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Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte

La autoridad alternativa y forjando el movimiento para la revolución

Segunda parte:
CONSTRUYENDO EL MOVIMIENTO PARA LA REVOLUCIÓN

Nota de la redacción: El siguiente texto es de un discurso reciente de Bob Avakian. A continuación presentamos el undécimo pasaje de ese discurso el cual está saliendo por partes en Revolución. El discurso empezó a salir por partes en Revolución #218, 28 de noviembre de 2010. En preparación para su publicación, se ha revisado el texto y agregado las notas.

 

Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte

 

La autoridad alternativa y forjando el movimiento para la revolución

“Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución” también condensa muchos de los principios de forjar un movimiento para la revolución y encarna una parte clave de la estrategia revolucionaria. Se le debe de llevar a cabo con un entendimiento básico, y una orientación de desarrollar activamente, la interrelación e interpenetración dialécticas y la influencia mutua de los dos aspectos —luchar contra el poder y transformar al pueblo respecto a su concepción del mundo básica y sus valores básicos— como parte de trabajar sistemáticamente para la revolución, y no para alguna otra cosa, algo menos.

Respecto al reto general de forjar un movimiento para la revolución, es crucial reconocer de lleno, sin subestimar de ninguna manera, la importancia de varias formas de hacer valer una  autoridad alternativa, incluso en este período, y la relación de eso con lo que capta y concentra “Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución”. Es importante reflexionar profundamente y captar profundamente lo que abarca lo de hacer valer la autoridad alternativa en la forma en que se ha efectuado — es decir, la resistencia y hacer valer una autoridad alternativa en oposición al ejercicio ilegítimo de la autoridad por parte de la clase dominante y su represión y violencia contra el pueblo.

Se ha dado y sigue dándose un proceso durante todo un período largo de muchos años, en el cual se ha bregado con el problema de cómo abrir un paso en las condiciones de confinamiento de las masas básicas en los barrios marginados en particular y en la forma en que se manifiestan las contradicciones en esas condiciones, bajo el dominio de la burguesía — con el ejercicio más manifiesto y abiertamente brutal de su dictadura y la aplicación de ésta por medio de su aparato estatal represivo. Se ha bregado repetidamente con la cuestión de: cómo dar concretamente con una manera de remodelar las cosas en medio de todo eso sobre una base potencialmente favorable para forjar un movimiento para la revolución y para que las masas se pongan en pie sobre una base revolucionaria, en vez de estar confinadas y atrapadas en una situación que enfrenta el uno contra el otro, en la cual actúan, tantas veces y en tantas formas, contra sus propios intereses y contra las necesidades mayores de transformar la sociedad y el mundo.

Se han enfrentado dificultades semejantes a la situación de unos arqueólogos que han estado escarbando, conscientes de que en alguna parte del lugar hay unos fósiles y artefactos cruciales, pero para desenterrarlos se topan repetidamente con obstáculos y frustraciones. No es que se hayan encontrado ya todas las respuestas, ni de lejos, pero —como los arqueólogos que encuentran un pedacito de hueso y uno que otro fragmento, los cuales podrían revelar unos misterios espinosos y abrir paso hacia un nivel completamente nuevo de conocimiento— por medio del desarrollo naciente de ciertos elementos de la autoridad alternativa en el contexto de resistir el ejercicio injusto e ilegítimo de autoridad por parte de las fuerzas represivas de la clase dominante, se irá conociendo más sobre cómo lidiar con estas contradicciones de manera que contribuya, potencialmente, a la requerida repolarización favorable en pro de la revolución.

No debemos subestimar la importancia de hacer valer dicha autoridad alternativa en contra de la autoridad ilegítima del poder estatal existente — y de oponerle una resistencia en las formas apropiadas para la etapa actual de lucha. Hay mucho que aprender de lo que ya se ha hecho.

Piensen en las patrullas que se han iniciado en varios barrios urbanos marginados y en su propósito: confrontar —en las formas apropiadas para las circunstancias actuales— el ejercicio ilegítimo e injusto de autoridad por el aparato estatal represivo existente y al mismo tiempo gestar y encarnar una visión alternativa y principios alternativos de cómo relacionarse. Eso no es lo mismo que la posición completa del partido sobre la revolución y el comunismo —y es importante no confundir las dos cosas o identificar la una con la otra— sin embargo sí encarna muchos principios y objetivos que concuerdan con la causa de la revolución y el comunismo y de hecho pueden hacer importantes contribuciones a dicha causa.

Piensen en el potencial que eso encarna. Se meten esos reverendos y esas otras personas, cuando los policías cometen uno de sus ultrajes: asesinan a sangre fría a una niña negra de 7 años de edad, Aiyana Stanley-Jones, en Detroit, y aparece el reverendo Al (Sharpton) para reinterpretar el problema: ahora es la violencia contra el pueblo, bueno, sí, la policía la comete a veces, pero principalmente es la violencia que nosotros nos cometemos unos a otros del pueblo. Decirlo así sólo suma insulto al golpe: distorsiona quién y qué es el verdadero problema — y dónde está la verdadera solución. En contra de todo eso, lo que representan objetivamente estas patrullas, de manera muy importante, es un punto de vista opuesto y contendiente. No es una cuestión de que las personas que hacen estas patrullas aborden, por ejemplo, a los jóvenes metidos en las pandillas y les digan: vamos a ponerse de en medio para no dejarlos joder el uno al otro o joder a la gente aquí. No, se trata de plantar un polo que por medio de sus actos y la influencia de sus principios, empieza a ejercer cierta fuerza para la repolarización — en una manera favorable para la causa de la revolución.

Cosas como estas patrullas encarnan un potencial muy importante para influenciar y luchar en torno a las relaciones entre las masas —y la forma en que esas relaciones están enraizadas en las relaciones mayores de la sociedad— de una manera que ofrece el potencial de plasmar una verdadera realineación, para que las masas estén actuando de acuerdo con sus verdaderos intereses fundamentales en vez de actuar en muchas maneras que van en su contra. Para retomar la analogía de los arqueólogos que hacen un “hallazgo” clave: por sí solo éste no completa todo el rompecabezas, pero podría ser una parte importante para lograrlo.

Lo que estas patrullas representan tendrá que enfrentar muchos retos y pasar muchas pruebas. Pero, repito, sería muy erróneo subestimar la importancia de eso o de otras formas en las cuales contienden una autoridad y una visión que “luchan por nacer” —planteándose como una alternativa en contra del sistema explotador existente y su ejercicio de autoridad opresivo, injusto e ilegítimo— aunque se dé de formas aún muy incipientes y frágiles.

Eso podría contribuir, de manera importante, a que cobre vida para cada vez más personas de las masas la verdad de que “no existe ninguna necesidad permanente” de que la situación actual sea así.

También hay otras dimensiones importantes de eso, entre ellas dimensiones ideológicas: la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto); los discursos y giras de Raymond Lotta, Sunsara Taylor, Carl Dix y otros  — también sirven de vehículo para plantear una visión alternativa y sí, hacer valer una autoridad alternativa en la esfera de la ideología y la moral, así como la política. Ésos son elementos importantes para plantear la posibilidad de la revolución y una sociedad y un mundo radicalmente diferentes — y una visión viva y una fuerza alternativa en contienda, con ese objetivo.

Continuará

 

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