Somos comunistas revolucionarios —los revcom— que estamos organizando gente para una revolución real.
Este fin de semana en Eagle Pass, se ha dado un salto en el intento fascista de rehacer toda la sociedad, encabezado por Abbott, gobernador de Texas, y orquestado por Trump. Se han confluido fuerzas fascistas en torno a tres frentes:
Las fuerzas armadas de la Guardia Nacional de Texas que ocupan este parque.
13 gobernadores republicanos, concentrados para una rueda de prensa con Greg Abbott justo detrás de nosotros, en un escalamiento de su riña con la administración de Biden —a la cual ellos consideran ilegítima— y una consolidación de su control estrangulador sobre este parque, este pueblo y esta frontera — con los ojos puestos en el país entero.
Y, por último, el convoy camionero “Recuperar Nuestra Frontera” del “Ejército de Dios” — fascistas cristianos supremacistas blancos, fanáticos, rabiosos, armados hasta el cogote que constituyen las tropas de asalto y justicieros vigilantes de este movimiento.
Estos fascistas tienen ganas de una guerra civil unilateral — una oportunidad de eliminar a todos a los cuales odian. Y constituye un delirio mortal imaginarse que los detenga confiando en las elecciones, a las cuales los fascistas no se acatarán como ya han declarado, o en los tribunales, a los cuales los dominan los fascistas.
Sin embargo, eso es lo que los demócratas están haciendo — al mismo tiempo que dirigen a que haga lo mismo la gente decente que no quiere ver a los niños morir en el río. ¿Dónde están los agentes de Biden para quitar los 13 kilómetros de alambre de cuchillas que reviste el Río Grande / Bravo? En ninguna parte. Los fascistas están fijando los términos mientras Biden, que ha deportado a más migrantes que ningún otro presidente, les ofrece tratos para cerrar la frontera.
Sí, hay un estancamiento político, y sí, estos dos bandos son irreconciliables, pero cuando los gobernantes se pelean entre sí, no tomamos partido con un opresor u otro. Hacemos la revolución.
Estos fascistas justifican todo lo que hacen con la mentira fascista de que se trata de una “invasión”. Pero ¿quiénes son los verdaderos invasores? No esta niñita a la que encontraron ahogada en el río apenas la semana pasada. No Victerma de la Sancha Cerros y sus dos hijitos, que se ahogaron en el río el 12 de enero al alcance de la Guardia Nacional de Texas. No estos migrantes desesperados que no tienen opción salvo huir de sus hogares para sobrevivir debido a este sistema del capitalismo-imperialismo, y este país que se ceba del resto del mundo, lo explota, lo oprime y lo destruye. Este país —los Estados Unidos de América— libró una guerra contra México y le robó la mitad de su territorio. Este país ha invadido a países centroamericanos y sudamericanos docenas de veces — y ha apuntalado regímenes brutales y escuadrones de la muerte. Este país al día de hoy viola fronteras nacionales cada día en su lucha por dominar el mundo.
Es esta frontera la que es ilegítima. Es este país el que es ilegítimo. Es este sistema el que es ilegítimo.
No tenemos un problema con la inmigración. Tenemos un problema con el imperialismo.
Alto a la satanización, criminalización y deportación de los inmigrantes y a la militarización de la frontera.
Necesitamos y exigimos una forma completamente nueva de vivir, un sistema fundamentalmente diferente — una sociedad basada en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría del líder revolucionario Bob Avakian. Esta nueva sociedad no trataría a los migrantes de enemigos brutalizándolos o explotándolos sino que les daría la bienvenida a personas desde todas partes del mundo las que quieran contribuir a la construcción de una sociedad completamente nueva para emancipar a la humanidad.
Nosotros los revcom estamos organizando gente en esta revolución ahora. Se está cambiando el mundo radicalmente. Eso se ve aquí en Eagle Pass. Pero el de que se cambie radicalmente hacia lo mejor o hacia lo mal depende de lo que tú hagas, ahora.