La única respuesta que ofrece Rahm a la violencia en el seno del pueblo: Incrementar la violencia del estado contra el pueblo
Del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, rama de Chicago
5 de octubre de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us
Chicago, diciembre 2015. (Foto: FJJ)
Chicago se conoce en todo el mundo por dos cosas. Uno, por sus cerdos policías racistas, asesinos, mentirosos, encubridores de conjuras y torturadores de acusados. Vea el video de Laquan McDonald baleado 16 veces a sangre fría por un policía de Chicago y los intentos de encubrirlo por parte de los policías implicados, la “veeduría de la policía”, el alcalde Rahm Emanuel, el departamento de policía, el fiscal del estado y todos los niveles del supuesto sistema de justicia. Dos, la ciudad se conoce como la capital de los homicidios de Estados Unidos. En lo que va del presente año, se han registrado más de 3.100 tiroteos y más de 500 homicidios concentrados en las comunidades más pobres e indigentes.
El 22 de septiembre, Emanuel presentó su nuevo plan brutal para hacer frente a la segunda cosa (“la violencia de las armas”) mientras que trata de calmar la indignación por la primera (el asesinato policial) y motivar a la gente a colaborar con la policía. Su programa se basa principalmente en la contratación de 1.000 policías adicionales para aumentar el número de policías a más de 13.000, y así reforzar la misma fuerza policial que mató a Laquan McDonald y a muchos otros, y que todos los días aterroriza, degrada y suprime a las personas cuya vida ya está hecha un infierno bajo el presente sistema de supremacía blanca. Mientras tanto nada ha cambiado desde que se divulgó el video del asesinato de McDonald. Han acusado al asesino, pero éste anda libre. No han acusado a ninguno de los otros policías. Hace sólo un mes la policía asesinó a Paul O’Neal y los vídeos muestran el encubrimiento en curso minutos después del asesinato. Más terror policial es la única respuesta que ofrece el presente sistema.
Emanuel quiere aprovechar el hecho de que la gente está muy molesta por los tiroteos relacionados con las pandillas que matan gente a diario, a fin de hacer que la gente tenga fe en el sistema y de fortalecer activamente su reaccionario programa genocida contra la juventud. En su discurso Emanuel hizo un llamado mortal a la “comunidad de Chicago” para que se una y sirva de “socios” de la policía. ¡PARA NADA! No puede haber ninguna sociedad entre los individuos que refuerzan la opresión y la gente que éstos oprimen; tal sociedad sólo implicaría unirse al sistema brutal para apretarle las clavijas al pueblo e intensificar su opresión. La policía es el enemigo del pueblo. Su papel, como ha dicho Bob Avakian, “no es de servir y proteger a la gente, es para servir y proteger el sistema que gobierna sobre la gente. De reforzar las relaciones de explotación y opresión, las condiciones de pobreza, miseria y degradación que el sistema ha impuesto sobre la gente y está determinado a mantenerla allí”.
Ese plan no es neutral, es muy perjudicial. Identifica a todos los 7000 varones de los años 8, 9 y 10 de la escuela en 20 de los barrios más pobres y los pone en un programa que monitorea su “progreso”. Esto tiene implicaciones tipo Gran Hermano orwelliano y potencialmente genocidas, de monitorear los nombres y los particulares de todos los varones y un registro de su asistencia a la escuela y su clasificación, sus detenciones y encarcelamientos. Puede que un puñado de jóvenes tenga una oportunidad de estudiar en la universidad o conseguir un trabajo, mientras que el molino de carne destroza a la gran mayoría y mediante ese programa estarán aún más directamente bajo la bota de un estado que no le ofrece nada excepto más y más opresión y cosas peores.
Emanuel sí dejó salir una cosa acertada en su discurso: “Veo a los muchachos que tienen una mirada de desesperanza en los ojos”. Aunque admitió que hay muchos barrios en que cunde una pobreza apremiante, sin trabajo, sin tiendas, no nada para los jóvenes, él no le echa la culpa al racismo estructural que los ha encerrado y excluido. Ni al funcionamiento ciego del sistema capitalista que ha trasladado fuera de la ciudad a los trabajos de los que los negros solían depender o los ha hecho desaparecer por la automatización. Ni a las políticas conscientes, como sus propias políticas de recortar las escuelas y los servicios sociales, y la destrucción de la vivienda pública, mismas que han reforzado esa opresión y en muchos casos han agravado los conflictos preexistentes entre las pandillas. No habló del legado del presente sistema podrido y su historia, como la brutal segregación del pasado así como del presente en Chicago, la que provocó el asesinato en masa de gente negra en 1919 por haberse atrevido a utilizar una “playa blanca” y la que solo unas décadas atrás provocaba el que turbas blancas atacaran a los negros por atreverse a mudarse a “vecindarios blancos”.
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Por lo que, de hecho, es el presente sistema del capitalismo-imperialismo lo que es la causa de que generaciones de jóvenes nazcan en una situación donde se determina antes de que nazcan su futuro desesperanzador. El funcionamiento del presente sistema obliga a los negros y latinos a vivir en barrios y ghettos marginados donde las condiciones de vida son de duras penurias. Esas condiciones orillan a muchos a la delincuencia para sobrevivir. El sistema obliga a la gente a competir entre sí y hace un “modelo” de la moralidad despiadada de la selva que sirve al sistema. De ahí, entra la policía como un ejército de ocupación, para brutalizar y matar, enviar a la cárcel a grandes cantidades de personas, o maniobrar para que las personas peleen y maten entre sí. Estas son las “opciones” que el presente sistema les ofrece a los jóvenes.
No, Emanuel, no dejaremos que usted le dé otra interpretación y le eche la culpa a los jóvenes y su supuesta falta de formación en “carácter”, “moral” y “la elección de opciones buenas”. ¡Esas necedades de “carácter” y “moral” provienen del mismísimo alcalde que ha aplicado las políticas racistas que les han privado de la esperanza a esos jóvenes! ¿Qué es el “carácter” de Rahm Emanuel tras el cierre de 50 escuelas y la mitad de los centros comunitarios de salud mental hace un par de años y hace un mes despidió a mil maestros, consejeros escolares y enfermer@s? ¡El carácter de un secuaz despiadado del sistema que refuerza la pobreza y la desesperanza! ¿Qué es la moral del alcalde ese que conocía la verdad sobre el asesinato policial de Laquan McDonald, la encubrió por más de un año y luego, cuando el tribunal ordenó que se divulgara el video, amenazó a decenas de ministros y activistas de la comunidad que, de no impedir que la gente de sus barrios se levantara, iban a recortar los fondos para sus programas de comida y servicios sociales? Un mentiroso descarado y chivato. ¿Y qué modelo a seguir representaba el mismo Emanuel cuando era jefe de personal de la administración de Obama con sus guerras, ataques de aviones no tripulados, apoyo a los ataques criminales de Israel sobre Palestina, etc.? Un criminal de guerra modelo.
¿Los jóvenes necesitan mejores modelos? ¿Necesitan romper con la locura de pelear y morir entre sí, en lugar de organizarse para una revolución concreta contra el sistema que los ha metido en esas condiciones? Sí, por supuesto, y nosotros, la vanguardia, venimos trabajando en torno a ese problema ahora mismo, retando a la gente a NO caer en las trampas del sistema y a apuntar su ira contra la fuente del problema y a organizarse en la revolución. (Lea “Desafío y protesta desde el asesinato policial de Paul O’Neal”.)
Se trata de una revolución comunista para emancipar a toda la humanidad que hace suya una moral liberadora que sirve ese objetivo. (Lea “Puntos de Atención para la Revolución”). Como dice Bob Avakian en Lo BAsico, los jóvenes que han estado atrapados en cosas terribles hoy son capaces de cosas GRANDES, y la “responsabilidad de aquellos que están en la vanguardia es dirigir a las masas a convertir en realidad ese potencial”. Con dirección y mucha lucha para que ellos desarrollen todo su potencial revolucionario, pueden dejar de pelearse entre sí y empezar a luchar contra el sistema. Es necesario que su ira, audacia y desafío se canalicen en el proceso de organizarse para una revolución CONCRETA para derrocar el presente sistema a la mayor brevedad posible. No podemos aspirar a nada menos. Existe la dirección para una revolución en Bob Avakian, y el partido que él dirige, el Partido Comunista Revolucionario. Hay una estrategia seria para la revolución; lea CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución y el Mensaje del Comité Central del PCR, Estados Unidos, “Ya es hora de organizarse para una revolución CONCRETA”. Obtengan estos mensajes ya en www.revcom.us. Léalos y difúndalos en todas partes.
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