Revolución #84, 4 de abril de 2007

THE CROSSROADS WE FACE - THE LEADERSHIP WE NEED
De la Redacción de Revolución

 

De Bob Avakian

"Muchos dicen que no creen que la revolución sea posible en este país. Les diré que los gobernantes de este país sí lo creen".
Balas: de los escritos, discursos y entrevistas de Bob Avakian, p. 69
 

 

 

 

 

 

 

De Bob Avakian

"No se pueden romper todas las cadenas menos una. No se puede decir que uno quiere eliminar la explotación y la opresión, pero quiere que persista la opresión de la mujer por el hombre. No se puede decir que uno quiere liberar a la humanidad, pero mantener a una mitad esclavizada por la otra. La opresión de la mujer está íntimamente ligada a la división de la sociedad en amos y esclavos, explotadores y explotados, y acabar con todo esto es imposible sin liberar completamente a la mujer. Por eso la mujer desempeñará un enorme papel en el proceso de hacer la revolución y garantizar que no pare a medias. Es imprescindible desencadenar la furia de la mujer como una fuerza poderosa para la revolución".
inédito

 

 

 

 

 

 

De Bob Avakian

"Una de las maneras significativas aunque quizás sutil y a veces poco notada, en que el enemigo, hasta derrotado, pretende tomar represalias contra la revolución y sembrar las semillas de su futura destrucción, consiste en lo que obligaría a los revolucionarios a convertirse para así derro tarlo. La cosa se desenvolverá así: tendremos que confrontarlo en las trincheras y derrotarlo en medio de una horripilante destrucción; pero en el proceso no debemos borrar la diferencia fundamental entre el enemigo y nosotros. Aquí es ilustrativo el ejemplo de Marx: vez tras vez él luchó enconadamente contra los ideólogos y apologistas de la burguesía pero nunca luchó rebajándose al nivel que ellos lo hacían ni desde su óptica; con Marx, el método es tan estimulante como es de inspiradora la meta. Debemos tener la capacidad de mantener nuestra firmeza de principio pero al mismo tiempo nuestra flexibilidad y nuestra dialéctica, nuestro realismo y nuestro romanticismo, nuestra solemne claridad de metas y nuestro sentido del humor".
Para una cosecha de dragones, p. 152

 

 

 

 

 

 

De Bob Avakian

"En este país nunca habrá un movimiento revolucionario si no desencadena y expresa plenamente el muy profundo deseo de los negros de liberarse de largos siglos de opresión, un deseo que a veces se expresa abiertamente, a veces parcialmente y a veces de una manera incorrecta. En este país nunca habrá una revolución, y nunca debería haberla, si ese no es uno de los elementos fundamentales".
"La opresión del pueblo negro y la lucha revolucionaria para acabar con toda la opresión", Revolución #78, p. 7

 

 

 

 

Afiche para descargar e imprimir:

 

 

 

 

De Bob Avakian

"Los Estados Unidos de América como está constituido en la actualidad, o sus fronteras actuales, no tiene nada de sagrado para nosotros. Todo lo contrario".
Balas: de los escritos, discursos y entrevistas de Bob Avakian,
p. 193

 

 

 

 

 

 

De Bob Avakian

"El cinturón de la Biblia es también el cinturón de linchamientos".
De la charla "Dios no existe, y ecesitamos la liberación sin dioses"

 

 

 

 

 

 

De Bob Avakian

"Vemos lo que la religión llama 'los cielos', las estrellas, las galaxias. Vemos una parte muy pequeña del vasto universo y podemos imaginar su inmensidad. O vemos, por ejemplo, las cosas más pequeñas, con un microscopio observamos un microbio, y nos asombra su proceso interno. Podemos reflexionar acerca de la relación entre lo que vemos con el microscopio y lo que vemos con el telescopio. Todo eso ilustra una cualidad que tenemos los seres humanos, algo que siempre buscaremos. Lejos de suprimirla o menospreciarla, debemos nutrirla para que florezca.

"El comunismo no eliminará —ni de ninguna forma suprimirá— la admiración, la reverencia, la imaginación y la 'sed de asombro'. Al contrario, ampliará muchísimo el alcance de todo eso. Hará volar la imaginación en gran escala en relación dialéctica con un método científico sistemático y completo para entender y transformar la realidad".
"Materialismo y romanticismo: ¿Podemos prescindir de los mitos?", Obrero Revolucionario #1211, 24 de agosto de 2003

 

 

 

 

 

 

 

De Bob Avakian

"Cada religión en el mundo cree que todas las otras religiones son superstición. Y todas tienen razón".
Balas de los escritos, discursos y entrevistas de Bob Avakian,
p. 233

 

 

 

 

 

 

De Bob Avakian

"Si no se tiene un espíritu poético —o por lo menos un aspecto poético— es muy peligroso dirigir un movimiento marxista o ser líder de un estado socialista".
Observations on Art and Culture, Science and Society,
p. 32

 

 

 

 

 

 

De Bob Avakian

"Cuando veo todo esto, vuelvo a pensar en el amigo que decidió dedicar la vida a curar el cáncer, y pienso en la necesidad mayor aún de ponerle fin al sistema de capitalismo-imperialismo y a todo el sufrimiento y la opresión que encarna e impone a lo largo y ancho del mundo. Veo que mi vida no podría dedicarse a nada más importante y que las contribuciones que haga en el curso de la vida son lo más importante y lo más elevado de todo lo que podría hacer. Esto entraña momentos de gran decepción, sí, pero también momentos de gran gozo. El gozo de ver cómo los seres humanos se libran de trabas, se alzan, empiezan a ver el mundo tal como es en realidad y abrazan más conscientemente la lucha para cambiarlo. El gozo de saber que somos parte de este proceso y de contribuir lo máximo que podamos a él. El gozo de la camaradería de estar con otros en esta lucha y de saber que es algo que vale la pena, que no estamos metidos en algo insignificante y nimio, sino en algo elevado. El gozo de mirar al futuro, de divisar la meta por que luchamos y de ver a quienes empiezan a captar lo que podría significar, no solo para sí mismos, sino para la sociedad, para la humanidad entera".
From Ike to Mao and Beyond: My Journey from Mainstream America to Revolutionary Communist, pp. 445-6

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comentarios sobre
Bob Avakian

 

Cornel West sobre el libro From Ike to Mao and Beyond:
"Bob Avakian es un corredor de larga distancia en la lucha de libertad contra el imperialismo, el racismo y el capitalismo. Su voz y testimonio son imprescindibles en nuestra lucha por los condenados de la tierra. Esta conmovedora historia de compromiso es muy oportuna".

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De una carta de un preso a la editorial Insight Press sobre Observations on Art and Culture, Science and Philosophy: “Podría quedarme leyendo a Bob Avakian todo el día, es la pura verdad. Sus escritos me hablan profundamente y con gran impacto. No habla como 'intelectual' a las masas; nos habla intelectualmente, de una manera que es fácil de entender y aplicar a nuestra vida cotidiana y a nuestras ideas y sentimientos dispersos sobre nuestro lugar en la sociedad y en el sistema que nos explota y oprime, y a todo esto da forma, organización y orientación. Para nosotros es una gran motivación e inspiración que todo lo que nos preocupa encuentre una interpretación a nuestro alcance y se despliegue ante nosotros un futuro ‘brillante’ aunque ‘tortuoso’”.

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Howard Zinn sobre el libro From Ike to Mao and Beyond:
"Esta interesante historia de la vida de Bob Avakian pinta un cuadro humanizante de una persona que muchas veces solo vemos como un revolucionario férreo. Entiendo por qué Bob Avakian ha atraído a tantos partidarios apasionados. Ante la enajenación de esta sociedad capitalista bélica, ofrece la posibilidad de cambios radicales".

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Comentario de un proletario al oír la charla "Conservatismo, fundamentalismo cristiano, liberalismo y paternalismo… Bill Cosby y Bill Clinton" de Bob Avakian:
“Eso me recuerda todo lo que nos han hecho, toda la discriminación... Ahora entiendo, ¡es el sistema! Es el sistema el responsable de todo lo que nos pasa. Es el sistema. Siempre nos echan la culpa, pero es el sistema”.

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Bill Martin, de la Introducción de Marxism and the Call of the Future: 
“Quizás soy ingenuo al decirlo, pero creo que la mayoría de la gente, muy adentro del corazón, entiende que el sistema no es bueno, que es fundamentalmente injusto y horrible. Seguramente muchos entienden también que si le hacemos demasiadas cosas malas al planeta, no podemos esperar que sostenga la vida humana. Algunos lo tratan de ocultar. Me agrada hablar con cualquiera que crea en la necesidad de un cambio del sistema, pero Bob Avakian está en una categoría especial para mí porque además de que le interesa la teoría y hablar sobre cómo cambiarlo, también tiene un papel especial en la organización y la dirección de ese cambio”.

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Artista comunista, sobre el DVD Revolución: Por qué es necesaria, por qué es posible, qué es:
"Francamente, muchos no han escuchado las cosas que ha dicho el presidente Avakian, ni han oído hablar nunca sobre ese mundo, ese sistema social y sobre otra sociedad y formas de vivir, de la manera en que lo ha hecho él. La charla fue una respuesta a millones de personas por todo el mundo que en este momento necesitan entender”.

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Tom Harker, reseña del periódico Free Press:
"Además de relatar una vida en tiempos muy interesantes e importantes; de relatar sus experiencias con personajes históricos y acontecimientos importantes; de compartir su historia personal, en From Ike to Mao and Beyond Bob Avakian ofrece un vistazo nuevo y refrescante de un sistema que, para unos, estaba encomendado 'al basurero de la historia'… La nueva concepción del 'comunismo' de Bob Avakian es algo que merece consideración".

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De una carta de Joanne Rojas, proletaria, que publicó Revolución el 20 de agosto de 2006:
"Un mundo distinto es posible. Y urge que se conozca mucho más ampliamente a Bob Avakian, que explique a la gente cómo podría ser ese mundo diferente, un mundo comunista. Y que ese trabajo se cumpla pronto porque el gobierno de Bush está tratando de poner todo bajo su control. Tratarán de callar a Bob Avakian, por eso es preciso que más gente lo defienda y lo proteja… Pero ahora más que nunca creo de corazón que necesitamos el liderazgo de Bob Avakian. Las masas lo necesitan a él y su capacidad de explicar de manera popular las ideas más complejas de la revolución y el comunismo; como dice él: 'Revolución: Por qué es necesaria, por qué es posible, qué es'".

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Reverendo George W. Webber, profesor de Ministerio Urbano y presidente emérito del Seminario Teológico de Nueva York, sobre Predicando desde un púlpito de huesos: Necesitamos la moral, pero no la moral tradicional:
“Para este clérigo que ha luchado con la pertinencia de la fe bíblica frente a las crisis de nuestra sociedad, esta crítica que hace Bob Avakian es un desafío urgente. Su análisis muy pensado subraya la urgencia de reconocer la superficialidad de nuestro conocimiento y la inutilidad de gran parte de nuestro trabajo para crear una sociedad justa. Este libro vital tiene mucha profundidad y dice muchas verdades que los que tenemos fe religiosa debemos oír y a las que debemos responder”.

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Comentario de un salvadoreño sobre Bob Avakian en una lectura de su autobiografía:
“Todos somos humanos y en su entendimiento Avakian toma los intereses de la humanidad en su totalidad. Mira al mundo en su totalidad. Su libro tiene que llegar a Centroamérica, especialmente a El Salvador y a Nicaragua. Conocemos a Lenin. Conocemos a Mao. Pero no conocemos a Avakian. Tiene que hacerse visible para ellos”.

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Reseña de From Ike to Mao and Beyond en la revista Elemental:
“Le da al lector información sobre la lucha del Poder Negro y sobre las organizaciones nacionalistas negras que no se halla en ningún otro lugar. Las remembranzas de Avakian dicen mucho de las relaciones raciales contemporáneas y recuerdan importantes sucesos de varias eras... [el libro es] divertido y honesto”.

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Hal Perry, basquetbolista, los Dons de la Universidad de San Francisco, campeones de la NCAA 1955-56:
“'Eso es, qué acierto, fantástico, vaya, qué comentario más profundo’ – eso es lo que dije al escuchar la charla de Bob Avakian ‘The NBA – Marketing the Minstrel Show and Serving the Big Gangsters’ (La Asociación Nacional de Baloncesto: Racismo disimulado al servicio de los grandes gángsteres). Me dio tanto gusto escuchar esa charla. Todo lo que dice sobre los deportes, lo he vivido. Escuché la primera parte y no podía creer cómo describía todo tan exacta y mordazmente. Cualquier persona que la escuche puede entender mejor lo que realmente pasó. Es increíble la descripción de lo que les pasa a los deportistas negros. Es tan excelente y maravillosa que ni siquiera puedo expresar todo lo que pienso sobre ella sin escucharla de nuevo. Si invitas a un grupo de chavos de prepa a escucharla, los cambiará para siempre”.

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Comentarios de una señora que vio el DVD Revolución en ciudad de México:
“Parece que estamos en una situación en que no sabemos adónde ir. Se siente un ambiente de desconfianza, un miedo al futuro, una inestabilidad. Siento como si no hubiera guías ni parámetros para saber por donde ir. Sin embargo, creo que Bob Avakian tiene un plan lleno de esperanza ante la incertidumbre que tenemos".

Reseña del San Francisco Chronicle de From Ike to Mao and Beyond:
"La autobiografía… de Avakian, quien se crió en Berkeley, es verdaderamente impresionante. Tras 40 años de lucha política y personal para profundizar y purificar sus convicciones, Avakian lanza un grito por la completa transformación de la sociedad como si fuera la trompeta misma de Lenin".

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Carol Downer, cofundadora de los Centros Feministas de la Salud de la Mujer, sobre From Ike to Mao and Beyond:
“Bob Avakian trae una franqueza y a veces una perspicacia retrospectiva a la experiencia de crecer como hombre blanco en nuestra cultura patriarcal y capitalista y, a pesar de eso, salir como líder de la lucha contra la injusticia social. Su autobiografía fascina e inspira”.

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Juan Gómez Quiñones sobre el libro From Ike to Mao and Beyond:
“Al leer la autobiografía pensé en el arte del narrador, en la importancia y el poder positivo que le dan los amerindios… En este libro yo veo una narración muy convincente y al día de nuestros tiempos… En un viaje más cercano, Bob Avakian hace un recorrido de un ayer conocido a un mañana posible en From Ike to Mao and Beyond. Este diario de esperanzas y de lecciones es una crónica de días de inquietud, acciones de desafío y sueños compartidos. Bob Avakian se imagina y sabe que no es el único, y está dispuesto a compartir sueños, los suyos y los nuestros. Sus recuerdos son lúcidos y claros, y las lecciones que ha aprendido son persuasivas como mapas para los que quieren un mundo mejor. Las experiencias que comparte con toda honestidad y generosa calidez son sus respetos para los que tienen el corazón fuerte y la mente clara, los que quieren hacer la labor de llegar al otro lado de la historia”.

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Allen Wood, profesor de Filosofía, Universidad Stanford, sobre el libro Marxism and the Call of the Future, by Bob Avakian and Bill Martin:
"En estos tiempos, cuando la historia de nuestro país y el mundo está sumida en las tinieblas, necesitamos nuevas conversaciones sobre Marx y la tradición socialista, libres de dogmatismo y abiertas a ideas de todos lados, pero de orientación progresista y con un anhelo de aprender a través de un análisis crítico en el marco de la tradición marxista. Este libro ofrece un modelo de ese tipo de conversaciones".

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Reverendo Earl Kooperkamp, pastor, iglesia St. Mary's, Harlem, Nueva York, sobre Revolución: Por qué es necesaria, por qué es posible, qué es:
"En tiempos como estos, de confusión y mentiras, se da la bienvenida a esta voz clara en pro del cambio social. Escuchen y oirán una voz de la razón, ante la injusticia y la opresión. Su osada oposición al ascenso de la derecha cristiana y el efecto pernicioso en la vida política y cultural de este país es de suma importancia. Aunque uno no esté de acuerdo con todo lo que dice, su análisis y llamamiento a la acción lo pondrán a pensar".

La situación que se nos plantea, la situación que se le plantea al planeta entero, pide a gritos y con urgencia un cambio. Miremos alrededor con los ojos abiertos. Veremos:

• las guerras sangrientas que hacen estragos hoy en Irak y Afganistán, y pronto podrían envolver a Irán, sin que se vislumbre un fin, todo con el pretexto de la “seguridad”... y todo por el imperio;
• el desequilibrio del mundo: el hambre, las horribles enfermedades curables y la desesperación que asola a las regiones oprimidas de África, Asia y Latinoamérica... y la increíble riqueza y el lujo de los países dominantes, que en buena medida proviene de ese desequilibrio;
• la salvaje opresión de pueblos enteros, ya sea en Nueva Orleáns, la frontera sur, los ghettos negros, los barrios latinos, las reservas indígenas y demás. Es una opresión basada en la brutal historia de este país, que hoy adquiere nuevas formas... el penal ha reemplazado a las plantaciones y, ante nuestros ojos, una nueva forma de servidumbre se traga a millones de migrantes;
• la milenaria subyugación de la mujer, instituida por las costumbres, el derecho y la familia, reforzada hoy con mayor virulencia reaccionaria;
• la ignorancia impuesta que echa a perder el potencial de los seres humanos... acelerada hoy por el vertiginoso crecimiento de movimientos fascistas basados en la religión fundamentalista;
• y el afán ciego de ganancia, la esencia y el corazón del capitalismo, que avanza precipitadamente mientras el planeta se quema.

Todo esto y más ha persistido por generaciones. Todo esto y más asume formas extremas hoy. Todo esto y más demanda un cambio radical.

La “opinión común” dice que el cambio fundamental no es realista, que es imposible. Pero en realidad, lo menos “realista” es pensar que una capa de barniz va a resolver los problemas, o depositar la confianza en el oficialismo y la autoridad, mientras que la situación empeora. Para que sea posible un mundo diferente, un mundo mejor, es necesario bregar para entender cómo hacerlo y luchar para gestarlo.

Eso requiere dirección y ahí es donde entra Bob Avakian.

En los años 60 Avakian luchó contra la guerra de Vietnam y trabajó con el Partido Pantera Negra en la lucha por la liberación del pueblo negro. La valentía y la creatividad de las masas que se rebelaron en ese entonces, y los horizontes que abrieron, lo llenaron de entusiasmo. La ira por esas injusticias, así como el inagotable afán de comprender las razones fundamentales de tales injusticias, encendieron en él una gran pasión, que sigue ardiendo hoy. Al excavar a fondo vio un sistema cuyas reglas y funcionamiento producen y requieren opresión.

Al captar que la situación no debe ser así y no tiene que ser así, se volvió revolucionario y comunista. Perseveró, aun después del auge de la ola revolucionaria. Forjó y ahora dirige el Partido Comunista Revolucionario, EU, un partido que en las últimas décadas ha movilizado de muchas formas a miles contra el sistema, y que promueve la revolución y el comunismo.

Pero Bob Avakian es más que eso. Es alguien que no ha dejado de confrontar los interrogantes más difíciles de la humanidad. Al hacerlo, ha elevado a un nuevo nivel la concepción comunista del mundo y de cómo cambiarlo. Todos los que se preocupan por el futuro de la humanidad deben considerar seriamente y abordar plenamente las respuestas que ha elaborado y los caminos que ha forjado.

 

Los interrogantes difíciles...
la “opinión común”...
y la dirección de Bob Avakian

 

    La opinión común dice que la revolución es imposible en un país como Estados Unidos: que el gobierno de este país es demasiado poderoso, que la gente del medio vive demasiado bien y que los de abajo están demasiado molidos y divididos.

No tiene sentido negar que así pudiera parecer. Pero si la revolución es necesaria, y lo es, entonces hay que ver cómo concretarla en los hechos, por difícil que parezca. Bob Avakian ha aceptado ese reto. Ha analizado las profundas debilidades que yacen bajo la superficie del poder aparentemente asombroso del gobierno. Ha mantenido contacto con la ira subyacente, las elevadas aspiraciones y la fuerza en potencia que late en las masas, aun cuando están suprimidas o mal encauzadas, como es lo usual hoy. Ha demostrado que existen las bases y los medios para que una revolución alcance y gane a su lado, con el tiempo, a la gran mayoría de la población de Estados Unidos (inclusive a la mayoría de la clase media).

Dicha revolución, para que sea una revolución de veras, tiene que ser la obra consciente y resuelta de millones. Solo se puede hacer cuando el sistema esté en una crisis profunda y las masas estén convencidas de que no hay otra alternativa. No, la situación no ha llegado a eso... todavía. Pero no por eso debemos quedarnos pasivos; Bob Avakian ha desarrollado la orientación y la estrategia política para acelerar la llegada de ese día, y el partido que dirige dedica toda su energía y creatividad a eso.

Para que se dé una verdadera revolución comunista es fundamental que los de abajo (tanto los que trabajan como los que han sido descartados del todo) se salgan del molde que el sistema les ha impuesto y dirijan la revolución y la transformación de toda la sociedad. Bob Avakian nunca se ha desconectado de las masas; nunca ha perdido de vista su potencial de ser auténticas “emancipadoras de la humanidad”; nunca ha dejado de luchar con ellas para que se pongan a la altura de ese reto. Jamás ha dejado de buscar los medios para movilizarlas, forjar alianzas, aprender y bregar correctamente con grupos diversos de toda la sociedad... y de hacer eso a lo largo de todo el proceso revolucionario.

Pero no es solo eso. Bob Avakian escucha y aprende profundamente de gente de todas las capas sociales, y todo eso se expresa en su pensamiento estratégico. Nunca ha dejado de ejercer dirección concreta en la construcción de movimientos y luchas para forjar un movimiento revolucionario y un “pueblo revolucionario”.

En Estados Unidos se necesita una revolución... y puede darse. Con la dirección de Bob Avakian, ese camino se ha esbozado y se está forjando en la práctica.

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    La opinión común dice que el socialismo no funcionó,
que no puede funcionar y que el “comunismo ha muerto”.




Esa es la cháchara incansable de las últimas décadas, ¿pero es cierto? Bob Avakian ha hecho un análisis profundo de la experiencia de la “primera ola” de revoluciones socialistas que se dieron en Rusia y en China. Ha estudiado a fondo sus logros: por primera vez en la historia, los esclavos y oprimidos de ayer tomaron el poder y avanzaron de manera asombrosa hacia la eliminación de los horrorosos males que los llevaron a hacer la revolución. Esas revoluciones dieron pasos agigantados y desconocidos para superar las desigualdades e injusticias, para darles a las masas una vida mejor plena de esperanza y para darles control de la sociedad. Lograron todo eso a pesar de una feroz y poderosa oposición y en condiciones completamente nuevas, sin experiencia previa que las guiara.

Pero no puede terminar ahí. Bob Avakian también ha analizado a fondo cómo y por qué se restauró el capitalismo en la Unión Soviética y en China. Ha analizado cómo los revolucionarios intentaron impedirlo y qué lecciones —positivas y negativas— podemos sacar de esas experiencias.

A partir de eso ha planteado un nuevo análisis para que la sociedad socialista sea emancipadora y a la vez vibrante. Al igual que en las mejores experiencias de las primeras revoluciones socialistas, el nuevo poder estatal revolucionario ha de ser un instrumento en manos de las masas para suprimir a las fuerzas reaccionarias. Procedería rápidamente a erradicar las injusticias y transformar radicalmente las desigualdades heredadas del viejo sistema.

La nueva sociedad también desarrollaría una economía que satisfaga las necesidades básicas de todos; pero su “motor” no sería la explotación de miles de millones de personas en el resto del mundo ni saquearía el planeta con una sed insaciable de “más, más y más”. Desarrollaría la nueva economía como parte de las transformaciones que eliminarían, con el tiempo y en oleadas, la división del pueblo en clases, así como las relaciones al estilo capitalista y las viejas instituciones e ideas que seguirían ejerciendo considerable influencia después de la revolución. Naturalmente, tendría que hacer todo esto ante una oposición sin tregua de los imperialistas del mundo y los explotadores recién tumbados. Para sobrevivir, el nuevo poder tendría que derrotar sus intentos de restaurar el capitalismo.

Un aspecto fundamental de todo esto es que el nuevo poder revolucionario tendría que permitir, y de hecho promover y fomentar, el disentimiento, del cual también aprendería. Eso incluye disentimiento que se opone de una manera fundamental a los objetivos de la nueva sociedad (con tal que no sean tentativas concretas de tumbar el socialismo). En comparación con lo que hicieron las sociedades socialistas del pasado, esto tendría que darse en una escala y dimensión completamente distintas, cualitativamente diferente.

El nuevo estado revolucionario movilizaría a la gente a trabajar en grupo y a resolver los problemas por medio de la cooperación y la colectividad; pero también valoraría la individualidad y la iniciativa individual. A la vez que participen en la transformación del mundo de una manera colectiva, las masas tendrían libertad y “espacio”, y una constitución y leyes que definirían claramente los derechos individuales y los procesos judiciales.

A los que por siglos se ha excluido de las artes, la ciencia y otras esferas intelectuales se les abrirían esas puertas. A los artistas, por ejemplo, se les alentaría a conectarse con el pueblo y a trabajar con las masas para crear obras que impulsen el cambio de la sociedad. Pero los artistas, los científicos y otros intelectuales también tendrían espacio para desarrollar su visión, incluso si esa visión se opone a medidas específicas o a las metas generales del estado socialista.

Por medio de la lucha se forjarían nuevas formas de poder para que las masas puedan gobernar cada vez más directamente la sociedad. La meta es esta: llegar a una sociedad de seres humanos libremente asociados capaces de transformar el mundo y a sí mismos consciente y voluntariamente… superar la sociedad dividida en clases y las ideas que se desprenden de esa división entre amos y esclavos. Esa no puede ser una visión distante, como el cielo de la religión. Tiene que marcar la pauta en todo y se tiene que manifestar en el avance concreto hacia esa meta en la mayor medida posible en todo momento. Por lo tanto, será un socialismo mucho más vibrante y diverso, mucho más “desenfrenado y alocado”, que las experiencias anteriores.

Al hacer un balance de esto, Avakian ha escrito: "Se necesita un núcleo sólido que capta firmemente y está comprometido con los objetivos estratégicos, las metas y el proceso de la lucha por el comunismo. Si perdemos eso, terminaremos devolviendo todo a los capitalistas de una manera u otra, con todos los horrores que eso implica. Pero, por otro lado, si no abrimos espacio para una gran diversidad y para que la gente explore muchos caminos, va a causar un tremendo resentimiento y, además, no vamos a tener el proceso dinámico y multifacético que permite que surja al mayor grado posible la verdad y nos dé la capacidad de transformar la realidad". ("El disentimiento en una sociedad vibrante" en: revcom.us)

La visión radicalmente nueva de la sociedad socialista y la transición al comunismo de Bob Avakian, ese modelo de una sociedad vibrante que arranca de raíz la injusticia y hace florecer el debate y la efervescencia como nunca antes, es un nuevo motivo de esperanza y una visión a la cual aspirar.

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    La opinión común dice que el comunismo no da espacio a las ideas elevadas, los sueños o el sentimiento y que los seres humanos necesitamos la religión; o que a fin de cuentas el comunismo es simplemente otra religión.


Eso tampoco es —ni debe ser— así. Bob Avakian sostiene que la ideología comunista debe expresar los ideales y las aspiraciones más elevados... que nacen de la dicha y el asombro de conocer, y cambiar, el mundo. La consigna en todo debe ser llegar a la verdad, y nada menos, por “incómodo” que sea.

Avakian ha reevaluado y reafirmado la importancia de la ética y la moral en una sociedad revolucionaria. Ha analizado cómo las relaciones fundamentales de la sociedad actual empujan a los individuos a verse como “propietarios de cosas” y a buscar provecho a costa de los demás. El capitalismo fomenta la mentalidad y la moral de “primero yo”, a pesar de las recomendaciones hipócritas de “amar al prójimo”. Por el contrario, la moral comunista se basa en vivir una vida orientada hacia la abolición y la superación de la división de la humanidad entre los que dominan y los dominados; a rebasar la sociedad en que se pelea por ascender dentro de eso. La meta de la moral comunista es llegar a un mundo en que los medios para producir lo necesario le pertenecen a la humanidad en común y la vida social se caracteriza por el florecimiento mutuo de los seres humanos. La esencia de la moral comunista es la preocupación por las masas populares del mundo entero, por su sufrimiento y, por otra parte, por su enorme potencial latente de transformar el mundo y la situación de la humanidad.

A los comunistas se les suele acusar de que creen que "los fines justifican los medios". De hecho, esa acusación les cae como anillo al dedo a los gobernantes de la sociedad capitalista. Pero Avakian no ha parado ahí. Argumenta que los comunistas tienen que adoptar medios coherentes con los “fines” (los objetivos finales y los principios fundamentales), y que los revolucionarios tienen que interrogarse constantemente al respecto.

Avakian también ha examinado de modo penetrante los peligros del fundamentalismo religioso, como el movimiento fascista cristiano de Estados Unidos. Ha demostrado que la religión es como un narcótico, que ofrece un espejismo de alivio y libertad pero que impide conocer y atacar las verdaderas causas del sufrimiento. La religión, sostiene, es una de las cadenas más fuertes que atan a las masas populares y las mantienen en una condición esclavizada y degradada. Por otro lado, ha señalado que mucha gente de creencias religiosas se opone a muchas formas de opresión e injusticia, y que los comunistas (al mismo tiempo que promueven amplia y audazmente el ateísmo) tienen que buscar terreno común con las personas religiosas progresistas e involucrarlas en discusiones y debates.

Bob Avakian también ha criticado y rechazado las ideas y los métodos dogmáticos y estereotípicos que han infectado a buena parte del movimiento comunista. Ha recalcado que aunque los comunistas tienen que mantenerse firmes a sus principios y métodos, también deben buscar el diálogo con otras corrientes, pensadores y movimientos, y deben aprender de ellos. Ha desarrollado el principio propuesto por Mao de que “el marxismo abarca, pero no reemplaza” otras esferas. Esto quiere decir que hay que aplicar el método y la orientación comunistas a todas las esferas del conocimiento y la actividad humana, pero es necesario indagar a fondo los aspectos particulares de las diferentes ramas del conocimiento. También quiere decir que los comunistas tienen que aprender de las verdades descubiertas por los que no son comunistas e incluso podrían oponerse al comunismo. Además, ante la moda actual de que “todo es relativo, cada uno tiene su verdad”, Avakian ha luchado por la orientación de no apartarse de lo que sabemos que es verdad en un momento dado y, por otra parte, tomar en cuenta que podríamos estar equivocados y aprender de los que discrepan con nosotros... todo con el fin de avanzar y profundizar el conocimiento humano sobre lo que es verdad.

Esta incansable búsqueda de la verdad ha llevado a Avakian a “ir contra la corriente”. Ha defendido la verdad inclusive ante una tremenda oposición, a veces del propio movimiento comunista. Como ha dicho, es cuestión de querer tanto la revolución que uno está dispuesto a ser rigurosamente científico.

En una palabra, Bob Avakian es un líder embriagado con la verdad: sigue la pista de la verdad a donde lleve y se opone implacablemente a la esclavitud mental de las creencias religiosas, la superstición y el dogma, de cualquier forma.

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    La opinión común dice que "a pesar de todos sus defectos,
no se puede esperar nada mejor que la democracia estadounidense".



No es cierto; además es un espejismo mortal. Bob Avakian ha demostrado que los pilares de esta sociedad son la esclavitud de los africanos y el genocidio de los amerindios, y que han moldeado la estructura y la dinámica de la "democracia estadounidense" hasta el día de hoy. Hasta las libertades tan cacareadas, pero en realidad muy limitadas, de esta democracia (que hoy están eliminando rápidamente con el pretexto de la "guerra contra el terror") se cimientan en una plataforma de explotación despiadada y represión draconiana por todo el mundo.

Avakian ha escrito que la "gran democracia estadounidense" no es "una democracia pura y sin clases, sino un sistema de gobierno, y de democracia, basado en la explotación y opresión de las masas populares, en Estados Unidos y por todo el mundo. Es decir, es una democracia cimentada en el sistema capitalista e imperialista y en la clase dominante que lo controla y se beneficia de él, y al servicio de estos". (From Ike to Mao and Beyond: My Journey from Mainstream America to Revolutionary Communist, A Memoir by Bob Avakian, p. 427)

No es simplemente cuestión de hipocresía o de "promesas traicionadas". Esto se desprende de las limitaciones y los estrechos horizontes del "ideal" de la democracia basada en el modo de producción capitalista. Esa democracia al fin y al cabo (y por encima de todo) tiene que proteger el "derecho" del individuo a competir para obtener ganancias y aventajar a los demás. Incluso si todo el mundo empieza en pie de igualdad en una "democracia jeffersoniana" ideal, esta competencia lleva inevitablemente a la explotación y la polarización de clases. Pronto los que "han subido a la cima" económicamente, gracias a su riqueza y tiempo libre, dominan la vida política y monopolizan los instrumentos de coacción del estado (el ejército, la policía, los penales). O sea, incluso el ideal de la democracia estadounidense lleva inevitablemente a la realidad represiva que tenemos hoy.

Bob Avakian ha mostrado profundamente la mentira que radica en el fondo del espejismo irrealizable del "sueño americano"… y ha demostrado por qué ha llevado, y lleva inevitablemente, a una pesadilla para tantos.

    La opinión común dice que la enorme y horrible brecha entre las naciones imperialistas ricas y las regiones oprimidas del mundo no se puede abolir; o que lo único posible es que las naciones oprimidas obtengan una mayor parte del botín… o que pidan limosna. Asimismo, dice que nunca se podrán superar las divisiones nacionales ni el nacionalismo.


La dominación y el saqueo de Asia, África y Latinoamérica por las potencias imperialistas podría ser la injusticia más flagrante del planeta. Bob Avakian ha excavado las dinámicas subyacentes que impulsan y refuerzan tal dominación y saqueo. A partir de eso, ha profundizado el principio de Marx de que los comunistas abordan la revolución desde el punto de vista del mundo entero, de la emancipación de toda la humanidad, y no de un solo país.

Ha demostrado que una revolución en un país como Estados Unidos tendría que hacer añicos el sistema de dominación y explotación internacional, que es una parte tan fundamental de su estructura actual. Asimismo, ha abordado los problemas que se presentan a las naciones oprimidas para hacer la revolución y superar esa opresión. Ha desarrollado el principio de que cuando los nuevos gobiernos revolucionarios se defienden de los ataques imperialistas, no pueden contraponer su propia defensa al apoyo a la revolución en otras partes; no pueden "conformarse con el statu quo" sino luchar para difundir la revolución por todo el mundo.

De joven Bob Avakian adquirió un profundo odio por el racismo y la supremacía blanca que empapa las raíces de la sociedad estadounidense. Por más de 40 años ha respaldado las luchas de las naciones y nacionalidades oprimidas, y ha luchado incansablemente contra el chovinismo, la supremacía blanca y el racismo. En esto no cederá ni un ápice… es algo muy arraigado. Pero tampoco acepta diluir el internacionalismo ni llevar algo menos que eso a las masas o a los movimientos de las nacionalidades oprimidas. Siempre busca los medios concretos para unir a las masas de todas las nacionalidades en la lucha contra toda la opresión, y especialmente las manifestaciones de supremacía blanca. Ha dicho claramente que las fronteras de Estados Unidos no tienen nada de "sagrado" y da la bienvenida a la lucha a los migrantes. Ha afirmado que un nuevo estado revolucionario en Estados Unidos tendría que empezar por mejorar la situación de los "más necesitados" y poner un gran énfasis en eliminar los legados del racismo y la supremacía blanca; asimismo, ha elaborado una orientación para hacerlo.

Bob Avakian, por medio de sus ideas, su práctica y su propia vida, ha demostrado que las divisiones entre nacionalidades y entre razas opresoras y oprimidas no son eternas, sino algo profundamente empotrado en el sistema imperialista… y que esto se superará por medio de una fiera lucha contra la opresión y esas divisiones, como parte de hacer la revolución y forjar un mundo comunista.

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La emancipación de la mujer,
la emancipación de toda la humanidad

Bob Avakian ha enfatizado que eliminar la opresión de la mujer tiene que ser un elemento crucial y una de las metas fundamentales de la revolución comunista. Hay quienes dicen que es justo y necesario que el hombre domine a la mujer, que así es la sociedad, así debe ser y nada lo podrá cambiar. Hay quienes se oponen a esa opresión pero no reconocen que, además de contar con el respaldo de miles de años de tradición, es una parte integral de las relaciones, estructuras e instituciones básicas de la sociedad capitalista "moderna". Aclarando todo esto, Bob Avakian ha dicho:

La opresión de la mujer y la dominación de la mujer por el hombre no se deben a la "voluntad" de un "dios" inexistente ni al "orden natural". Tampoco es algo que se pueda eliminar sin los cambios más radicales de la sociedad humana. En realidad, esta opresión y dominación surgieron junto con la división de la sociedad en amos y esclavos, explotadores y explotados, y son un elemento clave de dicha división. A su vez, eliminar todas las formas de explotación y todas las relaciones de amo y esclavo está íntimamente ligado con eliminar todos los aspectos de la desigualdad entre el hombre y la mujer, y todas las formas de dominar y degradar a la mujer. La emancipación de la mujer es una parte esencial, crucial y absolutamente necesaria de la lucha revolucionaria para emancipar a toda la humanidad y forjar un mundo radicalmente nuevo y mucho mejor.

La necesidad de la dirección y
los grandes retos que plantea

Más que ninguna otra persona, Bob Avakian ha esbozado las respuestas a los interrogantes que se le plantean a la humanidad hoy y los caminos para resolver problemas angustiosos. Ha invitado a cuantos sea posible a participar en ese proceso… para dar con respuestas concretas y preparar a las masas para gobernar. Es un líder para estos tiempos… un líder revolucionario con una visión y un método auténticamente revolucionarios.

"¿Dónde están los líderes?"

Aquí está un líder y urge checarlo, discutirlo y seguirlo.

Pero a algunos les molesta la idea de tener líderes. Advierten que concentrar poder en las manos de un líder o de un partido de vanguardia conlleva peligros… y es cierto. Por eso, dicen, mejor no tener líderes.

Pero la sociedad sigue dividida entre los que están capacitados para trabajar con las ideas y tienen acceso a las ideas, y los que no están capacitados y no tienen acceso. Mientras esa situación persista, unas personas ejercerán una influencia social desproporcionada. Es decir, unos serán líderes de otros. Superar esa división, y cambiar radicalmente la necesidad y el carácter de la dirección, solo será posible cuando se elimine la división entre el trabajo intelectual y el trabajo manual al llegar a la sociedad comunista.

Hasta entonces, la dirección será una necesidad vital (especialmente en el caso de los que buscan cambiar el mundo de verdad). Pensemos en serio en la situación que confrontamos y en lo que se necesitará para hacer y continuar la revolución. Pensemos en la complejidad de llevar a cabo las transformaciones de una sociedad revolucionaria recién nacida y de defenderla simultáneamente contra poderosos enemigos… todo en una atmósfera de debate, discusión y agitación social. ¿Se puede concebir esto de modo realista sin líderes templados que guíen el camino?

NO es cuestión de "tener líderes vs. no tener líderes", sino de qué clase de líderes, con qué metas y métodos. Bob Avakian lo ha dicho así: "A quien uno decida seguir, a quien vea como líder, depende de lo que ese líder representa, del camino que sigue y, fundamentalmente, del mundo que lucha por gestar, o para decirlo de otra forma, depende de adónde llevará a sus seguidores". ("¿Las masas necesitan los regaños de Bill Cosby o necesitan dirección para acabar con la opresión?", en: revcom.us)

Bob Avakian ha defendido y desarrollado un principio elaborado por Lenin: para hacer la revolución se necesita un partido de vanguardia, es decir, un grupo dirigente fogueado, basado en la ideología comunista. Y para ser una vanguardia auténtica, agrega Avakian, tiene que desencadenar la iniciativa consciente de las masas a transformar toda la sociedad.

Por otro lado, una lección de la historia es que existe el peligro de que tal partido se convierta en un instrumento opresivo, especialmente cuando tiene una posición de autoridad. Avakian ha explorado a fondo por qué es así y qué se debe hacer para manejar este problema sumamente complejo y difícil. Igualmente, ha luchado por divulgarlo para que las masas conozcan el problema y lo entiendan científicamente. El pueblo tiene que estar capacitado para "velar a la dirección" y, más aún, para avanzar paso a paso, conjuntamente con la transformación material del mundo, a superar y trascender esa brecha.

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Otros saben que los líderes son necesarios pero les consterna que el sistema los pueda eliminar. O, para ser francos, que ciertos líderes se venden.

En cuanto a los líderes que se venden, cualquiera pueda perder de vista las aspiraciones, creatividad y energía de las masas que este sistema siempre suprime y distorsiona. Cualquiera pueda perder su vínculo con las masas.

Pero no todos lo hacen. Bob Avakian nunca ha perdido de vista esas aspiraciones y esa creatividad ni ha dejado de apreciar ese vínculo. Además, ha hecho todo lo posible para que su método, enfoque y todo lo que ha aprendido sean "propiedad" de las masas. Las ha exhortado a dar lo mejor de sí al servicio de la humanidad y la revolución, y ha luchado para darles las herramientas que necesitan para hacerlo.

Todo esto lo ha hecho a pesar de grandes riesgos personales, con una gran integridad personal y política. Nunca ha perdido una oportunidad de hacerle frente a los errores e investigarlos a fondo. A lo largo de todo esto, y en tiempos difíciles cuando muchos otros han abandonado la lucha, ha seguido dirigiendo una auténtica vanguardia revolucionaria, el Partido Comunista Revolucionario, EU. Nunca "ha hecho las paces"… nunca ha dejado de cuestionar el mundo y el proyecto revolucionario… y nunca ha dejado de buscar la manera de hacer la revolución. Ha persistido, perseverado y profundizado esa orientación durante casi cuatro décadas.

Esto cuenta.

En este país nunca ha habido un líder como Bob Avakian. Nunca alguien ha bregado tan sistemática y profundamente con los mayores problemas que confrontan las masas… y nunca ha habido un líder que ha luchado con tanta tenacidad y tan sistemáticamente para atraer a las masas a este proceso. Además de eso, este líder pertenece en un sentido genuino y profundo a los pueblos del mundo: en un momento en que la "ciencia de la revolución" requiere un avance cualitativo en varias esferas, Avakian responde a esa gran necesidad. Los aportes que hemos esbozado aquí son esenciales para el avance de la causa revolucionaria y el proyecto comunista en el futuro; son un tesoro para la humanidad.

Los líderes extraordinarios como Bob Avakian son raros; son sumamente valiosos para el avance de la humanidad; hay que valorarlos y defenderlos. El sistema estadounidense tiene una vil historia de represión, complots y asesinatos de líderes, y una doctrina que acompaña esa historia. Esto plantea un reto serio y grave a todo el que valore el cambio social fundamental. ¡No podemos permitir que los opresores entiendan con más claridad lo que representa Bob Avakian que las masas que ansían un mundo diferente y mejor! Hay que hacer oír esta voz y hay que defender a esta persona.

Esto se puede hacer… si las masas salen a defenderlo ahora. Los que anhelamos la revolución o un cambio básico de cualquier tipo tenemos que decirles francamente a los que detentan el poder que "si lo atacan, primero tendrán que pasar por encima de nosotros". Los que no aceptan algunas premisas de la obra de Bob Avakian, o incluso tienen desacuerdos fuertes, pero aprecian sus aportes e ideas sobre los temas del día, también tienen que decir claramente que valoran su voz y defenderán su libertad para continuar su trabajo. Todo esto puede crear las condiciones que le permitan seguir contribuyendo y dirigiendo, para beneficio de la humanidad.

Este es un reto que tenemos que asumir.

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Volviendo al comienzo… sí, estos son momentos difíciles, pero no son días sin esperanzas. En un momento en que se dice que los sueños de liberación son ilusos, en que una avalancha de locura parece extinguir el futuro, en que parece que se están agotando las opciones de la humanidad… una persona ha proclamado y esbozado el camino para avanzar.

Escuchen esa voz… debatan y discutan la obra de esa persona… tomen ese camino.

De la Redacción de Revolución

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