Poner las Cosas en Claro sobre el comunismo y la revolución socialista

REFUTACIONES DE LAS MENTIRAS MÁS GRANDES SOBRE EL COMUNISMO

3 de noviembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

MENTIRA #2: Como el socialismo-comunismo va contra la naturaleza humana, para imponer sus ideales recurre a la violencia del estado y la matanza en masa

Una de las principales críticas al comunismo —y una de las mentiras más grandes sobre él— es que los estados comunistas han perseguido y matado a millones y millones de personas, principalmente en la antigua Unión Soviética y la China maoísta (1949-1976). Una gran industria de libros y artículos anticomunistas publica cifras de saldos de muertos asombrosos y horripilantes. Repiten sin parar estas acusaciones… y luego las presentan como hechos establecidos, imposibles de debatir. Todo esto tiene el propósito de convencer a la gente de que quizás el comunismo tenga ideales nobles… pero termina en una pesadilla.

Por qué mienten sobre el comunismo… y quién está mintiendo

Por una razón básica, el sistema capitalista-imperialista produce en masa todo tipo de mentiras y tergiversaciones sobre el comunismo. Porque el comunismo se opone totalmente a la explotación, la opresión y las desigualdades salvajes en que está arraigado el sistema capitalista y de que se ceba, que extiende y profundiza por todo el mundo.

Además: este memorándum sobre los “horrores del comunismo” proviene del sistema económico-social más horroroso en la historia humana. Un sistema que se crió con la leche materna de la trata transatlántica de esclavos, que arrancó a millones y millones de seres humanos de África y los esclavizó en el “Nuevo Mundo” de las Américas para producir la riqueza que era clave para el desarrollo del capitalismo mundial — y les impuso un terror constante y una brutalidad indecible durante generaciones. Esta narrativa de que “el comunismo equivale a la violencia estatal descontrolada” proviene de un sistema que ha funcionado por medio de una violencia estatal sistemática y sanguinaria — que incluye dos guerras mundiales en el siglo veinte que provocaron más de cien millones de muertes.

Primer punto: Las revoluciones comunistas salvaron y enriquecieron vidas… y el imperialismo se puso a estrangular estas revoluciones

Respecto a la acusación de una masiva pérdida de vidas bajo el comunismo, la verdad es que estas revoluciones salvaron vidas.

La victoriosa Revolución de Octubre de 1917 en Rusia inmediatamente retiró a Rusia de la Primera Guerra Mundial — en la que millones de personas comunes participaron en una matanza mutua en beneficio de los intereses de los imperialistas, que incluía al zar ruso (un monarca autocrático), que gobernó con la policía secreta, las cárceles y la vigilancia. Bajo su programa de “tierra, pan y paz”, la revolución bolchevique (los comunistas revolucionarios en Rusia se conocieron como “los bolcheviques”), lideraron a las personas a cambiar las graves penurias de la sociedad — la brutal pobreza y persecución de los obreros en las ciudades y el peso agobiante de la tradición y la imposición de la ignorancia y las supersticiones sobre la mayoría campesina. La nueva sociedad priorizó la humanidad y la liberación de las mujeres y las nacionalidades minoritarias antes profundamente oprimidas — con medidas como el acceso al aborto seguro y despenalizado, los plenos derechos socio-políticos, la prohibición y las campañas en contra de la violencia patriarcal, como las golpizas de esposas; y un fin a la violencia justiciera (por ejemplo, los pogromos — la persecución y las masacres de judíos que eran comunes en la antigua Rusia).

Pero la revolución no se da en un vacío. En cuanto la revolución rusa llegó el poder, los imperialistas actuaron para atacarla — armando y ayudando a las fuerzas contrarrevolucionarias en Rusia, en una sanguinaria guerra civil de 1918-1920 que causó muchísimas muertes y enfermedades, y lo llevó al borde de un colapso económico. Además, los imperialistas nunca aceptaron la derrota, con la invasión alemana de la Unión Soviética en 1941 que provocó la pérdida de más de 25 millones de vidas soviéticas.

China, antes de la revolución de 1949, era una sociedad asolada por hambrunas en el campo, y por una dura pobreza y penurias en las ciudades también; en Shanghái, recogían de la calle 25.000 cadáveres al año — un país con una población de 500 millones y sólo 12 mil médicos preparados en la medicina moderna. Era muy común matar a las niñas recién nacidas, así como obligar a las mujeres a entrar en matrimonios arreglados. La revolución comunista dirigida por Mao Zedong puso fin a estas pesadillas y un sinfín de otras. “La mujer sostiene la mitad del cielo” llegó a ser la orientación de la sociedad, y se luchaba por la plena participación de las mujeres.

De 1949 a 1976, mientras China era socialista, la expectativa de vida se incrementó de 32 a 65 años. Desarrollaban y canalizaban a recursos para servir a la gran mayoría. Crearon un sistema de atención médica universal, el más igualitario del mundo, con la participación activa de las masas populares. Amartya Sen, un economista ganador del Premio Nobel, calculó que si la India capitalista hubiera tenido el mismo sistema de atención médica que China tenía bajo Mao, hubieran muerto cuatro millones de personas menos en India en cualquier año dado. Eso resulta en una suma de 100 millones de muertes innecesarias en India de 1947 a 1979.

Segundo punto: Los esclavos tienen el derecho de rebelarse

Bob Avakian ofrece un punto básico de orientación en su ensayo “Una pregunta agudamente planteada: ¿NAT TURNER O THOMAS JEFFERSON?”:

¿Una rebelión de esclavos o un esclavista? ¿Se apoya a los oprimidos y su rebelión en contra del sistema opresivo y que se busca un camino radicalmente diferente, aunque con ciertos errores y excesos — o se apoya a los opresores, y a los dirigentes y los guardianes de un orden opresivo anticuado, quienes tal vez hablen de unos “derechos inalienables” pero aplican una brutalidad gratuita y un terror muy concreto sobre las masas populares a fin de reforzar y perpetuar su sistema de opresión?

Efectivamente, en las revoluciones en Rusia y China, hubo muerte y destrucción — y también excesos, incluso algunos graves.  Pero todo eso ocurrió en el contexto de la lucha de los oprimidos y explotados para liberarse y crear las primeras sociedades socialistas del mundo… al mismo tiempo que enfrentaban amenazas internas y externas y tenían muy poca experiencia de la que aprender.

Pero nosotros no estamos en la misma situación. Con el nuevo comunismo desarrollado por Bob Avakian, existe el marco científico para entender los grandes logros y los errores de estas revoluciones… y el marco científico para ir más lejos y hacerlo mejor en una nueva etapa de una revolución comunista aún más emancipadora.

Tercer punto: “La historia por conteos de muertos” no es científica

Imagínese que le dijeran que 650.000 personas murieron durante la guerra de Secesión de 1861-1865 en Estados Unidos (equivalente a 7.5 millones de muertes en la población estadounidense actual). Una cifra increíblemente alta, y exacta. Pero luego le dijeran: Abraham Lincoln era un “asesino en masa” por presidir tercamente la matanza de cientos de miles de personas. Esa no es una declaración científica. El conteo de muertos no dice qué eran las causas y los objetivos contendientes en la guerra de Secesión —por qué la hacían— ni que la cuestión central era la esclavitud.

Es lo mismo con las revoluciones en Rusia y China. Uno no puede partir de los “conteos de muertos”. Y no puede empezar a “la mitad de la película” — como las batallas de la guerra de Secesión estadounidense. ¿Qué eran las situaciones socio-económicas y políticas de las revoluciones en Rusia y China, las amenazas y las verdaderas invasiones imperialistas, las contrarrevoluciones y las guerras civiles, los desastres naturales épicos, y las sociedades opresivas y explotadoras que dieron lugar a estas revoluciones y a los millones de oprimidos que literalmente clamaron por la emancipación? Y, ¿cómo respondió la dirección revolucionaria a los retos y obstáculos, y qué errores cometieron al lidiar con esos retos?

Entender lo que es objetivamente verdad requiere un análisis histórico desde todos los ángulos, que abarca las fuerzas en conflicto.

Cuarto punto: Los imperialistas son unos mentirosos de calibre mundial. Sistemáticamente mienten sobre episodios particulares en la historia del comunismo

Cuando Estados Unidos escaló masivamente la guerra de Vietnam en 1964, inventó una mentira sobre un ataque contra un buque de guerra estadounidense. Los medios de comunicación repitieron esa mentira para justificar una guerra que al final dejó a tres millones de vietnamitas muertos. Cuando Estados Unidos invadió a Irak en 2003, inventó una mentira de que Irak tenía armas de destrucción masiva, para justificar la guerra — y cientos de miles murieron y millones fueron desplazados.

Tratándose del comunismo, el método burgués es de tergiversar y distorsionar sucesos y movimientos particulares en la historia del comunismo — especialmente los que conllevaron gran turbulencia y agitación, y gran lucha y transformación. Como la colectivización de la agricultura en Rusia a fines de los años 1920, o la Revolución Cultural de China de 1966-1976. Distorsionan los objetivos concretos de estos movimientos, y luego ponen en marcha la máquina de “conteos de muertos” — inflan estos conteos al servicio del argumento oficial sobre la supuesta “indiferencia comunista hacia la vida humana”.

Un ejemplo de esto es el Gran Salto Adelante que se dio en la China socialista en 1958-1960. Diremos más en las “Refutaciones” posteriores sobre el carácter tremendamente liberador de este movimiento y lucha para establecer la seguridad alimentaria, revolucionar la vida económica y social en el campo de China y superar las desigualdades, incluidas las milenarias barreras patriarcales que las mujeres enfrentaban.

La prensa tradicional y los ideólogos del sistema capitalista se hacen de la vista gorda ante todo esto y en cambio pregonan que durante el Gran Salto Adelante, 65 millones de personas murieron de inanición porque el líder revolucionario Mao Zedong se emperró con sus políticas económicas y sociales radicales. Según esta versión de la historia, esto condujo a una hambruna — y ya que a Mao no le importaba la vida humana, murieron decenas de millones de personas. Esto es una mentira total y escandalosa.

¿Qué es la verdad? En 1959-1960, hubo una escasez de comida y muertes por hambruna. Pero esto se debía principalmente a unas condiciones climáticas sin precedentes — una sequía y anegaciones terribles, desastres naturales que eran comunes en la historia china. En respuesta, el gobierno socialista tomó medidas de socorro por la hambruna y movilizó recursos para lidiar con el desastre y satisfacer las necesidades del pueblo. La acusación de que 65 millones murieron se basa en datos no fiables y en manipulaciones de estadísticas con el fin de atacar al socialismo en China de 1949-1976. Se puede encontrar más información sobre estas y otras formas que inflan los “conteos de muertos” en el sitio web en inglés Set the Record Straight (Poner las cosas en claro). Pero el simple hecho de repetir mucho una cosa y que mucha gente la cree no la convierte en la verdad.

Quinto punto: Cómo se atreven los capitalistas a señalar con sus dedos ensangrentados

Cabe repetir: la realidad histórica es que ningún sistema ha sido tan salvaje como el capitalismo — no sólo en las cantidades de muertes y sufrimientos humanos innecesarios y continuos, sino en el quebrantamiento del espíritu humano. El capitalismo rige mediante una lógica inherente y fundamental de la competencia despiadada y la expansión impulsada por las ganancias. El capitalismo se basa en la apropiación privada por unas pocas personas de lo que producen los esfuerzos interconectados de millones de personas a nivel mundial en la producción socializada. Opera a partir de explotación y la opresión más despiadada.

El capitalismo a nivel mundial provocó las exterminaciones y la esclavización de poblaciones indígenas y aborígenes. Y ¿qué de la expansión colonial y las guerras coloniales tales como la conquista belga del Congo que disminuyó la población en 10 millones, o de las más de cuatro millones de muertes en las recientes guerras civiles en el Congo, azuzadas por la caza de recursos de parte de los imperialistas?

El “triunfo” y la continuación del control imperialista occidental en Asia, África y América Central y Sur han “requerido” la conquista militar, invasiones, golpes de estado, escuadrones de la muerte y guerras de aviones no tripulados. Han “requerido” la matanza de tres millones de coreanos durante la Guerra de Corea… armas químicas y biológicas en Vietnam… la masacre de 500.000 a un millón de comunistas y sus simpatizantes en Indonesia en 1965.

Además, el sistema causa un sinfín de muertes “rutinarias”: las mujeres que mueren por falta de acceso al aborto seguro; los 16.000 niños, principalmente en los países pobres del tercer mundo, que mueren a diario de enfermedades prevenibles y desnutrición. Y ahora, con Trump, vivimos bajo el peligro real y cada vez mayor de una guerra nuclear contra Corea del Norte que podría escalar en una espiral a una devastación global.

Pero nos pregonan la mentira de que este es el mejor, y el único, de los mundos posibles.


Fuentes

* “Una pregunta agudamente planteada“, Bob Avakian, 14 de abril de 2013

* No sabes lo que crees que ‘sabes’ sobre… la revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro, Una entrevista a Raymond Lotta, 2014

* Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS!, la película del discurso en inglés de Bob Avakian de 2012; vea el capítulo “¿Cuál sistema, el capitalismo o el comunismo, es la pesadilla para la humanidad?”

* Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es, la película del discurso de Bob Avakian, 2003.

* Teaching Resources (Recursos aleccionadores) and Historical Controversies (Controversias históricas), www.thisiscommunism.org (en inglés)

* “Six Ways They Try to Bamboozle You About the Cultural Revolution in China and One Big Reason You Need to Dig Deeper and Get the Truth” (Seis formas en que tratan de embaucarnos sobre la Revolución Cultural de China y una razón grande por la cual debemos adentrarnos más profundamente y llegar a la verdad”), en inglés, www.revcom.us

 

 

 

 

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