Un pasaje de CIENCIA Y REVOLUCIÓN, Sobre la importancia de la ciencia y la aplicación de la ciencia a la sociedad, la nueva síntesis del comunismo y la dirección de Bob Avakian, Una entrevista a Ardea Skybreak

Un enfoque científico de la sociedad, y de cambiar el mundo

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Un punto de vista científico, una curiosidad ilimitada sobre el mundo

31 de enero de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Un enfoque científico de la sociedad, y de cambiar el mundo

Pregunta: Creo que podríamos empezar por preguntarte brevemente acerca de la ciencia y del método científico. Así que quisiera comenzar con una pregunta provocativa: ¿Qué es lo que la ciencia tiene que ver con conocer y transformar el mundo? Y, muy brevemente, para ofrecer un trasfondo a la pregunta, me parece que la gran mayoría de las personas, incluyendo la mayoría de los científicos naturales, no piensan que uno puede, necesita y debería de usar un enfoque científico para analizar la sociedad o “el mundo social” y mucho menos transformarlo. Así que quisiera preguntarte: ¿Por qué es que esa idea está equivocada? ¿Qué es lo que la ciencia y el método científico tienen que ver con conocer y transformar la sociedad y el mundo?

AS: Bueno, pienso que ésta es una pregunta muy importante porque, como dices, muchos científicos de las ciencias naturales (biología, astronomía, física, etc.) que aplican muy rigurosos métodos científicos cuando tratan con el mundo natural, cuando uno habla con ellos acerca de la sociedad —los problemas de la sociedad, la manera en la que las sociedades están organizadas— ¡de repente parece que su comprensión del método científico se esfuma! En efecto, muchos científicos naturales empiezan a revertir a una especie de populismo craso, a hablar vagamente acerca de la “voluntad del pueblo”, acerca de elecciones u otras cosas que de fondo tienen poco o nada que ver con analizar de manera científica las principales características de una determinada sociedad —cómo está organizada, cómo funciona— o con analizar de manera científica lo que está mal en una sociedad, o cómo se podría solucionar los problemas sociales de una manera científica. No todos los científicos son así, pero es impresionante el grado al que muchos pensadores avanzados de las ciencias naturales parecen olvidar o abandonar todo lo que saben acerca de métodos científicos ¡cuando se ponen a pensar en los problemas de la sociedad!

Pienso que es muy, pero muy importante reconocer que la ciencia, entendida como un método, no ha sido parte de la historia de la humanidad por mucho tiempo. Por lo tanto, la gente no está acostumbrada a conocer y transformar la realidad de una manera científica. Por la mayor parte de la historia de los seres humanos en este planeta, el conocimiento del mundo natural así como del social fue producto de una suerte de enfoque básico de ensayo y error, de conocer las cosas como vinieran y de solucionar los problemas del mismo modo, a menudo fabricando toda suerte de explicaciones místicas y sobrenaturales para llenar los vacíos en el entendimiento de la gente. De este modo, la gente solía pensar que el rayo era la ira de los dioses, o algo por el estilo, porque por un largo tiempo no tuvieron el entendimiento científico de lo que causa el rayo.

Así que pienso que para empezar valdría la pena hablar acerca de lo que es la ciencia, desmitificarla un poco. La ciencia tiene que ver con la realidad material, y se podría decir que toda la naturaleza y toda la sociedad humana son el campo de la ciencia; la ciencia puede tratar con todo esto. La ciencia es una herramienta muy poderosa. Es un método y un enfoque que nos permite poder decir qué es la verdad, qué corresponde a la realidad tal como en realidad es. En este sentido, la ciencia es muy distinta a la religión o al misticismo, o cosas por el estilo, que explican la realidad invocando fuerzas imaginarias y que no dan evidencia concreta para ninguno de sus análisis. En contraste, la ciencia exige pruebas. Requiere evidencia. Es un proceso basado en la evidencia. Esto es muy importante. La ciencia es un proceso basado en la evidencia. Así que sea que queramos entender algo en el mundo, o queramos determinar cómo cambiar la realidad —por ejemplo, quizá trabajemos para encontrar una cura para una enfermedad, la dinámica de una selva tropical o un ecosistema de arrecifes de coral, o para hacer una revolución para emancipar a la humanidad, la gama completa de la experiencia material—, la ciencia nos permite descifrar lo que ocurre en concreto y cómo esto puede cambiar. 

Leí en alguna parte que Neil deGrasse Tyson, al popularizar la importancia de la ciencia, dijo algo como — estoy parafraseando: La ciencia nos permite confrontar e identificar los problemas, reconocerlos y encontrar la manera de solucionarlos, en lugar de huir de ellos. Y pienso que éste también es un punto importante. La ciencia es lo que nos permite tratar en concreto con la realidad material de la manera en que ésta es en los hechos. Sea que hablemos de la realidad material de una enfermedad, de un ecosistema natural o de un sistema social en que viven los seres humanos, la ciencia nos permite analizar sus componentes, su historia, cómo es que llegó a ser como es, de qué está hecho, cuáles son las características que lo definen, y su carácter contradictorio (un tema al que volveremos) y por lo tanto cuál es la base para que cambie, o sea cambiado, si es nuestra intención cambiarlo. Sea que deseemos curar una enfermedad o crear una mejor sociedad, necesitamos de este proceso científico basado en la evidencia.

Algo acerca de la ciencia es que hace muchas preguntas acerca de cómo las cosas se convirtieron en lo que son, y como han cambiado con el tiempo. Yo siempre he estado interesada en lo que se llaman ciencias históricas, por ejemplo la evolución biológica, pero hay también otras ciencias históricas, incluyendo la ciencia de la sociedad humana, que tratan de la manera en la que las cosas cambian con el tiempo. Y de ahí, por supuesto, si estudiamos cómo cambian las cosas con el tiempo, podemos estudiar cómo esas mismas cosas pueden cambiar más, incluyendo en direcciones en las que los seres humanos quizá estén inclinados a que se desarrollen. Toda la realidad ha evolucionado, ha cambiado con el tiempo, y continúa cambiando, sea que hablemos del mundo natural o del mundo social. Si queremos cambiar nuestro modo de vivir, si queremos cambiar la manera en que la sociedad está organizada, si queremos cambiar el mundo, si queremos cambiar cualquier cosa en la naturaleza o en la sociedad, necesitamos del método científico porque este método es la única manera en que podemos descubrir profunda y sistemáticamente cómo en concreto es la realidad, en base a sistemáticas observaciones, interacciones, manipulaciones y transformaciones de la realidad. Es así que sabemos cómo las cosas son en concreto, cómo es que llegaron a ser lo que son y cómo es posible cambiarlas. Para repetir, éste es un proceso basado en la evidencia; no es sólo “lo que tú piensas” y “lo que yo pienso”. Nos hace falta evidencia acumulada con el tiempo. Esto es lo que revela de qué está hecha la realidad, cómo es que se convirtió en lo que es, cómo es posible cambiarla ahora mismo o cómo es posible que los seres humanos quizá la cambien más.

He aquí un punto importante: Sin ciencia, uno sólo puede decir lo que, como individuo, piensa que es la realidad, o quizás lo que todo un grupo dice que es la realidad, o tal vez lo que dice que el gobierno, las autoridades religiosas o alguna otra autoridad podrían decirle a uno lo que es la realidad, pero lo que dicen no hace que nada de eso sea cierto. Sin ciencia estamos a la merced de ser manipulados, o de tener nuestra forma de pensar manipulada y de no ser capaces de distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, entre lo cierto y lo falso. Si en serio nosotros queremos saber qué es qué, lo que es cierto y qué hacer, necesitamos de la ciencia, no fantasías ni ilusiones, sino evidencia concreta y un proceso sistemático, un método sistemático de análisis y síntesis. El análisis desmenuza la experiencia y el conocimiento con el tiempo; la síntesis los vuelve a combinar en una forma más elevada, de manera más sistemática, sacando las lecciones más grandes, las lecciones básicas de la experiencia acumulada.

Así que, por esa razón, entre otras, necesitamos teoría revolucionaria científica si en serio queremos transformar de raíz una sociedad. Nosotros hablamos acerca de la transformación radical en la sociedad. La palabra “radical” viene del latín que significa “raíz”, lo que significa llegar a la raíz del problema. No nos detengamos en la superficie de lo que es el problema, a un nivel superficial o en un solo momento en el tiempo. Miremos por debajo del problema, vayamos a más profundidad, de la manera que un buen científico lo hace, para entender cuáles son las más profundas reglas del sistema, cuáles son las formas más profundas en que las contradicciones adentro de ese sistema hacen que éste funcione de una cierta manera que causa problemas, o que puede producir posibilidades.

Pregunta: Si me permite una breve interrupción: yo creo que lo que has dicho es que la ciencia y lo que abarca un enfoque científico de la realidad es verdaderamente importante y crítico; es muy importante lo que dices acerca de la importancia de que la ciencia esté basada en la evidencia y los diferentes puntos que has tocado al respecto también. Pero algo que quisiera interponer es centrarme en lo siguiente: Pienso que muchas personas reconocerían, entre ellas muchos científicos naturales —y obviamente tú misma, con capacitación de una científica natural, y por eso mismo tal vez tengas opiniones al respecto en particular— pero muchos científicos, entre ellos científicos naturales, probablemente escucharían lo que dices y responderían: Bueno, ya veo cómo se puede aplicar este proceso al mundo natural, a las ciencias naturales —los patrones, la búsqueda de evidencia, la síntesis— pero de ahí ellos rechazarían la idea de que se pudiera aplicar el método científico a los seres humanos y a la sociedad humana. O tal vez otra manera de ponerlo sería que algunas personas dirían: Bueno, está bien, pero los seres humanos y las sociedades humanas son demasiado complicados para estudiarlos con el método científico. Así que quizás podamos concentrarnos un poco en lo que específicamente significa aplicar el método científico a los seres humanos y la sociedad humana y su desarrollo, y ¿por qué es esto correcto?

AS: Bueno, mira, en cualquier sistema, sea el mundo natural o la sociedad humana, hay complejidad y hay simplicidad. Es ridícula la idea de que los seres humanos o las sociedades humanas simplemente tengan demasiada complejidad como para analizarlas por medio de la ciencia. La verdad es diametralmente opuesta. ¿Cómo podríamos tratar con la complejidad de las organizaciones e interacciones sociales humanas a lo largo de los períodos históricos y hasta hoy, y todas las respectivas contradicciones, todos los patrones y cosas complicados y las diferentes fuerzas, etc., y los distintos objetivos de diferentes pueblos y diferentes tiempos de la historia... cómo podríamos analizar todo lo anterior sin la ciencia? ¿Cómo podríamos tan siquiera empezar a descifrarlo y entenderlo? Y no es verdad que de alguna manera, los sistemas naturales sean más sencillos. Si queremos entender las dinámicas de complejos ecosistemas —como por ejemplo, una selva tropical que tiene muchas capas de árboles y arbustos en la maleza, etc., y que se caracteriza por muy complejas dinámicas de las muchas clases y niveles de interacción entre la increíble diversidad de especies de plantas y animales—, podríamos pasarnos toda una vida, y mucha gente lo hace, trabajando para empezar a entender muchas dinámicas complejas así. O, si quisiéramos entender más los ecosistemas de los arrecifes de coral o los ecosistemas del desierto, o la diferencia entre distintos ecosistemas, e identificar cuáles de éstos podrían ser más vulnerables a disrupciones y cuáles podrían ser relativamente más estables, o evaluar la relativa diversidad de las especies o cómo conservar esa diversidad… tantas preguntas que valen la pena explorar más… Mira, no propongo analizar todo esto ahora mismo porque ya sé que tú quieres hablar principalmente de los sistemas sociales humanos, pero lo que yo digo es que tanto en el mundo natural como en el social, la realidad material es muy compleja, y que si bien los seres humanos siempre tenemos algunas deficiencias en nuestro entendimiento (cosas que en algún momento dado no las entendemos bien del todo), nosotros también tenemos tremendas capacidades y mucho conocimiento acumulado. Nuestros cerebros son capaces de investigar y explorar toda suerte de cuestiones, desde muchos diferentes ángulos, y somos capaces de resumir y sintetizar las cosas durante un período de tiempo, así acumulando experiencia histórica y conocimiento. Lo anterior es algo que es muy propio de los seres humanos: nuestra gran capacidad de acumular conocimiento a lo largo de las generaciones, a lo largo de los siglos, a lo largo de los milenios y reconocer algunos patrones de la organización de las sociedades o de los sistemas naturales, o lo que despierte un interés en nuestra mente.

Nosotros los seres humanos también somos capaces de hacer muy importantes proyecciones para el futuro, y no sólo el futuro de mañana o de un mes, pero también conocer qué es lo que le podría estar sucediendo a este planeta, por ejemplo —todo el planeta— desde un punto de vista ambiental, mirando hacia el futuro de generaciones, no solamente el de mañana. De igual modo con los sistemas sociales, nosotros efectivamente tenemos la capacidad de analizar diferentes patrones de organización social a lo largo del pasado histórico humano y hasta el presente, y también podemos proyectarnos hacia adelante, a la manera en la que las cosas podrían ser en el futuro. Por lo tanto, también podemos tomar decisiones conscientes acerca de lo que queremos investigar ahora — en qué dirección queremos tratar de influenciar las cosas, porque tenemos la iniciativa consciente para hacer aquello. Así que, por ejemplo, cuando hablamos acerca de la sociedad humana, acerca de la organización de la sociedad humana, podemos ver que en líneas generales, la sociedad es una manera en que los seres humanos se unen, trabajan juntos, se oponen los unos a los otros, o lo que sea, pero se unen, en esencia, para trabajar por satisfacer los requisitos de la vida de la gente en un tiempo dado. Es posible hacerlo bien, o mal, pero de eso se trata una sociedad humana, de una forma de organización. ¿No es verdad? Y sabemos que todos hemos vivido en este mundo capitalista imperialista por tanto tiempo, es decir, los que estamos vivos, que algunas veces es difícil recordar o pensar acerca del hecho de que las sociedades humanas no siempre han estado organizadas de esta manera, y que no tienen que estar organizadas así. El capitalismo-imperialismo no es la única manera de organizar una sociedad, y yo sostendría enérgicamente que ciertamente ésta no es la mejor manera de hacerlo. Pero en todo caso, ésta no es la única manera, y es preciso entenderlo y pensarlo. El hecho es que podemos aplicar la ciencia a entender algunos tempranos sistemas sociales. Por ejemplo, muchas sociedades en la historia de los seres humanos han estado organizadas en base a la esclavitud, la explotación de esclavos, la dominación de los esclavos que eran literalmente propiedad de los esclavistas, y así los esclavistas los hicieron construir la economía. No voy a entrar en todos los detalles, pero ése es un muy diferente tipo de sociedad a las que principalmente prevalecen hoy en día, por lo menos en gran escala. Todavía hay esclavitud en el mundo, como la esclavitud sexual, la que es un problema muy, muy grande. Pero las formas fundamentales y dominantes de organización de las sociedades en el mundo en nuestros días no están principalmente organizadas sobre una base de esclavitud. Pero, por un largo tiempo en la historia de los seres humanos, ésta fue la forma dominante de organización social.

Otra forma significativa de organización social fue el sistema del feudalismo, y por cierto todavía hay restos del feudalismo en muchas partes del mundo hoy, los vemos por todas partes. Pero en un sistema feudal había señores y amos, había noblezas, había aristocracias y había gente dominada y oprimida como los siervos y campesinos, que típicamente sembraban cultivos y trabajaban la tierra y tenían que entregar una buena parte de la cosecha al señor de la región o lo que fuera, y tenían que pagar terribles impuestos y tributos al señor; estaban apenas un escalón por encima de ser esclavos de hecho. Además, era muy común que un siervo le entregara su hija al señor de la región, sin más ni más para tener relaciones sexuales con ella y hacer con ella lo que a él le viniera en gana, y no había nada que los siervos pudieran hacer al respecto bajo las reglas del sistema feudal. A su vez, el feudalismo es un sistema muy diferente a lo que se llama la democracia burguesa, que es la clase más típica de organización social del sistema capitalista imperialista que domina el mundo hoy. No voy a hablar de nada de esto en detalle ahora mismo, pero sí diré que es importante considerar que es posible aplicar los métodos científicos, y se han aplicado, para analizar los patrones de organización social de todos estos diferentes sistemas sociales del pasado; y si lo podemos hacer con el pasado, lo podemos hacer también con el futuro.

Algunos dirán que: Bueno, los sistemas como la esclavitud, el sistema feudal y quizás también el sistema capitalista no son buenas maneras de organizar la sociedad, por lo que simplemente deberíamos volver a un sistema comunal del pasado. Estas personas sostienen que lo que simplemente nos hace falta es organizarnos a pequeña escala en nuestras localidades, de modo que las personas puedan trabajar de manera colectiva en pequeños grupos, crear una “auténtica democracia” y tomar decisiones colectivas acerca de la forma de satisfacer las necesidades de la gente y fomentar la agricultura local, producción local, etc. ¡El problema con este punto de vista es que simplemente no se basa en la realidad concreta del mundo de hoy! Mira, acepto que todavía podemos aprender mucho acerca de las sociedades de cazadores-recolectores que predominaron por la mayor parte de la historia de la humanidad, que hay todavía mucho que aprender de unos vestigios de ese tipo de sociedad que existen en el mundo hoy y que hay mucho que aprender de gente de hoy que tiene toda clase de ideas acerca de cómo organizar las cosas mejor, de manera más racional, en una escala relativamente pequeña y local, respecto a cosas tales como la producción agrícola, la reducción de la basura, la promoción del uso de productos locales, etc. Por lo que sí, hay cosas que aprender de algunos experimentos sociales que la gente realiza, viendo la manera de evitar los problemas de la sociedad moderna que causan trastornos naturales y sociales, contaminación del medio ambiente, destrucción de los suelos, etc. Pero veamos la realidad, ¿de acuerdo? Necesitamos hablar acerca del alcance y de la escala de la especie humana que se extiende por todo el planeta. Miles de millones de personas. ¡No vamos a resolver los problemas de la sociedad yendo hacia atrás, hacia alguna clase de idealizado y romántico comunalismo primitivo! Así que, si eso no va a funcionar, si no va a ayudarnos a resolver los críticos y esenciales problemas de hoy, y ciertamente no con suficiente alcance y escala, pues ¿qué? Mira, un sistema basado en la esclavitud, un sistema feudal, un sistema capitalista imperialista, éstas son sólo formas materiales de organizar las sociedades humanas, y es posible analizarlas todas por medio de la ciencia y evaluarlas críticamente. Pero, además, nosotros podemos aplicar los mismos métodos científicos para determinar la manera de construir sociedades completamente nuevas y diferentes que serían mejores, y que además podrían abarcar todo el planeta. Porque no me interesa mucho hablar acerca de filosofías y métodos que de fondo no puedan abarcar y beneficiar a toda la humanidad.

Una de las cosas que recibimos de Bob Avakian [BA] y que yo aprecio mucho es que él ha promovido el concepto de que nos hacen falta “emancipadores de la humanidad” y que tenemos que avanzar en la dirección de hacer de este mundo, del planeta entero, un buen lugar donde vivir y funcionar para toda la humanidad, donde podamos dejar atrás la idea de que algunos grupos de personas, y algunas categorías de personas, o algunos países enteros, tengan señorío sobre otros, y exploten, dominen y opriman a otros. Esa es la idea fundamental de este comunismo revolucionario, y una de las cosas profundas que recibimos de BA es la importancia de siempre pensar y actuar según la necesidad de emancipar a toda la humanidad. Si no, muy fácilmente podemos dejarnos llevar por cosas que se desvían del camino. BA ha hablado acerca de que la meta no es que el último sea el primero, y el primero, el último, no puede tratarse de venganza, del oprimido que se venga de otra gente. Yo acepto que ésta no es la clase de mundo por el que debemos luchar. Y mi posición al respecto es que sin la ciencia, vamos a perdernos, porque sin un método científico para analizar los patrones, para entender a fondo por qué las cosas son como son y cómo podrían ser diferentes, y sobre qué base podrían ser diferentes, vamos a salirnos del camino todo el tiempo.

Fíjate, una característica de la buena ciencia —porque también hay mala ciencia— es tener un espíritu que efectivamente es crítico y fomentar el pensamiento crítico, lo que, a propósito, es otra característica de la obra de BA. Él efectivamente recalca la necesidad de que todos entremos a esta ciencia, no importar el nivel de educación que tengamos… Quisiera hablar de esto. La ciencia no es algo lo que debería practicar una elite, o gente que ha hecho estudios superiores, recibido un doctorado o algo por el estilo. Yo creo firmemente, y puedo dar evidencia al respecto, de que las personas que ni siquiera tienen un mínimo de educación de hecho pueden actuar como científicos. Uno puede entrenar a gente en métodos científicos, es posible hacerlo en un solo fin de semana. Si uno quiere que la gente haga ciencia en el mundo natural, uno puede pasar un fin de semana haciendo trabajo científico en una selva tropical o en un desierto, y yo le garantizo que será verdadero trabajo científico, verdadera investigación científica. Y no me importa si uno no tiene más que educación primaria. Si uno es un ser humano sano, puede adoptar y aplicar métodos científicos, sea a un problema de la naturaleza o de la sociedad humana. Y una de las cosas sobre las que me ocupó mucho es que promovamos el entendimiento científico y métodos científicos muy, muy ampliamente en la sociedad, de tal manera que todos puedan aprender a usar estos métodos, y que no sean sólo el campo de unos pocos o la esfera de las elites.

Un punto de vista científico, una curiosidad ilimitada sobre el mundo

Pregunta: Bueno, acabas de mencionar algo del cual te quería preguntar. Frecuentemente presentar y considerar la ciencia —y creo que esa idea se relaciona con lo que acabas de decir de que presentar la ciencia como el campo de la élite— también la retratan como algo frío, aburrido, sin vida, seco, quizá a algunas personas les parezca como algo dogmático o rígido, o algo practicado por relativamente pocas personas, apartadas del resto del mundo. ¿Cómo respondes a esa idea y ese retrato de la ciencia?

AS: Uf, si le entramos al tema ¡no me van a poder callar! [se ríe]. Pues, a riesgo de que parezca una exageración, algunas de las personas más apasionadas y vivas que he conocido en mi vida eran científicos, que incluyen los de las ciencias naturales. La ciencia en sí no es... ¿cómo se podría calificarla de seco o sin vida, o lo que sea, siendo el origen y objetivo de la ciencia una curiosidad ilimitada sobre el mundo, acerca de todo, acerca del origen de las cosas? ¿Dónde nos originamos? ¿Dónde se originó la vida en la Tierra? ¿Cómo surgió? ¿Por qué tal pájaro construye un nido así en ese árbol y qué hace? Y ¿ese gato, por qué cruza la calle corriendo? Mi intención no es tratar con muchas preguntas aquí, lo que quiero decir es que un buen científico hace preguntas todo el tiempo acerca de todo. En eso está muchas veces lo maravilloso de los niños, de que los niños quieren saber todo acerca de todas las cosas: ¿por qué es así, por qué es asá, cómo llegó a ser así, qué es? Etcétera. Desafortunadamente, los golpes físicos o los aspectos atrofiantes del sistema educativo, y la sociedad tal como es, y lo que ésta alienta y desalienta, quitan, sofocan a golpes esa curiosidad científica natural que tienen casi todos los niños.

¿Por qué tantas personas califican la ciencia de algo espantoso, seco o sin vida? Francamente, hay varias razones. Una, en las escuelas por lo general no han enseñado correctamente qué es la ciencia. A veces enseñan la ciencia como si fuera una colección de reglas o fórmulas secas —una colección de conclusiones finales a las que hay que memorizar nada más— pero eso no es la ciencia. La ciencia es un proceso. Es un método vivo de investigación. Considera la ciencia como una manera que permite que hagamos un montón de preguntas, acerca de todo y acerca de lo que sea, que brinda un método y un enfoque que permite investigar las cosas sistemática y metódicamente, actuar como un detective en el mundo, indagar hasta lo hondo la realidad natural, o la realidad social. ¡De seco no tiene nada! Es cuestión de tratar de entender las cosas, conforme, por una parte, al principio básico de que si uno quiere cambiar cualquier cosa más vale entenderla primero, y entenderla más allá de lo superficial. Se necesita evidencia, acumulada con el tiempo, y no solamente en dispersos pedacitos. Se necesita descubrir los patrones, que incluyen los patrones en que las cosas se relacionan entre sí: si uno quiere conocer las interacciones entre, digamos, los robles y las ardillas que esparcen las bellotas; o entre algunas de las plantas con flores y las abejas o mariposas, pájaros o hasta monos que quizá sirvan de polinizadores; o entre los tiburones y sus presas, para dar sólo unos pocos ejemplos — si quieres entender cualquier fenómeno semejante, necesitas descubrir la evidencia de los patrones subyacentes y las dinámicas subyacentes y para eso hace falta la ciencia. La vida está llena de interacciones dinámicas — no solamente en ese mundo natural más amplio sino también en el mundo social humano. Así que si quieres cambiar algo, primero tienes que entender bien por qué las cosas son como son, cómo llegaron a ser así y hacia dónde se encaminan. Si te parece mal la situación, y se trata de la sociedad humana, pues haz algo al respecto, ejerciendo la influencia de la conciencia humana para cambiar el rumbo. Eso es lo que pasa cuando los científicos desarrollan una cura para una enfermedad o descubren cómo se podría revitalizar un ecosistema fluvial muy dañado periódicamente abriendo las compuertas de la presa que lo dañó.

Bueno, ésos son unos ejemplos de la ciencia aplicados al mundo natural, y yo te podría dar millones de ejemplos similares. La ciencia es cuestión de conocer la naturaleza de las cosas, conocer los patrones y conocer las transformaciones — la manera en que las cosas se transforman incluso por sí solas, cómo se mueven, debido a sus dinámicas internas y los efectos de influencias externas... pues, todo está en movimiento, la realidad material siempre está en movimiento. Trátese de la escala del cosmos, los planetas, las galaxias o trátese de una escala micro, como hormigas en un hormiguero o células en el cuerpo o partículas subatómicas, todo en la realidad material siempre está en movimiento y cambia, nada nunca permanece inmóvil. Tratándose de la vida social, los seres humanos deben ejercer los mismos métodos de la ciencia para conocer cómo las sociedades llegaron a ser cómo son y para analizar —científicamente— qué tienen de malo; para analizar —científicamente— cómo podrían ser mejores; y para determinar cómo sería una estrategia para encaminarse en la dirección correcta — repito, sobre una base científica.

Otra razón por la que la ciencia quizás desagrade a algunas personas es que ha habido ciencia mala. Siempre habrá “ciencia” que se use mal y se aplica mal, pero es ciencia mala, ¿de acuerdo? Por ejemplo, en ocasiones en la historia han utilizado la ciencia para promover la idea de que algunas razas son inferiores a otras, tienen una inferioridad mental, o cosas así. Pues, esa es ciencia basura. De hecho se puede usar métodos científicos rigurosos para comprobar que eso fue ciencia mala nada más. No es solamente mala en “lo moral” —aunque sí lo es, pero también es mala en lo científico— es completamente falsa y eso lo podemos comprobar por medio de la ciencia buena.

 

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