Los indígenas sioux de Standing Rock… y los hinchas de los "Indios" de Cleveland
Comparaciones y contrastes
2 de noviembre de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us
Los indígenas sioux de Standing Rock y miles de otras personas que protestan contra la construcción del Oleoducto Dakota Access están en una lucha por proteger las aguas de esta tierra y las tierras que su cultura considera sagradas. Se han opuesto una heroica resistencia al gas pimienta, palizas y cientos de arrestos. En su resuelta resistencia han puesto de manifiesto toda la historia de los tratados rotos y el genocidio contra los pueblos amerindios. Los manifestantes dan un modelo de algo muy importante: de responsabilizarse colectivamente del futuro de la tierra y de las personas que viven en ella y asegurarse de que no se destruye.
Contrastemos lo anterior con la gente que se festeja y actúa el tonto en Chicago y Cleveland, en las celebraciones de una Serie "Mundial" en la que un equipo utiliza una caricatura grotesca y cruel de los amerindios como su emblema. Cientos de hinchas se han puesto el disfraz racista del "Jefe Wahoo" en los partidos, y millones de personas los han visto en la televisión.
El equipo adoptó el nombre "Indios de Cleveland" en 1915, a 25 años de la masacre de hasta 300 indígenas lakota sioux en Wounded Knee. En ese entonces, los periódicos de Cleveland anunciaron el nuevo nombre con una virulencia racista, evocando una imagen mitológica del "salvaje primitivo" que ya había servido durante siglos para justificar el genocidio de los pueblos indígenas de las Américas. Un periódico escribió: "...mantendremos a los indios en el camino de guerra todo el tiempo, y con entusiasmo colgaremos los cueros cabelludos de los cinturones". Y la mascota "Jefe Wahoo" todavía se usa hoy en los uniformes y edificios, y la cual los hinchas se visten en esta Serie Mundial, no es distinta al "Sambo negro" racista utilizado durante los años del Jim Crow para caricaturizar a los negros como un pueblo inferior.
He aquí el primer punto de Bob Avakian de “3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor”: “1) Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. Una vez que se haga eso, la puerta se abrirá para adentrarse en por qué el mundo está como está y cómo es posible cambiarlo.
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