestra parte y el efecto de los factores objetivos. Dichos factores incluyen la influencia de lo que existe y predomina en la sociedad y en el mundo en general, bajo el dominio de los imperialistas —— siendo un factor muy importante la realidad y los efectos persistentes de la revocación del socialismo y la restauración del capitalismo primero en la Unión Soviética y después en China. Pero también incluye el papel de oportunistas y declarados contrarrevolucionarios.

Eso se ve en algunos informes sobre el trabajo con los estudiantes. Al principio lo que representamos y hacemos atrae a las personas en un sentido general y básico, y después éstas empiezan a captar de lo que se trata, y todo lo que se requiere — y se dan cuenta de lo grueso que es. Se les presenta Lo BAsico, y les atrae lo que concentra, pero de ahí se topan con lo mucho que esto supone, y muchos se alejan, por lo menos en el corto plazo. Es necesario que reconozcamos que eso es parte del proceso. No debemos asustarnos. Debemos permanecer firmemente fundamentados en nuestro entendimiento materialista científico del proceso en conjunto y mantener la orientación de llevar una lucha con las personas para reconocer y aceptar esto. Pero también es necesario que reconozcamos que lo que pasa es que las personas no solo se interesan, sino que se topan con lo grueso que es, se topan con dificultades al promover eso y de ahí se alejan. En la edad del Internet, existe una analogía entre las personas que desertan de nuestras filas, por decirlo así, y los fascistas cristianos en la sociedad en general. Si los fascistas cristianos solamente estuvieran dispersos, solamente unos tantos individuos desperdigados, representarían un problema — pero no llegarían ni tantito a representar el problema que son ahora, al contar con una expresión organizada y coherente y con el fuerte apoyo de sectores de la clase dominante. La analogía es que cuando las personas se alejan, existe un lugar a donde pueden ir que les dará un programa contrarrevolucionario coherente que se opone directamente a nosotros y se dedica a atacarnos, socavarnos y, de ser posible, destruirnos.

Ya es hora de que nos pongamos los guantes de boxeo. Tenemos que darnos cuenta de que este proceso que incluye a los ataques contrarrevolucionarios en nuestra contra no va a desaparecer por sí solo — en nuestro enfoque tenemos que incorporar el reconocimiento de que este proceso es algo objetivo para nosotros, de que es una parte importante de los obstáculos objetivos ante nosotros. Las fuerzas oportunistas y contrarrevolucionarias conscientes —que representan algo objetivo para nosotros— son parte del terreno con el cual tenemos que bregar y lidiar correctamente. Y de hecho no lo estamos haciendo como se debería.

No es cuestión de hacer de eso lo principal. Pero si no incorporamos este entendimiento y no lidiamos con eso —reconociendo que es una parte concreta del “cerco” que nos confronta: las personas y las fuerzas con una orientación activa y apasionada de trabajar para destruirnos e impedir que la gente se nos acerque—, pues pagaremos un precio alto por no reconocer y lidiar con eso. Si no fuera por el Internet, no sería para tanto, aunque seguiría siendo un problema a cierto nivel. Pero el Internet SÍ existe, y provee un medio por el cual las personas que en realidad no representan nada —o al menos no representan nada positivo, en términos de oponerse y luchar concretamente contra este sistema horroroso y ofrecer alguna alternativa concreta— pueden ampliar su influencia, especialmente en la atmósfera cultural pútrida de hoy, y especialmente si se dedican a atacar con bajeza y mezquindad a aquellos que sí están librando una lucha seria contra este sistema y sí trabajan para la revolución. Sí, eso es parte del proceso; pero lidiar con ello, de la manera en que es necesario hacerlo, es NUESTRA parte del proceso. Tenemos que refutar esas porquerías oportunistas y contrarrevolucionarias — con el enfoque correcto, consecuente con nuestra orientación y nuestros objetivos comunistas revolucionarios fundamentales. Eso implica que necesitamos mucho más lucha y polémicas ideológicas “en el campo de batalla” —y sí, “desde la cima de la montaña” al mismo tiempo— para refutar esas porquerías y desenmascarar su bancarrota y su papel de ayudar a la clase dominante en el mantenimiento de este sistema opresor. En general, tenemos que darles duro, polemizando y desenmascarando aquellas cosas que mantienen a las masas en una situación esclavizada y degradada.

Durante más de 10 años, en efecto, hemos dicho, hay que escribir algo sobre los Illuminati, y no ha salido nada. Eso no puede continuar4. Noté que una persona que se nos había acercado pero después se alejó por las calumnias así como el pensar pequeño burgués espontáneo, leyó una declaración de unos anarquistas y dijo: “Es la mejor declaración que he leído”. Debemos encontrar esa declaración y polemizar en su contra, en nuestro periódico entre otros medios. Pongámonos a desmenuzar una declaración de ese tipo, hagámosla pedazos. Porque sí importa —de hecho tiene una profunda importancia en relación a los intereses fundamentales de las masas populares— cuál camino lleva a la emancipación de verdad, y cuál a un callejón sin salida, o algo peor. Tenemos que aprender a hacer polémicas rápidas, cortas y concisas, contundentes. La polémica contra Badiou5 es excelente, muy contundente. Es una aplicación dinámica y convincente de la nueva síntesis del comunismo. Pero no podemos tratar a todo como si estuviéramos escribiendo la polémica contra Badiou. Eso retoma el punto básico: cualquier otra cosa, en última instancia, en efecto es una tontería. Pero no nos basamos en ese entendimiento básico — o al menos para nada lo hacemos de manera sistemático. Tenemos demasiado miedo de obrar de forma contundente. Claro, tenemos que polemizar con principios y de una manera elevada — pero de manera contundente.

Respondiendo a la ignorancia y la arrogancia — con ciencia y contenido

Perdónenme pero es muy mala la cultura de la que se ha imbuido esta generación de jóvenes a un grado importante. Muchos de éstos son arrogantes — francamente sin mucho contenido. No todos, pero un número demasiado grande de estos jóvenes, tienen esa ignorancia y arrogancia de la que habló Mark Twain, cuando dijo: Lo que uno necesita para superarse en Estados Unidos es una combinación perfecta de ignorancia y arrogancia. No hacen preguntas sino aseveraciones nada más. Y me da la fuerte impresión de que nosotros mismos no respondemos de manera contundente— y de hecho, muchas veces todavía asumimos una posición defensiva ante esas necedades, sin tener ninguna razón en absoluto de asumir dicha posición. No se trata de “demoler” a las personas —al menos aquellas que no son oportunistas y contrarrevolucionarios conscientes y dedicados—, pero definitivamente tiene valor administrarles una buena “sacudida”, por medio de una lucha ideológica aguda.

Cuando las personas dicen tonterías que reflejan su ignorancia —como un participante en una protesta que exigió: ¿por qué no está presente Bob Avakian entre las masas que están protestando?—, nuestra gente no responde como deben. Deben estar listos para contestar: “Aún si se supusiera que BA tuviera ganas de estar presente, eso sería extremadamente irresponsable que nuestro partido se lo permitiera”. Y de ahí, en términos básicos, deben explicar por qué. ¿No se podría citar mi autobiografía6 cuando alguien dice, “Por qué no está presente BA”? Ahí está toda una historia del activismo, así como la dirección revolucionaria. Y discutamos el contenido de qué es la dirección comunista concretamente, y qué papel desempeño en relación a eso.

Esas necedades atrasadas que dicen las personas parten del hecho de que no están hablando en serio de cambiar el mundo de manera fundamental — o de que no han reflexionado y forcejeado seriamente con lo que eso significa concretamente. No debemos ser liberales permitiéndoselo. Es justo y apropiado discutir de manera contundente, de deslindar las líneas muy claramente. Si no les parece a las personas, NI MODO. En un informe, leí que alguien se estaba quejando de que Raymond Lotta llevaba una lucha aguda. Eso es parte de luchar por las personas. Por eso, en parte, respondí como lo hice al escuchar de una persona religiosa que atacó a Mao así como a Stalin por “matar a su propia gente”. Además de refutar eso, debemos contestarles: ¿Y de Moisés, qué dicen? ¿Y qué de tantos horrores monstruosos de la Biblia — la violación en masa y masacres, hasta la matanza de infantes, ordenadas y decretadas por el dios de la Biblia y los representantes de ese dios como Moisés? Incluso con las personas con las que debemos y necesitamos unirnos, cuando salen con unas necedades dañinas, debemos denunciarlas y refutarlas, ideológicamente. Pongámonos los guantes de boxeo — a prepararnos para batallar ideológicamente ya.

Un informe cita a otra persona (del movimiento “Ocupar”) que dice: “Bueno, yo he estado pensando en estos interrogantes grandes toda la vida, pues ¿qué tiene de especial BA?” Vale, pues, que responda a unas preguntas:

  • ¿Qué es su análisis de lo que pasó en China tras la muerte de Mao — qué ocurrió y qué contradicciones esenciales abarcó?
  • Más en general, ¿qué es su análisis de las contradicciones que caracterizan la transición del capitalismo al comunismo, y cómo lidiar con dichas contradicciones?
  • ¿Cómo hacer concretamente una revolución de verdad, para deshacerse de todo este sistema y crear todo un sistema radicalmente nuevo?
  • ¿Cómo superar las divisiones entre las personas, que sí existen, y son en muchos casos muy profundas?
  • ¿Qué es el problema y qué la solución — qué es su análisis de esa cuestión básica, si lleva toda la vida pensando en esto?

Estar a la defensiva ante un comentario así — ¿en serio? En nuestro periódico hace falta más de lo siguiente: “He aquí la realidad y he aquí las tonterías” — y si no les parece, ni modo.

Si ese tipo dice que mi declaración (“Reflexión”) sobre “Ocupar” es la gota que colmó el vaso — qué bueno. [Se refiere a alguien que se acercaba, o al parecer se acercaba, al PCR, pero se fue al campo de la contrarrevolución.] Eso refleja el hecho de que mi declaración no simplemente siguió a la cola de “Ocupar” sino que se adentró en cosas en las que hacía falta adentrarse y criticó a cosas a las que hacía falta criticar. Esa declaración no calificó a “Ocupar” de algo hecho un desastre ni nada de eso; al contrario, reconoció su lado positivo y se adentró en las contradicciones materiales que encierra y señaló lo que necesitamos7.

¿Es cierto, o no es cierto, que en última instancia cualquier otra cosa es una tontería? Hay problemas tácticos concretos, y consideraciones tácticas necesarias, al difundir la necesidad de la revolución y lo que es y lo que requiere concretamente la revolución. Sin embargo, tenemos que hablar de lo que una revolución significa concretamente — tenemos que encontrar las mejores y más desarrolladas formas de explicar el punto esencial de que la revolución significa derrocar el capitalismo y reemplazarlo con el socialismo (y de ahí continuar sobre el camino socialista hasta el objetivo final del comunismo). Sí tenemos que tomar en cuenta seriamente las cuestiones tácticas, pero no podemos dejar que los problemas tácticos determinen los términos fundamentales. Y tenemos que decirles a las personas que cualquier otra cosa, en última instancia, es una tontería, como dice Lo BAsico. Y el siguiente párrafo de Lo BAsico (3:1) “lo completa”, dejando en claro que es necesario e importante librar luchas contra ultrajes e injusticias particulares de este sistema —y al hacerlo, unirnos con personas que no están de acuerdo, en ese momento, con la necesidad de una revolución— al mismo tiempo que nosotros actuamos de acuerdo con el entendimiento científico de que solamente se puede eliminar plena y finalmente todos esos ultrajes por medio de la revolución, con el objetivo final del comunismo por todo el mundo. ¿Es eso cierto o no? ¿O es eso solamente nuestra “narrativa”? ¿Nuestra “mantra”? ¿“Lo nuestro” que intentamos imponer, con poca convicción, a la realidad?

¿Qué es el problema en el mundo? ¿Qué es la solución? Tenemos que seguir volviendo a eso, y de ahí tratar el papel que desempeñan diferentes personas y fuerzas sociales en relación a eso. En demasiados casos dejamos que esas otras personas determinen los términos, en vez de conducirlas a volver a los términos concretos. ¿Cuáles son los términos aquí? ¿Quiere decir que no necesitamos dirección? — hablemos de lo que se encontrará al trabajar para cambiar fundamentalmente el mundo y lo que se necesita para hacerlo. Y si existe alguien que en realidad ha surgido como dirigente a un nivel distinto a los demás en el alrededor, es necesario celebrarlo — es muy valioso, si el objetivo en efecto es la emancipación de las masas de la humanidad oprimida, y al final toda la humanidad.

El problema es que, con las personas con las que nos encontramos, y su punto de vista espontáneo, no estamos hablando del mismo proyecto. No me consterna el que los jóvenes con los que nos encontramos, que están empezando a despertar en los movimientos de masas, vean las cosas de maneras que reflejan muchos entendimientos erróneos espontáneos — pero ¿qué es lo que NOSOTROS estamos diciendo y haciendo al respecto? No es cuestión de caer fuerte sobre las personas o maldecirles. Es cuestión de ¿qué es lo que NOSOTROS entendemos, y señalamos, concretamente, sobre lo que se necesita fundamentalmente? Importa si las personas en el partido están leyendo y releyendo la polémica contra Badiou. Hay razones importantes y concretas de por qué se convocó a estudiarla en medio de este brote de lucha, con “Ocupar” y algunas otras cosas. La polémica contra Badiou sigue siendo muy relevante, y es muy sustancial.

No podemos apagar cada incendio calumnioso. Pero debemos tener la orientación y enfoque correctos. Se están desarrollando factores positivos, objetivamente y por medio del trabajo que estamos haciendo, pero no van a llegar a nada bueno teniendo una orientación incorrecta. No podemos darnos el lujo de ver una repetición de la película “El movimiento lo es todo, el objetivo final, nada” — de modo que sea peor que verla otra vez porque, entre otras cosas, habrá personas que se van a ir al campo de la contrarrevolución. No quiero ver ese tipo de repetición, ni ninguna repetición, de “El movimiento lo es todo, el objetivo final, nada”.

La orientación “a las masas” tiene que aplicarse al partido y a las unidades del partido en su conjunto — pero también se aplica a más que solamente las unidades. Tenemos que verlo en conjunto. La dirección del partido, y ciertamente las personas con la responsabilidad particular de hablar por el partido y ser los promotores de la nueva síntesis y de la dirección de BA, tienen que ponerse los guantes de boxeo. La cuestión esencial se concentró en un programa y debate entre Bernard Harcourt y Raymond Lotta — y me alegraba que se le adentraran así: ¿es lo único que se puede hacer la formación de una oposición permanente dentro del sistema existente, mientras que la maquinaria del capitalismo-imperialismo sigue operando en el fondo, aplastando vidas y destruyendo espíritus, para parafrasear la polémica contra Badiou?

Hablando de “Ocupar”, todavía hay mucho chovinismo nacional estadounidense en eso de “Ocupar” — una parte más consciente y otra parte menos consciente. Cuando entramos en la lucha en los años sesenta, no éramos tan arrogantes como lo son demasiados jóvenes hoy, entre ellos muchos de los movimientos de hoy, entre otras razones, porque uno tenía un sentido de responsabilidad para con el pueblo del mundo — uno sentía esa responsabilidad. “Miren a Vietnam, lo que están haciendo en nuestro nombre”. Es muy importante lo que Raymond Lotta señaló sobre comunizar el botín del imperialismo — lo que en última instancia es lo que representa el anarquismo. Eso es lo que “Ocupar” representaría, incluso en su expresión más radical, si se dejara para que siguiera sus propios términos y se llevara a su conclusión lógica: más equidad económica en el marco de ser buenos estadounidenses patrióticos. ¿Nada más debemos hablar de eso en susurros entre nosotros, o debemos discutirlo entre las personas en la sociedad?

No estamos levantándonos en la mañana con ganas de hacer batalla ideológica. Salimos con nuestro juego de herramientas básico, y eso está bien, eso es importante — pero tenemos que ansiar la batalla ideológica. No se trata de diatribas sectarias — y si empieza eso, hay que dejarlo. Las personas dirigentes deben poner el ejemplo. Unidad-lucha-unidad. A avanzar por medio de la lucha — a unirse con las personas, pero a avanzar POR MEDIO DE LUCHA. Debemos ansiar la batalla ideológica — debemos buscar a las personas con quienes emprenderla. Los problemas con esta cuestión están relacionados con por qué nuestra propia gente no habla públicamente de la Revolución Cultural en nuestro partido8 — no la mencionan con las personas y no se les explican. Para que eso se haga —para que se haga correctamente, como se debe hacer—, tendrá que ser que la dirección del partido lo lidere concretamente y ponga el ejemplo. Si ocurre algo importante, convoquen a una reunión en la librería y discútanlo. Si los oportunistas y los contrarrevolucionarios andan regando necedades y confundiendo a las personas, reúnan a las personas y desenmascaren la bancarrota de esa gente — determinen los términos como deben ser, enfocados en el problema y en la solución.

Estaba leyendo un informe sobre la ISO9 — que unas personas jaladas hacia esa tendencia cancelaron una reunión con nosotros porque les estaban influenciando las necedades que promueve la ISO. Debemos estar organizando actividades en las librerías. No hay que complicar las cosas demasiado — vayan al grano: de qué se trata esa ISO y por qué no llevará a nada bueno. ¿Qué es esa “S” —ese “socialismo”— que traen en su nombre: qué significa concretamente, y cómo se logrará según ellos? Diseccionémoslo y desenmascaremos lo que representa en realidad y adónde llevará — y adónde no llevará. O ¿qué hay con el anarquismo y por qué simplemente fortalece el sistema imperante? Si no podemos hacer eso, y hacerlo bien, debemos aprender a hacerlo — RÁPIDAMENTE. Y debemos poner el ejemplo desde la dirección. No respondamos a rumores y calumnias con más rumores y calumnias —no nos rebajemos a tratar las cosas a ese nivel y según esos términos—, respondamos con contenido, tratando las cuestiones esenciales sobre el problema y la solución. No se trata de “riñas sectarias” — y es necesario no dejar que se convierta en eso o que se trate así. Se trata de nada menos que una cuestión de las necesidades e intereses fundamentales de las masas populares oprimidas en el mundo, y en última instancia de toda la humanidad.

El poder estatal: ¿En beneficio de quién, a favor de cuáles objetivos?

Es necesario que haya un ambiente combativo, en el sentido bueno. Creemos en serio en Lo BAsico 3:1, y sabemos lo que es el contenido de esa revolución. “La dictadura del proletariado” (DDP) no es una frase desafortunada (como lo calificó una vez el oportunista Kautsky como parte de sus ataques a Lenin). La dictadura del proletariado es algo formidable y buenísimo. ¿Quieren que los perros policías sigan reprimiendo, golpeando y asesinado a las masas populares — o quieren un poder estatal que sirva a los intereses de las masas populares y las apoye para superar la explotación y la opresión? ¿Para qué ponernos a la defensiva? Sí, ha habido unos problemas en la manera en que se ha ejercido la dictadura del proletariado en la experiencia de la sociedad socialista hasta la fecha — pero principalmente se han logrado algunas cosas muy geniales. Yo no siento para nada que tenga que pedir disculpas. Ya es hora de dejar toda actitud defensiva. No vamos a llegar a nada bueno sin la DDP. No es posible resolver ahora todas esas contradicciones —las divisiones entre las masas, etcétera— dentro de los confines de este sistema, y no se resolverá la situación sin la DDP. Esos son los hechos sencillos, básicos — y cualquier otra cosa, en lo fundamental y en última instancia, sí es una tontería. Hablemos de eso.

No podemos darnos el lujo de volver a desperdiciar cosas y desperdiciar gente. Si lo hacemos, vamos a quedar mucho más atrás. Parte del telón de fondo de las líneas atrasadas con las que se están topando algunas camaradas, y a las que siguen a la cola, es que las personas están empezando a desmoralizarse sobre lo de “Ocupar”. Están descubriendo que hasta eso no es tan fácil. Primero, “ay, qué tanto a todo dar…”. Pero luego les confronta el poder estatal. El poder estatal que se ejerce en beneficio del “uno por ciento”. A ellos uno no les importa para nada — aparte de parar a uno. Si uno persiste en estorbarles el camino, ellos harán mucho más. Algunos lo hemos experimentado — y si uno es principiante, también tiene que aprenderlo. Si las personas no lo están aprendiendo, y si no les estamos retando para que aprendan lo que necesitan aprender, eso es nuestra falta.

Superando los obstáculos, dando saltos y acumulando fuerzas para la revolución

Todo ello se relaciona con nuestra manera de ver esta campaña de recaudar fondos — la de recaudar muchísimo dinero para proyectar BA en Todas Partes, de hacer que eso genere un impacto concreto a nivel de toda la sociedad, que eleve el nivel de la discusión y el debate por la sociedad entera sobre el estado del mundo y lo que se puede y se debe hacer al respecto. Está integralmente relacionado con si esta campaña llegará a ser concretamente lo que tiene que ser — o si se quedará corto. No vamos a tener ningún éxito concreto en eso, y no vamos a dar los saltos críticos en general que necesitamos dar, a menos que las personas dirigentes pongan el ejemplo y lideren con todo lo anterior e insistan en que se haga — aplicando el centralismo democrático. Si alguien recibe un informe que habla de las muchas dificultades con las que los camaradas se están topando —y que quizás también refleje unos problemas en las maneras en que esos camaradas están lidiando con éstas, las maneras en que los están jalando la espontaneidad y lo de seguir a la cola de líneas incorrectas—, pues que lidien con esas contradicciones y hagan que se aprenda de su manera de lidiar con eso.

No podemos desperdiciar ni los logros pequeños. No se puede transformar esta situación general que nos confronta simplemente ganando y reclutando de a dos y dos. Pero ni eso podemos desperdiciar. Tenemos que estar pensando según la perspectiva de ganar y reclutar a masas, en olas. Si no estamos pensando en términos de la masas, ni siquiera conseguiremos de a dos y dos. Pero tampoco podemos despreciar lo de a dos y dos. Algunas personas darán marcha atrás, y algunas incluso se irán al campo de la contrarrevolución — pero tenemos que estar ganando y reclutando a un creciente número de personas, y en olas.

Tenemos que considerar la situación de los camaradas a diferentes niveles y tomar en cuenta con seriedad las cuestiones tácticas, pero no podemos dejar que eso determine en lo fundamental los términos por lo que se refiere a desencadenar y utilizar a las personas de una manera correcta. No podemos mantener este conocimiento que tenemos sobre la historia de nuestro proyecto, sobre la DDP y lo que la transición al comunismo tiene que ser — no podemos mantenerlo oculto entre unas cuantas personas. Tenemos que movilizar todos los factores positivos y la sinergia entre éstos, para difundir esta línea en la sociedad para que contienda a gran escala.

Al llevar a cabo la lucha ideológica —particularmente cuando las personas estén bajo la influencia de necedades y se dejen llevar por éstas—, tenemos que insistir firmemente: no se trata de aquello, se trata de esto. Cualquiera que sea —que desentierren y regurgiten ataques sin principios contra el partido y su dirección o que hablen sobre lo que tiene de malo la sociedad—, una parte importante de llevar lucha con las personas es volver constantemente a la base: “no se trata de aquello, se trata de esto”. De ahí es necesario respaldarlo con contenido. Pero efectivamente tenemos a las personas que pueden respaldarlo y es necesario que otros aprendan de éstas acerca de cómo hacerlo. Estamos muy dispuestos a discutir con alguien todo el día si ese alguien tiene principios y seriedad pero no está convencido — pues, eso está bien, hablaremos y lucharemos con ese alguien todo el día… a menos que éste lo haga sin principios y sin seriedad.

No podemos hacer cosas para organizar a las personas para la revolución y acumular fuerzas para la revolución sobre una base incorrecta, de modo que se establezcan términos incorrectos. Aparte de perder a personas, al menos algunas de éstas se irán al campo de la contrarrevolución. Cuando hacemos las cosas sobre una base incorrecta, damos marcha atrás y nos hacemos daño. Es necesario que tengamos un núcleo que esté muy convencido de lo que representa todo esto — que incluye a las personas que quizás no estén del todo listas para el siguiente salto de ingresar al partido, pero estén muy cerca, y con las que se lleve lucha para que den ese salto crucial adicional. Con éstas, así es la lucha: ¿van a dar ese paso hacia adelante? Los electrones dan vueltas alrededor de ese núcleo sólido, pero los electrones no pueden ser el núcleo.

Comprometidos para “todo el camino”

¿Para QUÉ objetivo hemos estado trabajando, por casi 50 años? ¿Qué hemos estado aprendiendo durante todo estos años? ¿Todos tenemos que repetir los errores del pasado? ¿Los participantes en estos movimientos de hoy en realidad creen que nadie lo haya intentado anteriormente? En los auges de lucha del pasado, no logramos transcurrir todo el camino hasta la revolución —eso es lo que queda por hacerse— y no es necesario repetir cada falta de conocimiento y cada error que cometimos. Y, sí, estamos aquí para enseñarles lo que hemos aprendido. No solamente en términos de este u otro aspecto práctico de un movimiento particular sino en relación a las cuestiones más amplias y los intereses fundamentales de la humanidad.

Leí un comentario de un activista en el movimiento “Ocupar” en Nueva York que decía que el problema con los años sesenta es que la gente se dio por vencida, “pero nosotros estamos comprometidos para todo el camino”. Ahí otra vez lo de la ignorancia y arrogancia, lo que va de la mano con la cultura de tabloides sensacionalistas, de períodos de concentración cortos, del solipsismo e individualismo. ¿De veras se cree que en los años sesenta no hubiera muchas personas muy dedicadas, que se enfrentaron a muchísimas cosas, que hicieron muchos sacrificios durante varios años, con tal de hacer un cambio radical concreto? ¿De veras se cree que nadie se haya comprometido para “todo el camino” verdadero y que nadie haya aprendido nada en el proceso? Lo que pasa con demasiada frecuencia es que las personas se orientan sobre la base de la subjetividad — de cómo vean algo desde una perspectiva limitada o hasta de “cómo les hace sentir”. Por ejemplo, el que se necesite o no la dirección no depende de la experiencia personal de uno o de “cómo le hace sentir”. Se trata de ¿qué están sufriendo las masas populares y qué es la solución para eso? ¿Hay una respuesta? ¿De qué consta la respuesta? Definitivamente no se trata de cómo le hace sentir a uno — cómo le hace sentir a uno depende de lo que uno entiende. Lo que hace falta no son esas tendencias del empirismo y de los individuos que se basan en sus impresiones subjetivas. No, nos hace falta un método y enfoque científicos — el método y enfoque científicos del comunismo, tal como se ha desarrollado mediante la nueva síntesis.

Pensamiento crítico y disciplina — Una unidad de contrarios — Un enfoque científico de conocer y cambiar el mundo

Por lo que se refiere a la vanguardia comunista, el centralismo democrático no es sólo una cuestión de disciplina en un sentido organizativo sino una cuestión de cómo concretamente se llega a conocer y transformar el mundo de las maneras más profundas al servicio de los intereses de la humanidad. No se forma un mejor conocimiento de la realidad si cada quien en un partido elige por su cuenta su propio camino. Hay una lección importante relativa a esto en mi autobiografía, sobre la lucha con los mencheviques al interior de nuestro partido que trataron de llevar a nuestro partido al pantano —al apoyar al golpe de estado revisionista en China tras la muerte de Mao en 1976 y al propagar toda una línea revisionista— y por qué era importante aplicar el c.d. (centralismo democrático), incluso ante el faccionalismo de parte de dichos mencheviques. Es necesario que se repase y reflexione de nuevo sobre esa experiencia y su resumen en la autobiografía. Definitivamente necesitamos mucha iniciativa, mucho pensamiento creativo y crítico, dentro del marco colectivo general correcto y con el espíritu y orientación correctos. Pero uno no va a aprender más por sí solo y definitivamente no va a aprender más al tener un partido dividido en facciones. Las facciones entre los comunistas (o supuestos comunistas) en el tiempo de Lenin eran un remanente de la social democracia, lo que condujo al colapso de la Segunda Internacional compuesta de los partidos supuestamente socialistas y comunistas. La existencia de las facciones era una parte de esa social democracia —en realidad era una forma de la democracia burguesa, en nombre del “socialismo”— la que concretamente prestó servicios al sistema imperialismo existente, en oposición a la auténtica revolución y comunismo. La ruptura con eso y el trabajo en contra de eso por parte de los bolcheviques eran parte de romper con todo lo que condujo al colapso de la Segunda Internacional, la degeneración de casi cada uno de sus partidos en defensores abiertos de “sus” imperialistas en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.

¿Es posible abusar de la prohibición de facciones para suprimir la iniciativa y la atmósfera efervescente necesarias en el interior del partido? Por supuesto. Pero la posibilidad de ese abuso no cambia el hecho de que es correcto, y esencial, no tener facciones. Es correcto y esencial, no solo en términos del funcionamiento y la disciplina organizativos, sino en lo aún más fundamental en términos de la epistemología y la disciplina epistemológica, de llegar a tener un conocimiento cada vez más correcto de la realidad y de actuar para transformarla radicalmente en la dirección del comunismo.

El “paradigma partido-estado” es mucho mejor que la dictadura de la burguesía, y mucho mejor que los prejuicios de la pequeña burguesía

No vamos a avanzar si seguimos tanto con eso de la puerta giratoria — en que las personas se nos acercan y apoyan, pero de ahí se alejan, y en algunos casos incluso terminan oponiéndose, sin que reconozcamos eso, ni lo combatamos, correctamente, al ganar a las personas más profundamente luchando firmemente con ellas. Nunca avanzaremos, si no nos metemos en las trincheras ideológicamente ni tenemos ganas de entrar en la lucha ideológica. ¿De veras, no nos sentimos capaces de criticar al anarquismo? Háganme el favor. Solamente hay que hacer unas cuantas preguntas. ¿No somos capaces de responder a los débiles argumentos que hacen los anarquistas? ¡Háganme el favor!

¿Quién le dio un balazo a Lenin en los primeros años de la república soviética y le hirió seriamente en un intento de asesinarlo? Eran unas fuerzas esencialmente anarquistas. ¿Por qué lo hicieron? Porque Lenin veía las cosas desde la perspectiva más amplia y partía de los intereses del proletariado como clase, en el sentido más fundamental, y entendió lo que iba a pasar si se permitía que los términos los determinaran los trabajadores de una u otra fábrica, o de un grupo particular de campesinos, o los marineros de un barco, en sus acciones basadas en sus intereses particulares limitados. Entendió que, si se obraba de esa manera, diferentes sectores de las masas pelearían unas contra otras, en oposición a sus intereses fundamentales, se socavaría y se destruiría el socialismo, y la situación volvería de nuevo a la anarquía de la producción capitalista y la competencia capitalista, y las dinámicas generales del sistema capitalista y todos sus horrores.

El anarquismo es un punto de vista representativo de la pequeña burguesía — y no llevará ni puede llevar a una ruptura radical con el capitalismo ni un avance más allá del capitalismo, más allá de las dinámicas anárquicas de la producción e intercambio de mercancías10. La polémica contra Badiou tiene mucha relevancia al respecto.

En oposición a lo que argumenta gente como Badiou, el “paradigma partido-estado” —el poder estatal, la dictadura del proletariado, dirigida por una vanguardia comunista— es algo muy bueno, muy necesario, siempre y cuando la línea de dicha vanguardia sea correcta. Y es necesario ejercer ese poder estatal, para mantener esa revolución y continuarla. ¿Nos imaginamos que le vaya a encantar a toda la pequeña burguesía en la sociedad socialista que siga la transformación revolucionaria en esa sociedad, que nadie se le vaya a oponer? Mientras exista la base material para la existencia de la pequeña burguesía, inclusive en la sociedad socialista, se manifestará la afirmación del punto de vista y las aspiraciones de la pequeña burguesía. Me acuerdo de unos estudiantes de una universidad en Canadá que, durante el auge de lucha de los años sesenta, hicieron una marcha bajo la bandera: “como la futura clase gerencial, exigimos nuestros derechos”. Eso se va a dar — exprésese así de abiertamente o no. ¿Creen que no exista ese punto de vista en lo de “Ocupar”? Y si bien ese punto de vista básicamente corresponde a la posición material y las aspiraciones correspondientes de la pequeña burguesía, no es solamente en la misma pequeña burguesía que existen los modos de pensar pequeño burgueses — existen también en las personas básicas. La idea de que debemos seguir a la cola de eso es ridícula y es necesario combatirla y superarla sólidamente.

Desde luego que no se trata de que la pequeña burguesía sea lo mismo ni se le debe tratar de la misma manera, que la gran burguesía — es decir, la clase que domina la propiedad de los medios de producción y ejerce la dictadura en la sociedad capitalista. No se trata de que la orientación en la sociedad socialista sea la de ejercer la dictadura sobre la pequeña burguesía. En términos estratégicos, lo importante es, como lo expresó Lenin, convivir con la pequeña burguesía y transformarla, durante el curso de la transición socialista al comunismo; y las respectivas relaciones no son antagónicas en lo fundamental. Sin embargo, una orientación que corresponde a la posición social y las aspiraciones espontáneas de la pequeña burguesía no puede determinar los términos, o no habrá ninguna revolución, ningún socialismo, ninguna transición al comunismo.

Mi “Reflexión” sobre “Ocupar” acogió a “Ocupar” pero de ahí se adentró en las contradicciones profundas y complejas en juego y lo que necesita ocurrir si uno no quiere mantener una sociedad y un mundo caracterizados por profundas desigualdades, opresión y explotación — si uno no quiere que la gente siga sufriendo innecesariamente en este mundo.

Dirigiendo a las personas, comparando y contrastando la revolución con las tonterías

En serio, tenemos que plantear eso de una manera muy firme. Tenemos que agudizar esa orientación. Y tenemos que usar el sitio web revcom.us y nuestro periódico Revolución, para muchas cosas —pero también para polémicas breves, concisas y contundentes. "¿Qué hay de mal con Slavoj Žižek?": es decir, ¿qué tiene de mal su punto de vista? ¿Y Gramsci? ¿No podemos escribir unos párrafos sobre Althusser? ¿Es tan difícil eso? ¿No podemos escribir unos artículos sencillos que provocan a las personas, en el sentido bueno? ¿No podemos hacer eso? Pues las personas aprenden comparando y contrastando las cosas. Aprenden de la práctica, pero también de comparar y contrastar. Estamos defraudando a las personas y estamos defraudando a nosotros mismos cuando no luchamos con ellas y no nos adentramos en las cuestiones que tienen una importancia objetiva — cuestiones que ellas mismas plantean muchas veces en formas un poco distorsionadas (no siempre, pero muchas veces). Eso no es de sorprenderse, porque su modo de ver las cosas, espontáneamente, se filtra por el punto de vista burgués que predomina en la sociedad. Hasta las personas que no hacen eso conscientemente, pero que lo hacen más espontáneamente, aún así —cuando abren la boca para hablar— representan el punto de vista y las aspiraciones de clases que no son el proletariado. El hecho de que ustedes de "Ocupar" están descubriendo que todo es mucho más difícil de lo que habían pensado: hay que preguntarse ¿POR QUÉ es mucho más difícil de lo que habían pensado? No es simplemente porque se les enfrenta un cordón de policías. ¿Por qué está la policía ahí y por qué actúa de la manera en que actúa? ¿Por qué el alcalde Bloomberg puede pedir la presencia de la policía y ustedes no? Aquí operan fuerzas sociales que son mayores y más poderosas, y debajo de esas fuerzas están unas dinámicas, las dinámicas fundamentales de este sistema — que ni siquiera esas fuerzas controlan. ¿No podemos llevar discusiones sobre eso con las personas? ¿Cómo utilizar a los voceros y la dirección para ese fin? — Tenemos que prestar atención a eso. Tenemos que llegar a ser muy buenos para desarrollar en corto tiempo las formas para hacer eso. Si cinco o diez personas llegan a una reunión o una discusión, pues denles algo, algo sustancioso y básico, para ir a llevar discusiones con otros.

Sin tener esa orientación y enfoque básicos, no se dará ninguna batalla seria para recaudar fondos. No llegaremos adonde necesitamos estar sin batallar sobre esas cuestiones con una base correcta. Sí, se recaudarán fondos, pero no será una campaña de recaudación de fondos multifacética y de masas, a menos que la dirijamos con esta orientación. Y no solamente con las masas; pues si uno va a las personas muy adineradas y sigue a la cola de éstas, no servirá de nada. Tenemos que plantear esto directamente ante esas personas y luchar sobre esta base: Si usted contribuye su dinero a una causa como Obama, y no a esta campaña de recaudación de fondos de BA en Todas Partes, eso tendrá malos resultados y malas consecuencias para las masas y para la humanidad. Necesitamos una revolución, una revolución comunista, y lo que usted piensa que sabe sobre esto NO es cierto.

No podemos aceptar que se diga que "Stalin y Mao eran asesinos en serie" y nosotros simplemente no respondemos. Más de unas cuantas personas ocupan una posición privilegiada en Estados Unidos, con el "lujo" de aceptar "veredictos" sobre temas cruciales sin molestarse por conocer la verdad, debido al hecho de que los gobernantes de Estados Unidos y el funcionamiento del sistema han masacrado a la gente en una escala masiva en realidad, y sin hipérbole, han segado la vida de decenas y centenares de millones de personas por todo el mundo. No podemos dejar que las personas acepten las calumnias acerca del comunismo al mismo tiempo que se nieguen a confrontar los crímenes reales y verdaderamente monstruosos de este sistema. Necesitamos tácticas y tacto para llevar la lucha con las personas — pero estratégicamente no podemos permitir que eso pase sin respuesta. No podemos dejar que las personas hablen y hablen acerca de que Gadafi (o quien quiera que ellos hayan identificado como el villano de turno) sea de algún modo la peor persona del mundo. ¿Podemos hablar de la realidad? Necesitamos adentrarnos en esas cuestiones con las personas: desde una posición elevada y basada en principios, y con contenido, pero de manera contundente.

Si no hacemos eso, vamos a retroceder, hacia el abismo. Podemos dar inicio a algunos elementos de lo que estoy diciendo ahora mismo, inclusive con el sitio web y el periódico. ¿No podemos respaldar lo que estamos diciendo?

La simplicidad y la complejidad: Tratar correctamente esta contradicción

Lo BAsico es muy importante —es una herramienta muy valiosa— y necesitamos utilizarlo de maneras mucho más grandes. Pero es una síntesis de cosas mucho mayores. ¿Pensamos que Marx es obsoleto? No, hay mucho que aprender, mucho de importancia, al estudiar a Marx. Cuando habla del tendero y del intelectual democrático, por ejemplo, Marx señala que los dos se ven impelidos hacia los mismos problemas y soluciones — no simplemente las soluciones. Hay mucho que aprender al volver repetidamente a eso. Conocer y presentar el problema de la manera correcta y científica tiene gran importancia — determinar los términos sobre la base correcta y científicamente fundamentada.

El comunismo y la democracia jeffersoniana11 fue escrito con un alto nivel de abstracción, aunque se intentó desmenuzarlo al grado que fuera posible, sin "simplificarlo y rebajarlo a un nivel para bobos". Es una obra importante y definitivamente sirve un propósito muy importante. Pero tenemos que tomar la línea que está ahí y propagarla — popularizarla, sin distorsionarla o diluirla. Y necesitamos otras cosas aparte de esa obra que tratan los mismos temas básicos. Se necesitan textos que sean más cortos, contundentes — ¡zas! ¡zas! Deberíamos entender y tratar correctamente la contradicción simplicidad-complejidad, y no tratarla mal. Es necesario, y muy importante, lidiar con la complejidad de las cosas, y deberíamos llevar lucha con las personas cuando éstas quieren que se simplifiquen las cosas demasiado, con una simplificación excesiva, cuando no quieren hacer el trabajo necesario para conocer a fondo y así poder transformar el mundo de la manera que hay que transformarlo. Pero también necesitamos formas de reducir las cosas a su esencia — cosas que son sencillas en ese sentido. Si una persona dice: "Es más complejo que eso", podemos hablar sobre la complejidad, y eso sí lo hacemos.

Seguro que no deberíamos hacer lo que hacen los oportunistas: vulgarizar las cosas, inclusive acortando y distorsionando las declaraciones de las personas con las que ellos no están de acuerdo, de una manera instrumentalista y carente de principios. Pero no deberíamos sobrecargarnos de la complejidad de las cosas. Existe dicha tendencia — sobrecargarnos al intentar lidiar con la complejidad, hasta el punto en que farfullamos y no vamos al grano. No queremos simplicidad en el sentido de vulgarizar las cosas y lanzar pullas — pero en el sentido de ir a la esencia, de una manera concisa y básica. Es importante sintetizar lo complejo en algo sencillo y básico, con tal de que sea acertado.

¿Quieren que las masas aprendan? — pues déjenlas mirar mientras otra persona lo haga. Ésa es una de las formas principales en que las masas aprenden. Capacitarlas es también dejarles ver cómo se hace algo. Dejarles ver la confrontación entre puntos de vista contrarios. Durante la lucha contra los bundistas (unos oportunistas nacionalistas que se hicieron pasar por comunistas), en aquellos tiempos, algunos de nosotros escribimos unas críticas y todos bregaron con éstas. Y se aprendió mucho.

"No hay nada ahí"

En una parte de mi autobiografía, hablo de un tipo, Robere, que era un dogmatista que intimidaba a mucha gente en aquellos tiempos, al citar de memoria pasajes tomados de Mao y Lenin, y cosas por el estilo. Creó una imagen "mítica" de sí mismo. Pero algunos sabíamos lo suficiente para reconocer que la recitación de memoria de las obras "clásicas" —como de un fanático religioso que repite las sagradas escrituras— no significaba que tenía mucho contenido, ni un método correcto en efecto. Así que, una vez Robere habló ante una manifestación en frente de un palacio de justicia y, al escucharlo, se me ocurrió: "no hay nada ahí" — no había nada de contenido concreto detrás de la fachada supuestamente intimidante. Y no hay nada ahí con esas otras líneas, en términos del problema y la solución. Ése es un punto de orientación importante. Robere no hablaba sobre la realidad, no lidiaba con ésta de una manera correcta y no tenía ninguna "solución" aparte del dogma.

En pocas palabras, con respecto a esas fuerzas oportunistas: estratégicamente, no hay nada ahí. En particular, cuando habla de la solución, no hay nada ahí. Ahora bien, no es lo mismo cuando se habla de personas como Chomsky o Arundhati Roy. Éstas hacen muchas cosas que son positivas. Al contrario de los oportunistas y los contrarrevolucionarios, su orientación y su intención es trabajar de una manera basada en los principios y hacen mucho trabajo bueno particularmente en sus denuncias de muchos crímenes de las fuerzas de opresión por todo el mundo, centrándose mucho en sacar a la luz los crímenes del imperialismo estadounidense y del imperialismo occidental. Pero, en términos fundamentales, y particularmente por lo que se refiere a la solución, no hay nada ahí — no hay en concreto ninguna orientación o programa que pueda llevar en verdad a un mundo radicalmente distinto. Cuando se trata de los oportunistas y los contrarrevolucionarios, definitivamente no hay nada ahí — es decir, no ofrecen nada positivo — solo pueden causar daño. Por otro lado, nosotros tenemos algo — hay algo ahí — porque estamos lidiando con la realidad, estamos forcejeando científicamente con la realidad y luchando para transformarla. Hemos aprendido mucho de esa manera, y claro que tenemos mucho más que aprender — pero tenemos las bases para aprender mucho más al ir adelante.

Combatir el oportunismo y la contrarrevolución: Una parte necesaria de hacer una revolución

No se trata es de preocuparnos excesivamente por los oportunistas y los contrarrevolucionarios. Pero sí tenemos que tomar en cuenta, y contrarrestar activamente, la única cosa que sí pueden lograr hacer: causar daños reales con sus actividades contrarrevolucionarias. Están sacando provecho de la cultura putrefacta que existe generalmente y que sigue dominando en demasiada medida, y están sacando provecho del hecho de que en realidad no están preparándose para enfrentarse a los de arriba; al contrario, pueden actuar y de hecho actúan de maneras que no solamente no amenazan a los de arriba, sino que concretamente están a su servicio. Nosotros sí tenemos que contrarrestar activamente el daño que ellos logran hacer con sus actividades contrarrevolucionarias, particularmente con la tecnología de hoy y en el contexto de la actual cultura putrefacta. Tenemos que confrontar esas necedades de manera contundente y poderosa, aunque no deberíamos preocuparnos excesivamente por éstas, para poder refutar su basura oportunista y contrarrevolucionaria — y tenemos que ofrecer una alternativa positiva, sustanciosa y que eleva las aspiraciones. Repito, no se trata de responderles de la misma manera, de dejarnos rebajar a la cloaca — se trata de responder con contenido, de centrarnos en las cuestiones fundamentales relacionadas al problema y a la solución, con lo que se necesita para transformar concretamente al mundo de una forma emancipadora.

Los "avanzados" que en la situación actual nada más estén "inmunes" a todas esas "tonterías que se dicen", pues, esas personas francamente no existen — o hay muy pocas. Las personas se nos acercan con las influencias e ideas que tienen —ésa es parte de la realidad objetiva con la que lidiamos— y el hecho de que esas personas se topan con tonterías oportunistas y contrarrevolucionarias, y hasta están bajo su influencia, es parte de la realidad objetiva que es necesario que nosotros lleguemos reconocer más acertadamente y con la que tenemos que lidiar con mayor tino — luchando más eficazmente para activar la participación de cada vez más personas en el proceso de dejar atrás esas influencias. Con demasiada frecuencia, ante esas tonterías ponemos respuestas aguadas y fofas. Para repetir, tenemos que responder a eso con contenido, pero no de una manera meramente académica y educativa, en el sentido incorrecto. Hay una batalla que es necesario emprender. Una parte importante de la lucha que tenemos que librar se centra en esta pregunta: ¿qué es lo que importa y en qué deberíamos centrarnos y en qué deberíamos adentrarnos? ¿El sensacionalismo, los chismes, la propagación de rumores y calumnias — o las líneas? Claro que deberían ser las líneas y hasta dónde nos llevan las diferentes líneas. Tenemos que luchar por las personas —lo que significa llevar lucha con éstas en lo ideológico— para poder hacer avances.

El hecho de que algunas personas se acercan y luego se apartan porque nosotros "engrandecemos demasiado a BA" no ocurre en un vacío — ni simplemente debido a la influencia de la clase dominante y las instituciones dominantes y lo que predomina en la sociedad en general. Los oportunistas y los contrarrevolucionarios les riegan necedades y tonterías. Trabajan para influenciar y jalar a las personas que atraemos. "Trabajar para influenciar y jalar" en realidad no expresa bien lo que hacen. Muchas veces se caen encima de las personas, como por el Internet. Algunas veces se trata de actividades contrarrevolucionarias premeditadas. Para usar una metáfora, si unas personas se esconden en los matorrales y arremeten al azar contra usted, y usted se les hace de la vista gorda porque no quiere dejarse arrastrar al nivel de nimiedades, o a la cloaca, usted está cometiendo un error — usted tiene que enfrentarse a eso, sin dejar que lo arrastren a su nivel. Debería darnos vergüenza cuando no respondamos agudamente a eso. No queremos responder de la misma manera que ellos, pero más bien tenemos que señalar la bancarrota ideológica y política que ellos representan — y, en algunos casos, sus francas cochinadas policíacas también, aparte de su bancarrota ideológica y política.

Hace poco volví a leer nuestra respuesta a las "Nueve cartas" de Mike Ely. Esa respuesta es muy buena12. En particular, me impresionaron la denuncia y la refutación del burdo relativismo y agnosticismo de Ely — su intento de socavar el conocimiento de que, aunque claramente los seres humanos no pueden conocer algunas cosas con certeza en algún momento determinado, por otro lado existen muchos conocimientos humanos que tienen una base bien fundada y bien establecida en la realidad, los cuales podemos determinar con gran certeza que son ciertos y no tienen simplemente un vínculo tenue con la realidad, para usar la formulación de Ely. Como parte de nuestra respuesta, en vista de que Ely invocó a Mao —y en realidad lo distorsionó burdamente— a fin de avalar su agnosticismo y relativismo, se le planteó adrede lo siguiente: ¿cree él que tienen un vínculo tenue con la realidad las cosas como el materialismo dialéctico e histórico, la necesidad de la revolución y la toma del poder estatal, la dictadura del proletariado y el socialismo como una transición al comunismo y la continuación de las clases y de la lucha de clases en la sociedad socialista? Y ¿estaría de acuerdo Mao? Si uno parte de la "lógica" oportunista de Mike Ely, pues no habrá ninguna buena respuesta a esas preguntas. Asimismo, nadie le ha hecho rendir cuentas por sus necedades en torno a Nepal — el hecho de que sigue a la cola del revisionismo ahí y sus ataques a nosotros por no seguir a la cola de ese revisionismo. Al parecer, ser oportunista y contrarrevolucionario implica no tener nunca que rendir cuentas por nada — siempre y cuando uno ataque a lo que es auténticamente revolucionario y comunista, algunas personas le darán “chance”, haga usted lo que haga y diga lo que diga. Cuando Ely renunció al partido, su oportunismo y sus ataques contra mi persona y contra el partido representaron principalmente una justificación por haberse claudicado —por haberse capitulado ante el imperialismo y todo lo que éste representa— a la vez que daba mezquinos aires de seguir siendo algún tipo de "comunista" o "revolucionario". Pero aquí viene muy al caso algo que señaló Lenin. Éste dijo que una cosa es cometer un error (aunque capitularse ante el imperialismo, darle la espalda y atacar a lo que en realidad representa la revolución y el comunismo y rebajarse al nivel de traficar con prejuicios ignorantes y burdos sobre el comunismo y la organización comunista, invocando el fantasma del "control del pensamiento" al interior del PCR, etc.... en efecto una basura de los abismos de un J. Edgar Hoover — constituye más que un mero error; pero para seguir con el punto esencial de Lenin), si uno persiste en ese error — y si busca "profundas justificaciones" para éste—, dicho error puede llegar a ser algo verdaderamente monstruoso. Ése es el proceso básico por el cual Ely ha pasado.

Para repetir, lo importante no es preocuparse de manera desproporcionada por esos oportunistas y contrarrevolucionarios, pero sí tomar en serio el hecho de que pueden causar, y causan, daños reales, particularmente en la situación de hoy y con la cultura putrefacta que predomina, lo que incluye a un número exageradamente grande de personas que se dicen representar algún tipo de oposición. Una parte del proceso es que algunas personas que atraemos al principio —particularmente si trabajamos y llevamos la lucha bien con éstas— continuarán dando saltos adelante, mientras que después de cierto punto otras darán pasos atrás. Pero, si en ese proceso las cosas se están definiendo de manera incorrecta, algo está mal. Una parte del problema es que nosotros no nos adentramos en estas cuestiones de manera suficientemente aguda con las personas. En demasiadas ocasiones, tratamos de esquivar las cuestiones o tratarlas con demasiada delicadeza, en lugar de adentrarnos en las cuestiones esenciales directa y agudamente. No deberíamos permitir que perdamos nuestro filo.

Cuando las personas se nos acercan y de ahí empiezan a tener una idea de la enormidad de lo que representamos —de qué tan duro y complejo lo es y la medida en que va contrario a lo que piensa la mayoría de las personas, además de ir en contra del estado—, descubren eso y llegan a una coyuntura. Ahora se trata de una etapa distinta a la de cuando las personas se nos acercaron por primera vez. Sus preguntas ya no son sencillamente las que tenían cuando nos conocieron por primera vez, cuando entraron en el ascensor. Además, las cosas que les inquietan, haciéndoles apartarse de todo esto, no son solamente las cosas objetivas que vienen de la burguesía y de sus instituciones e ideas dominantes — también las influencia lo que dicen esas otras fuerzas, lo que dicen acerca de nuestro partido y BA y, en efecto, todo el proyecto comunista. Esas fuerzas sí luchan por su línea — por llamarla así. Nosotros, por cierto, no podemos darnos el lujo de no luchar por la nuestra. Para confrontar en serio sus necedades, tenemos que analizar, a fondo y agudamente, cuáles son las diferencias —las diferencias reales y sustanciosas que importan— y por qué nuestra línea es correcta y por qué esas otras personas están mal — y por qué en efecto "no hay nada ahí" por lo que se refiere a un análisis del problema y de la solución fundamentales, y por qué en efecto lo demás son necedades.

Al ir aprendiendo acerca del proceso concreto de construir un movimiento para la revolución y de llevar a cabo esa revolución cuando surjan las condiciones indicadas, más complejo y más difícil parece este proceso, en particular al empezar a bregar con esas contradicciones. Pero la realización concreta de una revolución implica y requiere la sistemática aplicación de un método y enfoque científico para identificar y analizar las contradicciones que encierra ese proceso y para desarrollar las formas de transformarlas radicalmente. Nos hemos puesto a trabajar para incidir, de una manera sustanciosa, en esos problemas — y tenemos mucho más trabajo que hacer para resolver estos problemas a medida que avancemos. Tenemos una base, y es necesario que nuevas personas se unan a esto y ayuden a llevar a cabo el trabajo adicional que se requiere. La verdad es que nadie más tiene una base para sostener lo que dicen, porque lo que dicen no corresponde a la realidad. Tenemos que recalcar ese punto.

Es necesario hacer todo esto de una manera muy aguda. En la situación actual y en términos de las fuerzas que están surgiendo entre los movimientos de hoy, estamos lidiando a un grado muy importante con fuerzas que representan la pequeña burguesía. Un movimiento como "Ocupar", aunque ha atraído y ha movilizado a algunas personas de las masa básicas, es mayormente y en esencia un movimiento de la pequeña burguesía, y van a salir líneas, tendencias e influencias que son características de la pequeña burguesía — las personas que ven las cosas desde un punto de vista distinto al punto de vista que representa los intereses del proletariado, en el sentido más fundamental. Con un enfoque científico, podemos ver que así es la situación con la cual estamos tratando, en términos de fenómenos como "Ocupar" — inclusive con sus aspectos positivos muy claros. Tenemos que entender esto y actuar en consecuencia. Y, para repetir, este modo de pensar no se limita a la pequeña burguesía solamente — existe más generalmente en la sociedad. Además está el hecho de que en realidad la población sabe muy poco acerca del comunismo y su historia — y la mayor parte de lo que la población piensa que sabe es incorrecta. Al tomar todo eso en cuenta, debería estar clarísimo por qué es profundamente incorrecta la idea de que deberíamos seguir a la cola de eso, en vez de librar una lucha ideológica, basada en principios pero intensa, contra lo que es incorrecto — contra lo que representa un enfoque erróneo y no científico del problema y de la solución.

Sí, deberíamos discutir y forcejear con las personas acerca de cuestiones como qué rumbo deberían tomar "Ocupar" y otros movimientos que se presentan, como tal. Ésa es parte, inclusive una parte importante, de nuestra responsabilidad, pero no es nuestra responsabilidad principal. Nuestra responsabilidad principal y esencial es la de construir un movimiento para la revolución — y tenemos que abordar todo desde la perspectiva fundamental de cómo se relaciona a ésta.

El problema que algunos camaradas tienen, con relación a los movimientos como "Ocupar", proviene en gran medida del hecho de que no parten sistemáticamente del conocimiento de que no existe ningún antagonismo, pero sí una contradicción muy real, entre lo que esos movimientos como "Ocupar" representan, y el rumbo que es necesario qua tomen las cosas. Tiene que haber unidad-lucha-unidad para resolver las contradicciones en el seno del pueblo — pero si no partimos de la base correcta y del conocimiento correcto basado en la ciencia, no tendremos ninguna posibilidad seria de manejar correctamente las contradicciones muy reales ni la dialéctica unidad-lucha-unidad.

El problema y la solución

Problema y solución. Problema y solución. Problema y solución. Todo gira en torno al problema y a la solución: qué es el problema fundamental en el mundo y qué es la solución. En un sentido fundamental, eso incluye a mí y mi papel. La forma en que realzamos mi dirección, y lo que esa dirección ha hecho nacer y lo que concentra, tiene un significado concreto y una gran importancia — pero solo en el contexto del problema y la solución. No es simplemente un apéndice, un anexo o una nota al pie de eso — pero EXISTE en ese contexto.

Esto se aplica también a las polémicas — en un sentido general y fundamental, éstas deberían centrarse en el problema y la solución y basar las cosas constantemente en el problema y la solución.

Que tengan en mente: "no hay nada ahí". Las polémicas deberían centrarse en gran medida en el hecho de que lo que esas otras fuerzas representan —y particularmente las fuerzas oportunistas y contrarrevolucionarias organizadas— no llevará a nada bueno y en realidad obra en contra lo que se necesita.

Tres puntos breves

Uno: Existe el fenómeno de que cuando una persona se acerca a nuestro partido y a lo que éste representa, y de ahí empieza a promoverlo, las personas que representan la pequeña burguesía desafecta, pero absorta en sí misma, comienzan a clamorear y bramar. Así es fundamentalmente la manera en que tenemos que ver esos ataques — y, de un modo dinámico, explicarlo así a otros, incluidas las personas que esos clamores y bramidos influencian.

Dos: Cada vez que seguimos a la cola, es como un tiro que nos sale por la culata y nos causa un serio revés.

Tres: Nosotros estamos por la revolución y el comunismo. A ustedes los oportunistas no les gusta eso porque, en realidad —en términos del contenido de lo que ustedes plantean— quieren hacer que este sistema "funcione"; su visión y sus aspiraciones en realidad no van más allá del estrecho horizonte de este sistema, para parafrasear a Marx. Expresemos de otro modo los términos para que correspondan a lo que en efecto son. Nuestro partido, y de una manera concentrada BA, representan la dirección que se necesita y la lucha para la revolución, y el estado, la dictadura del proletariado, que es el resultado necesario de esa lucha — y es, a su vez, una transición al objetivo final de un mundo comunista. Por ello las personas, y en particular aquellas que constituyen los representantes políticos y literarios de la pequeña burguesía, reaccionan de esa manera. Quieren hacer que este sistema "funcione", al menos para sí mismos. Eso no es lo que nosotros representamos.

Debemos aprender una lección de la experiencia del Área de la Bahía de San Francisco hace unos años con el grupo STORM. Los camaradas ahí desafortunadamente tenían una marcada tendencia a dejarse intimidar por STORM, porque estos camaradas tenían un enfoque incorrecto: miraban demasiado los fenómenos superficiales y no se basaban en las dinámicas subyacentes de las cosas. Por un tiempo STORM parecía ser “algo bueno”, y como arma se valía de una política de identidad nacionalista, al mismo tiempo que daba aires de ser marxista hasta cierto grado o de alguna manera daba aires de estar contra el sistema. ¿Pero dónde está STORM hoy? ¿¡Y dónde están las personas que se presentaron como sus luminarias —gente como Van Jones— qué hay con él hoy?! Trabaja abiertamente para este sistema. Eso es una especie de salto, pero un salto que, en un sentido real, es una extensión del punto de vista y enfoque de algo como STORM. Aquí no se trata de "rasgos de personalidad" sino de línea — del punto de vista y método y de la orientación estratégica que surge de eso. Claro está que, mientras que existan las diferencias de clases y en particular mientras que haya personas que constituyen los representantes políticos y literarios de la pequeña burguesía, inclusive en las nacionalidades oprimidas, continuarán existiendo encarnaciones diferentes del tipo de fenómeno que STORM representaba. Pero hay que sacar lecciones de la experiencia con STORM — ¡y del hecho de que hoy el mismo STORM ya no existe!

Los avances a corto plazo y el objetivo fundamental de la revolución: Tratar correctamente una contradicción real

Al parecer, Chris Hedges declaró que "Ocupar" es "demasiado grande como para fallar". Eso de plano está mal. "Ocupar", como tal, tendrá cierta duración — y como dije en mi "Reflexión" sobre "Ocupar", puede hacer una contribución significativa a la revolución que se necesita, CUANDO los comunistas revolucionarios lo aborden de manera correcta. "Ocupar" en sí tendrá su propia vida y, como ya ha sucedido, confrontará una serie de retos; y la manera en que responde a esos retos desempeñará un papel importante en la determinación de qué rumbo tome y cómo y de qué maneras pueda seguir teniendo un impacto principalmente positivo. En estos momentos eso se concentra en la posibilidad de un desafío poderoso a las medidas concentradas de la clase dominante para suprimir y dispersar a "Ocupar." Podemos y deberíamos procurar hacer unas cosas importantes con relación a eso, pero lo más importante que deberíamos estar haciendo es acumular fuerzas para la revolución, con relación a este movimiento y de otras formas también. Si no captamos eso seria y profundamente, y si no actuamos en consecuencia, no solo "Ocupar" sino nuestro partido también dejarán de existir o se absorberán en el paisaje político de la sociedad burguesa, para parafrasear la reciente polémica contra Slavoj Žižek13.

¿Hay quién pueda decir que nunca lo ha influenciado la línea de que ha sucedido algo bueno, así que no lo arruinemos al mencionar el núcleo sólido, no le demos vida a la necesidad de la revolución y el objetivo final del comunismo? No, eso ocurre — pero tenemos que estar muy al tanto de eso, reconocerlo y luchar en su contra.

Tenemos que pensar en nuevas formas de hacer el trabajo con los avanzados a nuestro alrededor —de luchar y resolver las cuestiones y hacer unos avances muy necesarios en la activación de nuevas fuerzas, los nuevos iniciadores de la nueva etapa del movimiento comunista— acumular fuerzas para la revolución y reclutar a un creciente número de los avanzados para el partido. Necesitamos hacer avances en cada una de las tres metas de la Campaña general que estamos llevando a cabo: propagar en serio en la sociedad la revolución y el comunismo; hacer que se conozca BA en toda la sociedad y que lo que BA representa sea tema de discusiones y debates sustantivos en toda la sociedad; y atraer e incorporar a olas de nuevos iniciadores de la revolución comunista. Todo esto —y en particular la tercera meta— requiere que se gane a las personas a que tomen partido en concreto y se comprometan plenamente con ESTO. Tenemos que ver que un creciente número de personas lleguen al punto en que quieran salir en la sociedad y enfrentarse a la jauría bramadora. Imbuyamos ese espíritu del Partido Pantera Negra de esos tiempos. Los miembros del PPN creían seriamente que eran la vanguardia y no estaban dispuestos a escuchar ninguna tontería, de nadie, de que no fuera así. Necesitamos tener mucho más de ese espíritu básico. No se trata de atacar a las personas, pero tener un espíritu de tener ganas de llevar la lucha ideológica.

Necesitamos desencadenar y juntar a las personas que se sienten así — darles algo sustancial y ver que salgan en la sociedad a luchar por esto.

No pensamos lo suficiente en términos de luchar por las personas que las líneas incorrectas están influenciando. Vayamos en contra de la espontaneidad — que nos pongamos los guantes de boxeo. Que metámonos en la contienda ideológica, con ganas de entrar al duelo. Si eres una persona dirigente, invita a otras personas, incluidas unas masas avanzadas, a acompañarte cuando hagas esto. Llévate a esas masas que se nos están acercando. Ponte a debatir con esas otras líneas. Refútalas: "Ustedes ni siquiera saben qué es el problema, ni hablar de la solución". Y luego a adentrarse en el contenido. Tenemos una línea desarrollada con mucho contenido. Pero es necesario luchar por ésta. Si se quiere ganar a las masas, es necesario luchar y es necesario tener a unas masas a nuestro lado para que éstas vean las líneas en contienda y cuáles tienen contenido y se basan en la realidad, y cuáles no.

Algunas preguntas básicas

¿Cómo nos aseguramos de que las personas salgan a hacer el trabajo revolucionario de una manera correcta? Una ventaja de Lo BAsico es que el libro permite hacer un trabajo bueno. Pero, como hemos visto, es posible hacer trabajo con Lo BAsico y al mismo tiempo tener una línea incorrecta en contienda seria en ese trabajo. Lo BAsico no es una especie de vacuna contra una línea incorrecta — es un factor que crea condiciones más favorables para que se haga el trabajo de una manera correcta. Con muchos individuos, necesitamos determinar cómo simplificar las cosas sin caer en imprudencias y ver que las personas entren en el caldo y torbellino de lo que está sucediendo en estos momentos.

Presentemos una serie de preguntas muy básicas. ¿Piensa que se va a eliminar este ultraje de la brutalidad policial con un par de plantones? Si no, ¿es tolerable eso? Si no, otra pregunta: ¿qué es lo que se requerirá para eliminar ese ultraje? ¿Piensa que éste es el único ultraje que comete este sistema y cómo se va a lidiar con los demás ultrajes? ¿Cómo encaja lo que estamos haciendo en un movimiento revolucionario para eliminar todo esto? Esta resistencia es muy buena como un comienzo y una parte de lo que es necesario que ocurra, pero no es tan buena nada más como algo en sí, aparte de lo demás. Veamos que las personas vuelvan a lo que saben y tienen una base para saber.

¿Cree en serio que con el mero crecimiento de "Ocupar" día a día que se solucione todo lo que representamos? Las personas en el partido y cerca de nosotros conocen las respuestas, y se las "olvidan". Tenemos que ver que las personas vuelvan constantemente a lo que saben. Existen cuestiones de línea y la fuerza de la espontaneidad.

En situaciones en las que un creciente número de masas está despertándose y está en movimiento político, y nosotros estamos trabajando para relacionarnos a eso, lo que decimos importa más. Y cuanto más eso importe, mayor es la tendencia a bajarle nuestro filo. Cuando se introduce algo como mi declaración sobre “Ocupar”, eso rompe algo de la unidad que existe, a la vez que tiene el potencial de unir a las personas a un nivel más alto. Lo mismo pasa con ALTO al "Parar y Registrar". ¿Se trata de algo lineal estático de cada vez más unidad, o se trata de unidad-división-mayor-unidad, pasando por coyunturas y luchas? Los camaradas, y en particular los camaradas que tienen responsabilidades de dirección, conocen las respuestas. Así que, ¿por qué ocurre que las personas pierden de vista eso y suelen seguir a la cola? Primero, la influencia de que "el movimiento lo es todo; el objetivo final, nada " — y en una parte de su cerebro pesa la idea de que la revolución y el comunismo no sean viables, o que existen en alguna esfera abstracta desligada de lo que está ocurriendo ahora. Segundo, la tendencia pensar: introducir este tema va a trastocar la unidad que ya hemos forjado, ahora que tenemos algo bueno en marcha. Es necesario luchar para salir por el lado correcto, en repetidas rondas de lucha. Es necesario que los camaradas vean sus responsabilidades ante todo como comunistas, y no como unas personas que trabajan en alguna esfera particular.

Debemos usar el sitio web y el periódico para representar las cosas. Hasta un artículo corto, como el que escribí sobre "La empresa estadounidense"14, puede concentrar mucho. Si alguien menciona la actual Constitución de los Estados Unidos, podemos responder con algo como: "eso debería de estar en algún museo" — en lugar de ofrecer argumentos académicos. El efecto de dar respuestas incisivas como ésa es el de cambiar los términos del debate a los que deberían ser. Y de ahí, es posible adentrarse más en el contenido — que esa Constitución representa el pasado, he aquí lo que necesitamos para el futuro — señalando la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto)15. Usemos el sitio web y el periódico para representar ejemplos como ése. El sitio web y el periódico deberían tener más análisis profundos, pero definitivamente se necesitan muchos artículos cortos y penetrantes.

Dirigir sistemáticamente con el método y enfoque correctos

Tenemos que dirigir de manera sistemática con la línea correcta, y más fundamentalmente, el método y el enfoque científicos y correctos. Eso tiene que ser lo que estamos trabajando para alcanzar. Ésa es la norma que tenemos que establecer y a la cual tenemos que aspirar — y nada menos. Y, a la vez que perseveramos para dar saltos en las cosas que hemos identificado como cruciales, es necesario que sigamos mirando las cosas desde otros ángulos y que no caigamos en caminos trillados o rutinas. Tenemos que acatar ciertas cuestiones fundamentales de principio y mantener los ojos firmemente puestos en el premio de los objetivos decisivos, y al mismo tiempo volver repetidamente a examinar las cosas desde otros ángulos.

Sí, tenemos que llegar a estar más centrados en lo que hacemos y en la manera de utilizar nuestras fuerzas, pero lo principal y lo decisivo es de dirigir con la línea correcta, y de ahí determinar cómo llegar a tener las combinaciones y sinergias correctas. No queremos utilizar nada más nuestras fuerzas de una manera sabia — queremos y necesitamos crecer. Queremos que un creciente número de personas vengan aplicando la línea correcta y no alguna otra línea. Es necesario prestar atención a cómo dirigir eso y cómo desarrollar las combinaciones y sinergias correctas para hacer que eso ocurra. Piense en el efecto cuando una persona dirigente acompañe a un camarada en el trabajo y que haga ese trabajo correctamente y luche para avanzar y de ahí evalúe ese trabajo junto con el camarada. Deberíamos incorporar a las masas avanzadas cuando sea apropiado. Las masas aprenden cuando vean las cosas que se hacen correctamente y cuando las vean en contienda con otras cosas. Algunas personas pueden hacer esto bien, y pueden hacerlo muy bien, pero todavía son muy pocas — tenemos que utilizarlas correctamente y combinarlas, correctamente, con miembros básicos del partido y con las personas que empiezan a acercarse y participar, para que otras pueden aprender y desarrollarse.

¿Cómo aprovechamos los puntos fuertes que tenemos y los puntos fuertes de las personas a nuestro alrededor en las mejores combinaciones y sinergias posibles y cómo salir a lugares en el mundo real en los que es posible hacer esto? No podemos solamente llevar a las masas a nuestras librerías — tenemos que hacer eso, pero también tenemos que ir A las masas. Eso va de la mano con lo de simplificar, simplificar, simplificar. La simplicidad radical. Reúna a las personas en grupos y vaya a algunos lugares con alguien que va a establecer los términos de la manera correcta.

Un punto final: Sobre la unidad y la lucha

En vista de que he recalcado tanto la confrontación de líneas contrarias en la que en efecto la contradicción es antagónica —es decir, por lo que se refiere a los oportunistas y los contrarrevolucionarios—, no quiero restarle importancia a la lucha no antagónica, a la lucha con las personas con quienes es también correcto buscar unidad, a la vez que llevar a cabo una lucha ideológica en torno a las grandes cuestiones y cuestiones de principio. La diferencia es que hay muchas personas que no están de acuerdo con nosotros, que son objetivamente representantes de un punto de vista incorrecto, lo que en última instancia conduce las cosas en una dirección que se aleja del lugar a donde es necesario estar, pero ellas mismas no se han convertido en efecto en una apéndice de la clase dominante. No se están proponiendo destruir a nuestro partido. Además, no están formulando sus puntos de desacuerdo con nosotros disfrazándolos de "revolución" o "comunismo". Esto tiene que ver con lo que el Partido Comunista de China puso en claro, en sus polémicas contra los revisionistas soviéticos en los años 1960, de que es posible tener unidad con muchas fuerzas que dicen no ser comunistas, pero no puede haber unidad con los revisionistas: con los falsos comunistas que distorsionan y se oponen al núcleo revolucionario del comunismo, a la vez que atacan a los que defienden y actúan sobre la base del auténtico comunismo revolucionario.

Al prestar atención a la necesidad de contrarrestar, con contenido ideológico, a las fuerzas oportunistas y contrarrevolucionarias que efectivamente se ocupan de emprender ataques sin principios contra nuestro partido y contra BA — es importante no caer en la tendencia a pasar por alto o minar la importancia de interactuar y desarrollar el proceso de unidad-lucha-unidad con lo que objetivamente son representantes no antagónicos de otras clases y capas sociales. Eso sigue siendo muy importante.

 

1. El comunismo: El comienzo de una nueva etapa, Un manifiesto del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, septiembre 2008 (RCP Publications, 2009). [regresa]

2. Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian (RCP Publications, 2011). [regresa]

3. La declaración del “por” se refiere a lo siguiente:

Por Bob Avakian y el trabajo que ha hecho durante varias décadas, de sintetizar las experiencias positivas y negativas de la revolución comunista hasta hoy y de aprender de una amplia gama de experiencias de la humanidad, se ha desarrollado una nueva síntesis del comunismo — existen en realidad una visión y estrategia viables para una sociedad y mundo radicalmente nuevos y mucho mejores, y existe la dirección crucial que se necesita para hacer avanzar la lucha hacia ese objetivo. [regresa]

4. Después de que BA hiciera esas observaciones, Revolución/revcom.us publicó “¡Los 'Illuminati' son un mito! ¡Despiértense y reconozcan el VERDADERO problema!”, #272, 17 de junio de 2012. [regresa]

5. "Alain Badiou's 'Politics of Emancipation': A Communism Locked Within the Confines of the Bourgeois World", (“‘La política de la emancipación’ de Alain Badiou: Un comunismo encerrado en los confines del mundo burgués” (en inglés), de Raymond Lotta, Nayi Duniya y K. J. A., Demarcations: A Journal of Communist Theory and Polemic (Demarcaciones: Una revista de teoría y polémica comunista), en inglés, #1, verano-otoño de 2009. [regresa]

6. From Ike to Mao and Beyond: My Journey from Mainstream America to Revolutionary Communist, A Memoir by Bob Avakian, en inglés (Insight Press, 2005). Se puede descargar pasajes en español en revcom.us. [regresa]

7. “Una reflexión sobre el movimiento 'Ocupar': Un comienzo inspirador… y la necesidad de ir más allá”, Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, Revolución #250, 11 de noviembre de 2011. [regresa]

8. Vea una discusión acerca de la Revolución Cultural al interior del PCR en El comunismo: El comienzo de una nueva etapa, Un manifiesto del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, Parte VI, “Una revolución cultural en el interior del PCR”, a partir de la página 34 del folleto. [regresa]

9. Organización Socialista Internacional. [regresa]

10. Vea un análisis de la fuerza impulsora de la anarquía como la expresión más esencial de la contradicción fundamental del capitalismo en “Sobre la ‘fuerza impulsora de la anarquía’ y la dinámica del cambio — Un agudo debate y urgente polémica: La lucha por un mundo radicalmente diferente y la lucha por un enfoque científico de la realidad”, de Raymond Lotta, Revolución #322, 9 de noviembre de 2013. [regresa]

11. Communism and Jeffersonian Democracy (El comunismo y la democracia jeffersoniana), en inglés, 2008. (RCP Publications, 2008). Se puede descargar en revcom.us y se puede pedir como folleto (RCP Publications, 2008) aquí. Hay pasajes en español aquí. [regresa]

12.  "¿Atascado en el 'horrible presente capitalista' o forjando un camino al futuro comunista? Una respuesta a las Nueve cartas de Mike Ely", de un grupo de escritores del PCR, 2008. [regresa]

13. "Vilipendiando el comunismo y acomodándose con el imperialismo: La farsa y la vergüenza del 'pesimismo sincero' de Slavoj Žižek", de Raymond Lotta, Revolución #256, 15 de enero de 2012. [regresa]

14. "La empresa estadounidense — Propiedad y esclavitud: Nociones peculiares de 'libertad' y profundas contradicciones", de Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, Revolución #252, 11 de diciembre de 2011. [regresa]

15. Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) (RCP Publications, 2010). [regresa]